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42 ONG advierten que el regreso de los refugiados a Myanmar ahora sería peligroso y prematuro
La ONU ha declarado repetidamente que las condiciones en Myanmar en este momento no son propicias para regresar. Los refugiados siguen huyendo de Myanmar y facilitar la repatriación ahora sería prematuro Las agencias humanitarias y de la sociedad civil que trabajan en el estado de Rakhine en Myanmar y en los campos de refugiados de los rohingya en Bangladesh han expresado su profunda preocupación por la repatriación de refugiados que comenzará a mediados de noviembre, según un anuncio del Grupo de Trabajo Conjunto de los Gobiernos de Bangladesh y Myanmar, el 30 de octubre. Los gobiernos de Myanmar y Bangladesh han asegurado a los refugiados y a la comunidad internacional que la repatriación solo ocurrirá cuando sea segura, voluntaria y digna. Hacemos un llamamiento a ambos gobiernos para que cumplan con sus compromisos. La ONU ha declarado repetidamente que las condiciones en Myanmar en este momento no son propicias para regresar. Los refugiados siguen huyendo de Myanmar y facilitar la repatriación ahora sería prematuro. El regreso involuntario de refugiados de Bangladesh a Myanmar, donde sus vidas y su seguridad siguen en grave riesgo, es una violación del principio fundamental de no devolución. Los refugiados siempre han dicho que quieren regresar a sus propios hogares y lugares de origen, o a los lugares de su elección. Quieren garantías de poder disfrutar de los mismos derechos y de la ciudadanía. Quieren garantías de que cesarán las extremas violaciones de derechos humanos que han sufrido, y que los responsables de la violencia de la que huyeron serán llevados ante la justicia. No quieren volver a las condiciones de confinamiento sin libertad de movimiento, ni acceso a servicios y medios de subsistencia. Temen que estas condiciones se vuelvan permanentes, como la situación en el estado de Rakhine Central, donde 128.000 rohingya y otros musulmanes han estado confinados en campamentos sin libertad de movimiento durante más de seis años. Sobre todo, los refugiados nos dicen que tienen miedo. Huyeron a Bangladesh para buscar seguridad y están muy agradecidos con el gobierno de Bangladesh por brindarles un refugio seguro. Sin embargo, están aterrorizados por lo que les ocurrirá si son devueltos a Myanmar ahora, y se sienten angustiados por la falta de información que han recibido. “Realmente queremos regresar, pero no sin la ciudadanía (…) Deben otorgarnos la ciudadanía y una vida normal, como las otras personas que viven en Myanmar. Tienen que dejarnos en paz y no hacer. Tengo un hermano en Myanmar. Todavía tienen miedo de dormir por la noche. Todavía tienen miedo de que los maten en sus camas. Después de venir aquí, gracias a las bendiciones de Alá y el gobierno de Bangladesh, podemos dormir por la noche. Pero mi hermano no puede dormir por la noche”, explica una mujer refugiada de 30 años, que vive en campamentos. Como agencia de la ONU que tiene como misión proteger a los refugiados, ACNUR debe desempeñar un papel clave en cualquier proceso de retorno organizado, que incluya proporcionar a los refugiados información objetiva, actualizada y precisa en los idiomas y formatos pertinentes para permitirles tomar decisiones libres e informadas sobre si les gustaría ejercer su derecho a regresar y cuándo, obteniendo su consentimiento y monitoreando que las condiciones sean seguras para el retorno en Myanmar. Hacemos un llamamiento a los gobiernos de Bangladesh y Myanmar para que cumplan con sus compromisos, y aseguren que los refugiados en Bangladesh puedan tomar decisiones libres e informadas sobre el retorno, basándose en el acceso a información completa e imparcial sobre las condiciones en el estado de Rakhine. Las agencias de la ONU deben tener acceso sin trabas a todas las partes del estado de Rakhine para proporcionar esta información y monitorear la situación en áreas de posible retorno. Nota a los editores: Para más información sobre las condiciones necesarias para la seguridad y el retorno voluntario consulte la declaración conjunta de las ONG internacionales en Myanmar emitida el 8 de diciembre de 2017. El Primer Ministro de Bangladesh, Sheikh Hasina, afirmó públicamente el compromiso de su país de no devolver a los refugiados rohingya a Myanmar hasta que las condiciones fueran propicias, incluyendo “garantizar la protección, los derechos y el camino a la ciudadanía