En contextos de emergencias e inestabilidad aumentan prácticas nocivas como los matrimonios forzados y la mutilación genital femenina.
Vivimos en un mundo de crisis superpuestas, conflictos, desastres climáticos, migraciones forzosas que están exponiendo a la infancia, y especialmente a las niñas y adolescentes, a una situación aún más vulnerable: son las que más sufren diferentes formas de violencia, explotación, abusos, prácticas como el matrimonio infantil, violaciones y trata, entre otras.
Las mujeres y las niñas representan, al menos, el 95% de las víctimas de violencia sexual documentada en las zonas de conflicto en 2023, según datos de Naciones Unidas. El año pasado, la cantidad de niñas y mujeres que vivían en países afectados por los conflictos superó los 600 millones, representando un incremento del 50% desde 2017.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra anualmente el 25 de noviembre, desde Plan International denunciamos todas las formas de violencia que se ejercen sobre las mujeres en todo el mundo.
Las desigualdades estructurales por razón de género se incrementan en situaciones de emergencia: aumentan prácticas nocivas como los matrimonios forzados porque las familias encuentran en este sistema la forma de ahorrarse una boca que alimentar, y también la mutilación genital femenina; las niñas abandonan la escuela por la inseguridad que supone el trayecto a las clases o porque se quedan en el hogar llevando a cabo las tareas domésticas. Entre las ocupaciones que asumen está, por ejemplo, la búsqueda de agua y de alimentos; estos momentos son también de riesgo, puesto que pueden llegar a enfrentarse a la violencia sexual en el trayecto.
16 días de activismo para poner fin a la violencia contra las niñas y las mujeres
Desde Plan International nos unimos a los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, que comienzan el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas (25 de noviembre) y finalizan el Día de los Derechos Humanos (10 de diciembre).
Los 16 Días sirven para hacer un llamamiento a la acción global para aumentar la conciencia, impulsar los esfuerzos de promoción y compartir conocimientos e innovaciones para acabar con la violencia contra las mujeres y las niñas de una vez por todas. La Campaña ÚNETE, lanzada en el 2008 es un esfuerzo plurianual destinado a prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo.
El trabajo de Plan International
En Plan International desarrollamos programas que se centran en la protección de las niñas y adolescentes en situaciones de crisis y emergencias. Trabajamos para garantizar la educación de las niñas y adolescentes, ofrecemos apoyo psicosocial y programas de sensibilización para prevenir la violencia por razón de género y colaboramos estrechamente con las comunidades y autoridades locales para garantizar respuestas efectivas y sostenibles.
Además, creamos Espacios Seguros para la Infancia, donde los niños y niñas participan en actividades según sus necesidades y contexto. Actualmente, tenemos proyectos en África, Centroamérica, Ucrania, Bangladesh, entre otros.
En el norte de Malí, por ejemplo, nuestros espacios seguros ofrecen protección infantil, educación y atención a la primera infancia para las niñas y niños atrapados en el conflicto. En 2023, casi 6.000 niños y niñas han asistido a estos espacios en las regiones de Tombuctú, Gao, Mopti y Segou.
En Ucrania, el conflicto está afectando de forma alarmante a la educación de las niñas y jóvenes. Se prevé que, en las zonas rurales, el 50% de las niñas de 11 años no podrán alcanzar el nivel básico de resultados educativos. Por eso, hemos puesto en marcha actividades de recuperación educativa en Ucrania que den prioridad a las niñas y adolescentes de las zonas rurales, así como a otras niñas en situación de vulnerabilidad. Además, apoyamos la reconstrucción y rehabilitación de escuelas y refugios y ofrecemos psicosocial para niños, niñas, adolescentes y mujeres, entre otras.
En Uganda, el país que acoge al mayor número de personas refugiadas en África, estamos trabajando en los campamentos de refugiados del noroeste de Uganda para apoyar a los niños y niñas más afectadas por el conflicto para que vuelvan a las aulas.