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Cambio histórico en Malaui: los jóvenes consiguen prohibir el matrimonio infantil
Malaui ha aprobado una enmienda a su constitución para prohibir completamente el matrimonio infantil, en un cambio histórico conseguido tras una fuerte campaña liderada por los y las jóvenes del país y apoyados por ONG como Plan International. La enmienda, votada y aprobada por el parlamento de Malaui el martes 14 de febrero, elimina finalmente una laguna legal que ha permitido que los niños y niñas de entre 15 y 18 años pudieran contraer matrimonio con consentimiento paterno. Los parlamentarios de Malaui votaron 131 a 2 a favor de eliminar esta disposición. En Malaui, casi una de cada dos niñas es obligada a casarse: el 46% de las niñas contrae matrimonio antes de los 18 años, lo que situaba a este país del sureste de África como el noveno país del mundo con mayor prevalencia de matrimonio infantil. “Se trata de un cambio histórico para las futuras generaciones de Malaui y estamos muy contentos de que los jóvenes hayan tenido un papel trascendental en este éxito”, explica Lilly Omondi, directora de Plan International en Malaui, y añade: “Escuchar a los y las jóvenes fue crucial para el proceso. Al asegurarse de que sus voces se tenían en cuenta, han ayudado a garantizar la salud y el futuro de millones de niñas malauíes”. “Las niñas y mujeres casadas suelen ser obligadas a abandonar su educación, lo que reduce cualquier esperanza de futuro. Las niñas en esta situación corren además mayor riesgo de sufrir violencia, abusos y violaciones”, afirma Concha López, directora general de Plan International en España. Las jóvenes lideran el cambio Memory Banda, de 20 años, es una de las jóvenes que ha liderado la campaña y habla desde la experiencia: “Cuando mi hermana tenía solo once años fue obligada a casarse con el hombre que la había dejado embarazada”. “Por aquel entonces yo era joven y pensaba que esto era lo normal. Pero en seguida me di cuenta de que los abusos que estaba sufriendo en su matrimonio tenían un impacto devastador”, dice Memory, y añade: “Cuando venía a casa, veía que esa persona ya no era mi hermana pequeña”. Durante la campaña, puesta en marcha en septiembre del año pasado, jóvenes malauíes se unieron a representantes de Plan International en una Conferencia Nacional de Niñas en la que presentaron a la Primera Dama de Malaui una petición global para poner fin al matrimonio infantil con más de 42.000 firmas, recogidas en más de 30 países de todo el mundo, entre ellos

LA RADIO, LA MEJOR HERRAMIENTA PARA DAR VOZ A NIÑOS Y NIÑAS
Con motivo del Día Internacional de la Radio, Plan Internacional recuerda que las radios comunitarias juegan un papel fundamental en la información, educación y participación de miles de niños y niñas de áreas remotas o propensas a desastres. El acceso a la información es una de las principales dificultades en países en desarrollo, pero al menos el 75% de los hogares en estos estados tienen una radio. Los programas radiofónicos educativos permiten a los niños y niñas seguir recibiendo educación, incluso cuando las escuelas están cerradas por desastres naturales, conflictos, etc. Plan International ha puesto en marcha más de 200 programas de participación mediática para la infancia desde 1995, de los que se han beneficiado alrededor de 350.000 niños, niñas y adolescentes. Los niños y niñas de todo el mundo usan las radios comunitarias y las iniciativas de participación radiofónica para hablar y dar su opinión sobre numerosos temas, desde el matrimonio infantil forzado hasta el abuso infantil. Mariama, una niña de 14 años de Sierra Leona, explica que “escuchar el programa educativo de la radio de emergencia e ir tomando apuntes es la única manera de estar ocupada con mis cosas del colegio. Mi madre no está trabajando y no se puede permitir los servicios de un tutor particular”. Además, la radio es un medio muy eficaz en muchas comunidades para prevenir y preparar a la población ante desastres naturales, sobre todo en comunidades frecuentemente castigadas por huracanes, tormentas y otros desastres, como es el caso de El Salvador. Sindy, que vivió cuando tenía 13 años cómo su comunidad fue devastada por el huracán Stan y que dos años más tarde volvió a sufrir las consecuencias de la tormenta tropical Ida que afectó a la zona donde vive, cuenta que durante la tormenta tropical “las escuelas se convirtieron en refugios así que mis amigos y yo utilizamos la radio de la escuela para dar información, respondiendo a preguntas acerca del daño causado”. Sindy conduce un programa semanal en el que lanza mensajes de preparación para desastres a seis comunidades de vecinos y un total de 3.000 personas, y además, en él se incluyen debates y entrevistas con autoridades locales. Como Sindy, Brisa participa en Nicaragua en un programa de radio desarrollado por Plan International, en el que habla de temas como violencia de género y abuso sexual y las niñas de su comunidad comparten sus experiencias con los oyentes. Descubre su historia en el siguiente video:

La Asamblea de Madrid y Plan International, unidas contra la mutilación genital femenina
