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Situación de las niñas y jóvenes rohingya: amenazadas por la violencia, los abusos, la trata y el matrimonio infantil

Se cumplen dos años de la crisis que ha obligado a casi un millón de rohingyas a huir de sus hogares. Las niñas y adolescentes tienen mayor riesgo de sufrir violencia, abusos, tráfico de personas o matrimonio infantil. Según un estudio de Plan International, el 97% de las jóvenes asegura tener que encargarse de las tareas domésticas mientras que solo el 28% declara recibir algún tipo de educación Dos años después del desplazamiento masivo que ha obligado a casi un millón de rohingyas a huir de la violencia desde Myanmar hacia Bangladés, Plan International recuerda a la comunidad internacional la necesidad de atender urgentemente las necesidades concretas de las niñas y jóvenes rohingya: se enfrentan a sufrir violaciones de sus derechos como el tráfico de personas, la violencia, los abusos y el matrimonio infantil, cuyos casos se han multiplicado a causa de la crisis humanitaria. Desde que comenzara la crisis, se han registrado 688.000 nuevas llegadas al Cox’s Bazar, lo que sitúa a la población rohingya total en este campamento de refugiados, considerado uno de los más grandes del mundo, en más de 911.566 personas. De ellas, más de la mitad, el 55%, son niños y niñas que arriesgaron su vida para llegar hasta los campamentos en Bangladés.  La vida en los campamentos no es fácil. Después de huir de Myanmar por culpa de la violencia extrema, las jóvenes han sido altamente expuestas a la violencia y los abusos durante su desplazamiento hasta llegar a los campamentos; y también una vez instaladas, las niñas y las adolescentes se encuentran atrapadas en tiendas minúsculas, donde tienen que convivir hacinadas con personas desconocidas. “La situación que viven las adolescentes rohingya es especialmente difícil porque se enfrentan a una triple discriminación por razones de edad, género y etnia. Muchas se encuentran solas y viven con miedo, sin el acceso necesario a la educación, alimentación, agua potable o letrinas. Están enormemente expuestas a sufrir abusos… Es necesario que la comunidad internacional reconozca y atienda sus necesidades concretas de manera urgente”, explica Benjamin Thiberge, director de Programas Internacionales de Plan International España. Además, una de las grandes barreras a las que se enfrentan las refugiadas rohingya es la falta de oportunidades para la educación, que está exacerbando los problemas de protección de la infancia. Solo el 28% de todas las encuestadas para el informe “Adolescentes en Emergencias: Voces de Bangladés”, elaborado por Plan International, declararon asistir a la escuela. Muchas veces, son los propios padres quienes impiden a las jóvenes seguir yendo al colegio por la falta de recursos, de seguridad en los desplazamientos y porque prefieren que se queden trabajando en casa. El 75% de las adolescentes han contado que no pueden tomar decisiones sobre sus vidas y el 97% aseguran tener que encargarse de las tareas domésticas, entre ellas la recogida de agua. La vida de las jóvenes en Bangladés Mukaraima, de 10 años, es una de las miles de niñas que llegó al campo de refugiados de Kutupalong en agosto de 2017, haciendo una travesía durante 16 días por las aguas del río Naf, que marca la frontera entre Bangladés y Myanmar. A pesar de su corta edad, Mukaraima ha sufrido la violencia en carne propia. Sus padres y dos de sus tres hermanas murieron a causa de un tiroteo y, su otra hermana, está desparecida desde entonces. Mukaraima es consciente de los peligros y cuenta que, como en su tienda de campaña no hay ningún hombre, tiene miedo de que le roben, le asalten o de sufrir violencia de género. Rumana es una joven de 13 años de la comunidad de acogida que vive a 8 kilómetros de Ukhia, un subdistrito del Cox’s Bazar, y forma parte de esa minoría de jóvenes que todavía va al colegio. Actualmente cursa 5º grado y aspira a ser funcionaria pública. La joven quiere continuar con sus estudios, pero, además de suponer un gasto económico, en su trayecto desde su casa hasta el colegio, ella y su amiga se enfrentan a las burlas y al acoso por parte de los chicos de la comunidad local y de los chicos rohingya. Las jóvenes deben seguir caminando mientras escuchan este tipo de malas palabras. Rumana se pregunta: “¿cómo voy a continuar con mis estudios si tengo que trabajar en casa y debo superar todos los obstáculos de la carretera y a los chicos malos que se burlan de nosotras?”. La joven cree que finalmente va a tener que dejar la escuela para casarse: “Sé que legalmente está prohibido casarse antes de los 18, pero también sé que, si llego a los 20, todo el mundo avergonzará a mis padres diciéndoles que soy demasiado mayor”, explica Rumana.  El futuro es la educación La respuesta de Plan International ante esta emergencia pasa por apoyar especialmente a las niñas y adolescentes ofreciéndoles oportunidades de aprendizaje en un entorno seguro, abordando las principales barreras para el acceso a la educación como la falta de espacio físico en los campamentos, el bajo nivel de instrucción de los docentes y la restricción de movimiento de las adolescentes. “La participación en los talleres está sirviendo para reducir el nivel de estrés y de trauma, a través del apoyo psicosocial y de reuniones con otros niños y niñas, por lo que ahora les resulta más fácil compartir su historia con otras personas”, dice Benjamin Thiberge, director de Programas Internacionales de Plan International España. En total, el programa de atención a necesidades educativas en emergencia de la población refugiada Rohinga y comunidades de acogida en Bangladés espera beneficiar a más de 9.000 jóvenes, de las cuales alrededor de 4.650 son niñas y mujeres jóvenes. Rumana y Mukraima son dos de las jóvenes beneficiarias de los proyectos en los que Plan International trabaja para que ninguna chica rohingya o de las comunidades de acogida se quede atrás.

