La historia de Plan International: ayudando a la infancia más necesitada desde sus inicios

Una infancia puede ser arrebatada para siempre por la inhumanidad de la guerra. El conflicto obliga a los niños y niñas a crecer demasiado rápido y les provoca secuelas a corto y largo plazo. Muchas veces, los niños y niñas que crecen en medio de las crisis deben desaprender la violencia. 

Una niña llamada Rita, que se convirtió en refugiada durante la guerra civil de Sudán del Sur, le dijo al personal de Plan International: “Quiero regresar a casa algún día… Quiero que mi país tenga la tan esperada paz y que todas las personas refugiadas tengamos la oportunidad de regresar a casa”. 

La esperanza de Rita es exactamente uno de los valores sobre los que se fundó Plan International: la convicción de que cada niño o niña debe estar protegido. Y aunque seguimos luchando para hacer realidad el deseo de Rita, tenemos mucho que agradecer a Eric Muggeridge por lo que hemos logrado juntos en cuanto a protección de la infancia.  

A finales de la década de 1930, durante la guerra civil española, un golpe militar se alzó contra el gobierno de España. Tras el fracaso de esta rebelión, el país se sumió en una ola de violencia extrema. Muchos niños y niñas nunca volvieron a ver a sus padres y quedaron desamparados; algunos fueron secuestrados, llevados a orfanatos o adoptados ilegalmente, recibiendo nuevas identidades. Niñas y niños perdieron extremidades debido a los bombardeos y se vieron privados de atención médica.  

Eric Muggeridge, un voluntario que abandonó su carrera en Londres, se dedicó a proporcionar ayuda en las zonas de combate de la España devastada por la guerra. Su labor consistía en proporcionar atención médica, alimentos y refugio a los niños y niñas refugiados españoles más necesitados. Eric fue uno de los cofundadores de la organización Foster Parents Plan, orientada a los derechos de la infancia y que posteriormente se transformó en la actual Plan International. 

Eric ayudó a mantener protegidos a niñas y niños, así como a establecer casas seguras para la infancia refugiada en España. Más tarde, ayudó a reubicar a los niños y niñas en Francia en 1939 y finalmente en Inglaterra en 1941. 

Para satisfacer las necesidades inmediatas de la infancia, Eric estableció el apadrinamiento, una tradición que ha continuado hasta hoy. Si eliges apadrinar a un niño o niña con Plan, puedes contribuir a garantizar su protección frente a la violencia, recibir educación y tener acceso a atención médica, alimentos y agua limpia. También puedes formar una relación de por vida con tu apadrinado, intercambiando cartas para compartir más sobre sus vidas. 

Con el objetivo de sensibilizar sobre la situación que vivían los niños y niñas en España y obtener mayor apoyo, Eric redactó cartas de solicitud, animando a participar en el programa de apadrinamiento. En una de estas cartas, Eric adjuntó un informe detallado sobre las condiciones que muchos niños y niñas enfrentaban en los campos de refugiados, circunstancias que lo impulsaron a establecer las casas seguras de Plan.  

Para 1941, la violencia de la Segunda Guerra Mundial comenzó a intensificarse y los niños y niñas refugiados en Londres fueron trasladados a un lugar más seguro a unos 40 kilómetros fuera de la ciudad. Allí estaban protegidos, alimentados y recibían lecciones educativas de grupos de voluntarios. 

El legado de Eric perdura hasta el día de hoy. Durante más de 85 años, Plan International ha ofrecido apoyo a millones de niños y niñas que buscan protección en todo el mundo. Sin embargo, la necesidad de ayudar a la infancia crisis sigue siendo la misma que en 1936. 

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