La Asamblea de Madrid se une al movimiento Por Ser Niña de Plan International, que pretende acabar con todas las formas de discriminación y alcanzar a 100 millones de niñas para que puedan aprender, liderar, decidir y prosperar. La presidenta de la Asamblea de Madrid, la directora general de Mujer de la Comunidad de Madrid, los portavoces de todos grupos parlamentarios y la directora general de Plan International, junto con niños y niñas del colegio Siglo XXI de Moratalaz (Madrid) han participado el pasado viernes día 10 en un acto contra la mutilación genital femenina, donde todos los asistentes se han comprometido a luchar por la erradicación de esta práctica que viola los derechos humanos y de la que han sido víctimas 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo. La directora general de Plan International, Concha López, ha dado a conocer el trabajo de la organización para combatir la MGF a través de la concienciación y sensibilización de las comunidades y los gobiernos de los países con mayor prevalencia de esta práctica, como Guinea (97%), Egipto (92%), Sierra Leona (90%), Malí (89%), Etiopía (74%) y Guinea Bissau (50%). Asimismo, ha manifestado que “los Objetivos de Desarrollo Sostenible han marcado como meta la eliminación de la mutilación genital femenina para 2030 y es necesario el compromiso de la comunidad internacional para que se pongan en marcha las medidas y se destinen los fondos necesarios para conseguirlo”. La mutilación genital es una práctica que atenta contra la vida de las mujeres, acarrea traumas y provoca complicaciones físicas de por vida, como desequilibrios durante la menstruación, dificultades en el parto, hemorragias o infecciones del aparato urinario. En ocasiones, las complicaciones en el parto pueden provocar incluso la muerte de la mujer y el bebé. Plan International trabaja para implicar a las comunidades que la practican en la erradicación, haciendo que las propias víctimas y sus familias se conviertan en agentes de cambio de normas sociales y culturales muy arraigadas. Además, defiende que la erradicación de esta práctica requiere de un enfoque integral que trabaje en la educación, el empoderamiento de las niñas y mujeres y la sensibilización de las propias comunidades. Este acto ha contado con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y se inserta en el marco del movimiento Por Ser Niña, una iniciativa global que busca acabar con todas las formas de discriminación y transformar las relaciones de poder, de manera que todas las niñas del mundo puedan aprender, liderar, decidir y

Tres millones de niñas son víctimas de mutilación genital femenina cada año
Plan International trabaja para erradicar la mutilación genital femenina (MGF) en algunos de los países de mayor prevalencia, como Malí, Guinea, Egipto, y Sierra Leona, a través del trabajo con las comunidades. En 2016, la Unión Africana aprobó la prohibición de la MGF en sus 50 estados miembro y los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcan como meta acabar con esta práctica para 2030. Plan International organiza un acto en la Asamblea de Madrid el 10 de febrero, con la presencia de la presidenta del parlamento y los portavoces de todos los grupos parlamentarios, para pedir el fin de esta práctica. Madrid, 3 de febrero de 2016 – Plan International, organización de ayuda humanitaria y cooperación especializada en infancia, alerta de que tres millones de niñas son sometidas cada año a la mutilación genital femenina, y llama la atención a los gobiernos, instituciones y organismos internacionales para que trabajen por su erradicación en los 29 países de África, Asia y Oriente Medio donde todavía se lleva a cabo. Con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, que se conmemora el próximo lunes, 6 de febrero, Plan International recuerda que en todo el mundo 200 millones de mujeres y niñas ya han sido víctimas de esta práctica, pese a estar prohibida por ley o decreto constitucional en la mayoría de los países con mayor prevalencia. La mutilación genital es una práctica que atenta contra la vida de las mujeres, acarrea traumas y provoca complicaciones físicas de por vida, como desequilibrios durante la menstruación, dificultades en el parto, hemorragias o infecciones del aparato urinario. En ocasiones, las complicaciones en el parto pueden provocar incluso la muerte de la mujer y el bebé. “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible han marcado como meta la eliminación de prácticas nocivas, como la mutilación genital femenina, para 2030 y desde Plan International instamos a la comunidad internacional a desarrollar los mecanismos y destinar los presupuestos necesarios para poner fin a esta práctica que atenta contra la salud e integridad de mujeres y niñas”, afirma Concha López, directora general de Plan International en España. El trabajo de Plan International contra la MGF Plan International trabaja para erradicar la MGF en los países de mayor prevalencia de esta práctica, como Guinea (97%), Egipto (92%), Sierra Leona (90%), Malí (89%), Etiopía (74%) y Guinea Bissau (50%), a través del trabajo directo con las comunidades locales, donde desarrolla talleres, charlas, material divulgativo y grupos de discusión para aumentar la concienciación y dar a conocer los riesgos y consecuencias negativas. La legislación y los esfuerzos políticos son importantes pero muchas veces insuficientes para acabar con la mutilación genital. Para Plan International, el diálogo intergeneracional y la sensibilización de las comunidades son la herramienta fundamental para acabar con la MGF, para que las propias víctimas y sus familias sean agentes de cambio de normas sociales y culturales muy arraigadas. La organización busca la implicación de todos los actores implicados, los niños y niñas, las mujeres y hombres, los profesores y profesoras, los profesionales sanitarios y los líderes tradicionales y religiosos para que entiendan las graves consecuencias negativas de la