para todos los rohingyas” en su declaración de la Asamblea General de Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2018 en Nueva York. El gobierno de Myanmar también ha hecho declaraciones públicas de que los refugiados deben regresar “voluntariamente con seguridad y dignidad”. Para obtener más información sobre las condiciones de los derechos humanos dentro de Myanmar, consultar el informe completo de la Misión Internacional de Investigación en Myanmar que se publicó el 18 de septiembre de 2018. El principio fundamental de la no devolución es la piedra angular de la protección internacional de los refugiados y evita el retorno o expulsión de un refugiado “de cualquier forma a los territorios donde su vida o libertad se verían amenazadas por su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular u opinión política” (Artículo 33 de la Convención de Refugiados de 1951). Incluso los Estados que no son signatarios de la Convención de Refugiados de 1951 están obligados por el principio de no devolución, que es un principio reconocido del derecho internacional consuetudinario. La Ley de Derechos Humanos (la Convención de la ONU de 1984 contra La tortura y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966) también prohíben el regreso o expulsión de una persona a un país donde corra peligro de ser torturado o perseguido. Para obtener más información, consulte la Nota de ACNUR sobre el Principio de no devolución. Para más información sobre las normas internacionales relativas al voluntariado, repatriación, ver el Manual del ACNUR sobre Repatriación Voluntaria.

Tres de cada cuatro chicas participantes han sufrido acoso callejero verbal en Madrid
Pese a ser una ciudad segura, las niñas y chicas jóvenes no se sienten completamente libres en Madrid. Piropos no deseados, miradas insistentes, manoseos y exhibicionismo son algunas de las formas de acoso callejero con las que conviven diariamente. El acoso callejero es un fenómeno global que experimentan las niñas y mujeres jóvenes de todo el mundo. En Madrid, una de las ciudades más seguras, las chicas tampoco se sienten completamente libres y sin miedo en el espacio urbano, según el estudio “(In)seguras en Madrid” de Plan International. Casi tres de cada cuatro de las niñas y mujeres jóvenes participantes han experimentado acoso callejero verbal: piropos no deseados, silbidos o miradas insistentes que generan sensaciones que van de la incomodidad al miedo. “El informe pone de relieve que el acoso callejero es algo habitual y normalizado: las chicas lo viven con resignación. Sin embargo, tiene su origen en relaciones desiguales de poder y afecta directamente a sus derechos: limita su libertad e impide que puedan vivir la ciudad en condiciones de igualdad”, ha explicado en el acto Emilia Sánchez, directora de Incidencia Política de Plan International. En un acto organizado hoy por ONU Hábitat en el marco del II Foro Mundial sobre las violencias urbanas y educación para la convivencia y la paz, Plan International ha presentado los resultados del informe “(In)seguras en Madrid”, un estudio que analiza las experiencias sobre la seguridad e inseguridad de las chicas y mujeres jóvenes en la capital española, recogidas a través de la plataforma web Free to Be. Los resultados de Free to Be en Madrid En abril de 2018 Plan International puso en marcha la iniciativa Free to Be, una plataforma web que durante dos meses ha permitido a niñas y mujeres jóvenes de Madrid, Kampala, Sídney, Lima y Nueva Delhi señalar en mapas online los lugares dónde se sentían más o menos seguras en sus ciudades y explicar, de forma anónima, el por qué. El informe “(In)seguras en Madrid” recoge y analiza las 951 respuestas de las jóvenes de entre 16 y 30 años que han participado en la capital española, la mayoría estudiantes. El 84% de los puntos recogidos en Madrid están asociados a experiencias de acoso, de los que el 72% corresponden a acoso verbal callejero, sin contacto físico: piropos no deseados, miradas insistentes, silbidos, acercamientos. Esta fue la principal causa de preocupación de niñas y jóvenes en Madrid, puesto que crea sensación de inseguridad y vulnerabilidad y conlleva el constante miedo de escalada a formas más evidentes de violencia. El informe pone de relieve que el acoso callejero es algo habitual y normalizado: las chicas lo viven con resignación La mayoría de las experiencias desagradables se concentran en los espacios de “la calle” y el “transporte público”, lo que en