Salud integral: niños y niñas con cuerpos y mentes fuertes

Len Sokha, una niña apadrinada de 10 años, vive con su madre, Mech Sokhun, de 33 años, sus dos hermanos mayores y su hermano pequeño, Thom, de 2 años. La familia vive en una comunidad rural de la provincia camboyana de Stung Treng, situada a unos 20 km de la ciudad más cercana por carretera y ferry.  

 Por desgracia, su padre falleció hace dos años. “Estaba triste porque quería a mi padre”, dice Sokha con tristeza. 

Tras la muerte de su marido, Sokhun encontró trabajo como jornalera para mantener a su familia. También recoge anacardos silvestres y mandioca para obtener unos ingresos extra y tiene un huerto con el que trata de complementar la dieta de sus hijos. Sokha confiesa que su madre no gana mucho y que a veces no tienen qué comer. 

“Cuando mi madre se va a trabajar, tengo que cuidar de mi hermano pequeño. A veces tengo miedo de que le pase algo malo”, cuenta Sokha. “También lavo los platos, cocino arroz y recojo anacardos con mi madre. Siempre me siento cansada”. 

En Plan International trabajamos con socios locales para apoyar a cuidadores como Sokhun. En las clases de crianza, enseñamos a madres y padres la importancia de una buena nutrición infantil, los beneficios de la atención sanitaria materno-infantil y el aprendizaje temprano para el desarrollo de los niños y niñas. 

También ofrecemos a las familias apoyo técnico sobre cómo cultivar hortalizas para que obtengan ingresos y mejoren la alimentación de sus hijos e hijas. Los padres reciben semillas para poner en marcha sus huertos y el equipo necesario para que después puedan vender los productos en el mercado local. 

“He plantado varias hortalizas en casa sin utilizar productos químicos. De este modo, puedo cultivar productos orgánicos que pueden contribuir a la dieta de mis hijos. Todo lo que nos sobra lo puedo vender”, nos cuenta Sokhun. 

Además, para apoyar la educación de la infancia en la comunidad, hemos construido una una nueva escuela primaria que cuenta con tres aulas. Sokha está en segundo curso y nos cuenta que nunca falta a clase. 

“Me encanta mi profesor y mis amistades, me ayudan mucho”, dice Sokha. “Me gusta leer libros sobre familias”. 

Cuando se le pregunta por sus esperanzas para el futuro, Sokha responde sin dudar. “Quiero trabajar en una ONG para poder ayudar a mi hermano pequeño con sus estudios”.