práctica y se conviertan en agentes activos de cambio. Egipto, un país en lucha contra la MGF En Egipto, donde la práctica está prohibida desde 2008, más del 90% de las mujeres y las niñas han sido sometidas a mutilación genital. En el caso egipcio, la MGF es una práctica realizada en la mayoría de los casos por profesionales médicos, lo que podría dificultar su erradicación. A pesar de su prohibición, más del 50% de los hombres y las mujeres consideran que debe continuar. Amel, de nueve años, vive en Tamouh, a las afueras del Cairo, y está convencida de que se puede eliminar la mutilación genital de la sociedad egipcia. Ella rechazó ser mutilada después de que una amiga suya muriera desangrada. “Intentamos informar a cada persona de los efectos negativos de la mutilación y cuando nos enteramos de que van a mutilar a alguna de nuestra amigas le aconsejamos oponerse. Informamos a sus padres e invitamos a toda la familia a las sesiones de concienciación de Plan International para que lo entiendan”, explica. También los hombres participan en el proyecto de salud sexual y reproductiva de Plan International. Muchas veces no tienen información precisa sobre la mutilación sexual femenina y su involucración es fundamental para transmitir el mensaje. “Muchos de mis amigos han decidido que no practicarán la mutilación genital a sus hijas. Yo ya conseguí convencer a mi hermano”, dice Ahmed, de 25 años, educador voluntario en el centro local, y añade: “Creo que podemos erradicar la MGF en una década”. Acto institucional contra la MGF en la Asamblea de Madrid Como en años anteriores, Plan International organiza un acto en la Asamblea de Madrid el próximo viernes, 10 de febrero, con la participación de la presidenta de la cámara, Paloma Adrados, y los portavoces de todos los grupos parlamentarios, para reivindicar el fin de esta práctica a nivel internacional y solicitar a las instituciones nacionales la puesta en marcha de mecanismos de control de la misma en nuestro

Loveth: "Es inimaginable el miedo que tenía"
Loveth consiguió escapar del grupo yihadista, que la hizo prisionera junto a su familia en el norte de Nigeria. Ahora trata de recuperar su vida y tener un futuro, ayudada por la ONG Plan International. Cuando Boko Haram atacó su pueblo en el noreste de Nigeria en 2014, Loveth [nombre ficticio] y su familia no tuvieron más remedio que huir para salvar sus vidas. Junto con otras personas de su pueblo, se dirigieron a pie a Yola, una gran ciudad a casi doscientos kilómetros de su pueblo. Sin embargo, para algunos de ellos, las esperanzas de llegar a un refugio seguro terminaron nada más llegar a la siguiente aldea. Fueron descubiertos por insurgentes armados. Loveth (que entonces tenía 14 años), su hermano y un amigo fueron forzados a punta de pistola a subir a un coche en el que les llevaron a Askira-Uba, una ciudad fronteriza entre los estados de Adamawa y Borno bajo el control de Boko Haram. Al llegar al lugar, todos los rehenes fueron separados por género. Ese fue el último día que Loveth vio a su hermano y amigo. “No sabía dónde estábamos. Estaba separada de mi hermano y su amigo. Era un lugar extraño para mí… Es inimaginable el miedo que tenía”, dice. Loveth no habla de su experiencia durante su secuestro. Solo explica: “Estaba desesperada por escapar, pero no tenía ni idea de dónde estábamos. Simplemente no podía imaginar cómo iba a llegar a un lugar seguro incluso si lograba escapar”. Loveth, en una imagen realizada durante la entrevista Sin embargo, tras tres semanas en cautiverio, Loveth y otras niñas, encontraron un hilo de esperanza: una mujer mayor que hacía recados -obligada por Boko Haram- se apiadó de las niñas. Arriesgando su propia vida, la mujer se ofreció a ayudar a Loveth y a otras seis niñas. “Conocía muy bien el área y nos explicó la ruta de escape”, explica. “La anciana nos condujo al bosque por la noche y nos señaló la dirección correcta. Empezamos a correr en la oscuridad. La mujer se quedó atrás”. Las siete niñas consiguieron escapar. Caminaron y caminaron durante horas hasta que llegaron a un campamento para desplazados internos (IDPs). Después de pasar unos días allí, Loveth se encontró con el jefe de su aldea que buscaba a gente conocida en el campamento. Juntos regresaron a su pueblo. Su hermano y su amigo, sin embargo, siguen desaparecidos. “Podrían estar en cualquier parte”, susurra. Loveth ha regresado a la escuela y espera convertirse en matrona. Su historia, por desgracia, no es ni mucho menos insólita. “La violencia contra las niñas y la violencia sexual han sido identificadas como uno de los principales obstáculos a los que las niñas se enfrentan. Desde Plan International* solicitamos el compromiso de los organismos internacionales y gobiernos para poner en marcha las acciones necesarias para cumplir las promesas realizadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que marcan como meta eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en el ámbito público y privado para 2030”, explica Concha López, la directora general de esta organización, que presta apoyo a estas niñas víctimas de la violencia en los estados de Borno y Adamawa. Plan International trabaja en Nigeria para proteger y garantizar los derechos de las niñas, adolescentes y jóvenes afectadas por la crisis de Boko Haram, priorizando la protección infantil y la educación en emergencias. El 50% de las agresiones sexuales mundiales las sufren niñas menores de 16 años. En todo el mundo aproximadamente un tercio de las mujeres experimentarán violencia de género por parte de su entorno personal.

