Cómo el fútbol puede reducir las desigualdades

Loreto, una región en la Amazonía peruana, es una de las más grandes de Perú pero también una de las que tiene tasas más altas de pobreza. Su densa vegetación y majestuosos paisajes naturales contrastan con la desigualdad que enfrentan las niñas y adolescentes para salir adelante.  

En una comunidad suburbana, donde la ciudad se encuentra con el campo, vive Ilen, una niña de 9 años que sueña con jugar en el equipo local de fútbol y representar a su comunidad como una destacada deportista. 

“El fútbol es maravilloso para mí porque puedo demostrar mis habilidades. Me siento feliz y libre cuando juego”, explica Ilen, quien forma parte de nuestro prograa de apadrinamiento. 

Ilen vive con su madre, padre, dos hermanos y una hermana, quienes comparten su hogar con su tía y dos primos. En su casa, las niñas y mujeres se encargan de las labores domésticas y de cuidados, mientras que los niños y hombres trabajan en la granja y producen carbón, su principal actividad económica. 

A pesar de tener metas claras, Ilen también es consciente de los retos que debe superar para alcanzarlas. Desde pequeña se dio cuenta de que algunos deportes estaban asociados con las niñas y otros con los niños. “La gente dice que las niñas no deberían jugar al fútbol, piensan que es solo para niños”. 

Además de los problemas sociales y culturales que afectan a las niñas en Loreto, su región enfrenta muchos otros desafíos, como una educación de mala calidad, matrimonios tempranos y uniones forzadas, embarazos adolescentes y falta de servicios básicos como agua y saneamiento. 

A pesar de esto, Ilen sabe que sus sueños son más grandes que los desafíos que enfrenta y busca formas de lograrlos. Cuando se enteró de un nuevo proyecto de Plan International llamado “Juegos por la Igualdad”, Ilen quiso participar.  

El proyecto fue creado para enfrentar los estereotipos de género que impiden que las niñas jueguen al fútbol y otros deportes. Además de proporcionar espacios seguros para que las niñas practiquen deporte, les enseña cómo reconocer y prevenir la violencia y la importancia de la igualdad de género. 

“Un vecino y voluntario comunitario me visitó en casa, me habló del proyecto y me invitó a unirme a la Copa Plan”, dice Ilen. 

La “Copa Plan” es un campeonato comunitario de fútbol donde niñas y niños juegan juntos para desarrollar el respeto mutuo y aprender la importancia de la igualdad de género. Los torneos también les ayudan a aprender valores deportivos como el trabajo en equipo y el juego limpio, creando un ambiente sano y divertido donde todos trabajan juntos como equipo para alcanzar sus metas. 

Además de garantizar que las niñas tengan un espacio seguro para practicar deporte, también aprenden cómo reconocer y prevenir la violencia y la importancia de la igualdad de género. “Nos dieron charlas y formación sobre valores, prevención de la violencia y igualdad de género”, explica Ilen. 

Participar en estos partidos comunitarios le ha hecho dares cuenta a Ilen que es capaz de alcanzar sus metas. “He mejorado mis habilidades en el fútbol, me siento muy feliz jugando y mostrando que las niñas también pueden jugar al fútbol”, concluye.