Año tras año, las condiciones de vida de niños, niñas y adolescentes de Ecuador siguen mejorando gracias a las aportaciones de padrinos y madrinas. Su apoyo hace posible que nuestro trabajo en las comunidades más vulnerables dé sus frutos pese a las dificultades añadidas por la pandemia.
La COVID-19 ha agravado la complicada situación de las familias de Santa Elena, Loja, Cotopaxi y Guayas y Los Ríos, provincias donde desarrollamos nuestra labor. No obstante, hay comunidades en todas estas zonas que ya están preparadas para liderar su propio desarrollo.
Gracias a la ayuda recibida, niños y niñas apadrinados han podido seguir estudiando durante el confinamiento mediante clases virtuales o a través de la radio y de la televisión. En cuanto a la salud, hemos aumentado los servicios sanitarios, la seguridad alimentaria, el acceso a agua potable y las campañas de lavado de manos y concienciación sobre el virus.
No obstante, nuestro trabajo va más allá del impacto del coronavirus. En el ámbito educativo, hemos dado numerosas becas para que el alumnado más vulnerable pueda seguir estudiando y hemos mejorado las infraestructuras de los centros educativos, convirtiéndolos en entornos más seguros. Asimismo, nuestras formaciones han servido para abordar temas clave para la vida presente y futura en las comunidades: nutrición, cambio climático, derechos sexuales, violencia de género y otros tipos de abuso, entre otros.
Testimonios muy valiosos
Los testimonios de personas que han recibido el apoyo de Plan International son la mejor garantía de que la aportación de padrinos y madrinas es fundamental.
Kerly, 10 años, provincia de Santa Elena: “Gracias a la beca de estudios, me pude comprar libros, el uniforme y zapatos. Es una gran ventaja para poder seguir estudiando”.
Irina, 14 años, provincia de Santa Elena: “Con las formaciones de Plan International, he aprendido a cuidarme y no permito que las opiniones de los demás afecten a mi autoestima”.
Carmen, profesora, provincia de Loja: “La construcción y equipamiento del comedor de la cocina de la escuela ha sido muy útil para las actividades de la escuela y de la comunidad”.
Jessica, 20 años, provincia de Cotopaxi: “Gracias a Plan International, me animé a seguir estudiando siendo madre soltera a los 16 años. Mi educación servirá para ayudar a mi hija”.
Blanca, 12 años, provincia de Cotopaxi: “Me gusta mucho ir a formaciones de Plan International. Aprendemos que los niños y las niñas tenemos que respetar nuestros cuerpos”.
Mercy, 15 años, provincia de Guayas y Los Ríos: “Quiero darle las gracias a Plan International por concedernos una beca a mi hermana y a mí. Nuestra situación familiar nos habría impedido seguir estudiando”.
Cifras que se traducen en desarrollo
Los testimonios vienen refrendados por los números, los cuales demuestran que la vida en muchas comunidades es mejor hoy.
En las comunidades de Santa Elena
42 000 kits de alimentos e higiene a las familias y 3860 personas han recibido ayuda económica para facilitar la movilidad durante la COVID-19.
Más de 18 500 personas informadas sobre prevención de la violencia durante la pandemia.
365 becas para niños y niñas en riesgo de abandono escolar.
92 mujeres embarazadas o en periodo de lactancia han recibido kits de alimentos.
98 voluntarios formados como mediadores pedagógicos para facilitar la protección infantil.
16 zonas libres de violencia creadas en los últimos 4 años: entornos seguros para niños, niñas, adolescentes y mujeres.
En las comunidades de Loja
91 becas para estudiantes que iban a abandonar sus estudios a causa de la pandemia.
Colaboración con 10 emisoras de radio para enviar mensajes de prevención sobre la COVID-19.
Materiales para producir más de 4000 mascarillas.
300 kits para promover el crecimiento de huertos familiares y mejorar los medios de vida.
380 familias con aseos nuevos y centros educativos con letrinas nuevas.
585 niños, niñas y jóvenes formados sobre prevención ante cualquier abuso o vulneración de derechos.
En las comunidades de Cotopaxi
2616 kits de alimentos e higiene repartidos y ayuda económica a 3860 personas para facilitar la movilidad durante la pandemia.
7 puntos de producción de mascarillas habilitados.
98 000 libros educativos repartidos.
1140 anuncios emitidos en la radio sobre prevención de la violencia.
108 personas formadas para cultivar huertos familiares que mejoren sus medios de vida.
Más de 7900 becas para que estudiantes vulnerables puedan acabar sus estudios.
4 aulas y 4 letrinas construidas y renovados comedores y cocinas de centros educativos.
70 escuelas formaron parte de un proyecto para crear espacios seguros y sanos.
6800 niños, niñas, adolescentes, padres, madres y voluntarios formados sobre derechos sexuales y reproductivos.
En las comunidades de Guayas y Los Ríos
7284 kits de alimentos e higiene entregados durante la pandemia.
3 centros educativos, 2 campos deportivos y 63 letrinas construidos.
2 centros de salud construidos que han beneficiado a 300 familias.
250 hogares formados sobre fumigación y de nutrición para mejorar sus medios de vida.
2989 becas para que estudiantes vulnerables puedan acabar sus estudios.
500 familias formadas sobre autoestima, cuidados y derechos infantiles.
Más de 400 niños, niñas y adolescentes y casi 250 familias formadas sobre derechos sexuales y reproductivos.
120 docentes formados en gestión de riesgos y emergencias.