A los 12 años, Andreína ya es una joven líder en su comunidad que se ha comprometido a acabar con la violencia contra las niñas. Cuando dice que ellas no deberían sufrir violencia, lo hace con firmeza.
A los ocho años, Andreína tuvo que enfrentarse a la separación de sus padres. Desde muy pequeña, se tuvo que dedicar al cuidado de sus hermanos mayores. Luego perdió a su hermano de 20 años por una insuficiencia renal y ahora vive con su padre, su hermana de 22 años, su hermano gemelo y una sobrina pequeña que está aprendiendo a caminar.
Gracias al proyecto “ARRIBA” de Plan International, Andreína conoce sus derechos y es consciente de las desigualdades a las que se enfrentan las niñas y las mujeres.
Este proyecto trabaja con miles de adolescentes y mujeres en edad fértil en los departamentos bolivianos de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y Tarija para promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos, con un enfoque transformador de género.
Andreína comparte lo que ha aprendido con niños y niñas de su edad, pero también con jóvenes mayores que ella y con padres y madres, animándoles a reflexionar sobre cómo sus acciones tienen consecuencias en el comportamiento de sus hijos e hijas.
A veces, cuando Andreína visita una escuela para hablar de salud sexual y reproductiva, los chicos se ríen, pero ella los ignora. “Las chicas escuchan”, dice orgullosa. De hecho, sólo tres chicos forman parte de su grupo y uno de ellos es su hermano gemelo.
En Chuquisaca, el departamento rural donde vive Andreína, un elevado número de jóvenes emigra cada año a las ciudades en busca de un trabajo. Algunas se marchan con tan solo 12 años, a menudo sin conocer sus derechos. La mayoría de las chicas que se van acaban convirtiéndose en trabajadoras domésticas.
Cuando sea mayor, Andreína quiere ser profesora de educación física. Toda su familia es deportista y a ella le encanta jugar al fútbol sala, algo que, según dice, está ligado al trabajo que realiza en su comunidad. Igual que ocurre en su día a día, Andreína explica que en el fútbol son sus compañeras de equipo quienes la acompañan en su camino hacia el éxito.
El proyecto “ARRIBA” se ha convertido en un espacio de transformación para Andreína. Como líder juvenil respetada, defiende los temas tanto en la escuela como en casa, compartiendo todo lo que ha aprendido con su familia y con todos los niños, niñas y jóvenes que quieren escucharla.
“Más que nada, quiero que no haya más violencia y abusos contra las niñas y las mujeres”, dice.
Sobre el proyecto
El Proyecto “ARRIBA”, financiado por el Gobierno de Canadá, apoya a adolescentes y jóvenes de 12 municipios de los departamentos de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y Tarija para que tomen conciencia de sus derechos sexuales y reproductivos y puedan tomar decisiones informadas, y se promueva la prevención del embarazo adolescente, así como la mortalidad materna y neonatal.