Tara y su marido Budero viven en el distrito de Kurigram, Bangladesh, y son padres de dos niñas pequeñas. Budero trabajaba como jornalero, pero sus ingresos no eran suficientes para mantener a la familia. Además, debido a las restricciones por la pandemia, perdió su empleo y la familia se enfrentó a una situación desesperada. “Ya atravesábamos tiempos difíciles antes de la pandemia”, comparte.
Cuando conocieron el programa de apadrinamiento de Plan International, Tara y Budero estaban deseosos de inscribir a su hija menor, Lipi. “Nos enteramos del programa a través de un voluntario de la comunidad. Plan International registró a Lipi como niña apadrinada en 2021”, explica la madre.
En abril de 2022, su familia fue una de las seleccionadas para recibir ayudas a las familias apadrinadas más afectadas por la pandemia. Tara invirtió ese dinero en la compra de una cabra para complementar la dieta de su familia.
Gracias a la cabra, Tara tiene ahora una fuente de ingresos. Después de unos meses, la cabra tuvo una cría que Tara vendió y con la que obtuvo beneficios. “Con cada nueva cría que nace, crecen nuestros ingresos”, explica Tara.
Tara y Budero también han participado en las sesiones de crianza que impartimos junto a nuestro socio local y a través de la cual los padres y madres aprenden técnicas de cuidado infantil, igualdad, comunicación e importancia de garantizar la educación de sus hijos.
Budero dice que su percepción sobre la crianza ha cambiado desde que asiste a las sesiones. “Ya no solo les regalo muñecas a mis hijas, también balones de fútbol y coches”, afirma.
Lipi asiste ahora a un centro de desarrollo infantil para niños y niñas de 3 a 5 años apoyado por Plan International, donde está aprendiendo a recitar rimas, actuar, cantar, bailar y relacionarse con otros niños. En los centros las familias aprenden cómo elaborar juegos y materiales de aprendizaje a bajo coste.
Tara dice haber notado un cambio notable en Lipi desde que empezó a ir a las sesiones de juego. “Se ha vuelto más confiada y expresiva con quienes la rodean. Plan International nos ha ayudado a rellenar los formularios de registro de nacimientos de nuestras hijas, lo que significa que ahora podemos matricularlas en la escuela.”