algunas ocasiones condicionó sus actividades cotidianas. En el caso de la calle, los puntos positivos supusieron el 52% y los negativos el 67%, concentrados sobre todo en zonas de aglomeración de gente, como la Puerta del Sol, la estación de tren de Atocha, las calles Gran Vía y Hortaleza y las calles Argumosa, Ave María y Tribulete en Lavapiés. Las chicas son conscientes de que esto les ocurre por ser mujeres: en el 78% de los testimonios de experiencias negativas, las participantes identificaron como razón la discriminación por razón de género. Uno de los principales y más preocupantes resultados del informe es la normalización del acoso por parte de la sociedad. Las jóvenes sienten que es un problema minimizado, y que, especialmente el verbal, no es considerado como una agresión. El 48% de las chicas señaló que sucede con tanta frecuencia que ya están acostumbradas. Como resultado las jóvenes tuvieron que adoptar sus mecanismos de defensa: tras una situación de acoso el 39% evitó volver a pasar sola por el lugar, el 10% nunca volvió al sitio y, un 1% llegó a dejar los estudios o el trabajo a raíz de una experiencia de acoso. En general el acoso no se denuncia. Apenas el 8% de las jóvenes participantes se animaron a acudir a las autoridades y cuando esto ocurre la respuesta es mínima o nula: en el 73% de los casos señalaron que las autoridades no actuaron como ellas esperaban. Muchas formas de acoso no están tipificadas como delito en la mayoría de los países. Recomendaciones para hacer ciudades más seguras Además de los datos recogidos en la plataforma, para elaborar el informe Plan International ha llevado a cabo una serie de grupos de discusión con las jóvenes, 11 estudios de caso y 17 entrevistas a expertos. De ellos se extraen una serie de recomendaciones para abordar la problemática y construir una ciudad más segura e inclusiva. Comenzando por educar en igualdad en las instituciones, el ámbito familiar y las escuelas, las chicas piden también educación sexual para disponer de información y herramientas para mantener relaciones sanas y en igualdad, así como la colaboración de los hombres y chicos en la lucha por la igualdad, empatizando con sus experiencias. En el plano público, los expertos señalan que es “necesaria la planificación urbana apostando por la inclusión de las mujeres”. Las chicas solicitan que los medios de comunicación cambien la narrativa sobre el acoso callejero, para poner el foco en la persona que ejerce el acoso y no en quien lo recibe, y que la sociedad condene todas las formas de acoso y abuso. En este sentido, también piden una revisión del código penal que admita como delito todas las formas de violencia, entre las que se incluye el acoso en la vía pública, para que las fuerzas de seguridad puedan y sepan actuar al respecto. El programa Safer Cities de Plan International La iniciativa Free to Be forma parte del programa Safer Cities que la organización Plan International desarrolla actualmente en Nueva Delhi (India), Hanoi (Vietnam), El Cairo (Egipto), Kampala (Uganda), Nairobi (Kenia), Lima (Perú), San Francisco (Paraguay) y Honiara (Islas Solomon), en asociación con ONU Hábitat y Women in Cities International. El objetivo global del programa es promover la construcción de ciudades seguras e inclusivas para las chicas de entre 13 y 18 años. El programa pone foco en mejorar el acceso a los espacios públicos, aumentar la participación de las jóvenes en el desarrollo urbano y el gobierno de la ciudad, además de facilitar su movilidad en la

Solicitamos atención prioritaria para las niñas de la caravana migrante de Centroamérica
Los estados deben garantizar un enfoque de derechos humanos y una perspectiva de género e infancia en sus políticas migratorias y garanticen los derechos de los niños y niñas, independientemente de su condición migratoria. Plan International, organización humanitaria que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, hace un llamamiento urgente para que se dé atención prioritaria las necesidades de los más de 2.000 niños y niñas que forman parte de la caravana de desplazados de Honduras y Guatemala que se dirije hacia Estados Unidos. En los últimos días, un grupo de 7.233 personas salió de Honduras para dirigirse a Estados Unidos, entre las que se encuentran 2.377 niños y niñas, según fuentes oficiales. Plan International alerta de que muchos niños y niñas se encuentran en zonas inseguras, lo que les pone en grave riesgo de violencia, abusos y explotación. Las