El artículo 407 de la Constitución de Guinea, establece una pena de prisión de 3 meses a dos años y una multa de casi 300 dólares a quién practique la mutilación genital femenina (MGF). Y sin embargo, a pesar del fuerte castigo legal, esta práctica tan dañina física y psicológicamente, tiene una tasa de incidencia de un 97% entre las niñas y mujeres de 15 a 49 años y los responsable rara vez son procesados.
En la prefectura de Gueckdou, las cosas están empezando a cambiar gracias al trabajo del juez de paz Oumar Diallo, que ha organizado el primer tribunal móvil para enjuiciar a los presuntos autores de la mutilación genital femenina. El juez viaja personalmente al lugar de los hechos y si se encuentra culpable, el delincuente es sentenciado a la vista de sus propios vecinos.
“Por primera vez en la historia de nuestro país, hemos logrado organizar una audiencia judicial móvil gracias al apoyo de Plan International, quien se encargó de todo y proporcionó lo necesario para celebrar los juicios”, dice Oumar, Juez de Paz de Gueckedou.
La primera audiencia del tribunal móvil tuvo lugar en un área donde la mutilación genital femenina se practica ampliamente. Aquí, las niñas son mutiladas tradicionalmente en las ceremonias que conducen los más radicales, que son vistos como miembros respetados de la comunidad.
“Estos ancianos aprovechaban estas ceremonias para someter a las niñas con el fin de honrar la memoria de los fallecidos. Esta información fue facilitada por nuestros contactos con base en estas áreas y los culpables de estos hechos fueron detenidos. Decidimos acudir a la comunidad para organizar una audiencia pública. Celebramos el juicio en el centro juvenil frente a cientos de personas que habían sido informadas previamente. Así se hizo y el juicio transcurrió sin incidentes. Condenamos a los culpables a penas de prisión “, explica e juez.
Oumar espera que la audiencia sirva de ejemplo para otros magistrados de su país que piensan que la práctica de la mutilación genital femenina es un delito insignificante.
“Nuestro país ocupa el segundo lugar después de Somalia, no nos honra. Nosotros, los profesionales del derecho que debemos interpretar las leyes, tenemos que ser modelos a seguir y eso es lo que está haciendo la prefectura de Gueckedou. Organizamos la primera audiencia a pesar de todos los riesgos, es necesario hacerlo para luchar por la causa y motivar a otros magistrados del país a seguir nuestro ejemplo y estoy convencido de que esta audiencia ha servido de modelo “.
“Ya no es el momento de los discursos, debemos pasar a la acción. Durante años, hemos sensibilizado en la radio, en la televisión, en las escuelas … explicando no solo las consecuencias de la MGF, sino también el castigo para los mutiladores, pero aún queda un largo camino por recorrer. Todos aquellos que crean que la práctica no se puede disociar de su vida cotidiana, me encontrarán frente a ellos. Por tanto, es necesario en la aplicación de la ley que la justicia sea proactiva en la respuesta a estos actos de violencia”, explica Oumar.
La mutilación genital femenina ha disminuido drásticamente en esta área gracias al trabajo de Oumar y Plan International.
“Gueckedou, era una prefectura de referencia en la región administrativa para la práctica de la MGF, hoy un modelo en el abandono de esta práctica”.
“No es un trabajo fácil, sabemos qué como guineanos, deshacernos de esta práctica no es cosa fácil. Hay obstáculos que deben enfrentarse y eliminarse. Cuando hay casos de MGF, hay incluso amenazas contra el magistrado. Por lo tanto, debemos involucrarnos en el acto de hacer cumplir la ley y arriesgarnos a ir a las comunidades para abogar por el cambio y lograr un buen resultado “, concluye Oumar.