A la edad de 13 años, Karen, una niña de un pueblo en el distrito de Timor Central Sur, en Indonesia, tuvo que sacrificar sus estudios y su tiempo libre para buscar agua potable. Su historia es solo una de muchas parecidas en su pueblo.
Cada día, lo niños y niñas de la localidad caminan más de un kilómetro y pasan hasta una hora yendo y viniendo para recoger agua potable. A veces, sus padres acaban gastando dinero en comprar agua.
La crisis del agua que enfrentan Karen y su comunidad es resultado del cambio climático en el este de Indonesia. La región aún depende de fuentes naturales de agua, las cuales se están volviendo cada vez más escasas. Estas difíciles condiciones no solo alteran la vida diaria de los niños y niñas, sino que también afectan a su salud, educación y futuro.
Sin embargo, en medio de la crisis surgió un rayo de esperanza. En enero de 2025, se construyeron instalaciones de agua potable en el pueblo de Karen gracias a la campaña Jelajah Timur (Corre por la Igualdad) de Plan International. El evento logró recaudar fondos para construir la infraestructura de suministro de agua potable que tan necesaria era en la comunidad.
“Estoy muy feliz”, dice Karen con una gran sonrisa en su rostro. “Gracias a todos los que nos ayudaron a mí y a mis amigos del pueblo“, añade. Ahora que tienen acceso a agua potable cerca de sus hogares, las niñas como Karen ya no tienen que sacrificar su tiempo de estudio y ocio para ir en busca de agua potable.
La carrera benéfica anual Jelajah Timur tiene como objetivo mejorar la salud, la igualdad de género y el bienestar de las comunidades en la provincia de Nusa Tenggara Oriental. En la edición de 2023, un centenar de participantes asumieron el desafío de una ultramaratón, corriendo 108 kilómetros desde Soe hasta Kupang y recaudando casi 1,2 mil millones de rupias indonesias (IDR).
El dinero fue utilizado para construir instalaciones de agua potable, lo que no solo ha cambiado drásticamente la vida diaria de los niños y niñas de la zona, sino que también ha tenido un impacto positivo más amplio. Ahora, pueden concentrarse más en aprender, crecer y alcanzar sus sueños. Sus padres también sienten más tranquilidad, al no tener que preocuparse por la disponibilidad de agua potable.
La construcción de estas instalaciones demuestra la importancia de la colaboración entre comunidades, donantes y ONG. Sus esfuerzos combinados prueban que, a pesar de grandes desafíos como la crisis del agua y el cambio climático, es posible lograr un cambio positivo.
Karen y los niños de su pueblo ahora tienen una esperanza renovada. Con acceso fácil a agua potable, pueden enfocarse en su educación y en actividades que apoyen su desarrollo. Gracias a la ayuda y al apoyo de donantes y corredores solidarios, sus sueños están ahora más cerca de hacerse realidad.
La historia de Karen es una prueba de que nuestra ayuda y solidaridad pueden marcar una gran diferencia en la vida de los demás. En medio de desafíos globales como el cambio climático y la crisis del agua, los pequeños pasos que damos juntos pueden tener un gran impacto. Sigamos apoyando esfuerzos humanitarios como este para que más niñas como Karen puedan disfrutar de un futuro aún más brillante y esperanzador.