niñas y mujeres migrantes se enfrentan a peligros específicos por su edad y género, y a menudo sufren violaciones de sus derechos, con especial incidencia de violencia sexual. Además, muchas niñas, niños y jóvenes corren el riesgo de ser separados de su familia en las fronteras. “Todos los niños, niñas y jóvenes desplazados de Honduras y Guatemala son titulares de derechos, recogidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Derecho internacional humanitario, y deben ser garantizados independientemente de su condición migratoria o de las razones por las que han emigrado”, ha explicado Emilia Sánchez, directora de incidencia política de Plan International España. “Es fundamental que los estados receptores prioricen un enfoque de derechos humanos, con perspectiva de género e infancia, en sus políticas migratorias. Hacemos un llamamiento a los gobiernos de Guatemala, México y Estados Unidos para que atiendan las necesidades específicas de la infancia, y en especial de las chicas adolescentes, y aseguren que ningún niño o niña sea separado de su familia bajo ninguna circunstancia”, ha asegurado Débora Cóbar, directora regional de Plan International en Latinoamérica y el Caribe. Todos los niños, niñas y jóvenes desplazados de Honduras y Guatemala son titulares de derechos, recogidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Derecho internacional humanitario, y deben ser garantizados independientemente de su condición migratoria Plan International trabaja en Honduras y Guatemala y su respuesta a la crisis migratoria se centra en ofrecer apoyo psicosocial y atención médica a las mujeres y niños y niñas no acompañados que vuelven a Honduras, en conjunto con el Ministerio de Salud del país. También busca facilitar su transporte hasta sus comunidades cuando es necesario. En Lempira, en el sureste del país hondureño, Plan International trabaja con la Fundación Corazón de Gracia para dar apoyo psicosocial y formación. En Guatemala, Plan International colabora con organizaciones de la sociedad civil para monitorear la situación de los niños y niñas migrantes y se prepara para responder a la crisis si la situación se deteriora. Las fuentes oficiales indican que 1.107 personas han vuelto a Honduras en los últimos días, entre los que hay 126 niñas y niños. Desde 2014, más de 42.000 niños, niñas y jóvenes migrantes han retornado a Honduras. “Tenemos el compromiso de seguir esta crisis de desplazados y seguiremos trabajando con los estados, la sociedad civil y Naciones Unidas para ofrecer asistencia humanitarian a los niños y niñas desplazados y sus familias”, ha agregado Cobar. “Son necesarias soluciones urgentes para garantizar su supervivencia y bienestar”.

La formación técnica y digital, clave para mejorar la inserción laboral de niñas y jóvenes en el mercado laboral español del futuro
La transición hacia una sociedad de competencias, la formación técnica y digital, la orientación profesional, la eliminación de estereotipos y el trabajo desde la familia, dimensiones claves para mejorar la situación de jóvenes y niñas ante el mercado laboral del futuro. El mercado laboral del futuro se verá fuertemente condicionado por el avance de la digitalización, que transformará, en los próximos diez años, los sectores de actividad, los puestos de trabajo y las competencias profesionales necesarias. ¿Cuáles son los retos particulares que entraña esta situación para la inserción laboral de jóvenes y niñas de entre 14 y 25 años? ¿Qué medidas pueden tomarse para mejorar sus perspectivas de futuro? Con el objetivo de contestar a estas y otras preguntas, y contribuir a que niñas y jóvenes tengan las habilidades y capacidades necesarias para insertarse en el mercado laboral del futuro, la Fundación PwC y la organización Plan International han elaborado el informe ‘Mujeres jóvenes ante el empleo. Girls Get Equal Job’. El informe realiza un diagnóstico sobre el mercado laboral en España, en el que se detectan algunas tendencias que podrían posicionar a la mujer en una situación de desigualdad en los próximos años. Entre estas destacan la elección de itinerarios formativos diferenciados entre hombres y mujeres -las mujeres optan por profesiones más ligadas a la asistencia y la salud, los hombres itinerarios más orientados a las profesiones técnicas-; la participación minoritaria de la mujer en algunos de los sectores que se espera creen mayor ocupación en los próximos años; las dificultades propias de la incorporación de la mujer