Las conversaciones que se llevarán a cabo durante dos semanas en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) marcarán el futuro de los movimientos y el liderazgo feminista. Sin embargo, hay un problema: el tema prioritario de este año no incluye a las niñas.
El mes pasado, se desarrolló un diálogo entre diferentes actores con el objetivo de fortalecer el proyecto de las Coaliciones de Acción para el Foro Generación Igualdad sobre la construcción del movimiento y el liderazgo feminista. Este diálogo sirvió para establecer acciones concretas que permitan avanzar en el liderazgo feminista; identificar las vías para alcanzar estos objetivos, y dio lugar a una conversación sobre lo que realmente significa la responsabilidad en la Generación de la Igualdad. Cinco chicas adolescentes fueron las facilitadoras de esta conversación. Entre los participantes había representantes del Gobierno de Canadá y la UIP, así como líderes juveniles y chicas adolescentes, muchas de ellas procedentes de grupos y organizaciones reconocidas y emblemáticas.
Un mes después, se está celebrando un diálogo de seguimiento con este grupo, para avanzar en la conversación y acordar nuevas medidas. La reunión tendrá lugar durante las sesiones del 65 periodo de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, cuyo lema principal este año es la participación de las mujeres en la vida pública, así como la eliminación de la violencia.
La CSW es una ocasión decisiva para la Generación Igualdad, así como una gran oportunidad para movilizar apoyo para las Coaliciones de Acción, y para asegurar que las medidas y estrategias coincidan con las recomendaciones que surjan de las Conclusiones Acordadas de este año. Las conversaciones que se lleven a cabo durante estas dos semanas influirán en el futuro de los movimientos y el liderazgo de las mujeres. Por tanto, debería ser la base para debates tan trascendentales como este. Pero hay un problema: el tema no incluye a las niñas y adolescentes.
Durante estas dos semanas se debatirá sobre el derecho de las mujeres a participar en la vida pública: cuestiones como la creación de entornos propicios para la participación efectiva; la igualdad de género en la política y otras formas de participación; la violencia de género y cómo esta afecta a la capacidad de participación de las mujeres. La finalidad de este debate es impulsar la comprensión colectiva en torno a estos temas, así como apoyar la creación de una agenda política para abordar estos desafíos y avanzar hacia cambios efectivos. Todas las cuestiones que se debaten afectan a las niñas. Sin embargo, sus derechos y sus necesidades se han dejado de lado. A continuación, se exponen tres razones por las que esto no tiene sentido:
En primer lugar, las niñas tienen derecho a participar. El derecho de las niñas a la participación está consagrado en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, y se mantiene en la Plataforma de Acción de Beijín y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en los que los Estados miembro se comprometen a tomar decisiones inclusivas y participativas. Sin embargo, las niñas y las jóvenes, en toda su diversidad, están excluidas de las decisiones políticas y siguen estando infrarrepresentadas en las estructuras políticas y los órganos de gobernanza. Las desigualdades de género y las múltiples formas de discriminación las frenan y les impiden ser ciudadanas de pleno derecho y líderes en la vida pública. Además, están expuestas a fuertes niveles de violencia, acoso y abusos, que, en ocasiones, tienen como objetivo específico silenciar sus voces y frenar su participación. La violencia y el acoso no solo impiden que las niñas y las jóvenes participen en los espacios públicos y en los puestos de poder, sino que también son una barrera para el cumplimiento de otros derechos humanos.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta que las mujeres no ocupan posiciones de poder simplemente porque se les ha dado una oportunidad. Garantizar que las niñas tengan acceso a los espacios de toma de decisión y puedan ocupar puestos de liderazgo en cada etapa de sus vidas es clave para construir un mundo en el que las niñas y las mujeres puedan prosperar en la política, la economía y la sociedad.
Del mismo modo, garantizar una participación plena y efectiva no debe limitarse al simple hecho de participar en la política convencional, como afiliarse a partidos políticos o la participación electoral. Existen muchas otras formas para ejercer el liderazgo y participar en la vida pública, ya sea presentándose a las elecciones en un organismo estudiantil, liderando campañas de cambio social o participando en una consulta sobre un proyecto local. Además, la educación en materia de derechos humanos, la eliminación de la brecha digital de género y la alfabetización digital de las niñas y adolescentes pueden contribuir a garantizar su acceso a los espacios de toma de decisión.
En tercer lugar, las redes y organizaciones de niñas y jóvenes feministas están liderando movimientos que están dando lugar a un cambio decisivo en la igualdad de género. Las niñas no están esperando a que los gobiernos u otros actores reconozcan sus derechos de participación. En todo el mundo, tenemos ejemplos de niñas que se reúnen y organizan para lograr cambios sobre las cuestiones que afectan a sus vidas y a las de los demás, tanto a nivel comunitario como a nivel nacional. En los casos en que pueden participar en procesos formales, vemos que aprovechan esas plataformas y, en los casos en los que están excluidas de los procesos formales, vemos que recurren al activismo colectivo, alzando sus voces juntas para desafiar el statu quo.
Hay una razón por la que hemos elegido acoger el próximo diálogo intergeneracional sobre liderazgo durante la CSW. Estamos reivindicando el derecho de las niñas a participar en la vida pública. Y estamos dando un ejemplo de lo que las niñas son capaces de hacer cuando se les da la oportunidad. Las líderes de la Coalición de Acción reconocen el papel fundamental de las niñas para avanzar en el liderazgo y la participación pública. Esperamos que, en el transcurso de las próximas semanas, la CSW también lo reconozca.