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CAMBIANDO VIDAS: ANÁLISIS DEL IMPACTO DEL APADRINAMIENTO

Hemos generado más de 12 millones de entrevistas que, por primera vez, hemos recopilado en un único análisis sobre el impacto del apadrinamiento en los niños y las niñas. Desde nuestros inicios, el apadrinamiento de niños y niñas es una de las bases de nuestro trabajo. Actualmente, a través de diferentes programas de apadrinamiento, actividades y comunicaciones, estamos apoyando a 1,4 millones de niños y niñas apadrinadas en 48 países de todo el mundo. Con el fin de profundizar en el impacto que tiene nuestro trabajo, en 2006 empezamos a realizar encuestas anuales a todos los niños y las niñas apadrinadas de Plan International. Estos estudios, sin embargo, presentaban limitaciones debido a diferentes factores.  Desde ese año, hemos generado más de 12 millones de entrevistas que, por primera vez, hemos recopilado en un único análisis sobre el impacto del apadrinamiento en los niños y las niñas. PRINCIPALES HALLAZGOS: El apadrinamiento ayuda a aumentar la asistencia escolar ya que alienta al registro de los nacimientos. Los niños y niñas con un padrino tienen una mayor probabilidad de tener un certificado de nacimiento y también tienen una mayor probabilidad de asistir a la escuela. El 90% de los nacimientos de los niños y niñas que participaron en la muestra del apadrinamiento están registrados. Según UNICEF* a nivel mundial el 65% de los nacimientos de los niños y niñas menores de cinco años de edad están registrados. Comunicaciones: Las comunicaciones de patrocinio tienen un vínculo positivo con mejores declaraciones de salud, bienestar emocional y más participación en redes sociales. La mayoría de los niños y niñas que participaron en la encuesta gozan de buena salud. Solo el 6,6% de los niños y niñas apadrinados que participaron de la muestra informaron haber sufrido algún problema de salud en los últimos 12 meses. Edad: Los niños y niñas más jóvenes se benefician más del apadrinamiento que los niños y niñas de mayor edad. La adolescencia es un momento clave en el que los resultados positivos de desarrollo empiezan a cambiar, en especial en lo atinente de la pobreza, la salud y la asistencia escolar. En la mayoría de los distritos en los que Plan International ejecuta programas de patrocinio, los niños y niñas tienen más acceso al agua en condiciones mejoradas que en los distritos sin programas de apadrinamiento:  El 89% de los niños y niñas apadrinadas puede acceder a agua en condiciones mejoradas y el 99% puede acceder a saneamiento en condiciones mejoradas. OBJETIVOS DEL ESTUDIO: Generar datos objetivos sobre el impacto de nuestro modelo de apadrinamiento en los resultados del desarrollo de los niños y niñas apadrinadas y sus comunidades. Aportar datos en un campo en el que la investigación empírica rigurosa es escasa, a pesar del uso generalizado de programas de apadrinamiento por parte de las ONG. Comprobar la relevancia de nuestro trabajo en torno a los apadrinamientos en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como poner de manifiesto algunas brechas en nuestros enfoques. Aprovechar nuestros datos sobre apadrinamiento de niños y niñas para divulgar nuestro trabajo, hacer seguimiento de nuestro progreso y garantizar la rendición de cuentas ante los niños y niñas apadrinadas, sus comunidades, y también ante el sector de desarrollo en general. TRABAJO EN CONJUNTO CON LA UNIVERSIDAD RMIT Con el fin de cumplir estos objetivos, encargamos a la Universidad RMIT (Melbourne, Australia) un estudio cuantitativo sobre el impacto que tiene el modelo de apadrinamiento de Plan International en los niños y las niñas y sus comunidades. Para esta investigación se tomaron en cuenta grupos de niños y niñas de diferentes contextos y países. Este informe recoge una versión resumida de los hallazgos del estudio completo de la Universidad RMIT. Además, presenta nuestras respuestas ante estos hallazgos, en las que observamos con especial relevancia los programas y actividades de apadrinamiento y el trabajo de influencia que desarrollamos en las comunidades. Este es el primer estudio que emplea y recopila en un único informe los datos sobre el apadrinamiento de niños y niñas a partir de los 12 millones de encuestas realizadas. 

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LAS PRINCIPALES ORGANIZACIONES DE INFANCIA PIDEN UNA SEGUNDA REVOLUCIÓN POR LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS

Treinta años después de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño, millones de niñas y niños carecen de los derechos y la protección que necesitan Treinta años después de que los líderes mundiales se comprometieran a proteger los derechos de todos los niños y niñas, millones de ellos no asisten a la escuela, se enfrentan a la pobreza, la explotación, la violencia y el abuso. Un nuevo informe, na segunda revolución: 30 años de los derechos del niño y la agenda inconclusa, apela a la comunidad internacional a cumplir las promesas rotas de la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (CDN). Elaborado por la alianza Joining Forces, integrada por las seis organizaciones líderes en materia de infancia (Educo miembro de ChildFund Alliance, Plan International, Save the Children International, Aldeas Infantiles SOS Internacional, Terre des Hommes International Federation y World Vision International), el informe aboga por un compromiso renovado con las niñas y los niños. Los miembros de la alianza reafirman que los gobiernos deben tomar medidas audaces enfocadas en las niñas y los niños cuyos derechos siguen siendo vulnerados, a menudo como resultado de la discriminación basada en su identidad de género, raza, casta, religión, discapacidad u orientación sexual. “Ha habido un progreso notable para las niñas y los niños desde la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño, pero no podemos olvidarnos de los millones que se han quedado atrás”, dice Meg Gardinier, presidenta del Comité Directivo de Joining Forces.  “Son las niñas y niños más vulnerables a quienes el mundo está pasando por alto: los que se enfrentan a la pobreza extrema, los y las jóvenes que viven en estados frágiles, los refugiados, y los niños y niñas con discapacidad. Cuando se trata de traducir los compromisos en un cambio duradero, nos hemos quedado cortos y debemos hacerlo mejor. Este es un fracaso moral, legal y económico que el mundo no se puede permitir”. “Ha habido un progreso notable para las niñas y los niños desde la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño, pero no podemos olvidarnos de los millones que se han quedado atrás” Las estadísticas globales reflejan los desafíos que todavía quedan pendientes. Y es que, cada año: Más de 5 millones de niñas y niños mueren por causas prevenibles y casi la mitad de estas muertes son atribuibles a la desnutrición 95.000 niñas y niños (70% varones) son asesinados y 15 millones de niñas adolescentes denuncian haber sufrido relaciones sexuales forzadas 64 millones de niñas y niños no tienen acceso a educación primaria. El informe destaca los factores clave que frenan el progreso e incluye entre ellos la falta de inversión en servicios que son de importancia crítica para las niñas y los niños.  Por ejemplo, la mayoría de los países no cumplen con el gasto del 5-6% del PIB para garantizar la cobertura universal de la atención médica esencial. Además, la ayuda extranjera de la que dependen muchos de los países se está quedando corta en áreas críticas como salud y educación. Otro factor es la falta de datos de calidad. Los gobiernos tienden a confiar en datos que reflejan los promedios nacionales, lo que dificulta identificar las necesidades específicas de niñas y niños y evaluar el progreso.  El desglose de los datos por género, edad, discapacidad y localidad es cada vez más importante porque muchas violaciones de derechos se concentran en los grupos de niñas y niños desfavorecidos. La alianza Joining Forces pide a los gobiernos que adopten nuevos compromisos y medidas renovadas que aseguren el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño. Esto debe incluir: Implementar leyes, políticas, presupuestos y programas que sean inclusivos a todas las niñas y los niños; Promover los derechos de todas las niñas y los niños en situación de vulnerabilidad y defender la igualdad de género; Establecer mecanismos efectivos para proteger de forma integral a todos los niños y las niñas frente a la violencia; Apoyar la participación significativa de las niñas y los niños, y defender su derecho a la libertad de expresión y de opinión. Dar a las niñas y los niños una voz real y escuchar y prestar atención a sus opiniones será crucial para el progreso. Las niñas y los niños todavía son tratados como receptores pasivos de las decisiones que toman los adultos, a pesar de que su derecho a la participación es uno de los principios fundamentales de la CDN. Existen barreras en todos los niveles de la sociedad, desde la falta de reconocimiento en las leyes y políticas, la falta de capacidad de los adultos para facilitar la participación de las niñas y los niños de manera significativa, y la falta de acceso a la justicia para las niñas y los niños que necesitan defenderse ante las violaciones de sus derechos.   Para dar voz a todos esos niños que son dejados atrás, en el marco de la alianza Joining Forces, Alexandra Floare, una joven española de 20 años, defenderá hoy ante Naciones Unidas la necesidad de adoptar medidas concretas que garanticen el cumplimiento de los derechos de los niños y las niñas. Alexandra sufrió malos tratos en su infancia y creció en el sistema de protección. Hoy, siente que la vida le ha dado una segunda oportunidad y quiere aprovecharla para defender los derechos de aquellos niños y niñas que siguen pasando por dificultades. “Necesitamos un compromiso urgente y renovado que haga frente a los desafíos pendientes y que garantice que ningún niño es dejado atrás”, asegura. Para leer el informe completo y las recomendaciones, haga clic aquí. SOBRE JOINING FORCES Joining Forces es una colaboración entre las seis ONG líderes que trabajan con y para las niñas y los niños menores de 18 años (Educo miembro de ChildFund Alliance, Plan International, Save the Children International, Aldeas Infantiles SOS Internacional, Terre des Hommes International Federation y World Vision International). En la actualidad, Joining Forces se enfoca en dos corrientes de trabajo: Child Rights Now!, que ha elaborado este informe, y la Alianza para Erradicar la Violencia contra la Infancia. Para más información, visite www.child-rights-now.org Una segunda revolución: 30 años de los derechos del niño y la agenda inconclusa, se basa en una amplia investigación teórica, en la consulta a más de 2.000 niñas, niños y jóvenes, así como en los análisis nacionales realizados por los miembros de Joining Forces y por sus socios nacionales. En el caso de España, han participado en su elaboración la Plataforma de Infancia y