al mercado laboral –reflejadas en la evolución de los salarios, o la temporalidad y la equidad de géneros en la tasa de actividad-; o el envejecimiento de la población –que podría derivar en presión para que algunas mujeres renuncien a su trabajo para dedicarse al cuidado de las personas mayores-. En contraposición, el informe expone que, en los próximos años, las empresas requerirán nuevas competencias en sus profesionales. El mercado laboral valorará cada vez más las competencias profesionales de carácter transversal y social, tales como una favorable disposición hacia el aprendizaje continuo, la adaptación, la creatividad o la innovación, que tradicionalmente se han relacionado con las habilidades de las mujeres. Las competencias digitales pasarán de ser un elemento diferencial a convertirse en una necesidad básica y el pensamiento matemático tendrá un peso importante en el mercado de trabajo. Asimismo, cobrarán importancia otras habilidades relacionadas con el desempeño social, la gestión de las emociones, la comunicación o el liderazgo. “Además de la capacitación digital, la mayoría de las empresas afirman que necesitarán plantillas que tengan más habilidades trasversales, en las cuales las mujeres tienden a sobresalir. Lo cual significaría que nuestras jóvenes tienen un futuro prometedor en el ámbito laboral, siempre y cuando se respeten unas reglas básicas de igualdad ante el empleo. Tenemos que dejar de ponerles trabas en el camino a las niñas: ellas están preparadas para el mercado laboral, pero hay que romper estereotipos”, ha asegurado Cristina García-Peri, presidente de Plan International. ¿Cómo mitigar la vulnerabilidad de las niñas y jóvenes frente al panorama actual a partir de estas tendencias? A partir de encuestas para recabar la visión del ámbito empresarial y de la población de mujeres jóvenes, y un taller de trabajo con representantes del mundo empresarial y de las administraciones públicas, el informe aporta cinco recomendaciones de actuación para mejorar la inserción laboral de niñas y jóvenes desde el enfoque de competencias. Transición hacia la sociedad de competencias: Reforzar el desarrollo de las competencias sociales y transversales a partir del trabajo sobre dos focos: un reenfoque del currículo educativo que insista en la perspectiva competencial por parte del sistema educativo; y el desarrollo de certificaciones en competencias desde la Formación Profesional. También se deberían establecer mecanismos de seguimiento que permitan detallar cuál es la situación específica de las niñas y jóvenes, que sirvan para la elaboración de políticas públicas transversales de género. Formación técnica y digital: Seguir trabajando para incrementar la presencia de niñas y jóvenes en las disciplinas técnicas. Para ello, se pueden poner en marcha actuaciones como el refuerzo de la presencia femenina en los ciclos de Formación Profesional, o la configuración de claustros mixtos en el profesorado encargado de diseñar e impartir formación en los niveles educativos superiores. Además, se debería revisar en profundidad la Formación Profesional, generando nuevos perfiles profesionales con más peso de las competencias digitales. Orientación profesional: Desarrollar un modelo de orientación profesional libre de sesgos de género que incorpore el trabajo en competencias transversales. Este modelo debería ir acompañado de un refuerzo de la formación en igualdad de oportunidades de los docentes responsables. También se debe establecer una comunicación y reporte continuo con las familias para que, con el apoyo del servicio de orientación escolar y la participación de los alumnos, se revise el potencial de sus competencias “blandas” y digitales e ir desarrollando itinerarios flexibles hacia su estrategia laboral individual. Eliminación de estereotipos: Reforzar la presencia de los referentes femeninos en los contenidos educativos, así como mensajes y apartados específicos relacionados con la igualdad. Promover la incorporación de mujeres en puestos de referencia de la empresa. Reforzar también mensajes en pro de la igualdad y realizar acciones específicas considerando cuáles son los intereses de la gente joven. Trabajar desde las familias: Insistir con las familias en la formación en competencias y en los mensajes, tanto verbales como no verbales, que transmiten a sus hijas. Promover una educación en igualdad, poniendo en valor la formación tecnológica y las nuevas habilidades clave para el mercado laboral en los hijos, indistintamente de su