Razones para tener esperanza en 2017
Enero de 2016 marcó el inicio del periodo de 15 años para la implantación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los ODS proporcionan un marco universal ambicioso que servirá para desarrollar las políticas de los estados miembro de Naciones Unidas hasta 2030. La prioridad es que el cambio y desarrollo de los países "no deje a nadie atrás". Si los Gobiernos cumplen estos objetivos, como han prometido, transformarán las vidas de los niños y niñas más excluidos y conseguirán la igualdad para las niñas. Plan International está trabajando con los gobiernos de los países en los que está presente para influir en la implementación de los ODS y asegurar que los compromisos se convierten en acciones concretas por los derechos de la infancia. IMPULSO CONTRA EL MATRIMONIO INFANTIL EN ÁFRICA En enero de 2016 se elevó la edad legal mínima de matrimonio en Zimbabue a los 18 años. La aprobación de la ley fue fruto de una campaña de un año de duración en la que se implicaron activamente dos niñas casadas que habían escapado de sus matrimonios, Loveness Mudzuru y Ruvimbo Tsopodzi. “Damos la bienvenida a este cambio legal tan importante. Plan International ha trabajado mucho para conseguir cambios políticos y sociales que permitan erradicar todas las formas de matrimonio infantil”, aseguró el director de Plan International en Zimbabue. En junio, 14 estados de África meridional acordaron un modelo de ley para la erradicación del matrimonio infantil que servirá para que cada país pueda adaptarla a su legislación nacional. “Abordará las lagunas legislativas que debilitan los mecanismos disponibles para los organismos encargados de hacer cumplir la ley”, dice Roland Angerer, director regionalde Plan International en África Oriental y Meridional. Unidas a cambios de actitudes a nivel comunitario, las leyes nacionales pueden poner fin al matrimonio infantil y dar a las niñas la posibilidad de tomar decisiones clave sobre su salud y sus vidas. LOS NIÑOS Y NIÑAS DE LOS CONVENTOS DE VUDÚ VUELVEN A LA ESCUELA En Benín, los niños y niñas enfermos son muchas veces confinados en conventos de vudú en los que pasan hasta siete años sin acceso a la educación formal. Plan International está trabajando con socios locales y sacerdotes vudú para ayudar a los niños y niñas a volver a sus comunidades y colegios y poder abandonar los conventos a los tres meses. Más de 300 niños y niñas ya han sido liberados. De ellos, 280 han vuelto al colegio y 30 han empezado a aprender oficios. “Hemos sido capaces de convencer a los sacerdotes de que los niños y niñas tienen que ir al colegio. No podemos prohibirles que vayan a los conventos, porque es parte de la cultura vudú, pero podemos hacer que su futuro no se vea afectado. Antes de que esta práctica acabe, nuestro objetivo es proteger a los niños y niñas que viven en ellos, defender sus derechos y ayudarles a recuperar su educación”, explica Michel Kanhonou, de Plan International Benin. Eric, de 13 años, que ha vuelto recientemente al colegio, dice: “Me siento tan feliz. Puedo ir a clase y aprender de nuevo con mis compañeros”. ALIANZAS PARA HACER CUMPLIR LA IGUALDAD DE GÉNERO En mayo, Plan International lanzó una alianza con otras organizaciones y el sector privado para desarrollar una herramienta de investigación y recogida de datos que asegure que los gobiernos rinden cuentas sobre sus promesas para conseguir la igualdad de género para 2030. “En muchos países no existen los datos que necesitamos para avanzar sobre los derechos de las niñas”, asegura la directora general de Plan International en España, Concha López. “Solo con información precisa sobre los problemas que afectan a las niñas podemos identificar qué acciones debemos llevar a cabo”. La iniciativa, apoyada por Plan International, la Coalición Internacional por la Salud de la Mujer, KPMG, la campaña One y Women Deliver, utilizará los datos existentes y nueva información para monitorizar el avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con los derechos de las niñas. También asegurará que la defensa de sus derechos siga siendo una prioridad en la agenda. “Esta nueva herramienta asegurará que los líderes mundiales están haciendo los esfuerzos necesarios para conseguir la igualdad de género para las mujeres y las niñas”, dice López. LOS NIÑOS Y NIÑAS SIRIOS REFUGIADOS EMPIEZAN NUEVAS VIDAS Turquía aloja a más de 2,5 millones de refugiados sirios, de los que casi la mitad son menores de edad. Solo uno de cada cuatro niños y niñas viviendo en comunidades de acogida va al colegio. Junto con socios locales, estamos dando apoyo a niños y niñas para que empiecen a asistir a clase en Turquía ayudándoles con la lengua local. Aunque las clases son en turco, cada aula tiene un profesor ayudante sirio que traduce los materiales y las instrucciones del profesor. También estamos creando espacios seguros para que los niños y niñas jueguen, interactúen y superen el estrés que han sufrido. Adnan, de 6 años, dice: “Estamos aprendiendo y jugando en el colegio. Tengo muchos amigos aquí y me gustan mis profesores”. Pese a los cambios que han sufrido estos niños y niñas, el proyecto está ayudándoles a empezar una nueva vida en Turquía. En 2017 seguiremos dando apoyo a los niños y niñas afectados por la crisis de refugiados en Siria y también trabajaremos con socios locales en Líbano, Jordania, Egipto y Alemania para que puedan recibir protección y educación. TOMA DE PODER DE LAS NIÑAS El 11 de octubre de 2016, las niñas tomaron el poder en gobiernos, instituciones, organismos y empresas de más de 50 países para pedir a los gobiernos que eliminaran las barreras que impiden a millones de niñas acceder a sus derechos. En España, una niña colombiana tomó el poder en la alcaldía de Madrid, en Paraguay varias niñas ocuparon los puestos del vicepresidente y once ministros del Gobierno, algo que también ocurrió en Uganda, Camboya, Brasil y Sierra Leona. Medios de comunicación y empresas de Noruega, Estados Unidos, Filipinas y GuineaBissau también fueron tomadospor las niñas. “Estamos cambiando los roles de género. Todas las niñas del mundo necesitan empoderarse para tomar posiciones de poder”, dijo Etain, que actuó como alcaldesa de Dublín ese día. La CEO de Plan International, Anne-Birgitte Albrectsen, explica: “La escala de las tomas de poder conseguidas muestra que el movimiento Por Ser Niña tiene un gran impulso. En días como este sentimos que la igualdad de género no solo es posible, sino inevitable”. LA PREPARACIÓN ANTE DESASTRES SALVA VIDAS El súper tifón Haima golpeó Filipinas el 19 de octubre. El diámetro del