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Celebramos el nuevo convenio de la OIT para proteger a las mujeres de la violencia y el acoso en el trabajo

Por primera vez una norma internacional reconoce que todas las personas tienen derecho a un entorno laboral libre de violencia y acoso. El viernes 21 de junio la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó el primer convenio sobre violencia y acoso en el ámbito laboral. Por primera vez en la historia, esta nueva norma internacional reconoce que todas las personas tienen derecho a un entorno laboral libre de violencia y acoso y subraya que pueden constituir una violación de los derechos humanos. Entre los aspectos más relevantes que se recogen en el convenio está la definición de víctimas de acoso y violencia, haciendo especial hincapié en la violencia y acoso por razón de género.  La norma no solo abarca la violencia y el acoso en el lugar de trabajo, sino que también protege otros ámbitos como las actividades y eventos de índole social, los viajes, o incluso los desplazamientos entre el domicilio y el lugar de trabajo. Por otro lado, se recuerda a los Estados miembro que tienen la responsabilidad de promover un “entorno general de tolerancia cero” y se hace un llamamiento a los gobiernos y a los y las empleadoras para que implementen mecanismos que aseguren que las personas que han sufrido violencia o acoso puedan denunciar con seguridad, sin temor a sufrir ningún tipo de represalia. A nivel mundial, se estima que una de cada tres mujeres sufre violencia física o sexual a lo largo de su vida, un hecho que también repercute en el ámbito laboral, donde la violencia y el acoso afectan a los 1.350 millones de mujeres trabajadoras del mundo. A pesar de lo alarmantes que resultan las cifras, más de uno de cada tres países no cuenta con las leyes necesarias para hacer frente al acoso sexual en el trabajo. Plan International trabaja para garantizar que las mujeres jóvenes tengan las habilidades y oportunidades necesarias para empoderarse y alcanzar la independencia económica. A través de Girls Advocacy Alliance, Plan International aborda la violencia de género en el ámbito laboral, combate la exclusión económica y facilita el acceso de las mujeres jóvenes al mercado laboral. Esta alianza tiene como objetivo generar una mayor conciencia en torno a esta problemática para conseguir que las empresas del sector privado introduzcan políticas y prácticas que promuevan la igualdad de género y la protección de los niños y las niñas.  Desde España, Plan International trabaja para desarrollar las habilidades y oportunidades para el empleo y emprendimiento juvenil, en línea con el ODS 4, para garantizar el acceso a trabajo decente para los y las jóvenes. Desarrollamos proyectos para que la juventud más vulnerable, especialmente las mujeres jóvenes, adquieran los conocimientos y habilidades necesarias para acceder a mejores oportunidades de empleo y emprendimiento, especialmente en sectores relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación y las energías renovables. En esta era marcada por el movimiento #MeToo, existe una mayor conciencia a nivel mundial sobre los desafíos específicos a los que se enfrentan las mujeres jóvenes en el mercado laboral. Sin embargo, no lograremos la igualdad de género hasta que las mujeres puedan trabajar en condiciones seguras y decentes, sin miedo a sufrir violencia o acoso. La aprobación de este convenio supone un paso más en el avance de los derechos laborales. Sin embargo, para que sea efectivo, los gobiernos deben ratificarlo, pues, de lo contrario, no cumplirá su cometido. Por eso, desde Plan International instamos a todos los países del mundo a que ratifiquen este Convenio para asegurar que tanto las mujeres como los hombres están realmente protegidos de la violencia y el acoso en el mundo laboral.

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La vida de las chicas refugiadas en Beirut: acoso y aislamiento

Primer informe que refleja las barreras y experiencias a las que se enfrentan las adolescentes refugiadas que viven en contexto urbano, como la ciudad de Beirut. El estudio “Adolescentes en Emergencias: Voces de Beirut”, elaborado por Plan International, refleja las barreras a las que se enfrentan las adolescentes refugiadas que viven en la ciudad de Beirut y es el primero que recoge experiencias en contexto urbano. Elaborado a partir de entrevistas y grupos de trabajo con 400 niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años de diferentes nacionalidades, el informe revela que más de la mitad de las niñas refugiadas se enfrentan a violencia y acoso sexual con una regularidad alarmante y preocupante. El 90% de las niñas y jóvenes refugiadas que viven en Beirut no se sienten seguras por la noche. Las niñas y adolescentes refugiadas que viven en Beirut (Líbano) después de huir de los conflictos de Oriente Medio denuncian que, de forma cotidiana, se enfrentan a la violencia, el acoso, el matrimonio forzado y el aislamiento. Así lo revela el nuevo informe elaborado por Plan International “Adolescentes en Emergencias: Voces de Beirut”, que por primera vez documenta las experiencias de las chicas refugiadas de entre 10 y 19 años en contexto urbano y analiza su percepción sobre las amenazas específicas a las que se enfrentan. Con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas que se celebra el 20 de junio, Plan International lanza este informe, para el que se han entrevistado a un total de 400 chicas que viven en diferentes zonas de la ciudad de Beirut, y que revela que más de la mitad de las niñas y jóvenes se enfrentan a violencia y acoso sexual con una regularidad alarmante y preocupante. El estudio reúne las voces de niñas y jóvenes iraquíes, sirias, libanesas y palestinas en la capital libanesa, una ciudad de 2.200.000 habitantes que acoge a 239.005 personas refugiadas. La mayoría de las jóvenes, independientemente de su nacionalidad, no se sienten seguras. Casi el 90% de las encuestadas revelaron que temen por su seguridad por la noche mientras que alrededor del 70% dijeron sentirse inseguras si viajan solas por la ciudad durante el día. “Tenemos demasiado miedo [para salir solas]. Siempre hay hombres borrachos que nos acosan e, incluso los que no lo están, también nos acosan”, relata una chica siria de 18 años que vive en Borj El Brajneh, campamento de refugiados situado a las afueras de Beirut. El informe elaborado por Plan International registra las percepciones sobre seguridad y principales preocupaciones de las niñas y adolescentes refugiadas. Según el estudio, la mayoría de las chicas se sienten acosadas y perseguidas por los hombres y los niños, mientras que otras se muestran preocupadas por ser secuestradas o violadas. “La principal preocupación de las niñas y jóvenes refugiadas, independientemente de su nacionalidad y lugar de residencia, es la violencia de género, incluido el acoso sexual. El 42% de las encuestadas afirmaron que las adolescentes como ellas, de su misma edad y nacionalidad, experimentan violencia sexual. La mayoría de las niñas y jóvenes salen a la calle con temores totalmente justificados, y eso repercute en su estado de ánimo y en sus relaciones personales. Desde el trabajo de nuestra organización sabemos que es fundamental asegurar que las jóvenes puedan sentirse plenamente seguras en su lugar de residencia para hacer frente a su situación de una forma más positiva”, subraya Concha López, directora general de Plan International. El 57% de las encuestadas reportaron que sufren abusos verbales y emocionales, una situación más frecuente en el caso de las niñas y jóvenes sirias. Especialmente en el campo de refugiados de Bourj El Baranej, las jóvenes sirias explicaron que ellas se enfrentan a este tipo de abusos en el lugar donde viven: “Si alguien te acosa, no puedes hacer nada porque eres siria”, cuenta una joven de 15 años. “Tenemos demasiado miedo para salir solas. Siempre hay hombres borrachos que nos acosan” Según este informe, otra de las grandes barreras que enfrentan las chicas refugiadas es el matrimonio infantil. Muchas contaron que a sus amigas les obligan a casarse, una práctica que se está volviendo cada vez más frecuente, de acuerdo con la investigación de Plan International. El 10% de las niñas encuestadas dijeron estar casadas ​​o comprometidas. “A algunas niñas, sus padres las obligan a abandonar la escuela para casarse. Todas mis amigas se han casado y ahora tienen hijos”, dice una chica siria de 13 años que vive en Bourj El Barajneh. El informe también revela que, a pesar de los obstáculos a los que se enfrentan, las chicas refugiadas se sienten ilusionadas sobre su futuro: el 75% dicen sentirse optimistas respecto a su futuro y su comunidad. Además, muestran ambición personal y confianza en la resistencia de sus comunidades. “A partir de estos resultados queda claro que, si bien las adolescentes tienen vulnerabilidades únicas, también tienen un enorme potencial. Como organización humanitaria nuestro deber no solo es ofrecer programas que protejan a las niñas adolescentes, sino también trabajar para que sea posible que tengan las mismas oportunidades que el resto de las niñas en otras partes del mundo cuyas vidas no han sido interrumpidas por la guerra”, afirma Colin Lee, director del programa regional de Oriente Medio. La mayoría de las chicas identifican la educación como un arma para tener mejores oportunidades de futuro. Una niña palestina de 13 años cuenta que: “no tenemos nada para el futuro, excepto la educación. Si frenas tu aprendizaje, se te cierran todas las puertas en la cara”. Con este informe, el cuarto de la serie “Adolescentes en Emergencias” que busca dar voz a las mujeres jóvenes en contextos de crisis, Plan International insta a la comunidad internacional a tomar las medidas necesarias para apoyarlas, entre las que incluye: Reconocer las necesidades específicas de las adolescentes y asegurar que se recoja su punto de vista y participación en la toma de decisiones, diseño e implementación de los programas humanitarios. Abordar las causas fundamentales de la desigualdad de género desde los niveles legislativos, de la familia y la comunidad. Eliminar las barreras que impiden a las niñas en las comunidades de refugiados asistir a la escuela. Garantizar que las chicas tengan acceso a atención médica confidencial, información sobre sus derechos y salud sexual y reproductiva, y espacios seguros donde puedan reunirse, socializar y apoyar a sus

