Actualmente, en Plan International trabajamos en 66 comunidades de Chimborazo, situada al centro sur de Ecuador, donde miles de niños, niñas y sus familias han participado en nuestros programas. Gracias a ello, ahora tienen un mejor acceso a una educación de calidad, a servicios de salud y a empleos decentes, entre otras.
EDUCACIÓN PARA ROMPER EL CÍRCULO DE LA POBREZA
Nuestros proyectos se centran en facilitar el acceso de la infancia a las escuelas, garantizar su permanencia en ellas, así como una educación de calidad. Para ello, hemos ofrecido becas a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad y de exclusión, que viven en hogares con ingresos bajos con madres solteras o adolescentes, o por tener una discapacidad o que sus padres la tengan.
Además, hemos donado mobiliario y materiales didácticos y tecnológicos y hemos contribuido a la mejora de las infraestructuras, los comedores escolares y las instalaciones sanitarias. Además, hemos reformado los espacios recreativos con nuevos patios de recreo, zonas verdes y gestión de residuos, y proporcionamos formación a los profesores en diferentes metodologías educativas.
GARANTIZAMOS EL ACCESO A SERVICIOS DE SALUD PARA QUE LOS Y LAS JÓVENES DESARROLLEN TODO SU POTENCIAL
A través de nuestros proyectos, hemos formado a 3747 en iniciativas empresariales e igualdad de derechos. También, hemos donado equipos y suministros a los centros de salud de la región.
Junto con el Ministerio de Sanidad hemos ofrecido formación a voluntarios, personal sanitario, promotores de la juventud y adolescentes en salud materna, nutrición, derechos sexuales y reproductivos, consumo de agua potable, primeros auxilios y prevención de enfermedades. Gracias a estas sesiones, los miembros de la comunidad pueden compartir los conocimientos con sus familiares y amigos para promover la salud y el bienestar en toda la zona.
OFRECIENDO OPORTUNIDADES DE EMPRENDIMIENTO A LOS Y LAS JÓVENES
En los últimos cuatro años, hemos llevado a cabo sesiones de formación para mejorar las habilidades sociales y financieras de la población, especialmente de las mujeres, para que consigan una independencia económica. A través de ellas, los y las participantes han adquirido conocimientos sobre la crianza de animales de granja para mejorar la dieta y aumentar los ingresos; la producción de truchas a través de criaderos comunitarios que contribuyeron al turismo y a mejorar la nutrición y la apicultura, que aumenta la posibilidad de obtener ingresos económicos para las familias.