ojo del huracán era el doble que el del tifón Haiyán, que causó miles de muertos en 2013. No obstante, gracias a las evacuaciones preventivas y otras medidas de preparación ante desastres, se salvaron muchas vidas y el impacto de la tormenta se redujo enormemente. Un día después de la llegada del tifón, las familias volvieron a sus casas. “El cambio de comportamiento en términos de preparación ante desastres ha salvado miles de vidas y ha reducido el nivel de destrucción”, dice Dennis O’Brien, director de Plan International en Filipinas. El número de desastres naturales está aumentando y los esfuerzos de preparación de comunidades como estas en Filipinas prueban que medidas simples pero bien ejecutadas pueden salvar vidas en todo el mundo. CIUDADES MÁS SEGURAS PARA LAS NIÑAS La Nueva Agenda Urbana, adoptada por los estados miembro de Naciones Unidas en octubre, dará forma al desarrollo de las ciudades dando un reconocimiento explícito a los derechos y necesidades de las niñas. La nueva agenda garantizará la seguridad de las niñas, su acceso a espacios públicos y la posibilidad de moverse libremente por las ciudades. También incide en que las niñas deberían estar implicadas en la gobernanza urbana, incluyendo los procesos de toma de decisiones que tienen impacto en su seguridad. Antes de la firma de la nueva agenda en la Conferencia ONU Habitat III, Plan Interna onal lanzó una pe ción, firmada por miles de personas de 90 países, para llamar a los gobiernos a mejorar la seguridad de las niñas en las ciudades. También se compar eron las recomendaciones de nuestro Programa Urbano que pone las voces de las niñas en el centro de la planificación urbana para asegurar que se cumplen sus necesidades específicas. “La nueva Agenda Urbana supone un gran avance”, dice Alex Munive, asesor global de programas de género de Plan Interna onal. “Por primera vez, las niñas han sido reconocidas como un grupo único que necesita protección especial. Si se implementa correctamente, ene el potencial de transformar las vidas de miles de

Una nueva vida para los niños y niñas sirios en Egipto
Los niños y niñas refugiados se enfrentan a retos extremos y se ven expuestos a graves riesgos. han sido forzados a abandonar su país y dejar atrás su hogar y sufren traumas por lo vivido en sus hogares, en su viaje y en sus países de destino. Es importante crear espacios dedicados a las necesidades de los niños, niñas y jóvenes refugiados, para proveerles de áreas seguras donde puedan mejorar su situación y recuperar la normalidad. Refugiados sirios en Egipto En las afueras del distrito del Gran Cairo de Giza está la ciudad del 6 de octubre, un suburbio que es centro de actividad, hogar y refugio de miles de refugiados sirios que han huido del conflicto en su país. Muchos niños y niñas refugiados se han integrado en la vida egipcia con el apoyo de la Fundación Ensan, una academia gestionada por los sirios con la colaboración de Plan International que ofrece educación y apoyo psicosocial a 1.400 niños y niñas vulnerables afectados por la guerra. Desde junio de 2015, Plan International en Egipto ha trabajado con el colegio, como parte del proyecto Educación en Armonía, para apoyar el acceso de los niños y niñas sirios al sistema de educación egipcio a través de kits educativos, clases de refuerzo y actividades recreativas. Enfocados en la educación y protección de los niños y niñas sirios y egipcios de entre cuatro y 14 años, el proyecto también trabaja con los refugiados y las comunidades de acogida para aumentar el entendimiento y la cooperación, mejorar la cohesión de la comunidad y asegurar la igualdad de género promocionando la igualdad en el acceso a derechos, la seguridad y el respeto. Casi todos los sirios del barrio 6 de octubre han dejado atrás a sus seres queridos, después de guardar sus recuerdos en la maleta en busca de un nuevo comienzo. Cuando han podido elegir el destino, muchas familias sirias han elegido Egipto por las similitudes culturales, aunque los dialectos que hablan son diferentes y suponen un reto para los niños y niñas y los adultos. También existe una marcada disminución de la calidad educativa en comparación con el sistema sirio. Niños refugiados sirios jugando Ahmed, de 10 años, es un joven bien formado y educado que asiste a clase en la Academia Ensan entre semana. Hasta hace tres años, disfrutaba de una infancia normal en Darayya, un suburbio de Damasco. Tiene muchos recuerdos felices de su vida en la capital siria, pero en especial de su colegio, donde sacaba las mejores notas en todas las asignaturas. Se pone nervioso cuando recuerda cómo tuvo que abandonar Siria porque “a nuestro alrededor todo era destrucción y había tiroteos en nuestro apartamento”. Su edificio fue evacuado y su padre arrestado. En un abrir y cerrar de ojos su vida había cambiado para siempre. En un abrir y cerrar de ojos su vida había cambiado para siempre. Pero con sus clases de refuerzo y su “amable apoyo”, la Academia Ensan ha ayudado a Ahmed a conseguir sacar lo mejor de su nueva vida egipcia. Todavía no se siente a salvo y se preocupa por sus familiares que siguen en Siria, pero sus ojos muestran una chispa de optimismo cuando asegura: “en cuatro o cinco años la situación será mucho mejor y podré volver a mi país”. La madre de Ahmed, Abeer Ahmed, se derrumba cuando recuerda cómo la familia se apresuró a esconderse en un bunker cuando su apartamento se incendió en agosto de 2012. Después, soldados atacaron el refugio, matando a tres familiares, y la familia que sobrevivió estaba tan aterrorizada que estuvieron escondidos seis días. Cuatro años despues, Ahmed sigue profundamente angustiado. Durante una época, dormía debajo de la cama para protegerse de los aviones que pudieran sobrevolar su casa o las bombas que pudieran lanzar. Pero su madre dice que las clases de refuerzo son “excelentes” y que la academia le ha ayudado a cambiar su vida de arriba abajo. “Hay un cuidado y una amabilidad entre los niños y niñas y los profesores, estamos intentando tratarlo mejor para que lo supere. Ahmed ha empezado a abrirse a los demás y a salir con sus amigos y ahora es más seguro. Esto me hace muy feliz”, dice, y asegura: “ahora vuelve a ser un niño

Plan International lidera estudio sobre violencia de género y cocinas mejoradas en campos de refugiados
