Casi cinco meses después del terremoto de Haití, 650.000 personas siguen necesitando ayuda humanitaria; de entre ellas, 260.000 son niñas y niños. Así le sucede a Natacha, de 38 años, y a sus hijas, que vieron cómo el seísmo destruía su casa y les dejaba sin hogar.
Muchas escuelas e instalaciones sanitarias están destruidas o parcialmente dañadas y el acceso a servicios básicos de salud, higiene, alimentación y agua potable es muy complicado.
No obstante, y, a pesar de que la llegada de ayuda se ve gravemente obstaculizada por la escasez de combustible, la violencia de las bandas y la inseguridad, Plan International está respondiendo a la crisis con la entrega de transferencias monetarias incondicionales a casi 2.500 familias afectadas.
En situaciones así, de grandes dificultades económicas acentuadas por una emergencia, las mujeres y las niñas corren más riesgo de ser explotadas y maltratadas. El apoyo de Plan International es una acción concreta para su protección contra el abuso y la explotación sexual en un país donde existe una gran falta de información sobre derechos y protección de la infancia.
Atender a las personas más vulnerables
El programa de transferencias monetarias de emergencia de Plan International va a seguir proporcionando ayuda económica a familias con niños y niñas, mujeres embarazadas y personas con discapacidad para que puedan acceder a los servicios esenciales y comprar alimentos.
Asimismo, también estamos llevando a cabo sesiones de concienciación sobre la protección de la infancia para que la seguridad, la protección y el bienestar de los niños sean prioritarios en las comunidades.