Una niña de nueve años asume la presidencia del Gobierno de España
Irene ha ocupado hoy el puesto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa para defender el liderazgo y la participación de las niñas, dentro de los actos conmemorativos Día Internacional de la Niña Irene, una niña de 9 años, ha ocupado hoy el puesto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa, en un acto promovido por Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, en el marco del Día Internacional de la Niña celebrado el 11 de octubre. Pedro Sánchez ha cedido hoy el poder a Irene que, convertida por un día en “la primera presidenta del Gobierno de España”, ha visitado el edificio del Consejo de Ministros y el despacho del presidente y le ha hecho entrega de “la agenda de las niñas”, un documento que recoge quince puntos clave en materia de igualdad, educación, violencia contra la infancia, participación e inversión pública para defender los derechos de las niñas y mujeres jóvenes. “Plan International, a través de la campaña #GirlsGetEqual, apoya y promueve el liderazgo de las niñas y mujeres jóvenes para que puedan participar activamente en la sociedad, estén representadas en los espacios de poder y sean escuchadas y valoradas en condiciones de igualdad”, ha afirmado la directora general de Plan International España, Concha López. Las niñas toman el poder en todo el mundo Más de 1000 niñas han tomado el poder simbólicamente en 70 países del mundo apoyadas por Plan International, ocupando puestos de relevancia como el del presidente de Paraguay, los de ejecutivos de grandes empresas como Google, Facebook, Viacom o L’Oréal, el del CEO de Ethiopian Airlines o el del Ministro de Comercio Exterior de Finlandia. La presidencia del Gobierno se suma este año a esta iniciativa global, que se celebra por tercer año consecutivo y a la que también se han unido en anteriores ocasiones en España la Comunidad de Madrid, la alcaldía de Madrid y el Consejo General del Poder Judicial; y en otros países figuras como el Presidente de Canadá o el Primer Ministro de Finlandia. #GirlsGetEqual Las tomas de poder forman parte de la campaña global #GirlsGetEqual, que la organización ha lanzado en todo el mundo para reclamar igualdad, libertad y poder para las niñas y mujeres jóvenes de todo el mundo y apoyar su liderazgo y participación para que puedan ser vistas, escuchadas y valoradas en condiciones de igualdad. Según Naciones Unidas, al ritmo actual, tardaremos más de 50 años en conseguir la paridad en participación política y más de 100 en cerrar la brecha salarial de género. Además, menos del 1% de las parlamentarias de todo el mundo son mujeres menores de 30 años. Una encuesta realizada por el Foro Económico Mundial en 2017 a más de 30.000 jóvenes de 186 países reveló que más de la mitad de las mujeres jóvenes sienten que sus opiniones no son escuchadas ni tenidas en cuenta.

Llevamos una leona al Congreso para reclamar igualdad para las niñas
Coincidiendo con la conmemoración mañana del Día Internacional de la Niña, Plan International ha presentado en la Cámara Baja su nueva campaña global #GirlsGetEqual, que defiende la igualdad para las niñas en todo el mundo a través de la participación y el liderazgo del cambio de las niñas, y jóvenes. Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, ha colocado hoy en la entrada del Congreso de los Diputados la estatua de una leona, junto a los emblemáticos leones, para mandar un mensaje a los representantes políticos: los símbolos y referentes también deben cambiar para conseguir la igualdad. La organización, que acaba de lanzar su campaña mundial #GirlsGetEqual en más de 50 países, reclama con este cambio de símbolo que las jóvenes sean vistas, escuchadas y valoradas en la sociedad en condiciones de igualdad. “Estamos apoyando a las jóvenes en el camino hacia la igualdad. Queremos que las niñas en todo el mundo puedan ejercer su derecho a la educación, participar activamente en la sociedad y sentirse libres y seguras en las ciudades. Pedimos a los líderes políticos que se sumen al cambio, que tomen medidas que promuevan la participación activa y el liderazgo de las chicas y que las escuchen en la toma de decisiones a todos los niveles”, ha señalado Concha López, directora general de Plan International. La organización ha presentado hoy en la Cámara Baja la nueva campaña global por la igualdad de las niñas en un acto presidido por Ana Pastor, presidenta de la cámara, que