La crisis climática es una amenaza que está afectando desproporcionadamente a la salud, la educación y las oportunidades de futuro de los niños, sobre todo las niñas y adolescentes, en todo el mundo. Por eso, por primera vez en la historia, el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas ha reconocido explícitamente el derecho de los niños y las niñas a vivir en un medio ambiente limpio, sano y sostenible. Esto supone un gran avance en la defensa de los derechos de la infancia en la crisis climática, ya que hasta ahora sus voces han sido ampliamente ignoradas en el ámbito de las políticas relacionadas con el clima.
La Observación General nº 26 sobre los derechos del niño y el medioambiente, que se ha presentado hoy en Ginebra, pone de relieve la estrecha relación entre los derechos de la infancia y la crisis medioambiental, además de aclarar las responsabilidades de los Estados en este ámbito. Esto podría ser empleado para guiar las acciones de los Estados y las autoridades, abarcando aspectos como la legislación, regulaciones, políticas, programas y presupuestos.
El proceso de consulta para la Observación General nº 26, llevado a cabo entre diciembre de 2021 y diciembre de 2023, ha sido muy inclusivo ya que ha contado con la participación de más de 16.000 niños y niñas de 121 países, entre ellos algunas participantes del Comité Juvenil ‘Youth for Change’ de Plan International. Además, se ha coordinado una Junta Consultiva global compuesta por personas expertas y un equipo de 12 niños y niñas asesores, con edades comprendidas entre los 11 y 17 años, para brindar apoyo al Comité.
Desde Plan International, nos hemos involucrado en este proceso para incluir las necesidades, ideas y derechos específicos de las niñas y adolescentes en la Observación General. Oficinas de diferentes países han participado en esta iniciativa, aportando sus conocimientos y experiencia en la acción climática. Nos hemos enfocado en cuestiones relacionadas con la salud y los derechos sexuales y reproductivos, la protección y la educación. Aunque muchas de estas recomendaciones se han incorporado al informe, consideramos que las relacionadas con género y la salud y los derechos sexuales y reproductivo podrían ser más contundentes. Para nuestra organización es un gran logro haber contribuido a una guía autorizada para los Estados sobre cómo defender el derecho de la infancia a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible.
Celebramos este importante hito porque, gracias a esta herramienta, tenemos la capacidad de impulsar los derechos de la infancia dentro de las políticas climáticas, centrándonos especialmente en avanzar en la protección sus derechos en eventos cruciales como la COP28. Sin embargo, es fundamental tener presente que el impacto de la Observación General nº 26 depende en última instancia de la voluntad de los Estados para llevarla a la práctica. Por esta razón, en Plan International seguiremos trabajando por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas en la acción climática.