Clement Makuak es profesor desde hace más de 16 años. Actualmente trabaja en una escuela primaria en Sudán del Sur, uno de los países que más está notando las consecuencias de la crisis de inseguridad alimentaria que vivimos actualmente.
En los últimos meses, el principal objetivo de Clement es evitar que sus alumnos abandonen la escuela como consecuencia de la crisis de hambre que azota al país. “Siempre me digo: ‘Clemente, no hay nada que no puedas hacer’. Eso es lo que trato de enseñarles también a ellos”.
Clement da clases de matemáticas, ciencias e inglés. Cada día pasa lista, pero nos cuenta que nota que cada vez hay menos alumnos en clase. “Cuando vengo a la escuela y paso la lista de asistencia, siempre me encuentro algunos sitios vacíos, sobre todo de niñas”.
Cuando Clement visitó la casa de una de las alumnas que había dejado de asistir a sus clases, descubrió que ahora se tenía que encargar de las tareas domésticas y del cuidado de sus hermanos menores. Mientras tanto, sus padres estaban fuera buscando comida y agua.
“Cuando llegué a su casa, me encontré a la niña sola. Sus padres no estaban, y, cuando hablé con ella, me dijo: ‘mis padres me han dicho que me quede en casa para cuidar a los niños, ir a buscar agua y algo de comida’.
Sudán del Sur y el hambre
Sudán del Sur, el país más joven del mundo, se enfrenta a una crisis de inseguridad alimentaria desde que se independizara hace once años. Los conflictos y los efectos del cambio climático han provocado que sea uno de los países más hambrientos del mundo. En la actualidad, alrededor de 7,7 millones de personas se enfrentan a la inseguridad alimentaria aguda, lo que supone el 63% de la población.
En épocas de crisis, los niños, y especialmente las niñas, son las más vulnerables ya que muchas familias prefieren que ellas se queden en casa. Por otro lado, la grave escasez de fondos, ha obligado a suspender muchos programas de alimentación escolar en todo el país, lo que también ha repercutido negativamente en la asistencia a las aulas.
La suspensión de las comidas en las escuelas llega en el peor momento posible para los niños y niñas de Sudán del Sur, ya que el país se enfrenta a un año de hambre sin precedentes. Desde Plan International estamos trabajando para poder volver a proporcionar comidas escolares y otras ayudas vitales en las escuelas.