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Vamos a cambiar los rostros del liderazgo

Las barreras y limitaciones a las que se enfrentan las niñas para ser escuchadas y representadas, motiva que cada vez más se formen para alcanzar posiciones de liderazgo. Están decididas a pronunciarse, liderar el cambio y demostrar el poder de las niñas, jóvenes y mujeres. El estudio “Tomamos la iniciativa: las niñas y jóvenes cambian los rostros del liderazgo”, elaborado por Plan International, señala que el 93% de las encuestadas cree que las mujeres líderes experimentan contacto físico no deseado. Según el estudio, aunque la mayoría tiene confianza en sus habilidades de liderazgo, el 60% de las niñas y jóvenes creen que las mujeres tienen que esforzarse más que los hombres para ser respetadas. La organización alerta de que, al ritmo actual de progreso, que harán falta 100 años para alcanzar igualdad de género en la participación política. La mayoría de las niñas y jóvenes de todo el mundo querrían llegar a ser líderes, pero 9 de cada 10 mujeres jóvenes consideran que sufrirían discriminación y acoso si llegaran a ocupar puestos de liderazgo. Así lo revela el nuevo informe elaborado por Plan International “Tomamos la iniciativa: niñas y mujeres jóvenes cambian los rostros del liderazgo”, que investiga las aspiraciones de liderazgo de chicas de 19 países y revela las barreras que enfrentan en los diferentes ámbitos de la sociedad para cumplir sus metas. Alrededor de 10.000 jóvenes de entre 15 y 24 años de 19 países han sido encuestadas en esta investigación, de las que el 76% señaló que aspira a convertirse en líder, y el 60% aseguró que confía en sus habilidades y capacidades de liderazgo. No obstante, el 94% cree que, en el caso de las mujeres, ocupar un puesto de dirección implica ser tratada injustamente en comparación con los hombres. Asimismo, el 93% siente que las mujeres que lideran experimentan contacto físico no deseado; una percepción que se incrementa entre las mujeres jóvenes que ya cuentan con experiencia en este ámbito. En la presentación, realizada en el marco de Women Deliver 2019, la mayor conferencia a nivel mundial sobre igualdad de género, salud, derechos y bienestar de niñas y mujeres que se celebra en Vancouver hasta el 6 de junio y en la que participa Plan International, Anne-Birgitte Albrectsen, CEO de la organización, explicó que “los hallazgos demuestran que, aunque es una de sus mayores aspiraciones, para las niñas y las mujeres jóvenes de todo el mundo llegar a ser líder lleva implícito sufrir discriminación y acoso, independientemente del país en el que se encuentren: Estados Unidos, India, Japón o Sudán”. “Es necesario que todos los actores de la sociedad, incluidos los gobiernos, tomen las medidas necesarias para apoyar la participación, el desarrollo y las aspiraciones de liderazgo de las niñas y eliminen las barreras que las frenan, aprovechando así una oportunidad única de construir una sociedad más justa e igualitaria. En el ámbito de la participación política, por ejemplo, si seguimos a este ritmo, necesitaremos más de 100 años para alcanzar la paridad entre hombres y mujeres”, aseguró Concha López, directora de Plan International España, también presente en Women Deliver Teniendo esto en cuenta, no parece sorprendente que solo el 24% de los cargos parlamentarios de todo el mundo y solo el 5% de las personas CEO de la lista Fortune 500, que presenta las 500 empresas con mayores ingresos de Estados Unidos, sean mujeres. Al respecto, López apuntó que “sin niñas y mujeres jóvenes en las mesas de toma de decisión, no puede existir igualdad de género”. El informe evidencia una dura realidad que traspasa continentes, culturas y economías: los estereotipos de género, profundamente arraigados, y la discriminación generalizada hacia las mujeres repercuten negativamente en las ambiciones de las niñas, limitando su percepción de lo que es posible y apropiado para ellas. Entre los hallazgos del estudio, elaborado por Plan International como parte de su movimiento global “Girls Get Equal”, junto con el Instituto Geena Davis, organización dedicada a investigar la representación de las mujeres en los medios de comunicación, se destaca que, si no actuamos de forma urgente, las próximas generaciones de niñas también desistirán en su ambición de ser líderes e influir en el trabajo, la política, la comunidad y la vida familiar. Otros resultados de la investigación concluyen que: Cuanta más educación reciben, más confianza tienen las niñas en sus habilidades. En general, las niñas perciben mayores críticas y faltas de respeto hacia las líderes mujeres. El 59,3% de las niñas y mujeres jóvenes quieren ser líderes en su lugar de trabajo. Las mujeres jóvenes de países de bajos ingresos tienen mayores probabilidades de aspirar a ser líderes en su país, comunidad o familia que aquellas de países de ingresos altos. Solo el 5% dice que no tiene ninguna confianza en su capacidad para liderar. “Me parece inaceptable que el lugar de las mujeres se reduzca a estar en casa. Las mujeres deben tener las mismas oportunidades de educación y participar en el cambio de sus países”, dijo una joven de Senegal. El informe señala que la educación, el apoyo familiar y las oportunidades de liderazgo temprano desempeñan un papel fundamental en la formación de las niñas líderes. Por eso, es necesario tomar medidas urgentes que acaben con los estereotipos de género e impulsen las aspiraciones de las niñas de ser líderes. “Es igual de importante que las comunidades, los gobiernos, el sector privado, los medios de comunicación y, lo que es más importante, los niños y los hombres colaboren en la eliminación de la discriminación sexual y el acoso contra las niñas y las mujeres, incluidos los que ocupan puestos de liderazgo”, agregó Albrectsen. Los 19 países donde se realizó la investigación son Benín, Canadá, Dinamarca, República Dominicana, Finlandia, Honduras, India, Japón, Países Bajos, Perú, Filipinas, Senegal, Sierra Leona, Sudán del Sur, Suecia, Vietnam, Uganda, Estados Unidos y Zimbabue. Por otro lado, las entrevistas en profundidad, en las que las chicas relataron cómo son infravaloradas y excluidas de la toma de decisiones, se llevaron a cabo con 360 niñas y mujeres jóvenes de India, República Dominicana, Japón, Senegal y Sudán del Sur.

