La MGF, también conocida como circuncisión femenina o escisión, comprende todos los métodos que involucran la mutilación total o parcial de los órganos genitales femeninos externos, u otro tipo de lesiones a los órganos genitales por razones no médicas.
Situación de la mutilación genital femenina en África
En general, en los países en los que se dispone de datos (todos los países del África subsahariana en los que tradicionalmente se practica la MGF) alrededor del 67% de las niñas y mujeres de 15 a 49 años piensan que se debe poner fin a esta práctica, y, en el caso de los niños y los hombres, el porcentaje es del 63%.
El procedimiento no supone ningún tipo de beneficio para las mujeres y niñas, se realiza habitualmente sin el permiso de las chicas y contra su voluntad, así que representa una violación el derecho de las niñas a tomar decisiones sobre su propio cuerpo y pone en riesgo su salud.
La desigualdad de género, la discriminación social y los roles y normas culturales son factores que perpetúan este tipo de prácticas. Entre estas razones se incluye la idea de que la MGF preserva la castidad, la limpieza, el honor de la familia y que las prepara para el matrimonio.
Los riesgos de la MGF a corto plazo para la salud incluyen dolor severo, sangrado excesivo, infecciones y consecuencias psicológicas.
A largo plazo, los riesgos para la salud de la MGF incluyen dolor, infecciones, problemas menstruales y problemas durante el embarazo y en el momento de dar a luz: complicaciones en el parto, hemorragia posparto, fístula, así como la muerte tanto de la madre como del bebé.
Aunque hay una disminución general de la prevalencia de la mutilación/ablación genital femenina, el número de niñas sometidas a la práctica está aumentando debido al crecimiento de la población. Si se mantienen las tendencias actuales, 68 millones de niñas adolescentes de 15 a 19 años serán sometidas a la práctica entre 2015 y 2030.
Sudán y la prohibición de la mutilación genital femenina
La mutilación genital será castigada hasta con tres años de cárcel en un país donde casi el 90% de mujeres entre los 15 y los 49 años han sido sometidas a esta práctica.
El Gobierno de Sudán prohíbe la mutilación genital femenina, un avance histórico para los derechos de las niñas y las mujeres
El Gobierno de Sudán aprobó en mayo del 2020, una ley para criminalizar la mutilación genital femenina (MGF) con penas de hasta tres años de cárcel, además de retirar las licencias para practicarla a los hospitales o centros de salud, lo que supone un avance histórico en torno a los derechos y libertades de las niñas y las adolescentes.
Plan International celebra muy positivamente esta reforma tras décadas de trabajo de nuestra organización para construir un mundo en el que todas las niñas, adolescentes y las mujeres puedan aprender, liderar, decidir y prosperar. Durante las dos últimas décadas, hemos trabajado incansablemente, junto con defensores de los derechos de las niñas y mujeres, las Naciones Unidas, ONG, donantes y activistas del Consejo Nacional para el Bienestar de los niños (NCCW, por sus siglas en inglés) y el movimiento Saleema, fundado en 2008, para proteger a las niñas de esta práctica en Sudán.
Ahora, para seguir avanzando y que esta enmienda sea una realidad, tenemos que seguir trabajando para que se cumpla la ley y se garanticen los derechos de miles de niñas y adolescentes.
La MGF en Sudán se basa, al igual que en otros países, en normas sociales profundamente arraigadas, conceptos erróneos y estereotipos de género nocivos que imponen el control sobre el cuerpo de las niñas y las mujeres y las discrimina. Esta práctica no tiene ningún beneficio para su salud y perjudica a las niñas y las mujeres tanto a nivel físico -llegando a poner su vida en riesgo- como psicológico, con consecuencias a corto y largo plazo. La mutilación genital femenina roba oportunidades de vida a las niñas y les impide desarrollar todo su potencial.
Se estima que, cada año, más de 3 millones de niñas corren el riesgo de ser sometidas a la mutilación genital femenina y que más de 200 millones de niñas y mujeres han sido sometidas a esta práctica en 30 países de África, Oriente Medio y Asia, donde se concentran las tasas más altas de mutilación.
Sudán todavía tiene una prevalencia muy alta de MGF, con un 86,6% de niñas y mujeres de 15 a 49 años que han sido sometidas a esta práctica. Aunque algunos datos revelan que cada vez se practica menos entre las menores de 10 años, todavía hay demasiadas niñas en el Sudán que corren el riesgo de sufrirla.
El trabajo de Plan International es ahora más importante que nunca ya que debemos esforzarnos para que se aplique la ley a través de una clara responsabilidad y mecanismos de seguimiento, una adecuada asignación de recursos y una campaña de concienciación a nivel nacional para cambiar las actitudes y modificar los comportamientos para erradicar por completo la MGF en el país.
Sudán un año después de haber prohibido la MGF
Por Mwape Mulumbi (Jefa de Programas de Plan International Sudán) y Naila Abushora (Directora de Asociaciones Estratégicas e Influencia de Plan International Sudán)
En mayo del 2021 se cumple un año desde que se aprobara la ley para prohibir la Mutilación Genital Femenina en Sudán. Sin duda, se trata de un avance histórico en torno a los derechos de las niñas y mujeres en uno de los países donde más prevalece esta práctica: el 86,6% de mujeres de entre 15 y 49 años han sido mutiladas.
