Teatro callejero por la igualdad de género

"El barrio se llena de gritos al descubrir a una niña entre los arbustos. La gente del pueblo se apresura para ver a la recién nacida y maldecir a quien la ha abandonado ahí".

Esta escena tan dramática la interpretan los niños y niñas del distrito de Ampara, Sri Lanka. La obra, llamada “¿De quién es este bebé?”, trata la historia de un bebe que es abandonado por sus padres al nacer cuando descubren que es una niña. El objetivo es informar a la comunidad sobre la importancia de la protección de la infancia con un enfoque de género.





Los chicos y chicas de Ampara han decidido usar el teatro callejero como una herramienta para concienciar sobre los problemas que les afectan, como: abuso infantil, castigos físicos, matrimonio infantil, embarazo adolescente y abuso de drogas. Con el apoyo de Plan International, han formado un grupo de teatro cuyo nombre, “Yathra”, significa explorar. Rápidamente se ha convertido en un grupo popular en sus comunidades por plantar cara a la violencia infantil 

Ashani, de 12 años, tiene uno de los papeles protagonistas y nos explica lo influyente que el teatro callejero puede ser para difundir y concienciar los problemas relacionados con la infancia. “Muchos niños y niñas de nuestros pueblos son vulnerables al abuso porque mientras sus padres trabajan en el campo se quedan solos en casa. A través del teatro les enseñamos como identificar y protegerse de los abusos”. 

“El problema que más tratamos en la obra es el matrimonio infantil, que es muy alto en nuestra comunidad y, muchos de nuestros amigos y amigas han dejado el colegio por eso. Estoy orgullosa de formar parte de este equipo para poder educar a otros niños y niñas” dice Ashani. 





Uno de los propositos del grupo es enseñar a los niños y niñas a ser agentes del cambio, animándolos a concienciarse sobre los problemas de la infancia para que puedan difundir estos mensajes. El grupo recibe formación para desarrollar habilidades interpretativas y de narración.  

“El teatro callejero nos ayuda a abordar los problemas que vemos todos los días como el abandono escolar, el matrimonio infantil o el ciber acoso” explica la directora de proyecto Naveen Dharmawardana.

Trabajamos protegiendo los derechos de las niñas, niños y adolescentes aumentando sus habilidades sociales y ofreciéndoles un espacio y la oportunidad de dirigir iniciativas para padres, tutores y profesores.

Dhanuska, de 10 años, se ha percatado de que algunos adultos de la comunidad tienen addición al tabaco o el acohol, también sabe que la gente más joven tiene más probabilidades de generar adicción. “El absentismo es muy alto en nuestra escuela y nuestra segunda obra trata los efectos dañinos de las drogas”.

La presidenta del grupo local de mujeres “Voice of Women (VoW)” ayuda al grupo a coordinarse. “Utilizamos el dinero que aporta el público para financiar el transporte” nos cuenta Sunethra Sandanayake. “Casi todas tenemos hijos o hijas en el grupo y estamos muy orgullosas, hemos visto cómo han evolucionado. No sabíamos que tenían este talento, eran muy tímidos y ahora actúan enfrente de un montón de personas. El pueblo les respeta porque están educando a los niños y niñas”.