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Solicitamos medidas urgentes para poner fin a violencia y ataques a la educación de las niñas durante conflictos

En conflicto, la educación de las niñas es objeto de ataques por razón de género y ellas tienen 2.5 más probabilidades que los niños de no estar en la escuela. Plan International hace un llamamiento, en el marco de la III Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras que se celebra en Palma de Mallorca del 27 al 29 de mayo, para que los gobiernos cumplan con las leyes internacionales, las resoluciones pertinentes del Consejo de Derechos Humanos y el Consejo de Seguridad de la ONU y ratifiquen la Declaración sobre Escuelas Seguras con el fin de proteger la educación de las niñas durante los conflictos, y ha recordado que tienen 2.5 más probabilidades que los niños de no estar en la escuela y se convierten en objeto de ataques específicos por su género.  Coincidiendo con el 30º aniversario de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño y el 70º de los Convenios de Ginebra, España se convierte en el país anfitrión de la III Conferencia Internacional de Escuelas Seguras, de la que Plan International forma parte, en la que se discutirá sobre la necesidad de impulsar la Declaración sobre Escuelas Seguras, un compromiso intergubernamental suscrito, hasta el momento, por 89 Estados, como instrumento político para proteger al alumnado, profesorado e instituciones educativas en tiempos de conflicto armado.  “La educación es un derecho humano fundamental, más necesario que nunca en épocas de conflicto, por lo que debe estar en el centro de la respuesta humanitaria y los Gobiernos deben tomar medidas urgentes para protegerlo, incorporando la perspectiva de género. Las escuelas se convierten en campos de batalla y las niñas son utilizadas como arma de guerra: atacadas de camino y en las escuelas, secuestradas, reclutadas como esclavas y trabajadoras domésticas por los grupos armados y víctimas de violencia sexual”, ha explicado Concha López, directora general de Plan International, que participa en el panel “Impacto de género de los ataques a la educación y el uso militar de las infraestructuras educativas”.  Según una investigación de la Coalición Global para Proteger la Educación de Ataques (GCPEA por sus siglas en inglés), en los últimos cincos años, las niñas y mujeres estudiantes y docentes han sido atacadas, a través de bombardeos de escuelas, secuestros, violaciones y abusos en al menos 18 países en conflicto.  Por eso, Plan International ha solicitado que se pongan en marcha las siguientes medidas con carácter urgente: Respetar la legislación internacional que protege el derecho a la educación, desde la Convención de los Derechos del Niños al Derecho Internacional Humanitario, así como las normas de la guerra, y sumarse e implementar la Declaración de Escuelas Seguras. Recoger datos y evidencias para el monitoreo y la investigación de los ataques a la educación y las infraestructuras educativas, desagregados por sexo y edad, con especial atención a las experiencias específicas de las niñas y adolescentes.  Brindar asistencia a todas las víctimas de ataques a la educación, incluyendo asistencia sanitaria, psicosocial y oportunidades de educación y formación profesional, con especial atención a las niñas. Proporcionar oportunidades alternativas de aprendizaje en el marco de la Educación en Emergencias, como los espacios de aprendizaje temporal o las escuelas móviles, atendiendo las necesidades y barreras específicas de las niñas.  Abordar los obstáculos específicos que enfrentan las niñas: inseguridad para viajar hacia y desde la escuela, violencia sexual y de género, reclutamiento en grupos armados, trabajo doméstico y de cuidado no remunerado y trabajo infantil. También incluyen el matrimonio infantil, precoz y forzado; embarazo precoz, así como la inseguridad alimentaria y otros desafíos específicos del contexto. Promover la igualdad de género y una cultura de paz a través de la educación y fomentar la participación de las personas jóvenes, especialmente de las chicas, en los procesos de tomas de decisión y en los procesos de construcción de paz. LAS NIÑAS Y LA ESCUELA, CAMPOS DE BATALLA Plan International presenta en la conferencia las experiencias de niñas y adolescentes de zonas en conflicto en las que trabaja, como Sudán del Sur, la región del lago Chad y República Centroafricana, recogidas en la serie de informes “Adolescentes en emergencias” y la investigación “El derecho a la educación en el contexto del conflicto armado en República Centroafricana”.  Las investigaciones de la organización analizan cómo han afectado estas crisis en la educación de las niñas y jóvenes e incorpora una serie de recomendaciones para su protección, desde el apoyo psicosocial a víctimas a la puesta en marcha de educación no formal. Entre los principales hallazgos, las investigaciones subrayan que los contextos de crisis agravan la discriminación y las barreras por los roles de género preexistentes, desde la asignación de tareas domésticas hasta el incremento de los matrimonios tempranos forzados. En el informe sobre la situación de las adolescentes en la región del lago Chad, las jóvenes manifestaron su enorme deseo de tener una educación, pero explicaron que a menudo no pueden continuar en la escuela secundaria por verse obligadas a casarse o a trabajar. El 57,4% de las encuestadas fueron casadas entre los 14 y los 15 años. En contextos de crisis, como las guerras, la violencia de género, desde la violencia sexual como arma de guerra a la prostitución de las niñas o los embarazos precoces, son factores que imposibilitan que las niñas puedan ir al colegio en condiciones de seguridad, lo que provoca su abandono escolar. LOS PROYECTOS DE PLAN INTERNATIONAL En la República Centroafricana, Plan International está trabajando para proteger a los niños y niñas desmovilizados de grupos armados, reuniéndolos con sus familias o en acogida y ofreciendo asistencia a las personas internamente desplazadas. Más de 3.000 niños y niñas reciben apoyo para regresar a la escuela o participar en formación profesional. “Abandoné la guerrilla cuando me di cuenta de que todavía soy joven y que la educación es el mejor camino para conseguir un futuro y me uní al proyecto para aprender un oficio con el que ganarme la vida”, explica Viviane, una niña de la prefectura de Nana-Gribizi. En Sudán del Sur, Plan International trabaja desde 2006 con miles de niñas para ofrecerles apoyo psicosocial, materiales educativos, formación profesional y asistencia durante los embarazos para que puedan continuar con sus estudios. Para Grace, de 27 años, que tuvo que abandonar la escuela con seis huyendo del conflicto, conseguir un certificado de graduación parecía imposible, pero ahora ha podido completar su formación y comenzar un nuevo negocio.  En la región del lago Chad, donde más de 2,2 millones de personas han sido desplazadas y la mitad son niñas y niños, Plan International trabaja desde 2016 en el noreste de Nigeria proporcionando materiales escolares y capacitando al personal docente con el fin de ayudar a que niños y niñas que abandonaron la escuela puedan reanudar sus estudios. A través de las escuelas móviles, 154.000 niños y niñas pueden continuar su educación en espacios seguros alternativos cuando no pueden acceder al colegio. 

