"Algún día seré un ejemplo para las niñas"

Masline, de 18 años, habla sobre el poder de la educación y la importancia de que las niñas tengan sólidos modelos de conducta para lograr el éxito.

Masline es una estudiante aplicada y la delegada de su instituto cerca de Harare, la capital de Zimbabue. “En los exámenes del instituto, saqué 6 sobresalientes. Soy una estudiante de sexto y este es mi último año. Estudio historia, teología, shona y literatura inglesa. Mis profesores están orgullosos de mí porque se necesita mucho para ser delegada del colegio. Se necesita seguridad, buen rendimiento académico, determinación y disciplina”.

Masline atribuye su seguridad al programa Girls Empowerment dirigido por Plan International para defender los derechos de los niños, en el que ella fue una de las primeras cincuenta niñas embajadoras elegidas para representar a las niñas en su ciudad y hablar sobre los derechos de las niñas.

“Cuando empezamos, yo era tan tímida que no era capaz de ponerme a hablar delante de la gente, pero ahora sí”, dice entusiasmada. “Soy parte del club GEM de Plan International, el Girls Empowerment Movement, donde concienciamos sobre la igualdad de género en nuestra comunidad. Esta experiencia conjunta en lo más alto de mi trabajo escolar ha sido muy buena para mí”.

“El mejor consejo que recibí de estos clubes es sobre el poder de las niñas y los niños trabajando juntos para lograr la igualdad de género. Las niñas y los niños se unen para fortalecer a las niñas, trabajamos juntos. Entendemos que cualquier cosa que puedan hacer los niños, lo pueden hacer las niñas igual. Al principio tuvimos un problema. Los niños se creían superiores a las niñas, pero ahora entienden que todos somos iguales”.

Reina del drama

Masline vive con su abuela, su hermano y su hermana en una casa bien cuidada, rodeada de pollos y palmeras. Puesta al cuidado de su abuela con 7 meses, tras el divorcio de sus padres, apenas ve a su madre y su padre ha fallecido. No es de extrañar que Masline no quiera hablar de sus padres. Resulta evidente que la ausencia de estos en su vida es muy dolorosa para ella.

Cuando le preguntan por sus aficiones, a Masline se le ilumina la cara. Es una escritora aficionada que disfruta creando su propia poesía. Su inspiración es Shakespeare, y menciona que Otelo es su obra favorita. A Masline le gusta escribir sobre los matrimonios a edades tempranas en sus poemas y tiene tolerancia cero con cualquiera que vaya en contra de los derechos de las niñas.

“Gracias a Plan International, tengo la seguridad suficiente para ponerme delante de la gente en el colegio, y participo en clases de teatro y escribo poemas. También formo parte del grupo de debate del colegio”.

“Los matrimonios infantiles no son un puente hacia el éxito”, explica. “Pero tenemos que empezar por los padres, necesitamos cambiar su perspectiva sobre el matrimonio infantil. Creo que deben acabarse porque son un obstáculo para que las niñas consigan sus sueños en el futuro. Creo que si los matrimonios a edades tempranas terminaran, nuestra ciudad se transformaría en un lugar diferente, mejor”.

Masline hace bien en posicionarse en contra del matrimonio infantil. Cuanta menos educación tiene una niña, más posibilidades tiene de casarse en su infancia. En Zimbabue, aproximadamente 1 de cada 3 niñas se casan antes de cumplir 18 años, sobre todo las niñas que viven en la pobreza y en zonas rurales.

Coste de la educación

A 105$ el trimestre para la educación secundaria, Masline se lamenta de que el coste de la educación pueda ser un impedimento para muchas familias. “Ir al colegio me ha supuesto muchos desafíos. Sin la ayuda de Plan International no podría haber terminado mis clases. No podría haber superado la secundaria. Ellos pagan el 75% de mis gastos de escolaridad y mi abuela, el resto”.

La investigación propia de Plan International como parte de su nuevo informe “Contar lo invisible” ha revelado que un 72 % de las niñas entrevistadas en Zimbabue cree que tiene oportunidades para ir al colegio, pero solo un 33 % cree que podrá completar su educación. El elevado coste de la educación se muestra como una de  las principales preocupaciones de las niñas, junto con la presión de sus familiares para que lo dejen. Las razones que se dan para esta presión van desde la necesidad económica hasta el matrimonio infantil forzoso.

Modelos de conducta

Masline habla sobre la importancia de que las niñas tengan ejemplos positivos. “Una administradora de distrito que conozco del colegio ha recibido educación y tiene una gran experiencia. Ella me ha inspirado a inspirar a otras niñas para que se expresen. Es segura y honesta, rompe barreras. También me gustaría hacer entrevistas en los medios de comunicación para correr la voz sobre los derechos de las niñas”.

Cuando habla de sus aspiraciones para el futuro, Masline tiene claro lo que quiere, al contrario que otras niñas de su edad, que no conciben una vida fuera de la casa y el pueblo en el que viven. “Cuando termine mis exámenes de A-level me gustaría ejercer la enseñanza. Me gustaría dar clase a alumnos de secundaria. Las niñas necesitan sólidos modelos de conducta en la vida”.

Lennart Reinuis, Director Nacional de Plan International Zimbabue, dice: “Cuando las niñas reciben una educación de calidad, son capaces de dirigir sus propias vidas, de tomar decisiones sobre su futuro y, en definitiva, de progresar”.

Tradicionalmente, Zimbabue ha tenido un buen sistema educativo y los zimbabuenses están, por lo general, bien formados. Sin embargo, debido la falta de crecimiento económico entendemos que muchas comunidades tienen problemas a la hora de llevar a sus hijos al colegio, por el coste que esto supone. Más niñas que niños abandonan el colegio, por ejemplo debido a un embarazo adolescente o a un matrimonio forzoso con un hombre mayor. Promover el acceso de niñas y niños a colegios seguros con una educación de calidad es garantizar un derecho humano, pero también es una inversión a largo plazo clave para un país.

“En Zimbabue, como en muchos otros países, las niñas jóvenes que dejan el colegio y se casan desaparecen de los registros oficiales y no figuran en las estadísticas oficiales, por lo que los gobiernos son menos propensos a apoyarlas. Además, la invisibilidad de las niñas se intensifica con una multitud de otros factores como la pobreza, el aislamiento rural y la falta de oportunidades económicas. Es un circulo difícil de romper”.

Gracias a una educación de calidad, Masline tiene la suerte de que el futuro que tiene ante sí es prometedor. Pero la realidad es que millones de niñas de todo el mundo dejan el colegio por el matrimonio infantil, el embarazo precoz o la violencia, y son invisibles para los gobiernos y los actores políticos. Plan International aboga por hacer visibles las realidades de las vidas de las niñas, para que puedan ser narradas y cambiadas, como la de Masline.

Conoce nuestro informe ‘Contar lo invisible’ y ¡únete a la defensa de los derechos de las niñas!