Nirmala y Khendo, la misma discapacidad, la misma ilusión.

Mientras las dos amigas juegan al bádminton en el patio del colegio, no consiguen darle siempre a la pluma, pero sus enormes sonrisas reflejan que no es lo más importante.

A Nirmala y Khendo les divierte hacer lo mismo que a todos los niños y niñas de su edad: pintar, cantar y jugar. Pero hay algo que les diferencia de sus compañeros y es que a ambas les falta una pierna.





En abril de 2015 Nepal fue afectado por un terremoto de magnitud de 7.8 que acabó con la vida de 9.000 personas e hirió a más 22.000. “Estaba viendo la televisión con una amiga y una pared se derrumbó encima de mi cubriendo toda mi pierna”, dice Nirmala de 9 años. 

Khendo, de 11 años, perdió a su abuela y su hermana durante el desastre. “Estaba jugando en casa de una amiga cuando pasó todo lo del terremoto, no entendíamos que pasaba, cuando salimos a ver qué pasaba una pared calló sobre mi pierna y me lesionó”.
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“Antes del terremoto, mi padre me daba dinero para que fuera hacer unos recados con mis hermanas, y ya no puedo hacerlo, lo echo de menos”.

Dos años después, las dos amigas viven en una residencia para niños con diversidad funcional en la capital de Nepal, Katmandú. Se consideran afortunadas al saber que solo 10% de los niños y niñas con diversidad funcional van al colegio en los países más vulnerables. 

Aunque el colegio está lejos de sus hogares, está equipado para cubrir todas sus necesidades. “A veces echo de menos a mi padre y mi madre, solo les veo durante las vacaciones” dice Khendo. 

Las chicas comprenden la importancia de la educación y tienen muchas esperanzas puestas en su futuro “Me gustaría estudiar para ser doctora” dice Nirmala. “Mis asignaturas favoritas son matemáticas y ciencias” añade. 

Plan International trabaja con niños y niñas como Kendo y Nirmala en Nepal para proteger sus derechos. Nuestros proyectos mejoran la accesibilidad y la calidad de la educación y promueven la creación de sistemas de protección y prevención de desastres para niños y niñas con diversidad funcional. 

Nirmala y Khendo lo comparten todo, su habitación, su reto de vida y su actitud. “Antes me fastidiaban o ser burlaban de mí. Estoy contenta por tener una amiga y dejarme ver como soy de verdad, muy cariñosa y risueña”.