El trabajo infantil es un problema que afecta a más de 160 millones de niños y niñas en todo el mundo. Niños y niñas que pierden su infancia y se ven privados de su derecho a la educación y la protección y se ven obligados a realizar tareas peligrosas. A pesar de los esfuerzos para combatir esta práctica, aún queda mucho camino por recorrer.
Saoudata es una joven de Burkina Faso que ha superado el trabajo infantil y está construyendo una nueva vida gracias al apoyo de Plan International.
Desde temprana edad, Saoudata fue enviada a vivir con una familia adoptiva, donde se le negó la oportunidad de recibir educación y fue obligada a trabajar como vendedora ambulante. Su vida dio un giro aún más oscuro cuando, a los 18 años, fue forzada a casarse con el hijo de su madre adoptiva. Sufrió abusos físicos y emocionales, viviendo en un constante estado de miedo.
Sin embargo, la determinación de Saoudata y su espíritu de superación la llevaron a tomar una valiente decisión: escapar de esa situación. Con tan solo unas pocas monedas en su bolsillo, fue a la ciudad en busca de ayuda y encontró refugio en un albergue para mujeres víctimas de violencia.
Fue allí donde su vida dio un vuelco. Saoudata pudo acceder a la educación por primera vez en su vida y comenzó a reconstruir su futuro. A través de un programa de formación empresarial y habilidades para la vida ofrecido por Plan International, pudo aprender sobre emprendimiento y administración de negocios.
Con constancia y creatividad, Saoudata decidió convertirse en peluquera. Recibió los materiales necesario para abrir su propio salón de peluquería y, con el tiempo, se hizo conocida por su destreza haciendo trenzas. Su negocio comenzó a prosperar y se convirtió en un ejemplo inspirador para otras jóvenes de su comunidad.
La historia de Saoudata no solo es un testimonio de superación, sino también un llamado a la acción para poner fin al trabajo infantil. A través de programas como este en el que participó Saoudata, Plan International trabaja para brindar oportunidades educativas, protección y apoyo a niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
Todos los niños y niñas merecen un entorno seguro donde puedan crecer, aprender y desarrollarse. Con el compromiso y el apoyo de organizaciones, gobiernos y comunidades, podemos avanzar hacia un futuro sin trabajo infantil.