El 25 de noviembre se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. Desde Plan International queremos visibilizar los diferentes tipos de violencia que sufren millones de mujeres y niñas en todo el mundo sólo por serlo y seguir trabajando todos los días del año para ponerles fin.
1.Acoso callejero
Millones de mujeres no se sienten seguras en ciudades como Karachi, en Pakistán, donde un 85% de ellas dicen haber sido acosadas mientras se desplazaban al trabajo. Nuestro proyecto de bicitaxis en la ciudad permite a las mujeres de Karachi viajar solas sin miedo, empoderarse económicamente y recuperar la seguridad y autoestima en el espacio público.
2.Mutilación genital femenina
En algunas zonas de Egipto, hasta un 91% de las niñas y mujeres han sido víctimas de esta práctica, una de las peores formas de violencia hacia la mujer y la niña. A pesar de ello, muchas de ellas no se resignan y se han convertido en activistas para evitar ser mutiladas o que sus compañeras lo sean. ¿Sus armas?: la educación y la sensibilización sobre los peligros de la MGF dirigida a todos los miembros de la comunidad.
3.Menor acceso a la educación
Sólo por su género, millones de niñas sufren impedimentos de todo tipo para ir a la escuela: algunas tienen que abandonarla debido a matrimonios o embarazos precoces, pero también por motivos de inaccesibilidad, lejanía geográfica e inseguridad.
En la región de Nyanza, en Kenia, las adolescentes que viven a muchos kilómetros de la escuela están en una situación de vulnerabilidad, llegando a recibir propuestas de favores sexuales a cambio de un paseo en coche. Nuestro proyecto de distribución de bicicletas aporta a las jóvenes no sólo un medio de locomoción sino una herramienta de empoderamiento y autonomía, y las permite salvaguardar su derecho a recibir una educación.
4.Violencia sexual
En algunas zonas de Nicaragua, donde existen los índices más altos de violencia sexual, los agresores pocas veces son castigados y esa impunidad hace que las víctimas queden desprotegidas. Con el proyecto “El poder de las Niñas”, Plan International trabaja en las comunidades más castigadas para garantizar la protección de niñas y adolescentes.
5.Matrimonio infantil y embarazo precoz
Estos dos fenómenos muy vinculados entre sí merman los derechos de millones de niñas en el mundo y rara vez son consecuencia de una decisión voluntaria por parte de las propias niñas. Dentro de nuestros proyectos para abolirlos se encuentra la campaña de jóvenes activistas en Uganda, enfocada a mejorar la educación sexual en una comunidad donde ésta es un tabú y que, en consecuencia, cuenta con elevados ratios de matrimonio y embarazo tempranos.
6.Violencia doméstica
La violencia en el ámbito doméstico por parte de una pareja o familiar es una de las formas más comunes de violencia hacia la mujer en todo el mundo. Raimunda sufrió malos tratos por parte de su pareja durante 17 años, y ahora ella y su hija Charlienne luchan para que ninguna otra mujer sufra lo mismo en su comunidad de Brasil. Apoyamos a mujeres valientes como ellas para lograr un cambio en las comunidades.
7.Trata de mujeres
En países como Uganda, miles de niñas y adolescentes son captadas con promesas falsas de educación y trabajo y explotadas laboralmente o en el comercio sexual. Se calcula que unas 54.000 menores de 18 años en Uganda son obligadas a trabajar en la prostitución.
El proyecto PEVUS (Partnership for Empowerment of Vulnerable girls and Women in Urban Slums) forma de forma gratuita a niñas y jóvenes de Kampala en diferentes profesiones para que adquieran conocimientos en ámbitos como la administración, la hostelería o la electrónica. Hawa, una de las participantes, era trabajadora sexual en Kampala y gracias al proyecto PEVUS ha abierto su propia peluquería.
8.Violencia física y acoso
Yuma, de 15 años, se acostumbró a ver actos de violencia, acoso y peleas llevados a cabo por bandas de su comunidad en Nicaragua. Las chicas como ella eran las más vulnerables al acoso y al bullying. Nuestro proyecto a favor del empoderamiento de niñas y adolescentes en la zona le ayudó a recuperar la autoestima y apoyar a otras víctimas de la violencia. “Me ha hecho darme cuenta de que las mujeres somos tan fuertes como los hombres”, admite.
9.Falta de oportunidades
La falta de oportunidades laborales o económicas por cuestión de género es otra forma de violencia y discriminación que lastra el futuro de mujeres y niñas de todo el mundo. Por ello ofrecemos formación profesional a jóvenes de diferentes países, con especial atención a niñas y adolescentes. Nuestro proyecto en Camboya permite que jóvenes en situación de vulnerabilidad como Rotha, de 18 años, adquieran formación y se preparen para encontrar un empleo con el que ser económicamente independientes.