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La SAME ha movilizado a más de 14.000 personas

La Campaña Mundial por la Educación (CME) quiere destacar el papel fundamental de la educación en la lucha contra la degradación medioambiental y la transformación hacia un modelo social y medioambientalmente sostenible.    Bajo el lema“Defendemos la educación, sostenemos el mundo” durante el mes de abril se celebró la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) que ha destacado el papel esencial de la educación en la lucha contra la degradación medioambiental. En España han tenido lugar 30 actividades de movilización en centros educativos y espacios públicos de más de 24 ciudades de todo el país en los que han participado más de 14.000 personas. Campaña Mundial por la Educación, 22 de mayo de 2019 Hoy, 22 de mayo, se celebra el Día de la Diversidad Biológica, un día que nos recuerda que protección de la diversidad de nuestros sistemas naturales es esenciales para la existencia humana y el bienestar de la Tierra, a la vez que contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y a la mitigación y adaptación al cambio climático. En este sentido, la Campaña Mundial por la Educación (CME), liderada por Ayuda en Acción, EDUCO, Entreculturas y Plan International España, celebró durante el mes de abril la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) para visibilizar la importancia de la educación para garantizar la conservación de nuestro planeta y la supervivencia de sus habitantes. A través de más de 30 actos en 24 ciudades de España, más de 14.000 personas han participado en diferentes actos bajo el lema “Defendemos la educación, sostenemos el mundo” para destacar la importancia de la educación en la lucha contra la degradación medioambiental y la transformación hacia un modelo social y medioambientalmente sostenible. La actividad de movilización que ha vertebrado todos los actos de la SAME ha consistido en la construcción de Scrabbles de sostenibilidad donde los y las participantes han tenido la oportunidad de pensar juntos algunas palabras relacionadas con la educación y la sostenibilidad. Durante todo el año más de 200 centros educativos y grupos de educación no formal han estado trabajando los materiales didácticos de la CME sobre educación, sostenibilidad y Agenda 2030, y ellos han sido los encargados de impulsar los distintos actos reivindicativos. El papel de una educación equitativa, inclusiva y de calidad El cambio climático constituye un reto global que no sólo tiene graves consecuencias medioambientales, sino un elevadísimo coste humano. Por ejemplo, la contaminación ambiental del aire contribuyó a 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo, 38.000 de ellas en España, según las estimaciones. Además, la sostenibilidad medioambiental está estrechamente vinculada a la sostenibilidad social. De hecho, los efectos del cambio climático podrían llevar a la pobreza a 122 millones de personas en 2030. El cambio climático afecta también a la educación, una de los primeros derechos vulnerados cuando se produce un desastre, y afecta especialmente a las niñas y mujeres en situaciones de crisis y emergencias. Sin embargo, la educación es imprescindible para garantizar el bienestar de todas las personas sin destruir nuestro planeta. En primer lugar, la educación contribuye a que las personas sean capaces de comprender los problemas medioambientales, así como de darles respuesta y reducir su vulnerabilidad frente a sus efectos. Por otro lado, la educación es la mejor herramienta para formar a una ciudadanía consciente de las causas y consecuencias del cambio climático y otros problemas medioambientales, además de dotarla de los conocimientos, competencias y actitudes necesarias para buscar soluciones y poner en marcha medidas para mitigarlos. Defendiendo el derecho a una educación equitativa, inclusiva y de calidad no sólo contribuimos al cumplimiento de las metas establecidas en la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sino que logramos hacer del mundo y de nuestras sociedades un lugar más habitable. Por eso, los y las participantes en la SAME 2019 han reclamado al Gobierno de España y a las administraciones autonómicas y locales que: Recuperen su compromiso de solidaridad con la Ayuda Oficial al Desarrollo, y que destinen al menos el 8% de la misma a la educación. Integren la educación para la sostenibilidad medioambiental y social en los currículos escolares, tanto en España como en países en desarrollo, a través de nuestras políticas de cooperación. Promuevan y financien la puesta en marcha de proyectos de formación en materia de sostenibilidad medioambiental y social destinados al conjunto de las comunidades educativas. Incentiven la “gestión verde” de los centros educativos, para que el sector educativo y las administraciones públicas sean un ejemplo de gestión medioambiental. Adopten medidas dirigidas a impulsar la sostenibilidad social, que persigan la equidad, la eliminación de la pobreza y que todas las personas se beneficien del crecimiento económico y

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El acoso callejero en grupo: una forma de demostración de poder

El informe ‘Inseguras en las calles’, de Plan International, revela que el acoso callejero en grupo es una forma de demostración de los vínculos colectivos, de poder e incluso de diversión que refuerza la masculinidad. El acoso callejero en grupo, en forma de piropos no deseados, silbidos, miradas insistentes o seguimiento y persecución, suele ser considerado por chicos y hombres como una forma de afirmación del vínculo grupal, de demostración de poder y masculinidad e incluso de diversión, según el nuevo informe ‘Inseguras en las calles: experiencias de acoso callejero en grupo en niñas y mujeres jóvenes’, elaborado por Plan International.  El estudio, basado en testimonios de chicas y mujeres jóvenes de Delhi, Kampala, Lima, Sídney y Madrid, muestra que los hombres y chicos que cometen acoso ponen su necesidad de aceptación social en el grupo por delante de la necesidad de las chicas y mujeres de sentirse seguras en las calles. Además, señala que los grupos de hombres y chicos que acosan, lo consideran una forma de entretenerse y divertirse y suprimen la empatía hacia las víctimas para centrarse en reforzar el vínculo con el grupo y medirse con sus pares.   ‘Inseguras en las calles’ se basa en 750 testimonios de niñas y mujeres jóvenes en Delhi, Kampala, Lima, Madrid y Sídney “Este informe pone en evidencia que, en ciudades de todo el mundo, a las niñas y mujeres se les niega su derecho al espacio público y a moverse libremente debido a las actitudes violentas y sexistas de los hombres que las acosan. Muchas veces, los chicos ni siquiera son conscientes del miedo que generan en ellas, porque están más pendientes de reafirmar su masculinidad ante los amigos que en desarrollar alguna empatía con la chica a la que están acosando”, ha explicado Emilia Sánchez-Pantoja, directora de incidencia política de Plan International España.  El informe destaca que el acoso callejero en grupo explota los desequilibrios de poder y pone en la diana a las chicas en situación más vulnerable: ocurre con más frecuencia cuando ellos van en grupos grandes y ellas son más jóvenes y están solas. Además, cuando las chicas se enfrentan al acoso, la respuesta suele desembocar en más burlas, risas y posible escalada de violencia. Estas demostraciones de poder sirven para reforzar su pertenencia al grupo, según los resultados del estudio, pero, en el proceso, humillan y atemorizan a chicas y mujeres.  Experiencias recogidas a través de Free to Be El informe se ha elaborado a partir de los resultados obtenidos en “Free to Be”, una herramienta de encuestas basada en un mapa interactivo y diseñada por chicas y mujeres jóvenes en alianza con Plan International, el Laboratorio XYX de la Universidad de Monash (Australia) y CrowdSpot.  Muchas de las chicas participantes, de cinco ciudades de todo el mundo, han compartido experiencias sobre el acoso que sufren en las calles. En su opinión, para los hombres el acoso en grupo es una forma de refuerzo de sus vínculos y de reafirmación del estatus y el poder. Además, parece existir una disminución de la responsabilidad personal para preservar la identidad colectiva.   Una mujer de 22 años de Sídney asegura que “los hombres, durante la hora del almuerzo, están al acecho para mirar a las mujeres que van al gimnasio cercano en ropa de deporte”, y añade: “se dan codazos, nos apuntan, se ríen y nos sacan fotos en mallas”.  “Un grupo de hombres empezó a acosarme verbalmente y uno de ellos entonces se atrevió a tocarme mientras el resto le reía la gracia”, dijo una chica de 19 años de Lima. “Hace unos días unos tipos me acosaron. Normalmente están en esa zona y me dijeron todo tipo de cosas, yo me asusté mucho. Ya no paso por ahí”, aseguró una chica de 25 años de Madrid. “Inseguras en las calles” ofrece un nuevo análisis de los datos de “(In)seguras en la ciudad”, el informe lanzado por Plan International en octubre de 2018 que subrayó que el acoso callejero es un fenómeno generalizado y normalizado para las chicas y mujeres de todo el mundo, como demostraban las experiencias recogidas en Delhi, Kampala, Lima, Sídney y Madrid.  Acoso callejero verbal para demostrar masculinidad Este nuevo informe, que se centra especialmente en la prevalencia del acoso y la violencia que ejercen grupos de hombres y de chicos, revela que en algunas ocasiones los transeúntes y testigos se suman al acoso de las niñas, riéndose de las víctimas. Además, en casi tres cuartas parte de los casos, los transeúntes no intervienen, y, si lo hacen, suelen ser mujeres.  El acoso verbal, y en particular los silbidos, es la forma más común de acoso callejero en grupo en las ciudades del estudio. En una abrumadora proporción, el acoso callejero es de naturaleza sexual. En más de un tercio de los casos, son incidentes repetidos en la misma zona o a la misma hora, lo que es agotador y acrecienta el miedo de las chicas. Además, según los resultados, el acoso ocurre en gran medida alrededor de las escuelas y centros educativos, lo que en algunos casos puede llevar a las niñas a abandonar su educación, especialmente en Delhi.  El informe muestra cómo, según los testimonios de las chicas y mujeres, muchos hombres dejan de acosar a las chicas cuando se dan cuenta de que van acompañadas de otros hombres. En este sentido, el informe también habla de cómo se trata de una forma de demostración de masculinidad; algunos chicos y hombres están sometidos a la presión grupal para acosar y se alientan unos a otros: no unirse a la acción colectiva de acoso conlleva el riesgo de convertirse en objetivo para el resto del grupo. Niñas y jóvenes utilizaron los mapas interactivos de “Free To Be” para colocar pines de colores diferentes para sus “buenas” o “malas” experiencias en lugares de su ciudad Cómo conseguir el cambio Según Nicole Kalms, directora del Lab XYX de la Universidad de Monash, preguntarnos cómo y dónde ocurre el acoso en grupo es el primer paso para crear ciudades más seguras para las niñas y mujeres. “Hay evidencias de que hay hombres solo acosan cuando están con otros hombres, para reafirmar una identidad grupal y de su masculinidad como “sexo dominante””, asegura. “Este informe revela cómo el apoyo entre pares y la pertenencia al grupo pueden servir para perdonar, excusar y normalizar diferentes formas de violencia de género”.  “Ya que algunos de ellos son quienes ejercen el acoso, los chicos y los hombres pueden ser catalizadores del cambio en el comportamiento en las calles. Las niñas y mujeres no deberían ser quienes cambien su comportamiento y sus hábitos para protegerse y sentirse seguras. Los hombres y los niños deben reconocer que estas actitudes sexistas son intolerables y aprender a respetar a las niñas y mujeres como iguales. Si no eres parte de la solución, eres parte del problema”, ha afirmado Sánchez-Pantoja. Plan International defiende la necesidad de poner en marcha campañas públicas que animen a los hombres a empatizar con las chicas y mujeres para poner fin a comportamientos violentos y perjudiciales. La organización trabaja en el cambio de actitudes de chicos y hombres a través del programa Safer Cities (Ciudades Seguras).  Eric, de 24 años, participa en este proyecto en Kampala, Uganda, y asegura que ya ha cambiado algunas actitudes: “hemos aprendido a ser empáticos, a ponernos en el lugar de ellas. Esto no ha ocurrido de la noche a la mañana, pero hemos empezado a ver a las niñas y jóvenes de otra forma y nuestra mentalidad ha cambiado”. 