Plan International, junto con la Alianza Global por las Cocinas Limpias (GAAC, por sus siglas en inglés) y la Universidad Johns Hopkins, y con el apoyo de Eneris Environment Energy Consultants, lidera un estudio de investigación sobre la relación entre la violencia de género y el uso de cocinas mejoradas en entornos humanitarios durante 2017. Las cocinas mejoradas son más seguras y eficientes que los sistemas tradicionales de cocinado, como el fuego a tres piedras, técnica aún utilizada en muchos países del mundo. Las cocinas mejoradas reducen la contaminación y enfermedades respiratorias asociadas, causa de 4,3 millones de muertes en el mundo, más que las provocadas por la tuberculosis, el VIH y la malaria juntas. Además, disminuyen el consumo de combustible, fundamentalmente leña, y los riesgos asociados de su obtención, de la que suelen hacerse cargo las mujeres y las niñas. Coincidiendo con la celebración de los 16 Días de Activismo Contra la Violencia de Género, Plan International ha anunciado este estudio, que se llevará a cabo en el campo de refugiados de Mahama (Ruanda) durante doce meses y que investigará a través de 1.500 familias la relación entre la distribución de cocinas mejoradas y el riesgo de violencia de género, tanto dentro como fuera de la pareja. En los últimos 20 años ha aumentado sustancialmente la preocupación internacional sobre la violencia de género en entornos humanitarios. Informes recientes apuntan que las tasas de violencia en estos espacios se sitúan entre el 25 y el 75%, según ONU Mujeres, con las mujeres y adolescentes como grupo de población en mayor riesgo. La GAAC ha puesto en marcha este estudio tras la publicación de un Libro Blanco que determinó que los datos e investigaciones actuales eran insuficientes para establecer un vínculo claro entre las cocinas mejoradas y la incidencia de violencia de género. “Este estudio de investigación en el campo de refugiados de Mahama, en el que viven más de 50.000 refugiados burundeses, supone una gran oportunidad de contribuir con los esfuerzos internacionales para establecer la relación entre las intervenciones con cocinas mejoradas y la prevalencia de violencia de género en entornos humanitarios”, explica Eduado Reneses, director de programas de Plan International en España. “Los resultados serán útiles para Plan International, que es la organización responsable de protección infantil y prevención de violencia de género en el campo, además de para muchas otras organizaciones que trabajan en campos de refugiados en todo el mundo”, añade. Aunque los entornos humanitarios pueden aumentar el riesgo de violencia, las causas subyacentes suelen ser actitudes y creencias muy arraigadas que promueven y permiten la discriminación y la violencia contra mujeres y niñas. Anteriores informes de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Johns Hopkins utilizando una formación en empoderamiento centrado en la agencia personal han mostrado algunos resultados prometedores al abordar la violencia de género (fuera y dentro de la pareja) en zonas de bajos recursos con población privada de derechos. Muchos de estos métodos están integrados en el Manual de Empoderamiento para Emprendedores de la GACC, que se utilizará en el estudio, y han tenido impactos significativos en la economía y el bienestar de las

Los derechos de las niñas son derechos humanos
Con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se celebra el 10 de diciembre, Plan International recuerda que la igualdad de género no es un asunto de niñas y mujeres, sino de respeto de los Derechos Humanos. Las niñas siguen siendo el grupo más excluido en el mundo y se enfrentan a la discriminación y la violencia simplemente por ser jóvenes y mujeres. Millones de niñas y mujeres jóvenes ven negado su derecho a la educación, a participar activa y equitativamente en la sociedad, a tomar decisiones importantes sobre su futuro y a estar protegidas de violencia. “La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible promete no dejar a nadie atrás, pero millones de niñas y adolescentes no están siendo tomadas en cuenta. Solicitamos a los líderes mundiales su compromiso para acabar con todas las formas de violencia de género, poner fin a prácticas que violan los derechos de las niñas como el matrimonio infantil forzado o la mutilación genital femenina y garantizar que todas las niñas del mundo puedan completar una educación secundaria de calidad”, explica la directora general de Plan International, Concha López. Plan International, que desde 2007 lidera el movimiento global Por Ser Niña, trabaja en 70 países para acabar con la desigualdad y todas las formas de violencia contra las niñas y transformar las relaciones de poder, de manera que todas las niñas del mundo puedan aprender, liderar, decidir y prosperar. Matrimonio temprano forzado En Malawi, muchas niñas se ven obligadas a casarse con tan sólo 10 años. El matrimonio infantil no sólo les roba su infancia sino también su futuro. Una de esas niñas es Hilda. Tenía sólo 14 años cuando su abuela la obligó a casarse. Su matrimonio está repleto de historias de abuso y violaciones pero logró escapar gracias a la ayuda de un grupo de jóvenes que se han unido para decir basta al matrimonio infantil. Ahora, con el apoyo de Plan International paran matrimonios de otras niñas que se encuentran en la misma situación que vivió Hilda. El matrimonio temprano forzado es una violación de los derechos humanos. A pesar de que existen leyes que lo prohíben, en la práctica el matrimonio infantil sigue estando muy extendido, en parte debido a la pobreza persistente y a la desigualdad de género. En los países en desarrollo, una de cada tres niñas se casa antes de cumplir los 18 años, y una de cada nueve, antes de los 15. Si continúa la tendencia actual, más de 140 millones de niñas estarán casadas en el año 2020. El 14% de niñas de países en desarrollo se casarán antes de cumplir los 15 años, algunas incluso con tan solo 5 años. El matrimonio temprano forzado entre las niñas es más común en Asia meridional y África subsahariana, y los 10 países con las tasas más altas se encuentran en estas dos regiones. Plan International trabaja en 50 países en desarrollo, en los que la prevalencia del matrimonio infantil es muy alta y una de cada tres niñas (34%) se casa antes de cumplir los 18 años. Actualmente Plan International tiene en marcha campañas contra el matrimonio temprano forzado en 16 países de África y Asia, trabajando con las niñas, las comunidades, los líderes tradicionales, los gobiernos, las instituciones globales y el sector privado para erradicar esta práctica. Además, los programas de Plan International pretenden transformar, a través movimientos sociales, las normas de género y las prácticas que impulsan los matrimonios a temprana edad e incidir en la aprobación y cumplimiento de políticas y leyes que protejan a las niñas del matrimonio temprano.