Para todas las organizaciones humanitarias, esta reforma supone un reconocimiento a las más de dos décadas de trabajo en el país. Gracias a estos esfuerzos, hemos facilitado el camino para cambiar las actitudes de líderes comunitarios, religiosos, responsables de la toma de decisiones, y de la sociedad en general. No ha sido fácil, pues la mutilación todavía está muy arraigada en gran parte de la sociedad, que la considera necesaria para casar a sus hijas.
Aun así, en esta nueva era se percibe un claro cambio social a favor de la igualdad: se han impulsado varias iniciativas colectivas para abandonar la práctica, así como declaraciones públicas, compromisos, canciones, obras de teatro y otras expresiones culturales que reflejan estas percepciones. Los movimientos juveniles también han sido claves tanto a la hora de denunciar la práctica como para impulsar estos cambios sociales a través de foros, diálogos, discusiones y debates comunitarios en los que ellos mismos han sido los protagonistas.
¿Cómo afecta el covid y la pandemia a la prohibición del MGF en Sudán?
A pesar de los avances, la pandemia ha retrasado mucho los esfuerzos para erradicar la mutilación genital femenina en Sudán. Aunque las comunidades se muestran receptivas con la idea de erradicar esta práctica, los confinamientos y otras medidas restrictivas para acabar con la pandemia pueden hacer retroceder los logros alcanzados para acabar con la mutilación genital femenina. La pandemia está destruyendo la economía del país y ha disparado los precios de los productos y alimentos básicos; ha afectado al comercio, la inversión, los viajes y el flujo financiero.
Uno de los principales efectos de la pandemia en la lucha contra la MGF es que muchos de los planes ya elaborados, pueden quedarse sobre el papel si no hay financiación y mecanismos suficientes para ponerlas en marcha. Si se reducen los esfuerzos, las medidas de creación, seguimiento, evaluación y coordinación para acabar con la mutilación genital y prácticas asociadas como el matrimonio infantil, están en peligro y, con ello, toda una generación de niñas en Sudán y en el resto de países donde sigue prevaleciendo esta práctica.
Desde que el Gobierno de Sudán aprobara prohibir la mutilación genital femenina en 2020, la única medida importante adoptada ha sido la formación de un grupo de trabajo a nivel nacional que ha estado preparando una estrategia para acabar con la MGF entre 2020 y 2030. Según esta estrategia, que aún es un borrador, el Gobierno espera reducir la práctica en un 15% para 2025 y erradicarla por completo en niñas de 0 a 14 años para 2030. Para ello, espera contar con más datos de calidad, reforzar los mecanismos de denuncia y aumentar el presupuesto local.
Estos tres pasos son fundamentales porque, a día de hoy, todavía es imposible cuantificar el grado de prevalencia de la mutilación genital femenina en Sudán, ya que los datos disponibles son de 2014 y si los planes que ya se están desarrollando han dado algún fruto.
Todo esto, mientras las organizaciones de la sociedad civil seguimos esperando la implementación de la ley a través de mecanismos claros para rendir cuentas y llevar a cabo un seguimiento; conseguir una financiación adecuada y una campaña de sensibilización en todo el país para cambiar las actitudes y los comportamientos para que la mutilación genital femenina sea erradicada para siempre.
Datos sobre mutilación genital femenina (MGF)
- La MGF, también conocida como circuncisión femenina o escisión, comprende todos los métodos que involucran la mutilación total o parcial de los órganos genitales femeninos externos, u otro tipo de lesiones a los órganos genitales por razones no médicas.
- El procedimiento no supone ningún tipo de beneficio para las mujeres y niñas, se realiza habitualmente sin el permiso de las chicas y contra su voluntad, así que representa una violación el derecho de las niñas a tomar decisiones sobre su propio cuerpo y pone en riesgo su salud.
- La desigualdad de género, la discriminación social y los roles y normas culturales son factores que perpetúan este tipo de prácticas. Entre estas razones se incluye la idea de que la MGF preserva la castidad, la limpieza, el honor de la familia y que las prepara para el matrimonio.
- Los riesgos de la MGF a corto plazo para la salud incluyen dolor severo, sangrado excesivo, infecciones y consecuencias psicológicas.
- A largo plazo, los riesgos para la salud de la MGF incluyen dolor, infecciones, problemas menstruales y problemas durante el embarazo y en el momento de dar a luz: complicaciones en el parto, hemorragia posparto, fístula, así como la muerte tanto de la madre como del bebé.
- Aunque hay una disminución general de la prevalencia de la mutilación/ablación genital femenina, el número de niñas sometidas a la práctica está aumentando debido al crecimiento de la población. Si se mantienen las tendencias actuales, 68 millones de niñas adolescentes de 15 a 19 años serán sometidas a la práctica entre 2015 y 2030.
- En general, en los países en los que se dispone de datos (todos los países del África subsahariana en los que tradicionalmente se practica la MGF) alrededor del 67% de las niñas y mujeres de 15 a 49 años piensan que se debe poner fin a esta práctica, y, en el caso de los niños y los hombres, el porcentaje es del 63%.