Los Objetivos de Desarrollo Sostenible están fallando a las niñas: es hora de actuar

Por Clara, 23 años, Líbano 

Clara es graduada en derecho y tiene un máster en derecho de la tecnología. También es activista por los derechos de las mujeres y la educación. Vive en Beirut y forma parte del Panel Juvenil Global de Plan International. 

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, fueron adoptados por Naciones Unidas para abordar desafíos globales urgentes y promover el desarrollo sostenible para el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Sin embargo, el mundo se encuentra lejos de lograr casi todos, incluyendo objetivos esenciales para avanzar en los derechos de las niñas y las mujeres. 

Necesitamos de forma urgente un mayor compromiso por parte de los gobiernos, las empresas y la sociedad si queremos lograr los ODS para el año 2030. Actualmente, estamos a mitad de camino, y los y las jóvenes exigimos que se tomen medidas aceleradas para alcanzar los objetivos, especialmente aquellos relacionados con la educación, el cambio climático, la salud sexual y reproductiva y la igualdad de género, que influye en muchos otros. 

Un nuevo análisis de Plan International ha encontrado que la vida de las niñas y las mujeres jóvenes desde 2015 ha mejorado muy poco. La investigación realizada en 26 países ha encontrado que: 

– Son más pobres. 

– La violencia contra las niñas y las mujeres no ha disminuido. 

– Pocos países han establecido leyes adecuadas para proteger los derechos de las mujeres y las niñas. 

– El sesgo contra las mujeres está tan arraigado como lo estaba hace una década. 

No hay datos disponibles suficientes de los ODS 4 (Educación de Calidad) y 5 (Igualdad de Género). Estos objetivos no han recibido suficiente atención a nivel global. Esto resalta una lamentable falta de consideración hacia los derechos de las niñas y las mujeres y la igualdad de género en las agendas políticas. 

La participación política de las mujeres en el Líbano, por ejemplo, sigue siendo relativamente baja. Las mujeres están subrepresentadas en los procesos de toma de decisiones políticas y enfrentan muchos desafíos para acceder a cargos de liderazgo. 

Por eso, soy activista de los derechos de las mujeres y la educación. Como parte del panel juvenil global para la educación en situaciones de emergencia, defiendo el acceso a una educación de calidad, y como parte de la campaña “She Leads”, promuevo el liderazgo de las jóvenes y mujeres. A través de la campaña “Equal Power Now”, animo a las niñas y adolescentes a asumir roles de liderazgo y destaco la urgencia de la paridad de género en posiciones de poder. 

Cuando las niñas tienen igualdad de oportunidades, el mundo se beneficia

Es crucial reconocer la interrelación de los ODS y comprender cómo el avance hacia la igualdad de género y la educación ha demostrado acelerar el progreso en muchos otros objetivos. Por ejemplo, cuando invertimos en la educación secundaria de las niñas, sus ingresos a lo largo de la vida aumentan, incrementando también las tasas de crecimiento nacional. Al mismo tiempo, disminuyen las cifras de matrimonio infantil y las de mortalidad infantil y materna. 

Crear conciencia, promover políticas sensibles al género e involucrar a las comunidades son estrategias clave para abordar estas barreras. Todos los días presenciamos los logros notables de niñas y mujeres jóvenes en todo el mundo. Nuestras acciones están impulsando una transformación tangible. Al incluirnos en esfuerzos para avanzar en el progreso del planeta, el mundo podría lograr resultados aún mayores. 

Por ejemplo, la campaña “Mi Vida, Mi Decisión” tiene como objetivo crear conciencia sobre los derechos de salud sexual y reproductiva en la región árabe. A través de las redes sociales y el podcast “She Leads” de Plan International en Spotify, mujeres jóvenes del Líbano, Túnez y Jordania han hablado con expertos sobre diversos temas, incluyendo la menstruación, la pobreza menstrual, el síndrome de ovario poliquístico, el matrimonio infantil, el consentimiento informado, el vaginismo, las prácticas sexuales seguras y el impacto de los tabúes sociales en la salud mental. Estos esfuerzos han contribuido activamente a impulsar un futuro mejor para niñas y mujeres jóvenes en la región de Oriente Medio y África del Norte.