Por Gunvor Kronman, presidente de Plan International.
En 2019, Plan International tomó la difícil decisión de cerrar su oficina en Sri Lanka. Durante los 38 años en el país, apoyamos a más de 500.000 niños, niñas y a sus familias en cinco provincias y en cientos de comunidades, gestionando proyectos para mejorar la educación, combatir la violencia contra la infancia y promover la igualdad.
La decisión de cesar el trabajo en Sri Lanka se basó en una serie de factores que tuvieron gran impacto en nuestra capacidad de continuar con los programas:
- Desafíos operativos en un entorno sociopolítico cada vez más complejo.
- Imposibilidad de mantener la eficiencia de los proyectos.
- Desacuerdos sobre nuestra futura dirección en el país.
- El hecho de que, en 2019, el desempeño económico de Sri Lanka había mejorado hasta el punto de ocupar los primeros puestos en el Índice de Desarrollo Humano de todos los países donde implementamos programas de apadrinamiento. Esto significaba que la naturaleza del apoyo necesario en el país, había cambiado.
Aunque creíamos que nuestra decisión de irnos de Sri Lanka era la mejor teniendo en cuenta las circunstancias, ahora sabemos que cometimos varios errores durante el proceso de salida. Lo sentimos mucho y nos disculpamos con los niños y niñas, las comunidades, donantes y socios involucrados en nuestro trabajo en Sri Lanka que sienten que nos fuimos de manera muy repentina y que nuestra comunicación en ese momento no fue suficiente o efectiva.
No es común que tengamos que tomar la decisión de irnos de un país, pero dadas las preocupaciones legítimas sobre la forma en que salimos de Sri Lanka, hemos llevado a cabo una rigurosa revisión interna de nuestras prácticas y protocolos para aprender la lección y evitar que ocurran tales errores nuevamente, y así también mejorar la forma en que planeamos tal escenario en el futuro.
Las conclusiones extraídas de este proceso incluyen:
- La necesidad de definir formalmente los criterios esenciales de salida de un país, incluyendo el tiempo suficiente para que el proceso de salida se planifique e implemente de manera efectiva
- La importancia de formalizar cómo los niños y niñas apadrinados, sus familias y sus comunidades seguirán recibiendo el apoyo necesario en caso de una transición de este tipo.
- la necesidad de comunicaciones más efectivas y transparentes con las comunidades, con los padrinos y madrinas y dentro de nuestra propia organización.
Entendemos la necesidad de contar con plena legitimidad como organización y estamos comprometidos a aprender para seguir mejorando. Con este fin, estamos implementando los cambios necesarios en nuestros procedimientos internos de toma de decisiones al tiempo que reforzamos nuestro compromiso en toda la organización de aprender de este capítulo de nuestra historia.