Construimos escuelas en Sierra Leona para que los niños y niñas no tengan que caminar largos kilómetros para estudiar

Solo una de cada cinco comunidades en Sierra Leona cuenta con una escuela. Esto significa que la mayoría de niños y niñas tienen que recorrer largos trayectos, la mayoría de las veces a pie, para ir a clase en alguna de las las ciudades vecinas. Como la agricultura es la principal fuente de ingresos de la mayoría de las familias de comunidades rurales, muchas veces la educación deja de ser una prioridad y, en su lugar, se anima a los niños y niñas a que trabajen en el campo.

En una pequeña comunidad del distrito de Port Loko, el líder e imán de la mezquita local, Pa Saidu Kanu, decidió que los niños y niñas de su comunidad se merecían un futuro mejor, y empezó a construir, junto con el apoyo de personas voluntarias, una escuela utilizando materiales locales como palos, cuerdas y hojas de palma.

La escuela, de estructura sencilla, cuenta con diferentes aulas divididas por paredes construidas con tablas y palos. Gracias a los esfuerzos de los voluntarios, en 2016 se abrió la primera escuela de la comunidad. Tenía cinco profesores, pagados de forma comunitaria, y estaba destinada a niños y niñas menores de 10 años. 

Aunque el simple hecho de abrirla fuera un éxito, la escuela enfrentaba muchos problemas que impedían que creciera: falta de mobiliario, de aseos y de materiales escolares. Lamentablemente, la escuela tuvo que cerrar porque no cumplía con la normativa del Ministerio de Educación.

En los meses siguientes al cierre, el edificio se derrumbó durante una fuerte tormenta que también arrasó cientos de propiedades en la zona. Tras esta catástrofe, la comunidad acudió a nuestra organización para que les ofreciéramos ayuda para construir, de nuevo, una escuela.

Rápidamente, desde Plan International aceptamos colaborar y pusimos en marcha la construcción de una nueva escuela infantil, con una infraestructura moderna, cuyas obras comenzaron en julio de 2019 y terminaron en noviembre de 2020. 

Ahora los niños y niñas de esta pequeña comunidad, tienen acceso a una educación inclusiva, segura de calidad. El número de alumnos y alumnas matriculados aumenta cada día. La escuela tiene tres aulas, un despacho para el director y aseos, y está totalmente equipada con mobiliario y otros materiales didácticos.

“El objetivo del proyecto es proporcionar acceso a las niñas y niños de la comunidad a una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como al desarrollo de la primera infancia, para que estén mejor preparados para integrarse cuando accedan a la educación primaria”, explica Umu Kpange, director de la oficina de Plan International en Port Loko.