Cuando solo tenía 13 años, los padres de Shirin la obligaron a casarse con un hombre de la zona. Decidida a perseguir sus sueños y seguir estudiando para tener una carrera profesional exitosa, Shirin se negó y rogó a sus padres que no siguieran adelante con su matrimonio. Finalmente accedieron a que continuara con sus estudios, y, desde entonces, Shirin se ha convertido en una firme defensora de los derechos de las niñas que lucha contra el matrimonio infantil en su comunidad.
“Voy de casa en casa y, poniéndome a mi como ejemplo, trato de convencer a los padres para que no concierten matrimonios para sus hijas. De esta forma, he logrado impedir 62 matrimonios infantiles. También he conseguido que 34 niñas que habían abandonado sus estudios vuelvan a a la escuela”, nos dice Shirin con orgullo.
Para poder financiar sus estudios, Shirin puso en marcha un negocio de producción y venta de compresas, gracias al apoyo del programa de emprendimiento de Plan International. Las compresas, que tienen un precio reducido, se venden a las adolescentes de su comunidad, lo que les ayuda a gestionar sus periodos a un coste asequible. Su negocio creció rápidamente y ahora gestiona un equipo de 36 mujeres jóvenes, que utilizan el dinero que ganan para financiar sus estudios.
El año pasado, Shirin y su equipo produjeron más de 16.500 paquetes de compresas, pero, debido a la pandemia, ha tenido que diversificar sus productos y empezar a fabricar mascarillas de bajo coste para las personas que más lo necesitan. Hasta ahora, ha producido 1.700 mascarillas, y hay quienes acuden directamente a su taller para hacer pedidos grandes.
A sus 22 años, Shirin organiza reuniones en su comunidad, en el distrito de Nilphamari, para concienciar sobre el matrimonio infantil, la violencia contra las mujeres y los abusos sexuales. Reparte folletos en lugares públicos en los que se indican los números de teléfono nacionales a los que las mujeres, niños y niñas pueden llamar para pedir ayuda o denunciar casos de matrimonio infantil o violencia doméstica.
“Tengo muy buena relación con los distintos departamentos de la administración, así como con la policía. En cualquier situación de emergencia, puedo llamarles y pedirles apoyo para detener un matrimonio infantil o actuar ante casos de violencia de género o abusos sexuales. Muchas veces también me piden apoyo en cuestiones sociales”, explica Shirin, que es vicepresidenta de la Red de Jóvenes del distrito de Nilphamari.
El trabajo de Shirin sobrepasó el ámbito nacional cuando, en 2014, fue invitada a España para representar a las adolescentes de Bangladesh en un acto celebrado en el Parlamento español. A través de un convincente discurso, Shirin compartió su historia y pidió que se respetaran los derechos de las niñas y se escucharan sus voces.
En 2019, Shirin recibió el prestigioso premio Joyeeta por su labor como empresaria y su activismo contra la discriminación. Los premios anuales Joyeeta en Bangladesh -una iniciativa gubernamental que se lleva a cabo desde 2011- han tenido un gran impacto en la concienciación sobre el empoderamiento de las mujeres en la sociedad. Cada año, los premios se conceden a mujeres que han destacado en determinados ámbitos de la vida, como el empresarial o el desarrollo social.
Gracias al apoyo de Plan International, Shirin ha recibido recientemente una subvención de más de 4000 euros por parte del Fondo Mundial para apoyar su respuesta a la pandemia de la Covid-19. “Invertí el dinero en reformar mi taller, producir más compresas y llevar a cabo sesiones de sensibilización sobre el coronavirus, la salud y los derechos sexuales y reproductivos”.