Cuatro grandes emergencias con rostro de chica

En el mundo hay 274 millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria. Hombres, mujeres, y en especial niños, niñas y adolescentes cuyo día a día está marcado por la ansiedad y la incertidumbre. Vivir en emergencia es vivir en permanente estado de estrés y millones de niñas y jóvenes llevan años en esta situación.

LAS CHICAS VENEZOLANAS NO TIENEN PARA COMER

Más de tres millones de venezolanos se han visto obligados a dejar su país a lo largo de los últimos cuatro años. Además de tener que dejar sus hogares, por edad y género miles de niñas y mujeres jóvenes venezolanas, se han visto obligadas a enfrentar riesgos como la violencia sexual o la explotación.

La educación es un problema para estas jóvenes: una de cada tres de chicas venezolanas refugiadas en países limítrofes ha abandonado los estudios. Tal y como revelan ellas mismas en el informe “Niñas Venezolanas: Voces de la migración. Estudio en Colombia, Ecuador y Perú de Plan International

La situación de las jóvenes venezolanas desplazadas es grave: 9 de cada 10 niñas se ha preocupado en alguna ocasión por la falta de comida, y casi la mitad, el 44%, señala que se ha ido a la cama con hambre y ha tenido que recurrir a pedir limosna o comida que se había tirado.

En Plan International estamos comprometidos con la protección de la infancia y la adolescencia, utilizando mecanismos e intervenciones de prevención y respuesta a cualquier forma de abuso y promoviendo el acceso a una educación inclusiva y de calidad.

NIGERIA: Vivir con miedo y hambre

Han pasado siete años desde que el grupo islámico Boko Harám comenzara a atacar la frontera de Nigeria, convirtiéndola en zona de guerra. Desde entonces más de dos millones de personas viven desplazadas en otras zonas del país y en los tres países vecinos: Camerún, Chad y Níger.

Las zonas fronterizas siguen viviendo con constantes amenazas a su seguridad. La inseguridad se ha visto agravada por el hambre y la desnutrición en toda la región en torno al Lago Chad: 7 millones de personas viven en una situación de inseguridad alimentaria, dando lugar a una crisis humanitaria regional que afecta a los cuatro países.

Las niñas y adolescentes nigerianas se han convertido en uno de los principales objetivos de los grupos armados que las secuestran y utilizan como esposas y esclavas domésticas. En los raros casos en los que son liberadas o consiguen escapar se enfrentan a un difícil y complejo proceso de retorno y adaptación. Desde Plan International trabajamos para facilitar este camino, ofreciendo atención psicológica para su recuperación y herramientas que faciliten el retorno de esta estas niñas y mujeres jóvenes a los estudios.

Para muchas de ellas, convertidas en madres, resultan especialmente útiles los talleres donde reciben formación profesional para poder emprender o acceder a empleos que les permite sostener a su familia. Invertir en la formación de las madres ha demostrado a la larga la mejor herramienta para garantiza la estabilidad del hogar y la atención sanitaria y escolarización de los niños y niñas.

Etiopía: Niñas y mujeres en riesgo de violencia sexual

Tigray, es una región al norte de Etiopía fronteriza con Eritrea, donde hace diez meses estalló un conflicto armado.  A pesar de los diferentes cambios que se han ido dando a lo largo de este tiempo, la situación ha dado lugar a una emergencia alimentaria muy grave dentro del país.

Actualmente, niñas y mujeres corren a diario el riesgo de sufrir todas las formas de violencia sexual y de género. Más de 5,2 millones de personas se encuentran en situación de inseguridad alimentaria grave. Sin una urgente respuesta humanitaria se estima que más de 100.000 niños puedan sufrir una desnutrición potencialmente mortal.

La respuesta de emergencia debe tener en cuenta las necesidades urgentes e inmediatas pero también a largo plazo de la población. En Plan International prestamos asistencia a las personas que cruzan la frontera, un alto porcentaje niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Además, trabajamos, junto con otras organizaciones, para reunificar a las familias y ofrecer atención psicosocial a los niños y niñas.

BANGLADÉS: VIVIR HACINADAS EN UN CAMPAMENTO

En 2017 más de 700.000 personas de la etnia rohingya se vieron obligadas a huir de Myanmar y buscar refugio en el sur de Bangladés. De ellos, más de la mitad son niños y niñas.

Una gran mayoría hicieron el camino camino hasta Bangladés andando, llegando con claros signos de desnutrición y enfrentando a lo largo del camino distintos tipos de violencia. Las mujeres jóvenes y las niñas estuvieron expuestas a violencia y abusos constantes hasta llegar a los campamentos, donde la vida sigue sin ser fácil para ellas.

El campamento de Cox’s Bazar, en Bangladesh, acoge a cerca de un millon de refugiados rohingya, muchos de los cuales viven en tiendas de campaña, otros a la intemperie y con acceso limitado a agua limpia, baños e instalaciones sanitarias. Estas condiciones de vida sumadas al hacinamiento, aumentan el riesgo de transmisión de enfermedades y dificultan la protección, en especial, de los niños, niñas y adolescentes.

Plan International está respondiendo a sus necesidades inmediatas, priorizando el bienestar de la infancia, desde el inicio de la emergencia. Además del reparto de alimentos y elementos de primera necesidad, trabajamos para ofrecer a niñas y adolescentes oportunidades de aprendizaje en un entorno seguro, abordando las principales barreras para el acceso a la educación como la falta de espacio físico en los campamentos, el bajo nivel de instrucción de los docentes y la restricción de movimiento de las adolescentes.