En el marco de nuestra campaña “Beat the Clock”, tuvimos el honor de entrevistar a Teresa Perales, una de las atletas más destacadas en la historia del deporte paralímpico, con 27 medallas olímpicas que la respaldan. Teresa nos comparte su inspiradora trayectoria, los retos que ha superado dentro y fuera de la piscina, y cómo ha logrado convertirse en un símbolo de perseverancia y superación.
Con su ejemplo, Teresa busca motivar a las nuevas generaciones de niñas y jóvenes a luchar por sus sueños con determinación, demostrando que no hay límites cuando se combina el talento con la pasión y la resiliencia.
Has sido un ícono del deporte paralímpico durante muchos años. Desde tu perspectiva, ¿cómo crees que el deporte ha contribuido a dar igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad en la sociedad?
Teresa: El movimiento paralímpico ha jugado un papel crucial en visibilizar una realidad que ya existía: que las personas con discapacidad podemos hacer muchísimas cosas. Antes, la sociedad tendía a subestimar nuestras capacidades, pero el deporte ha mostrado que tener una discapacidad no tiene por qué determinar tu futuro. Este movimiento ha ayudado a sensibilizar a la sociedad, a ofrecer una imagen positiva, y en muchos casos, a generar admiración hacia los deportistas paralímpicos.
Los Juegos Paralímpicos han ganado mucho reconocimiento y popularidad en los últimos años. ¿Cómo ha cambiado la percepción del público hacia los atletas paralímpicos durante tu carrera?
Teresa: A lo largo de mi carrera, he notado un cambio significativo en la percepción del público, y gran parte de esto se debe a la creciente cobertura mediática que hemos recibido. En el pasado, dependíamos completamente de los medios de comunicación tradicionales, como la televisión y los periódicos, para compartir nuestros logros, pero ahora, con la aparición de medios digitales y redes sociales, nuestros éxitos llegan a más personas que nunca. Esto ha generado una mayor demanda de información sobre los Juegos Paralímpicos y ha ayudado a que el público los vea como una continuación natural de los Juegos Olímpicos.
¿Cómo te ha ayudado el deporte a superar desafíos más allá del ámbito deportivo?
Teresa: El deporte ha sido una herramienta fundamental en mi vida, especialmente cuando a los 19 años me quedé en silla de ruedas. En ese momento, el mundo parecía ponerse del revés. Era una situación muy complicada porque la sociedad no estaba preparada para alguien en mi situación; había barreras arquitectónicas, sociales y emocionales que hacían todo más difícil. Todo era una lucha diaria.
Sin embargo, el deporte me abrió una puerta hacia un mundo donde la discapacidad no era lo más importante. Encontré personas que vivían sus vidas con una naturalidad impresionante a pesar de sus discapacidades, y eso me hizo darme cuenta de que yo también podía alcanzar ese nivel de normalidad y más allá, naturalidad. El deporte me enseñó que lo importante no es lo que no puedes hacer, sino lo que puedes hacer con lo que tienes. Aprendí a concentrarme en mis fortalezas y a ser excelente en lo que podía hacer. Esto no solo me ayudó a superar mis desafíos físicos, sino que también me dio una nueva perspectiva sobre la vida.
Hablando de empoderamiento, el deporte es una herramienta central en muchos de nuestros programas, ¿qué opinas sobre su poder transformador?
El deporte es una de las herramientas más poderosas para el empoderamiento, especialmente para las niñas y jóvenes. Ofrece un espacio donde puedes descubrir tus capacidades, aprender a trabajar en equipo, y desarrollar una confianza en ti misma que es crucial para la vida. Cuando era joven, no estaba destinada a ser nadadora; de hecho, no sabía nadar hasta los 19 años. Yo era karateka, y nunca me había planteado nadar. Sin embargo, el deporte me permitió encontrar una nueva pasión y un nuevo camino, a pesar de las limitaciones físicas.
Para las niñas, el deporte puede ser una vía de escape, una manera de superar las etiquetas que la sociedad les impone. En muchos lugares, las niñas aún enfrentan más barreras que los niños para participar en deportes, ya sea por falta de recursos, apoyo o incluso por estereotipos de género. Es fundamental que se creen más oportunidades para que las niñas practiquen deporte, ya que esto no solo les da herramientas físicas, sino también emocionales y sociales que les serán útiles toda la vida. El deporte enseña a las niñas que su origen no tiene por qué determinar su destino, que pueden soñar en grande y que con esfuerzo y dedicación, pueden lograr lo que se propongan.
Tú eres una figura influyente para muchas niñas. ¿Qué consejos les darías a aquellas que quieren seguir tus pasos y convertirse en deportistas de alto rendimiento?
Teresa: Les diría que el camino hacia el deporte de alto rendimiento no es fácil, pero es increíblemente gratificante. Es un camino lleno de altos y bajos, como una montaña rusa, donde a veces sentirás que estás en la cima, y otras veces que no estás avanzando. Sin embargo, lo más importante es disfrutar del viaje y rodearse de personas que te empoderen, que te ayuden a ser mejor cada día.
También quiero decirles que soñar es gratis y es el primer paso hacia cualquier logro. Que se atrevan a soñar en grande y a trabajar duro para convertir esos sueños en realidad. El éxito no se trata de no cometer errores, sino de seguir intentándolo hasta que lo logres. No te rindas, sigue adelante, y recuerda que todo comienza con un sueño.