El viaje a la salvación

Abdel-Rahman, de 12 años, es un refugiado sirio que vive ahora en Egipto después de escapar de la guerra en su país de origen.

Abdel-Rahman, de 12 años, es un refugiado sirio que vive ahora en Egipto después de escapar de la guerra en su país de origen.

“En Siria, mi familia solía vivir en una bonita casa de campo, en los suburbios de Damasco.

Antes de dejar la casa donde vivíamos, los aviones estuvieron bombardeando nuestra zona durante un año entero. Esto nos hacía sentir inseguros y asustados todo el tiempo, incluso cuando íbamos a la escuela y al regresar de ella. Entonces abandonamos nuestro hogar para viajar a Damasco, donde permanecimos un año, pero no fue mucho mejor. La situación nos empujó a marcharnos a Egipto.

El viaje hasta allí fue muy largo y extenuante. El día que partimos despertamos al amanecer e iniciamos nuestra travesía a las cinco de la mañana. En el camino nos encontramos con muchas barreras y pasamos por un control de inspección. Los soldados portaban armas, me daban miedo. Nos llevó mucho tiempo atravesar cada una de esas barreras.

Cuando llegamos a la frontera con Líbano, la zona estaba abarrotada y la gente formaba en largas filas. Mientras esperábamos durante horas, lloré y me sentía muy cansado. Al final pasamos la frontera y llegamos al aeropuerto. Íbamos con retraso y no quedaba mucho tiempo hasta que nuestro avión despegase. Aun así nos volvieron a detener para otra inspección. Por fin, pudimos montar y volar a Egipto.

Una vez allí, la gente nos sonreía y nos sentimos muy bien tratados. Después nos desplazamos al lugar donde nos íbamos a alojar. Fue solo entonces cuando me sentí seguro y podía dormir profundamente.

Empecé mis clases en un colegio y, cuando llegaron los exámenes finales, me preparé con la ayuda de algunos profesores y conseguí aprobar todos. Después de aquello, he seguido acudiendo al colegio todos los años. También formo parte de la CDA (Asociación para el Desarrollo de Comunidades) y participo en sus actividades, especialmente en las excursiones, que me gustan mucho.

En el futuro, espero ser una persona con éxito y poder regresar a mi país para ayudar a reconstruirlo después de la destrucción que ha sufrido”.