6 maneras en las que las chicas luchan contra el acoso en El Cairo

El acoso es uno de los mayores problemas con el que se encuentran las niñas del Cairo, esto las impide disfrutar de una vida normal y alcanzar todo su potencial.

Nuestro programa Ciudades Seguras trabaja en el barrio de Khairallah para empoderar a las jóvenes y defender sus derechos a vivir libres de violencia y a participar de manera plena en la toma de decisiones en su comunidad, para garantizar que sus problemas sean tomados en cuenta.

1. Paseos de seguridad





Las niñas en Kharaillah participan en paseos de seguridad, donde identifican los peligros de su barrio y proponen soluciones potenciales. Gracias a esto, el gobierno local decidió poner un policía en las puertas de la escuela para evitar el acoso.

El contacto directo con niñas también ha llevado a las autoridades a mejorar la situación de limpieza de su comunidad y a aumentar alumbrado público. 

2. Denunciar abusos sexuales 





La mayoría de las niñas egipcias no habla de ello, pero muchas de ellas están aprendiendo que tienen derecho a hacerlo y a ser escuchadas. “Ahora han aprendido a quién deben denunciar el acoso”, dice Hanin Attia, dirigente de uno de los grupos que participan en el proyecto.

“La comunidad solía culpar a las niñas si eran acosadas y ellas se culpaban a sí mismas. Las chicas ahora han aprendido que nunca deberían culparse por lo que les sucede”.

3. Aprender Karate:





Las niñas en El Cairo están aprendiendo técnicas de autodefensa para protegerse de la violencia sexual y el acoso.

“Las chicas que están aprendiendo karate han cambiado mucho”, dice Hanin Attia, quien dirige una de las clases. “Ahora tienen más confianza en sí mismas, son más conscientes de sus derechos y han aprendido diferentes formas, verbales y no verbales, de defenderse. Ya no tienen miedo”.

4. Cambiar las actitudes de los chicos





Los niños y niñas en El Cairo viven vidas segregadas. Tras su participación en el programa, muchas hablan con los niños y hacen actividades juntos por primera vez, como obras de teatro o deportes. 

“La segregación lleva a la violencia y el acoso”, dice Khaled Hamouda, el presidente de la asociación comunitaria. “Muchos problemas surgen porque los niños y las niñas no saben mucho el uno del otro. Al crear un espacio más seguro donde puedan interactuar entre ellos, los ayudamos a aprender y a trabajar juntos con respeto mutuo”.

5. Defender su derecho de acceso a la educación





Muchas niñas abandonan la escuela por el miedo que las genera ser acosadas en el camino. “Desde que me uní al proyecto conozco mis derechos. Tengo derecho a una educación y no debería verme forzada a renunciar a ella por las adversidades”, dice Soaad, de 14 años. Antes de unirse a este proyecto, hubiera dejado la escuela si sus padres se lo hubiesen pedido, pero ahora no.

6. Cambiar las actitudes de los padres 





Muchos padres en El Cairo culpan o castigan a sus hijas por ser acosadas. Esto hace que las chicas tengan miedo de contar lo que les pasa. Dirigimos charlas con los padres para concienciarlos sobre los derechos de las niñas a ir a la escuela, moverse libremente o participar en las decisiones de su comunidad.