EL HAMBRE TIENE ROSTRO DE MUJER

Más de 820 millones de personas en todo el mundo se irán a la cama con hambre esta noche. Se estima que el 70% son niñas y mujeres. Cuando eres niña, cuanto más aumenta la inseguridad alimentaria, también lo hace la violación de sus derechos. Ellas son las más vulnerables y, cuando hay escasez de alimentos, siempre son las últimas en comer. Dos niñas y dos mujeres nos comparten cómo la actual crisis del hambre está poniendo en riesgo su seguridad.  

Hawi, niña de 13 años, Etiopía 

“Mi futuro es muy oscuro debido a la grave sequía que hemos enfrentado este año… Muchas niñas han emigrado a las zonas urbanas para buscar trabajo”, dice Hawi. “Muchas de mis amigas ahora están trabajando en hoteles en vez de ir a la escuela” Ahora entiendo que el mayor enemigo de las niñas es la sequía. Nos deja sin hogar y nos empuja hacia la violencia y los abusos. 

Halima, madre de Hawi, Etiopía 

“Comencé reuniendo a un pequeño grupo de mujeres para enfrentar la violencia en mi comunidad. Lamentablemente, muchas de las mujeres del grupo se han vuelto aún más vulnerables, sus maridos han huido, dejándolas como responsables de todo. No pueden alimentar a sus hijos porque no hay comida, están desesperadas.

“Nos turnamos para ir a por agua, a menudo tardamos tres o cuatro horas. Muchas mujeres van durante la noche pensando que habrá menos gente en los estanques. Abusan de ellas en plena oscuridad”

“No puedo expresar todos los peligros que enfrentamos las madres en esta comunidad debido a la grave sequía. Nuestros hijos están enfermos, el agua no está limpia. No tenemos agua para lavarnos… Sin comida, sin agua, sin forma de mantener la salud, la vida es muy difícil”.

Marie, joven de 16 años Haiti 

El año pasado, Marie se quedó embarazada después de que uno de sus vecinos la atacara. Se vio obligada a abandonar la escuela. Ahora, su bebé está desnutrido, al igual que la mayoría de la población de Haití: 4,4 millones de personas necesitan asistencia alimentaria urgente. “Dependemos de la venta de carbón, es el único ingreso que tenemos como familia”, nos cuenta Marie “Un señor que vivía en mi barrio me hizo ir a su casa. Cuando llegué, se abalanzó y me violó”.

La crisis del hambre en Haití se ha visto agravada por la creciente inestabilidad política y el aumento de la violencia relacionada con las bandas. “La situación económica de mi familia no me permite volver a la escuela”, dice Marie. “No tenemos hogar, y cuando llueve, solo podemos esperar a que pare”.

Aisha, trabajadora comunitaria, 55 años, Somalia 

“La violencia de género ha aumentado como consecuencia de la sequía. Antes, la mayoría de los hombres trabajaban, pero ahora muchos han perdido sus empleos. Los hombres acosan a las mujeres jóvenes en la calle, y algunos llegan a cometer violaciones”.

“En las zonas rurales, las niñas caminan largas distancias para buscar agua y corren un mayor riesgo de ser acosadas o, incluso, de ser secuestradas”.

“Las chicas que van a la universidad también sufren. Por ejemplo, si una estudiante usa un tuk-tuk por la noche para volver a casa desde sus clases, es posible que no se detenga donde ella quiera. La llevan a otro lugar donde abusan de ella”.