Aliviar la carga de la infancia vulnerable en Camboya

El cambio climático está provocando que cientos de personas huyan desde las zonas rurales de Camboya a las ciudades en busca de mejores oportunidades de trabajo.





Las migraciones masivas en busca de mejores oportunidades de trabajo ha hecho que muchos niños y niñas, como Sros, de 15 años,sean abandonados,  quedándose a cargo de sus hogares, su educación y de sus hermanos y hermanas pequeñas. 

Bajo el sol abrasador del mediodía, una joven menuda coge de la mano a un niño pequeño para empezar su caminata en busca de comida. Se trata de Sros, una adolescente camboyana de 15 años y de su hermano Peun. 

Al poco tiempo de empezar su caminata, los hermanos se adentran en una selva y empiezan a recoger fruta de los árboles, que colocan en una canasta rota. Con casi 40 grados de temperatura, el sudor empapa sus cabezas. El cambio climático ha provocado que la estación seca de la provincia de Siem Reap, situada al noroeste de Camboya,  sea aún más seca y duradera.

Sros sonríe aliviada cuando por fin consigue llenar la cesta casi hasta arriba. Como viven solos, muchas veces los jóvenes se quedan sin comer, pero hoy han conseguido suficiente fruta para cubrir varias comidas. 

Los niños viven solos desde hace tiempo: su padre abandonó a la familia por su nueva esposa hace años y su madre falleció al dar a luz a Peun. Dos de sus hermanos mayores migraron a Tailandia en busca de trabajo, mientras que su hermana mayor vende ropa en el centro turístico de Siem Reap y su otro hermano mayor, aunque a veces está en casa, suele estar trabajando fuera de esta. Sros es ahora la encargada de cuidar a su hermano pequeño y rara vez recibe una pequeña cantidad de dinero de sus hermanos mayores.

”A veces, mi hermana, que se dedica a vender ropa, me llama y me dice que no puede mandarme dinero para comprar arroz porque no ha vendido nada”, cuenta Sros. Cuando esto ocurre, la joven pide arroz a sus vecinos y les promete devolvérselo la próxima vez que le manden dinero.

Echo de menos a mis hermanos mayores, pero a quien más echo de menos es a mi madre, porque ella me cuidaba

Mantenerse al día con las tareas del hogar y la escuela

La situación que vive la familia de Sros es muy normal en Siem Reap. Cada vez son más las personas que abandonan las comunidades rurales de Camboya en busca de trabajo en las ciudades o en el extranjero, debido a que el cambio climático ha limitado las fuentes tradicionales de sustento. Los cultivos han empeorado debido al aumento del calor, la sequía y las tormentas.

Las condiciones a las que se enfrentan los trabajadores migrantes son, generalmente, tan difíciles que les impide llevarse a sus hijos e hijas con ellos. Algunas veces, otros parientes se encargan de cuidarlos y, en otros casos como el de Sros y Peun, los niños y niñas se quedan solos.

Sros se levanta temprano cada mañana, recoge su pequeña casa y prepara el desayuno. Después de ir a la escuela, la joven lava los platos, hace la colada, cocina y hace sus deberes, una tarea que resulta especialmente agotadora durante la estación más calida. Mientras ella hace todo esto, Peun, su hermano pequeño se entretiene jugando solo.

”Me gusta hacer cosas con mi hermano como, por ejemplo, hacer excursiones o enseñarle a escribir, pero no tengo tiempo para estar con él. A veces acabó realmente casada”, cuenta Sros. ”Echo de menos a mis hermanos mayores, pero a quien más echo de menos es a mi madre, porque ella me cuidaba. Ojalá que alguien pudiera cuidarme tan bien como ella”.

Las becas ayudan a aliviar la carga de trabajo

Ir a la escuela es mu importante para Sros, que además es una de las mejores estudiantes de su clase. Sus clases favoritas son las de lengua y matemáticas.

Sin embargo, la pobreza está haciendo que ir a la escuela sea cada vez más difícil.
Sus hermanos no tienen dinero para los materiales escolares. Por eso, cuando los uniformes que heredó de su hermana mayor se desgarran, tampoco puede comprar uno nuevo. “A veces, los profesores me dan libros y lápices”, dice Sros.

Pero ahora, las cosas serán más fáciles. Sros acaba de recibir una beca de Plan International que ayuda a las niñas que viven en situación de pobreza a seguir asistiendo a la escuela. La beca incluye dinero para sus libros, materiales y uniforme escolar así como una bicicleta que Sros puede usar para llevar a su hermano a la escuela.

Sros tienen sus planes de futuro muy claros. “Quiero estudiar para ser enfermera y poder ayudar a otros. Cuando mi hermano pequeño se pone enfermo, no sé qué hacer para curarlo pero cuando sea enfermera, sabré lo que le pasa y podré ayudarle”.