Alrededor de 150 millones de niños viven en la calle en todo el mundo
Solo en Bangladesh, uno de los países más afectados por este problema, se calcula que alrededor de un millón de niños viven en las calles. La capital, Daca, reúne al 59% de estos menores de edad. El 80% de la infancia que vive en la calle son niños, pero las niñas se enfrentan al estigma de la prostitución y al peligro constante de sufrir abusos sexuales. Plan Internacional atiende a niños y niñas en 13 centros de acogida gestionados a través del Programa de Niños de la Calle en Bangladesh, puesto en marcha en 2002. “Los mosquitos me comían vivo. A veces, la policía no me dejaba dormir en la acera y los drogadictos que vagaban por la calle por las noches solían golpearme”, cuenta Bahar. Cuando falleció su padre, el sostén económico de los seis miembros de la familia, su madre comenzó a trabajar como empleada doméstica y él abandonó la escuela primaria para trabajar como peón. La difícil situación económica que atravesaban le hizo emigrar a Daca, la capital de Bangladesh, con 16 años. En las calles de Daca, Bahar sobrevivía con trabajos inestables durmiendo en la calle. Pasó a ser uno de los 250 millones de niños y niñas que viven en la calle en todo el mundo. Solo en Bangladesh hay un millón de menores de edad en la calle. Daca, la capital, reúne al 59% de esos niños y niñas que malviven en sus calles buscando algo que llevarse a la boca. Según el informe ‘Beyond the Streets’ de Plan Internacional, las áreas metropolitanas de Bangladesh están creciendo rápidamente. Los altos niveles de pobreza, los desastres naturales y una deteriorada situación social y legal llevan a la población rural a trasladarse a las grandes ciudades buscando desesperadamente una vida mejor. “La realidad de la vida en la ciudad es dura y la infancia que vive en la calle está desprotegida, es muy vulnerable al abuso y el maltrato”, dice Abdul Mannan, director del Programa de Niños de la Calle de Plan Internacional en Bangladesh. “La pobreza extrema y la falta de acceso a los servicios básicos privan a los niños y niñas de derechos básicos. Muchos son explotados y expuestos a riesgos laborales, a menudo trabajando en condiciones peligrosas y con salarios ínfimos”. “Una infancia en la calle es una vida sin derechos. En el mundo hay 250 millones de niños y niñas que viven en las calles. Por eso, es necesario apoyo institucional y legislativo para abordar este problema, que radica en la falta de registro de nacimientos, en la pobreza y en la violencia contra la infancia. Los niños y niñas que han vivido en la calle pueden salir adelante a través de educación y apoyo psicosocial”, explica Concha López, directora general de Plan International España. Una oportunidad para salir de la calle Un día Bahar conoció a un trabajador del Programa de Niños de la Calle de Plan Internacional y le llevaron a un centro de acogida. “No recordaba cuándo me había duchado por última vez. Allí me proporcionaron jabón para lavarme, y me sentí muy bien después de dormir durante largo rato. Mi cama estaba limpia y no había mosquitos”, explica. El 80% de los menores de edad en las calles son niños, sin embargo, la situación es especialmente difícil para las niñas que sufren la presión y el estigma de la prostitución además de violencia sexual. Rabeya, de 17 años, vivió en las calles de Daca tras sufrir malos tratos por parte de su padrastro. “Daca es un lugar peligroso para las mujeres jóvenes, es muy común el acoso sexual en la calle”, explica. Ella, su hermana Shejuti, de 5 años, y alrededor de otras 25 niñas han encontrado refugio seguro en un centro de acogida de Plan Internacional. Puesto en marcha en 2002, el Programa de Niños de la Calle de Plan Internacional en Bangladesh atiende a más de 5.000 niños y niñas que ahora viven en los 13 centros de acogida financiados por la organización. En los últimos años, más de 3.000 niños y niñas han recibido sesiones de alfabetización y materiales educativos y cerca de 600 han sido inscritos en la escuela primaria. Los centros han gestionado la obtención de certificados de nacimiento para cerca de 3.000 niños y ofrecen actividades de formación sobre salud e higiene, abuso sexual, trabajo infantil y trata de personas. Historias de superación Bahar tiene ya 18 años y envía dinero a casa. Ha salido del centro y vive en un apartamento de alquiler con sus compañeros, aunque sigue manteniendo el contacto con el personal del centro. “Esto es sólo el comienzo de mi viaje. Todavía necesito el respaldo del centro de acogida para continuar mi camino”, asegura. Rabeya encontró un puesto de trabajo en un salón de belleza y aprendió un oficio. Todo el dinero que gana es guardado por un sistema bancario establecido por el centro. “Se me da bien hacer tratamientos faciales, a la gente le agrada mi trabajo. Sé que tengo que construir mi futuro. Creo que en cuatro o cinco años seré capaz de tener mi propio salón de belleza”,

Una de cada diez niñas ha sufrido violencia sexual
En todo el mundo, más de 150 millones de niñas, es decir, una de cada diez, ha sufrido violencia sexual, y el 35% de las mujeres ha sido víctima de violencia de género. Plan International denuncia que alrededor de 150 millones de niñas en todo el mundo, es decir, una de cada diez, han sufrido violaciones o algún tipo de violencia sexual. Casi la mitad de las agresiones sexuales se cometen contra niñas menores de 16 años. En el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la organización recuerda que las niñas sufren en mayor medida formas de discriminación y violencia como el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina, la violencia sexual y los embarazos adolescentes, que afectan a su autoestima, desarrollo y educación y limitan sus oportunidades de futuro. “La violencia de género es una pandemia que viola los derechos de las niñas en todo el mundo. Plan International solicita el compromiso de los gobiernos para poner en marcha las partidas y acciones necesarias para cumplir las promesas realizadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que marcan como meta eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en el ámbito