Thoko, de 21 años, participó en el programa de apadrinamiento de Plan International cuando era niña. Actualmente trabaja para el Ministerio de Salud como asistente de vigilancia de la salud y es una conocida defensora de los derechos de la infancia y de los derechos de salud sexual y reproductiva en su comunidad.
La joven, que creció en la Región Central de Malui como la mayor de cinco hermanos, comprende el impacto que tiene la pobreza en la vida familiar. Sus padres trabajaban duro solo para alimentarlos y vestirlos, por lo que no siempre estaban presentes, dejando a menudo a Thoko al cuidado de sus hermanos menores.
A pesar de estas dificultades, Thoko era una estudiante que se desempeñaba bien en la escuela y disfrutaba participando en actividades extracurriculares, lo que la llevó a unirse a un club de derechos de la infancia en 2015, creado por Plan International en su escuela.
“Como niña apadrinada, conocía el trabajo de la organización ya que apoyaron mi educación ofreciéndome acceso a materiales escolares, así como formación a mis padres para ayudarles a crear un pequeño negocio”, explica Thoko.
Gracias a su participación en el club, la confianza de Thoko mejoró notablemente. Además, Thoko ayudó a inspirar a otros jóvenes, fortaleciendo su autoestima y creando conciencia sobre temas de derechos de la infancia, especialmente la violencia por razón de género y los derechos de salud sexual y reproductiva.
Durante su periodo en el club de la infancia, Thoko representó a Plan International a nivel distrital, nacional e internacional, participando en reuniones sobre violencia y talleres de empoderamiento de niñas.
Después de graduarse en la escuela, Thoko encontró trabajo en el Ministerio de Salud como asistente de vigilancia de la salud, un rol que le permite ayudar a otras personas. “Como trabajadora de la salud, puedo llegar a personas en mi comunidad, incluyendo adolescentes y madres jóvenes, sobre temas como la salud sexual y reproductiva”.
Thoko también realiza un trabajo de divulgación y ha visitado cuatro clubes juveniles y dos escuelas primarias para que el alumnado conozca sus derechos de salud sexual y reproductiva y para abordar las barreras culturales que fomentan la violencia por razón de género. “Estoy feliz con lo que estoy haciendo, creo que he inspirado a muchas niñas a esforzarse en la escuela”.
Gracias al ingreso de su trabajo, Thoko puede mantenerse a sí misma, a sus hermanos y a otros miembros de su familia. “Soy un modelo a seguir para las niñas de mi comunidad, demostrándoles que ellas también pueden lograrlo”.
Thoko agradece rápidamente a Plan por todo el apoyo que ha recibido a lo largo de los años. “Me encanta que Plan International no solo me haya ayudado como niña, sino que me haya seguido hasta que logré ser independiente a nivel económico. Me han apoyado realmente y ahora soy yo la que lo está haciendo con otras personas de mi comunidad”.
