La eurodiputada Iratxe García Pérez nos habla sobre cómo la baja representación de las mujeres en puestos de poder afecta al tipo de políticas que se generan en estos espacios.
La última vez que contribuí para la Gaceta de los Derechos de las Niñas en 2014, afirmé que “las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en nuestros Parlamentos”. Desde entonces, el Parlamento Europeo ha experimentado un leve incremento de su número de integrantes mujeres, pasando del 34,9 al 36,1 por ciento de los escaños ocupados por mujeres . Este número relativamente bajo es indicativo de que, a pesar de que las niñas y las mujeres representan aproximadamente el 50% de la población, esta proporción no se refleja en los escaños de los Parlamentos o en otros cargos de toma de decisión, tanto en el sector público como en el privado. La infrarrepresentación de las mujeres en estos cargos afecta a su vez al tipo de políticas que se generan en tales espacios. La Unión Europea no es la excepción. He estado, y seguiré, instando a la UE a que intensifique el enfoque de género en todas sus políticas, programas y subvenciones. A pesar del número elevado de compromisos realizados para abordar las desigualdades de género, incluido el acceso de las mujeres a los puestos de liderazgo, aún queda un largo camino que recorrer en la UE.
Para que un cambio efectivo tenga lugar, es necesario que la igualdad de género pase a ser una problemática motora social y política, y que las personas que detentan el poder usen su autoridad para enfrentar las actitudes profundamente arraigadas que hacen que la misoginia se perpetúe, que el talento se desperdicie y que nuestras vidas se empobrezcan. Por ejemplo, espero que el compromiso internacional de la UE a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se vea respaldado por recursos suficientes en el próximo presupuesto de la UE. Es un momento propicio para asegurar que usamos todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición para que la igualdad de género sea una prioridad y garantizar que las mujeres son representadas de manera igualitaria en todas las esferas de toma de decisión, ya sean políticas, sociales, económicas o financieras. Como recientemente puso de manifiesto el Comité sobre los Derechos de las Mujeres y la Igualdad de Género , si la elaboración de presupuestos con sensibilidad de género se convierte en una parte integral del procedimiento presupuestario, promoveremos la igualdad de género y, de esta manera, contribuiremos al cambio efectivo en las vidas de las niñas y de las mujeres.
En vísperas del Día Internacional de la Niña que se celebra el próximo 11 de octubre, creo que necesitamos expresar lo que podemos hacer para desbloquear el poder de las chicas. Esto implica poner en marcha políticas que protejan y respeten los derechos de las niñas y las mujeres jóvenes en lo que respecta a sus derechos políticos y civiles y que aporten a su empoderamiento y participación. También implica invertir en su capacidad de conformar su propio futuro y el de todas las sociedades. Finalmente, implica generar las oportunidades y los espacios que garanticen que las voces de las mujeres y de las niñas son escuchadas en lo que respecta a los temas que más nos preocupan. Sólo lograremos pasar del 50% de la población al 50% de los escaños si tomamos estas medidas.
¡Nada sobre nosotras sin nosotras!
[1] Las Mujeres en el Parlamento Europeo (2018). Fuente: http://www.europarl.europa.eu/RegData/publications/2018/0001/P8_PUB%282018%290001_ES.pdf
[1] Resolución de Parlamento Europeo sobre elaboración de presupuestos con perspectiva de género en la UE (2018). Fuente: http://www.europarl.europa.eu/meetdocs/2014_2019/plmrep/COMMITTEES/FEMM/DV/2018/09-03/20180828DraftResolutionGenderBudgetingintheEUBudget-thewayforward_EN.pdf
Este post ha sido traducido desde el blog de Plan International EU, puedes consultar el blog original aquí.