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La SAME defiende el papel de la educación para construir un mundo más sostenible

Bajo el lema “Defendemos la educación, sostenemos el mundo”, del 1 al 7 de abril se celebrará en más de 100 países la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME), que este año destaca el papel esencial de la educación en la lucha contra la degradación medioambiental Hoy arranca la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME), que cada año convoca la Campaña Mundial por la Educación (CME), liderada por Ayuda en Acción, EDUCO, Entreculturas y Plan International España, para visibilizar y canalizar las reivindicaciones de los jóvenes activistas en torno al derecho a la educación. Este año, se aborda la importancia de la educación para la supervivencia de nuestro planeta y de sus habitantes. El cambio climático constituye un reto global que no sólo tiene graves consecuencias medioambientales, sino un elevadísimo coste humano. Por ejemplo, la contaminación ambiental del aire contribuyó a 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo, 38.000 de ellas en España, según las estimaciones. Además, la sostenibilidad medioambiental está estrechamente vinculada a la sostenibilidad social. De hecho,  los efectos del cambio climático podrían llevar a la pobreza a 122 millones de personas en 2030.  El papel de una educación equitativa, inclusiva y de calidad. El cambio climático afecta también a la educación, una de las primeras actividades que se abandonan cuando se produce un desastre, y afecta especialmente a las niñas y mujeres en situaciones de crisis y emergencias. Sin embargo, la educación es imprescindible para garantizar el bienestar de todas las personas sin destruir nuestro planeta. En primer lugar, la educación contribuye a que las personas sean capaces de comprender los problemas medioambientales, así como de darles repuesta y reducir su vulnerabilidad frente a sus efectos. Por otro lado, la educación es la mejor herramienta para formar a una ciudadanía consciente de las causas y consecuencias del cambio climático y otros problemas medioambientales, además de dotarla de los conocimientos, competencias y actitudes necesarias para buscar soluciones.  Defendiendo el derecho a una educación educativa, inclusiva y de calidad no sólo contribuimos al cumplimiento de las metas establecidas en la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sino que logramos hacer del mundo y de nuestras sociedades un lugar más habitable. Por eso, los y las participantes en la SAME 2019 reclamamos al Gobierno de España y a las administraciones autonómicas y locales que: Recuperen su compromiso de solidaridad con la Ayuda Oficial al Desarrollo, y que destinen al menos el 8% de la misma a la educación.  Integren la educación para la sostenibilidad medioambiental y social en los currículos escolares, tanto en España como en países en desarrollo, a través de nuestras políticas de cooperación. Promuevan y financien la puesta en marcha de proyectos de formación en materia de sostenibilidad medioambiental y social destinados al conjunto de las comunidades educativas.   Incentiven la “gestión verde” de los centros educativos, para que el sector educativo y las administraciones públicas sean un ejemplo de gestión medioambiental.  Adopten medidas dirigidas a impulsar la sostenibilidad social, que persigan la equidad, la eliminación de la pobreza y que todas las personas se beneficien del crecimiento económico y sostenible Semana de Acción Mundial por la Educación: Defendemos la educación, sostenemos el mundo La actividad de movilización de la SAME será la construcción de Scrabbles de la sostenibilidad por plazas y colegios de toda España. Puedes consultar todos los actos aquí. Durante todo el año más de 200 centros educativos y grupos de educación no formal han estado trabajando los materiales didácticos de la CME sobre educación, sostenibilidad y Agenda 2030, y serán ellos los encargados de impulsar distintos actos reivindicativos. Hay muchas formas de sumarse a la SAME. En la página web de la CME puedes encontrar las diferentes propuestas para esta semana, y también puedes contribuir a la difusión en redes sociales de las diferentes acciones bajo los hashtags #SAME2019

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Plan international solicita ayuda urgente para un millón de niños y niñas en mozambique tras el ciclón Idai

