Volver a la escuela en tiempos de pandemia

Tras haber estado cerradas ocho meses, las escuelas en Indonesia han empezado a reabrir sus puertas en las zonas donde el riesgo de contagio es bajo. Para muchos estudiantes, estar en casa tanto tiempo no ha sido fácil.

“No me he sentido cómoda estudiando desde casa”, nos cuenta Angelina, una joven de 13 años. “Estoy contenta de poder volver a la escuela y tengo una mezcla de sentimientos que van desde la alegría al entusiasmo”.





Para apoyar el regreso a las aulas de los niños y las niñas en la isla de Lembata, la mayor isla del archipiélago de Solor, donde sólo se ha registrado un caso de coronavirus, nuestra organización está trabajando, junto con el gobierno y las autoridades educativas, para aplicar medidas de higiene que garanticen la seguridad de los estudiantes.

De manera coordinada con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Salud, estamos implementando un plan de respuesta a la COVID-19 en las escuelas. Cada escuela ha sido evaluada según una serie de requisitos que determinan si cumple, o no, las condiciones necesarias para reabrir sus puertas. Como parte de nuestra campaña, también estamos animando a los padres a que dejen que sus hijos retomen la educación presencial. 

Estoy contenta de poder volver a la escuela y tengo una mezcla de sentimientos que van desde la alegría al entusiasmo

Hemos instalado puntos de lavado de manos en las entradas de las escuelas y hemos donado termómetros infrarrojos sin contacto para que, cada día antes de entrar a clase, los niños y las niñas puedan comprobar su temperatura. También hemos repartido mascarillas, protectores faciales y desinfectante de manos tanto a los estudiantes como a los profesores para prevenir la propagación del virus, y se les ha pedido que practiquen el distanciamiento social mientras están en clase y en el patio de recreo.

Las escuelas están reabriendo de forma gradual, y los alumnos asisten tres días a la semana de 8:00 a 13:00 horas. El número de estudiantes por clase se ha reducido y los estudiantes no comparten pupitre. Para alumnos como Angelina, estudiar desde casa ha sido una verdadera batalla, tal y como nos cuenta, debido a: “la falta de orientación de los profesores y las dificultades para acceder a Internet”. Ella dice que, si el aprendizaje a distancia continuara, necesitaría más apoyo y un paquete de datos para poder acceder a internet.

Cuando va a la escuela, Angelina lleva su mascarilla feliz y entiende la importancia de cumplir con el distanciamiento social. “Mis amigos y yo nos cubrimos voluntariamente la nariz y la boca, no sólo para protegernos, sino también para mostrar que estamos concienciados sobre la COVID-19. Después del desafío que ha supuesto estudiar a distancia, queremos volver a la escuela y estamos listos para cumplir con las nuevas normas de seguridad”. 

Además de ayudar a las autoridades educativas a desarrollar modelos que garanticen un regreso a las aulas seguro promoviendo buenas prácticas de higiene, desde Plan International estamos ofreciendo capacitación sobre salud mental y psicosocial a los profesores y apoyo para preparar planes de estudio durante la pandemia de COVID-19.

También hemos repartido radios con walkie-talkies en las escuelas que no tienen acceso a internet ni señales de comunicación eficientes, para que los profesores puedan mantener el contacto con sus alumnos durante los días en los que las escuelas permanecen cerradas.  

Angelina, que forma parte de nuestro programa de apadrinamiento, nos dice que todas las medidas que se han tomado en su escuela le han hecho sentirse segura. “Me tomo la temperatura y me lavo las manos cuidadosamente con agua y jabón antes de empezar las clases y me siento bien con eso. Gracias a Plan International, tengo una bonita mascarilla y un protector facial. Mi mochila, mesa y silla se desinfectan antes de que empiecen las clases. Ya no estoy preocupada, me siento protegida usando estos materiales”.