El confinamiento en los países de África, las restricciones de movimiento y el cierre de las escuelas, han tenido serias consecuencias en el bienestar y desarrollo de los niños, niñas, jóvenes y sus familias, particularmente en los entornos más vulnerables. Además, se espera que las economías más frágiles tengan graves desafíos a la hora de lidiar con los efectos sociales y económicos de la pandemia.
Plan International está trabajando en África, conjuntamente con las comunidades, gobiernos, jóvenes, mujeres y demás actores involucrados, en la respuesta a la emergencia sanitaria, enfocándose particularmente en reforzar la resiliencia y el bienestar de la infancia y adolescencia en estos países y sin perder de vista que el peso de la emergencia recaerá sobre los hombros de los sectores más vulnerables de la sociedad.
Nuestra evaluación inicial de la emergencia sanitaria en la región ha detectado un incremento importante de casos de violencia en el hogar y de vulnerabilidad de la infancia, debido a la pérdida de mecanismos de protección a los que accedían mediante las escuelas y centros educativos, y la invisibilidad de los desafíos de la infancia durante el confinamiento han resultado en más casos de matrimonio infantil y embarazos adolescentes no deseados. Además, la experiencia y evidencia en epidemias anteriores indican que a medida que empeoren las condiciones de seguridad alimentaria, los niños, niñas y mujeres podrían verse desproporcionadamente afectados.
Nuestro trabajo en África ante la COVID-19
Las tensiones familiares producidas por el confinamiento junto a las restricciones de movimiento pueden resultar en una mayor vulnerabilidad de niños y niñas a la violencia. Por eso Trabajamos con autoridades oficiales y líderes comunitarios para prevenir agresiones y sensibilizar a la comunidad sobre buenas prácticas de crianza y la importancia de garantizar el respeto de los derechos de la infancia
En Burkina Faso, miles de niñas se han visto más expuesto al abuso, la violencia y la explotación tras dejar de ir a la escuela. Pauline, de la zona oriental del país, asistía regularmente a clases hasta que su escuela cerró. Durante una actividad de sensibilización de familias puerta a puerta en su comunidad, el equipo de Plan International se enteró de su desaparición al hablar con sus padres. Conoce su historia
Cerca de 3.000 millones de personas en el mundo no tienen acceso a servicios adecuados de agua y saneamiento. Para estas personas es prácticamente imposible adoptar las medidas de higiene y lavado de manos recomendadas por las autoridades sanitarias y contribuir a controlar la transmisión de la enfermedad.
Plan International actúa en diversos países construyendo instalaciones para el lavado de manos en las comunidades, sensibilizando sobre la importancia de las prácticas de higiene y distribuyendo mascarillas y kits de higiene para la población.
En situaciones de emergencia, y más durante una emergencia sanitaria, el acceso a agua potable y medidas de saneamiento adecuadas es tan importante como el acceso a alimentos, atención médica y refugio.
Conoce más sobre el trabajo de agua y saneamiento que hacemos en contextos de emergencia
La pandemia y las medidas de aislamiento social han puesta en pausa muchos aspectos de la vida de las comunidades y también de los niños, niñas y jóvenes. Particularmente aquellos que incluyen la organización y movilización social. Por eso Plan International ha trabajado de la mano de las comunidades para buscar maneras mantener activa la participación ciudadana mediante canales remotos.
En Guinea, se le facilitaron equipos de protección a los líderes comunitarios para que puedan mantener las labores de sensibilización y en otros países como República Centroafricana o Guinea Bissau se ha apoyado a grupos de jóvenes que hacen actividades de prevención a través de la radio o de posters en los espacios públicos.
En una comunidad de Ghana, se han instalado comités dirigidos por jóvenes, que van de casa en casa para enseñar a las vecinos y vecinas qué pueden hacer para protegerse. Conoce esta historia.
Uno de los aspectos más destacados del confinamiento ha sido el cierre de las escuelas, que para muchos niños y niñas en África no solo significa una interrupción de su educación sino también del acceso a muchos otros servicios como comedores escolares o artículos de higiene menstrual. Además, en las comunidades más vulnerables, el acceso a internet o dispositivos adecuados para seguir las lecciones a distancia es reducido, lo que acentúa las situaciones de desigualdad.
Por eso Plan International ha trabajado con los gobiernos, las autoridades educativas y las comunidades para ampliar el acceso a la educación online mediante la distribución de dispositivos y el diseño de contenidos apropiados. Además, a medida que los países levantan las condiciones del confinamiento y las aulas vuelven a abrir, trabajamos para garantizar que la vuelta se haga de manera segura y las escuelas cuenten con las instalaciones y las condiciones de higiene necesarias.
Por ejemplo, hemos colaborado en el diseño de un programa del Servicio de Educación de Ghana que ofrece clases a todo el alumnado que debe mantenerse en confinamiento durante la emergencia sanitaria. En total, unos 19.000 alumnos y alumnas han podido seguir las lecciones por esta. Conoce la historia.
