CÓMO LAS NIÑAS, PLAN INTERNATIONAL Y NUESTROS SOCIOS CONSEGUIMOS ACABAR CON EL MATRIMONIO INFANTIL EN LA REPÚBLICA DOMINICANA.

Hace tres años, el matrimonio infantil no era un problema en la República Dominicana. Existía desde hacía generaciones, pero no se consideraba un problema, y los donantes no querían dar fondos para abordarlo. El gobierno no veía la necesidad de actuar, y gran parte de la ciudadanía pensaba que era algo que no afectaba a la sociedad dominicana.

Por nuestra experiencia, desde Plan International, sabíamos que las niñas casadas abandonan la escuela; que muchas de ellas son madres o que viven con hombres mucho más mayores que ellas. Sin embargo, en el país esto se percibía como algo normal.

Decidimos que había llegado el momento de que el matrimonio infantil se considerase un problema a nivel nacional. Junto con jóvenes activistas, nos fijamos un ambicioso objetivo: “ninguna niña menor de 18 años deberá estar casada o embarazada en la República Dominicana para el año 2030”. Esto fue solo el principio.

ENTENDIENDO LA MAGNITUD DEL PROBLEMA

Estábamos decididos a abordar el matrimonio infantil y teníamos una meta ambiciosa… pero, ¿cómo íbamos a conseguir que todo el país comprendiera el problema y se manifestara en contra de él?

Empezamos realizando una serie de investigaciones para demostrar la magnitud de la problemática y cambiar, de este modo, la percepción que se tenía del matrimonio infantil en el país. En el primer estudio, tratamos de dimensionar el problema y reflejar su impacto en las niñas, hablando directamente con ellas y con las comunidades. Llegamos a la conclusión de que era necesario modificar la ley que permitía el matrimonio infantil.

Nuestro segundo informe analizaba el embarazo adolescente, su impacto en las niñas y su interrelación con el matrimonio forzado. A raíz de este estudio se hizo evidente que nuestros esfuerzos de incidencia política también debían abordar la salud y los derechos sexuales y reproductivos desde una perspectiva integral, así como la educación.

Más tarde, llevamos a cabo una investigación sobre el trabajo sexual comercial y la violencia, y, finalmente, un último estudio analizando las masculinidades y su impacto en el matrimonio y las uniones tempranas con el fin de profundizar en los elementos culturales y las razones por las que los hombres buscan chicas jóvenes para casarse. Esta serie de informes aportaron una visión muy interesante, ya que cada estudio incluía casos reales contados por las propias niñas, no solo estadísticas.

TÁCTICAS PARA MOVILIZAR A TODO UN PAÍS

Las investigaciones y los datos no fueron nuestras únicas herramientas para movilizar a todo un país; también fue necesaria una estrategia de comunicación que aplicamos durante tres años. Nuestro objetivo no era solamente llamar la atención sobre el matrimonio infantil, sino también posicionar a Plan International como la organización líder en materia de derechos de las niñas. Cada uno de los estudios lo presentamos a los medios de comunicación y lo difundimos por todas partes, hasta el punto de que nos convertimos en la organización de referencia en los temas relacionados con las niñas.

También fue de gran utilidad que organizaciones afines se unieran a este movimiento. Nos asociamos con UNICEF, Save the Children y la Coalición por los Derechos del Niño, entre otras. Nos pusimos en contacto con el Movimiento de Mujeres, que nos ayudó a difundir nuestros mensajes y, además, ofreció apoyo a las organizaciones juveniles. Identificamos a posibles simpatizantes en el Congreso y llevamos a cabo labores de influencia, consiguiendo, hasta en dos ocasiones, que el tema de la modificación de la ley de matrimonio llegara al Congreso, pero nunca a los senadores.

Teníamos que conseguir que la sociedad en general empezara a “sentir” el asunto como un problema; que dejara de verlo como algo normal y que se posicionara en contra de él.

Pusimos en marcha campañas a nivel nacional con mensajes que realmente interpelaban a la población y la hacían sentir, en cierto modo, “cómplice” moralmente por tolerar la situación. En dos años, conseguimos que el tema formara parte de las conversaciones del día a día, hasta el punto de que donantes como la Unión Europea y USAID empezaron apoyar económicamente nuestro trabajo.

APROVECHANDO EL DÍA INTERNACIONAL DE LA NIÑA

Con la entrada de un nuevo gobierno en agosto de 2020, muchos de nuestros aliados políticos pasaron a estar en las administraciones. Por eso, trabajamos sin descanso para que la prohibición del matrimonio infantil fuera uno de los primeros logros del nuevo gobierno.

El Día Internacional de la Niña en 2020 fue una gran oportunidad para intensificar nuestros esfuerzos. Para las tomas de poder, apoyamos a Melany, una niña de 10 años que ocupó simbólicamente el puesto de Luis Abinader, presidente de la República Dominicana. Durante todo un día, Melany defendió la necesidad de proteger y garantizar los derechos de las niñas dominicanas. “Señor Presidente, voy a seguir”, se le oyó decir al salir del Palacio Nacional.

Era evidente que el nuevo gobierno estaba dispuesto a realizar cambios.

En noviembre de 2020, el presidente convocó a sus ministros y a representantes de todos los partidos políticos para compartir con la nación que el matrimonio infantil era una de sus prioridades a nivel nacional y que iba a tomar medidas para acabar con él. Y así fue como, justo antes de finalizar el año, se aprobó una nueva ley que prohíbe el matrimonio infantil en la República Dominicana.

Desde Plan International, nos sentimos extremadamente orgullosos de haber hecho realidad esta ambición a la que tantos esfuerzos hemos dedicado. Sin embargo, nuestro trabajo continúa, ya que ahora debemos cambiar la cultura y los comportamientos que permiten el matrimonio infantil.

Esta experiencia demuestra que todo es posible y que somos capaces de cambiar la vida de millones de niñas; solo es cuestión de valor, disciplina y perseverancia.