¡Tolerancia cero con la mutilación genital femenina!

140 millones de mujeres y niñas sufren actualmente las consecuencias de la mutilación Genital Femenina. Es una violación de los derechos fundamentales y una grave amenaza para la salud física, psicológica, sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas.

No podemos permitir que el miedo, el dolor y la injusticia continúen, di no a la ablación y defiende los derechos de millones de niñas.

Aquí puedes conocer los testimonios de superación y de defensa de los derechos de las niñas que nos llegan desde Etiopía:

Beneyenech

Cuando Beneyenech tenía solo 14 años su padre le dijo que era hora de casarse, lo que significaba que le practicarían la mutilación genital femenina. Asustada escribió a Plan International en busca de apoyo. La organización habló con su padre y evitó su boda y que le practicaran la ablación.

Ahora Beyenech sigue estudiando con el sueño de ser médico o miembro del Parlamento. “Si no hubiese escrito esa carta, ahora sería esposa y madre. Mis sueños se habrían escapado de mi alcance”

Kidist y Eminet

Las hermanas Kidist (16 años) y Eminet (14 años) son portavoces de Plan International, ayudan a erradicar esta práctica difundiendo información sobre las graves consecuencias de la MGF.

«Estoy orgullosa de no haber sido sometida a la ablación y animo a otras chicas a que hagan frente a la Mutilación Genital Femenina», explica Eminet.

«Una amiga mía murió a causa de su Mutilación Genital Femenina. Ya no le puedo ayudar, pero podemos ayudar a otras niñas a las que todavía no se les ha practicado», afirma Kidist.

Asnakech

Cuando Asnakech tenía 12 años, sus padres decidieron que había llegado el momento de la MGF de su hija. Askenech recuerda lo asustada que estaba y que nadie la consolaba. Le practicaron la MGF usando una cuchilla de afeitar.

Ella presionó con ceniza y estiércol de vaca los cortes que sangraban.

Weyinitu

Weyinitu, 12 años «La fecha de mi MGF ya había sido establecida cuando se inició en mi colegio el proyecto contra la MGF. Cuando me enseñaron las consecuencias de la MGF, tuve un único pensamiento: mi MGF tenía que suspenderse.

Por suerte, mis padres escucharon la nueva información, me entendieron y me apoyaron».

Adanech Yofa

Adanech Yofa, 35 años, agricultora y madre de tres niñas, había sometido a la MGF a dos de sus tres hijas porque pensaba que eso les garantizaría una vida respetable y un buen matrimonio.

Las charlas en la comunidad le hicieron darse cuenta de lo dañina que es la MGF en realidad. «Me he arrepentido muchas veces, pero lo que está hecho, hecho está. Ahora hablo con otras madres para que no cometan el mismo error que yo», comenta.

Brianesh

La madre de Brianesh había sufrido la ablación cuando era adolescente porque sus padres pensaban que era lo mejor para su hija. Sin embargo, había tenido complicaciones en los partos y se dio cuenta de que estaban relacionadas con la MGF cuando Brianesh le explicó lo que había aprendido.

Inmediatamente, los padres de Brianesh se dieron cuenta de que la circuncisión femenina es una práctica dañina basada en supersticiones, no en lo que es mejor para sus hijas.

Di no a la ablación

Niñas y mujeres como Beneyenech, Kidist, Eminet, Asnakech, Weyinitu, Adanech Yofa o  Brianesh o se enfrentan a lo largo de su vida a este tipo abusos contra sus derechos humanos, aceptados culturalmente.

Treinta millones de niñas están en riesgo de sufrir la mutilación genital femenina en la próxima década y en Plan International trabajamos para evitarlo y erradicar la ablación.

Únete a nosotros y ayúdanos a acabar con esta violación de los derechos humanos: