Yomira, es una joven de 21 años que vive en una comunidad rural de la provincia de Los Ríos, ubicada una región costera de Ecuador. Es una joven optimista y perseverante, ganadora de una beca en la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil. “Mis sueños no se acaban con esta beca, más bien aumentan. Seré una profesional con vocación de servicio ya que conozco lo difícil que es para quienes somos pobres y del sector rural alcanzar sus metas”.
Quienes la conocen la describen como una joven responsable y comprometida en la lucha por los derechos de las niñas y mujeres. Desde pequeña, es voluntaria en su comunidad junto con su madre y ahora participa en los proyectos de Plan International.
Yomira tenía 15 años cuando terminó el colegio, pero, por falta de recursos económicos, no pudo continuar con sus estudios superiores. La universidad pública más cercana está situada a una hora y media en transporte y su familia no podía asumir estos gastos.
Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, Yomira no se venció y buscó oportunidades para seguir formándose y tener sus propios ingresos. Hizo un curso de promotores de salud donde aprendió primeros auxilios, algo que le ha servido para trabajar en su comunidad poniendo inyecciones, sueros y realizando tomas de presión.
Yomira tiene 2 hermanos menores en edad escolar, su padre se dedica a la agricultura y su madre a la costura cuando hay pedidos. Johanna, madre de Yomira, comparte con orgullo los logros de su hija “para mi es una satisfacción gigante que Yomira sea una profesional”, cuenta su madre quien, junto a su padre, hizo un gran esfuerzo económico para comprarle un portátil para que pudiera seguir sus clases.
El compromiso que Yomira ha demostrado, le ha hecho merecedora de una beca universitaria y actualmente está en el primer semestre de Comercio exterior, bajo la modalidad online.
Plan International y UTEG tienen un convenio de colaboración que ha otorgado 10 becas en modalidad online a jóvenes mujeres de la provincia de Guayas – Los Ríos, una zona en la que, al igual que en la que vive Yomira, las distancias y el factor económico imposibilitan el acceso a la universidad. “Yo le tengo miedo al COVID-19, pero más miedo le tengo al desconocimiento, a la falta de acceso a la educación que ahora en contextos de pandemia se ha agudizado en mi comunidad”, nos comparte Yomira.