“Pensé que todos íbamos a morir”. Es la sensación que tenía Samjhana, de 19 años, cuando leía en redes sociales sobre la vacuna de la COVID-19. Al igual que les ha ocurrido a muchos otros jóvenes, la mezcla de informaciones contrastadas con otras falsas creó una gran incertidumbre y confusión en esta joven nepalí. Tanto es así, que llegó hasta el punto de plantearse si debía vacunarse.
Procedente de una familia numerosa dedicada a la agricultura, a Samjhana le resultaba difícil soportar el confinamiento, pues donde ella vive, en una comunidad al oeste del país, la conexión a Internet es limitada. Sin embargo, cuando recuperaba el acceso a la Red, también aparecía el fantasma de la desinformación: “mi mente se desviaba hacia las redes sociales y, como buscaba información sobre el coronavirus, me llegaban todo tipo de noticias y me costaba distinguir lo que era cierto y lo que no”.
De las dudas a animar a vacunarse
Por fortuna para ella, cuando las restricciones empezaron a ser menos severas, Samjhana se enteró de la oportunidad de convertirse en joven voluntaria en un proyecto de respuesta a la COVID-19 que Plan International estaba llevando en su comunidad. Eso le ayudó a valorar mejor la información que leía y a disipar sus dudas respecto a la vacuna.
Ahora, en su rol como voluntaria y junto a otros jóvenes, ayuda a la gente de su comunidad a conocer la información correcta sobre el virus y la anima a vacunarse: “nos proporcionaron información detallada sobre la COVID-19 y nos mostraron pruebas y datos que demuestran la eficacia de la vacunación”.