“La ciencia tiene el poder de romper el círculo vicioso de enfermedad y pobreza”

Pedro Luis Alonso, médico, epidemiólogo e investigador español y Vocal del Patronato de Plan International

En el marco del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, que se celebra anualmente cada 10 de noviembre, entrevistamos a Pedro Luis Alonso, médico y vocal del Patronato de Plan International, quien nos comparte su visión sobre el papel crucial de la ciencia en la mejora de la salud y el bienestar de las comunidades más vulnerables. A través de esta conversación, profundizamos en cómo la colaboración entre la ciencia y las organizaciones humanitarias puede transformar realidades y romper las barreras que perpetúan la pobreza y las enfermedades.

¿Qué papel juega la ciencia en garantizar la salud y el bienestar de las comunidades más vulnerables?

La ciencia es clave para catalizar cambios estructurales y romper el círculo vicioso de enfermedad y pobreza. En regiones donde el desarrollo es lento, como partes de África o Asia, enfermedades como la malaria o la tuberculosis perpetúan esta trampa. Con herramientas como vacunas y medicamentos, la ciencia puede mejorar la salud y promover el desarrollo económico y social.

¿Cómo puede el sector científico aliarse con organizaciones humanitarias para maximizar el impacto?

Las alianzas son esenciales. La ciencia y la industria desarrollan herramientas, pero no tienen acceso directo a las comunidades más remotas. Organizaciones como Plan International juegan un papel crucial al llevar estas soluciones a quienes más las necesitan, cerrando la cadena de valor desde la investigación hasta el impacto real en terreno.

En esta cadena de valor, ¿cuáles son los principales desafíos en torno a la infancia?

Las desigualdades en la esperanza de vida se definen mayormente en los primeros cinco años de vida. Nacer en un lugar como Kinsasa, en la República Democrática del Congo, en lugar de en Madrid, puede significar 30 años menos de vida. Las enfermedades infecciosas siguen siendo el mayor desafío, y las organizaciones enfocadas en la infancia como Plan International son fundamentales para abordar estas desigualdades y construir un futuro más equitativo.

¿Qué mensaje final darías sobre la importancia de la colaboración entre las organizaciones como Plan International y el sector científico?

Transformar vidas requiere un esfuerzo colectivo. La ciencia tiene el poder de cambiar realidades, pero su impacto solo es posible si trabajamos juntos: investigadores, industria y organizaciones humanitarias. Juntos podemos garantizar que nacer en un lugar u otro no defina las oportunidades de vida de una persona.