Cuando una oleada de personas desplazadas por las inundaciones llegó a su aldea, Alhassan no dudó en abrirles las puertas. “No lo pensé dos veces. Decidí acoger a una familia y compartir lo poco que tenía”, explica. “Para mí, es un deber de solidaridad y humanidad. Tenía dos habitaciones vacías, así que las ofrecí a quienes lo necesitaban”.
Las recientes lluvias intensas y las inundaciones en toda África Occidental han obligado a casi 1,5 millones de personas a abandonar sus hogares. Solo en Níger, 600.000 personas han sido desplazadas por las inundaciones que han afectado a las ocho regiones del país desde mayo, arrasando viviendas y destruyendo edificios, puentes y carreteras.
Plan International está apoyando a familias como la de Alhassan, que han acogido a supervivientes de las inundaciones. Para apoyar a las familias, estamos distribuyendo ayuda alimentaria que incluye dos sacos de arroz, aceite y frijoles, así como artículos no alimentarios como ropa de cama y contenedores de agua. A pesar de sus escasos recursos, familias como la de Alhassan son clave para brindar refugio a las familias desplazadas y promover su integración y bienestar.
Las inundaciones han devastado muchas comunidades en Níger, destruyendo hogares e infraestructuras, aumentando los riesgos de protección para las personas más vulnerables y afectando gravemente a poblaciones desplazadas que ya vivían en condiciones precarias. Muchos ahora se refugian en lugares superpoblados y provisionales con acceso limitado a servicios básicos.
La resiliencia de estas comunidades se está poniendo a prueba, y se necesita una respuesta rápida y coordinada para mitigar el impacto de este desastre. Plan International, con el apoyo del gobierno belga, está proporcionando transferencias de dinero en efectivo a algunas de las familias más vulnerables afectadas por las inundaciones.
“Este dinero es una bendición para mi familia”, dice Rakia, madre soltera de seis hijos. “Después de las inundaciones, hace cuatro semanas, lo perdí todo. Mi casa se derrumbó y todas mis pertenencias desaparecieron. Con este dinero podré comprar alimentos y luego materiales para reparar mi casa”.
Hasta ahora, 500 familias desplazadas de la región de Tahoua han recibido 40,000 Fcfa (60 euros) para ayudarlas a comprar alimentos y reconstruir sus vidas. “La inundación se llevó mi comida, ropa y todas mis pertenencias”, dice Fatchima, una viuda y madre de seis hijos. “Afortunadamente, mi vida y la de mis hijos se salvaron. Este dinero me permitirá comprar alimentos para mis hijos y planear el futuro”.
Alhassan, padre de diez hijos, afirma que el dinero que recibió llegó en el momento justo. “No hemos tenido suficiente para comer en las últimas semanas. Voy a usar el dinero para comprar alimentos (mijo y otros artículos esenciales) en el mercado local. La comida es muy