público y privado para 2030”, asegura Concha López, directora general de Plan International en España. La Organización Mundial de la Salud estima que el 35% de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual en algún momento de su vida. Sin embargo, algunos estudios nacionales demuestran que hasta el 70% de las mujeres ha experimentado violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental durante su vida. Publishing office España Plan International, que desde 2007 lidera el movimiento global Por Ser Niña, trabaja en 70 países para acabar con la desigualdad y todas las formas de violencia contra las niñas y transformar las relaciones de poder, de manera que todas las niñas del mundo puedan aprender, liderar, decidir y prosperar. Además, a través del programa “Ciudades Seguras”, que se lleva a cabo en Kampala (Uganda), El Cairo (Egipto), Hanoi (Vietnam), Nueva Delhi (India) y Lima (Perú), Plan International impulsa iniciativas que buscan que los servicios públicos (transporte, educación, policía) y las leyes sean más inclusivos y seguros para las niñas y conciencia a las familias y las comunidades para promover un entorno

La falta de sanitarios provoca la muerte de miles de niños al año
La falta de retretes obliga a 1.100 millones de personas en todo el mundo a orinar y defecar al aire libre. La contaminación viral de las heces provoca enfermedades que afectan gravemente a la población infantil en países en vías de desarrollo: la diarrea es la segunda causa de muerte entre menores de cinco años. Plan International denuncia que 2.400 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a un baño con estándares mínimos de salubridad, lo que acarrea numerosos problemas de higiene y enfermedades. De hecho, 1.100 millones de personas –una cantidad equivalente a toda la población del continente americano- no usan o tienen ningún tipo de baño por lo que se ven obligadas a orinar y defecar en espacios abiertos. Coincidiendo con el Día Mundial del Retrete, que se celebra el 19 de noviembre, Plan International recuerda que durante 2016 ha contribuido a mejorar las condiciones higiénico sanitarias de 4,8 millones de personas en todo el mundo a través de la construcción y mejora de baños. La falta de instalaciones sanitarias adecuadas tiene un impacto especialmente negativo en las mujeres: dos de cada tres colegios en países en desarrollo no tiene baños separados por sexos, lo que provoca que muchas de las niñas falten a clase en durante la menstruación y además sean víctimas de ataques físicos y sexuales. En India, por ejemplo, se calcula que el 20% de las niñas deja de ir a clase cuando empieza a tener el periodo. “El coste en salud y socio económico de la falta de algo tan básico como un retrete es insostenible. No es posible que haya más personas con acceso a móviles que unas instalaciones sanitarias adecuadas” denuncia Concha López, directora general de Plan International en España. No es posible que haya más personas con acceso a móviles que unas instalaciones sanitarias adecuadas El coste en salud de la falta de retretes Las heces a menudo contienen agentes patógenos como el e-coli, el virus del cólera o el rotavirus, que son altamente infecciosos y afectan con especial virulencia a la población infantil. Cuando el entorno está infectado con heces resulta extremadamente fácil contaminarse: basta con no lavarse las manos antes de comer o que una mosca se pose brevemente en la comida para que los virus entren en el organismo. Cuando estos patógenos son ingeridos, son fuente de enfermedades como la diarrea o los parásitos intestinales. La diarrea, si no es tratada a tiempo, puede desembocar en una deshidratación grave y abrir la puerta a enfermedades más graves. De hecho, esta enfermedad mata a más niños en el mundo que el VIH, la tuberculosis y la malaria juntos y es la principal causa de muerte de niños y niñas menores de cinco años, después de las enfermedades respiratorias. Además de diarrea, los parásitos intestinales pueden generar falta de apetito o impedir la correcta absorción de los nutrientes. Una situación que puede devenir en crónica cuando las infecciones son continuadas. El 50% de la desnutrición en el mundo está asociada a las infecciones derivadas de una presencia de heces en el agua y el entorno. La desnutrición, además de aumentar las posibilidades de contraer una enfermedad y dificultar la recuperación, es una de las principales causas subyacentes en el 50% de las muertes de niños. La desnutrición crónica impacta gravemente en el desarrollo físico y cognitivo de los niños. El impacto socio económico de la falta de retretes Se calcula que, cada año, los niños y niñas de todo el mundo pierden un total de 443 millones de días de escuela por enfermedades relacionadas con la falta de agua potable y las condiciones higiénico-sanitarias, como la diarrea y los parásitos intestinales. A escala macroeconómica, se calcula que la economía mundial pierde 260 billones en costes sanitarios y por baja productiva debido a la escasez de higiene. Una cantidad superior al PIB combinado de más de 128 países. ¿Qué hace Plan International al respecto? El trabajo de Plan International en el ámbito de agua potable, higiene y saneamiento combina la construcción y mejora de baños con acciones de sensibilización para lograr cambios de hábitos, como el lavado habitual de manos y la limpieza de las instalaciones sanitarias. En Gana y Etiopía, Plan International ha desarrollado programas con líderes locales y profesores para enseñar y proveer de materiales sanitarios para que las comunidades construyan sus propias instalaciones. En Camboya se ha llevado a cabo un programa sanitario con otras organizaciones internacionales y el propio gobierno camboyano en diez provincias del país para mejorar la calidad del material sanitario. En Kenia, Plan International trabaja en el slum de Kibera con un grupo de jóvenes emprendedores que ha puesto en marcha un servicio de limpieza y mantenimiento de los baños públicos. En Zimbabue se han construido servicios separados para niños y niñas en cinco escuelas y sistemas de bombeo que garanticen la calidad del agua que consumen los