Yadira,19, lleva cuatro años participando en los programas de liderazgo juvenil de Plan International. Fue su hermano Klever quien la animó a unirse para conocer mejor sus derechos. “Me dijo que debía ser dueña de mi vida y tener confianza en mis decisiones y opiniones”.
Yadira forma parte del Movimiento de Jóvenes Niñas de Plan Internacional en Ecuador, un grupo de mujeres jóvenes que promueven la igualdad de género en sus comunidades. “Me fui motivando y poco a poco entendí que había que cambiar los patrones culturales que hemos arrastrado durante años y que nos afectan por el hecho de ser mujeres y niñas”.
Lograr el cambio no es fácil, pero Yadira ha decidido empezar por su propia familia, en la que las niñas siempre se han encargado de las tareas domésticas. “Aunque trataban de repartir las tareas, seguían diciendo cosas como que las “mujercitas” no debían salir, porque “nos podríamos quedar embarazadas”, o “conseguir un novio y escaparnos para casarnos”.
Después de un tiempo, las cosas empezaron a cambiar en casa de Yadira. “Su mentalidad cambió, ahora mis padres me apoyan como lo han hecho con mi hermano, ya no me apartan. Compartimos las tareas por igual; si mi hermano tiene que cocinar, lo hace él. Si le toca a mi padre o a mi madre, también lo hacen, así que mi hermana y yo tenemos tiempo para estudiar”.
Desde que se unió a Plan International, Yadira dice que ahora tiene más autoestima, que puede enfrentarse a las dificultades y que no se siente intimidada por los niños y los hombres que le dicen que no debería estudiar o tener las mismas oportunidades que los chicos.
“He aprendido que debo defenderme y que amarme a mí misma es un acto revolucionario. Ahora sé que debo hablar sin miedo para que me escuchen. Por eso, cuando me pidieron que participara en el programa de radio Ñukanchi Shimi (“Nuestra Voz”), acepté sin pensarlo dos veces”.
“Desde que empecé el programa de radio, mis abuelos escuchan todos los programas y están orgullosos de mí. A veces pienso en ellos, en cómo eran sus vidas, repletas de estereotipos. No los juzgo porque sé que la empatía es entender la vida de los demás”.
Uno de mis dichos favoritos es: ‘Siente como esa persona y entenderás cuál es el problema… entonces encontrarás la solución”. Pienso en mis abuelos porque sé que ellos ya han vivido su vida, mis padres también han vivido mucho, incluso mis hermanos mayores han tomado sus decisiones… Por eso, mi lucha es por cambiar mi presente y mi futuro, y el de mi hermana menor y el de toda nuestra generación”.