En Timor Oriental, las niñas y mujeres jóvenes están desarrollando sus habilidades, accediendo a oportunidades de liderazgo y protegiendo el medio ambiente contra el cambio climático. Juntos, no pararemos hasta lograr la igualdad.
Teresa, una adolescente de 15 años, reside en un pueblo en Timor Oriental, donde la frecuente escasez de alimentos es una realidad debido a las condiciones extremadamente secas provocadas por El Niño.
Teresa y su familia forman parte del 80% de la población rural de Timor Oriental. Residen en una aldea lejos de la capital, Dili, y su mercado local. La carencia de acceso a un mercado implica que la comunidad depende principalmente de la agricultura, con la mayor parte de los productos destinados al consumo de las propias familias de los agricultores, y con escasos excedentes disponibles para la venta o el intercambio.
Sin embargo, la comunidad de Teresa, está cambiando, y es ella quien está al frente de este movimiento. Aunque sus asignaturas preferidas en la escuela son inglés y matemáticas, Teresa y sus compañeros también están recibiendo educación sobre conservación del agua. Teresa comparte activamente este conocimiento y colabora con su comunidad para preservar el suministro de agua, lo que a su vez facilita el fortalecimiento de los cultivos y el ganado.
Cultivar alimentos para mejorar la salud física y la estabilidad financiera
“Hemos plantado árboles alrededor de la fuente de agua que está protegida. Esto nos ayuda a evitar deslizamientos de tierra que podrían dañar nuestra fuente de agua”, cuenta Teresa. Además, señala: “también fertilizamos el suelo según sea necesario en nuestra plantación, lo que nos permite cultivar patatas y mandioca, entre otras”.
Ahora, en la comunidad de Teresa, hay una abundancia de productos. “Durante la temporada de cosecha, consumimos algunas de nuestras verduras y llevamos el excedente para venderlo en el mercado local de Dili”, explica.
“La comunidad está muy contenta”, comparte Teresa. “Ahora siempre tenemos agua para lo que necesitamos durante la estación seca. Plantamos verduras y otros productos, y ahora nuestro jardín siempre está verde”.
Cuando los vecinos y vecinas ponen a la venta sus verduras, también destinan una parte de los ingresos a un fondo compartido que se utiliza para el mantenimiento del suministro de agua en la comunidad.
Teresa está mejorando su confianza a la hora de hablar en público, se siente más segura interactuando con la gente. Reconoce la importancia de su participación en nuestro proyecto y cómo, gracias a ello, ha ampliado sus conocimientos. El desarrollo de habilidades financieras la anima a buscar independencia económica y a compartir sus conocimientos. Aunque la igualdad de género puede llevar tiempo, Teresa y otras mujeres están movilizándose por la igualdad.
Cómo ha ayudado Plan International
Teresa ha participado en un proyecto dirigido por Plan International e implementado en asociación con nuestro socio local, Permatil. Conocido como “Hakbi’it Joventude”, que se traduce como ‘Empoderando a la Juventud’, el programa tiene como objetivo mejorar la productividad agrícola y la resiliencia en las comunidades rurales de Timor Oriental.
“Hakbi’it Joventude” se enfoca en ampliar el conocimiento y las habilidades de mujeres y jóvenes en prácticas agrícolas y hortícolas regenerativas, así como en la gestión de recursos hídricos. Su objetivo es construir una mayor autonomía, generar oportunidades de subsistencia, mejorar la salud y la nutrición, y aumentar la resiliencia comunitaria frente a eventos climáticos impredecibles.
En 2023, ocho comunidades participaron en el proyecto, beneficiando a cerca de 1.800 personas. Alrededor de 40 hogares lograron producir casi dos toneladas de productos para los mercados locales, generando ingresos superiores a los 600 euros a través de la parcela de demostración Halameta, una de las varias establecidas por Hakbi’it Joventude para promover métodos agrícolas sostenibles.
Además, se ha conseguido acumular más de 32.324 euros a través de asociaciones de ahorro y préstamo comunitarias, lo que ha permitido a los miembros iniciar pequeños negocios, invertir en educación, cubrir gastos médicos y hacer frente a emergencias.
Como parte de los esfuerzos de reforestación en Aileu y Ainaro, se han plantado más de 4.954 variedades locales de árboles en cinco pueblos.
Estas acciones buscan mejorar la gestión de los recursos hídricos y la conservación del medio ambiente en la región