Ante el riesgo creciente de enfermedades transmitidas por las inundaciones, como la malaria, la diarrea o el cólera, también está repartiendo kits de purificación de agua y mosquiteras. Plan International, organización por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, ha alertado hoy de que más de un millón de niños y niñas necesitan ayuda urgente en Mozambique, ya que muchos están separados de sus familias, traumatizados por el desastre y expuestos a diferentes formas de violencia. La organización, que fue la primera en comenzar las labores de búsqueda de supervivien-tes tras el paso del ciclón Idai en Mozambique, ha rescatado y puesto a salvo a más de 800 personas, incluyendo a niños y niñas no acompañados y mujeres embarazadas, con 12 lanchas motoras en el distrito de Buzi, provincia de Sofala. Las personas rescatadas han sido trasladadas a los refugios gestionados por el gobierno, donde han recibido asis-tencia médica y comida. Plan International está respondiendo a la emergencia ocasionada por el ciclón Idai en Mozambique, Malaui y Zimbabue que, se estima, ha afectado a 1.8 millones de personas, incluyendo a cerca de 900.000 niños y niñas solo en Mozambique. Al menos 446 personas han muerto en el país, que ha sido el más afectado por el desastre, y se prevé que la cifra de muertos aumente. “Sabemos que alrededor de un millón de niños y niñas están en una situación de emergencia y necesitan de forma urgente comida, agua, medicamentos, protección y educación. Debido a la desigualdad de género y la discriminación, los niños y niñas con diversidad funcional y las jóvenes son de las personas más vulnerables en estas crisis y necesitan protección especial y atención de sus necesidades específicas durante emergencias: debemos asegurar que nuestra respuesta les está llegando”, ha asegurado Concha López, directora general de Plan International España. “Estamos trabajando para garantizar el enfoque de género en nuestra respuesta a la emergencia, para atender las necesidades específicas de niñas y mujeres jóvenes a través de la distribución de kits de higiene menstrual, atención a mujeres embarazadas y promoción de la prevención y atención de casos de violencia de género, como abusos, violaciones o matrimonios infantiles, que aumentan durante las crisis”, ha explicado Alba Cuadra, especialista de género en emergencias de Plan International, desplazada en Mozambique. “La situación de la población afectada en Mozambique es ahora desesperada. Muchos niños y niñas han sido separados de sus familias, se han perdido los medios de vida y todavía está por determinar el alcance de la situación, dada la devastación de muchas zonas donde todavía hay personas aisladas por las inundaciones, como en la provincia de Sofala”, ha explicado Anne Hoff, directora de Plan International Mozambique. “Muchas de las personas que hemos rescatado de árboles o de los tejados de sus casas eran niños y niñas no acompañados o mujeres embarazadas. Algunos de ellos habían visto a miembros de su familia arrastrados por el agua y era evidente tras el rescate que muchos estaban traumatizados”, ha explicado Manito Mabilingue, uno de los coordinadores de Plan International Mozambique en las labores de rescate. Además de jugar un papel fundamental en las misiones de búsqueda y rescate, Plan International está trabajando en la distribución de alimentos, agua potable y pastillas para la purificación de agua y prevención de enfermedades como el cólera y el tifus, en la provisión de kits de higiene menstrual, y de material escolar para que los niños y niñas puedan continuar con sus tareas a pesar de no poder ir a clase. FORMAS DE COLABORAR CON PLAN INTERNATIONAL EN LA EMERGENCIA DEL CICLÓN IDAI: NÚMEROS DE CUENTA: B. SANTANDER: ES7600491892692710540130 B. POPULAR: ES6600750078010601468707 BANKIA: ES6720381915116000140686 BBVA: ES0501824018140208515929 LA CAIXA: ES7921002927900200054649 TELÉFONO: 900 244 000 BIZUM: código

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Miles de niñas afectadas por el ciclón Idai necesitan protección urgente

Plan International está atendiendo las necesidades de refugio, agua, saneamiento e higiene de la población afectada, incluyendo las necesidades de la infancia, como protección infantil y educación. Plan International ha alertado hoy de la necesidad de atención y protección de los niños, y especialmente de las niñas, afectados por el ciclón tropical Idai en Mozambique, Zimbabue y Malaui, donde las fuertes lluvias e inundaciones han causado la muerte de al menos 350 personas y graves daños a viviendas, infraestructuras y comunicaciones.  La organización, que trabaja en los tres países, ya está distribuyendo ayuda de emergencia entre la población afectada. Los equipos de Plan International están ofreciendo respuesta a las necesidades más inmediatas, tales como refugio, alimentos, agua, saneamiento e higiene, con un foco especial en las necesidades de la infancia, como protección infantil y educación, y las específicas de las niñas, como prevención de la violencia de género y reparto de kits de higiene menstrual.  “Sabemos que las niñas y adolescentes son uno de los grupos más vulnerables en los desastres, como el del ciclón Idai en el sureste africano, y por eso son nuestra prioridad en la respuesta a la emergencia. Debido a la discriminación y la desigualdad, ellas están en mayor riesgo de violencia, abusos, enfermedades, embarazos adolescentes o incluso matrimonio infantil durante las emergencias, y necesitan protección especial y atención a sus necesidades específicas”, ha explicado Concha López, directora general de Plan International en España.  En situaciones de emergencia, las familias que han perdido sus medios de vida tienen más dificultades para salir adelante y, a menudo, perciben a las niñas como una carga, por lo que el matrimonio infantil puede ser visto como una forma de supervivencia. Además, los edificios que están sirviendo como refugio temporal, tales como iglesias o escuelas, están abarrotados y no disponen de instalaciones sanitarias separadas, por lo que el riesgo de abusos, violaciones y otras formas de violencia de género es elevado. Plan International ha movilizado equipos de protección infantil para sensibilizar a la población y reportar los casos a las autoridades.  “Estamos poniendo el foco de la respuesta en asegurar que la población desplazada, en especial las niñas y mujeres jóvenes, tienen acceso a alimentos, agua, refugio, ropa y mantas, dadas las condiciones de viento y lluvia. Además, hay un riesgo creciente de enfermedades transmitidas por el agua, como la malaria, la diarrea o el cólera, que se podrían extender por las inundaciones, por lo que estamos repartiendo kits de purificación de agua y mosquiteras entre la población”, ha explicado Stuart Katwikirize, manager regional de respuesta a desastres de Plan International. La organización también está trabajando con organizaciones locales en las labores de búsqueda y rescate de personas desaparecidas o que se han quedado aisladas por el agua en los techos de edificios.  En Mozambique, al menos 202 personas han muerto, según el presidente del país, y se estima que alrededor de 260.000 niños y niñas se encuentran en condiciones desesperadas por los daños y la destrucción que ha generado el ciclón, uno de los más fuertes que ha afectado al sureste africano. Al menos 350.000 personas están en riesgo por las inundaciones, por lo que se espera que la cifra de muertes aumente en los próximos días.  “Las emergencias suelen provocar que los ya de por sí frágiles sistemas de agua y saneamiento colapsen o se destruyan. La falta de acceso a agua potable incrementa también las posibilidades de epidemias de enfermedades como diarrea y cólera. Esto pone a la población, especialmente a los más vulnerables como los niños y niñas, los mayores y las personas con discapacidad, en mayor riesgo aún”, ha asegurado Anne C Hoff, directora de Plan International Mozambique.  En Zimbabue, hay al menos 102 muertos, 200 heridos y 217 personas desaparecidas, aunque se prevé que las cifras sigan subiendo a medida que se acceda a las zonas más afectadas. Según datos del censo, el 48% de los afectados son niños y niñas y el 52% son mujeres. En Malaui se estima que 922.900 personas, incluyendo 460.00 niños y niñas, están afectadas por los daños que ha ocasionado Idai, 56 personas han fallecido, 577 están heridas y más de 125.000 desplazadas.  FORMAS DE COLABORAR CON PLAN INTERNATIONAL EN LA EMERGENCIA DEL CICLÓN IDAI: NÚMEROS DE CUENTA:  B. SANTANDER: ES7600491892692710540130 B. POPULAR: ES6600750078010601468707 BANKIA: ES6720381915116000140686 BBVA: ES0501824018140208515929 LA CAIXA: ES7921002927900200054649 TELÉFONO: 900 244 000 BIZUM: código 33344

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