“Tenemos que sentirnos seguras utilizando Internet para desarrollar nuestro potencial y defender nuestros derechos”, afirma Kadiatou, una joven guineana que denuncia la inseguridad que muchas chicas como ella sufren en las redes sociales.
Parte importante de la vida de las jóvenes, las redes sociales pueden ser un arma de doble filo para ellas: si bien les permiten alzar sus voces, también las exponen a numerosos riesgos como amenazas y chantajes de índole sexual o comentarios ofensivos acerca de su aspecto y comportamiento.
En redes como Snapchat o Instagram, hay hombres que prometen a las niñas dinero a cambio de que estas les muestren sus cuerpos. Algunas de ellas, debido a la situación de pobreza en la que se encuentran, aceptan. “Algunas chicas caen en un círculo vicioso del que es difícil salir “, lamenta Kadiatou.
En Guinea, algunas familias han decidido que sus hijas no utilicen Internet para alejarlas de estos peligros. Sin embargo, silenciar sus voces no es la solución; la protección no debe significar exclusión.
Valor para denunciar a los agresores
Por eso, el Club de Niñas Líderes de Guinea, con el apoyo de Plan International, ha lanzado una campaña para enseñar a las niñas cómo mantenerse seguras online, así como para hacer ver a sus familias los beneficios del uso de las nuevas tecnologías.
Desde el Club, han realizado un vídeo dirigido a las niñas, a sus familias y a las autoridades donde se describen los posibles riesgos de las redes sociales para las chicas. “Tratamos de que las niñas vean de qué manera los delincuentes pueden chantajearlas o estafarlas. Asimismo, queremos animarlas a que, si ya han sido engañadas, tengan el valor de denunciar a sus agresores. Cuanto más callan, más animan a estas personas a seguir delinquiendo”, dice Kadiatou, que es la secretaria ejecutiva de esta formación juvenil.