En todo el mundo, la pandemia está poniendo en peligro los avances conseguidos en el derecho a la educación de las niñas y adolescentes, quienes están más expuestas al matrimonio infantil o el embarazo adolescente, especialmente cuando abandonan los estudios.
Antes de la pandemia, 130 millones de niñas en todo el mundo no iban a la escuela y se estima que este año, 11 millones corren el riesgo de no volver a clase debido a la pandemia de la COVID-19. Se calcula que las crecientes dificultades económicas a nivel mundial, podrían dar lugar a unos 13 millones más de matrimonios infantiles en los próximos 10 años.
La interrupción de las clases no solo está afectando a su educación, sino que también está haciendo que pierdan un acceso esencial a servicios de protección contra la violencia de género, el matrimonio infantil y los derechos sexuales y reproductivos.
En este sentido, desde Plan International estamos trabajando a través de nuestra campaña Girls in Crisis para frenar los retrocesos entorno a la educación de las niñas. Nuestro objetivo es que las respuestas educativas a la emergencia sanitaria tengan en cuenta las necesidades específicas de las niñas y adolescentes para que no se dé ni un paso atrás en sus derechos.
A través de esta campaña, defendemos la educación como herramienta fundamental para que las niñas puedan superar las desigualdades, liberar su potencial y garantizar sus derechos para que puedan mejorar sus oportunidades de futuro.
No podemos permitir ni un paso atrás en los derechos de las niñas y las adolescentes, que tanto trabajo y esfuerzo ha demandado.