ha contado con la participación de los portavoces de los grupos parlamentarios (PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, ERC, PNV y Grupo Mixto); la directora general de Plan International, Concha López; la periodista Angie Rigueiro, moderadora del acto, un centenar de estudiantes del I.E.S. Gómez Moreno de Madrid y jóvenes adolescentes de España, Australia y Egipto, embajadoras de Plan International en sus países y defensoras de los derechos de las niñas. El acto, celebrado en la sala Ernest Lluch, se enmarca en el Día Internacional de la Niña, que se conmemora el próximo 11 de octubre a nivel global. “La Agenda 2030 es un compromiso para no dejar a nadie atrás, pero los derechos de millones de niñas en todo el mundo no se están teniendo en cuenta. Pedimos al Gobierno y todas las fuerzas parlamentarias que se comprometan a tomar medidas específicas para conseguir la igualdad de las jóvenes en temas como la educación, la seguridad o las oportunidades en el mercado laboral”, ha anunciado Concha López durante el acto. “Si la sociedad no es consciente ni conoce con exactitud las distintas barreras de género a las que diariamente se enfrentan las niñas y las adolescentes, es imposible que la situación de desigualdad cambie”. Si la sociedad no es consciente ni conoce con exactitud las distintas barreras de género a las que diariamente se enfrentan las niñas y las adolescentes, es imposible que la situación de desigualdad cambie El Objetivo de Desarrollo Sostenible 5.6 compromete a los gobiernos a asegurar “participación plena y efectiva e igualdad de oportunidades para el liderazgo en todos los niveles de la toma de decisiones en la vida política, económica y pública para 2030”. Ahora solo el 22% de los miembros de parlamentos en el mundo son mujeres, solo hay 14 mujeres como líderes de gobierno en el mundo y menos del 5% de las ciudades del mundo – donde la mayoría de las mujeres jóvenes y niñas crecerán y desarrollarán su vida – están dirigidas por mujeres. Para conseguir estos objetivos, son imprescindibles no sólo la creación de mecanismos de participación, la educación y la capacitación, sino también la existencia de referentes. Las niñas y las jóvenes necesitan ver que las mujeres lideran cualquier sector, desde la política hasta el sector empresarial, pasando por los medios de comunicación. Según el último informe y el Índice de Género de los Objetivos de Desarrollo Sostenible lanzados en la última Asamblea General de Naciones Unidas por la plataforma Equal Measures 2030, en la que se integra Plan International, más de 600 expertos de 50 países señalan que no existen los datos necesarios para medir el progreso en torno a la igualdad de género y al paso que vamos ningún país va a alcanzar la igualdad en 2030. Plan International trabaja programas dirigidos a defender los derechos de la infancia y la igualdad para las niñas desde su nacimiento hasta que alcanzan la edad adulta. Nuestros programas apoyan la participación, la incidencia y el liderazgo de las niñas y jóvenes en los procesos de toma de decisiones y buscan impulsar cambios y políticas que permitan alcanzar la igualdad de género a nivel local, nacional y global.

El acoso callejero es un problema global
El acoso callejero, verbal y físico, es un problema diario y “normalizado” en ciudades de los cinco continentes, según revela el informe “(In)seguras en la ciudad: las experiencias diarias de niñas y mujeres jóvenes” de Plan International Por primera vez en la historia hay más niñas y mujeres jóvenes viviendo en ciudades que en zonas rurales. Las ciudades son lugares de grandes oportunidades, pero también de espacios donde las jóvenes sienten miedo, como muestra el informe “(In)seguras en la ciudad: las experiencias diarias de niñas y mujeres jóvenes”, que Plan International lanza a nivel mundial con motivo de la conmemoración este 11 de octubre del Día Internacional de la Niña. El informe, que recoge las voces de adolescentes y jóvenes mujeres de Madrid, Kampala, Nueva Delhi, Lima y Sídney muestra como el acoso callejero en las ciudades es una situación diaria y “normalizada” que las adolescentes viven, en demasiadas ocasiones, “con resignación”. Uno de los principales análisis que se desprende de los testimonios recogidos es que, hasta el más mínimo piropo no deseado conlleva permanentemente el riesgo de escalada a una situación más incómoda o directamente violenta. Esta sensación de incertidumbre genera inseguridad entre las niñas y las jóvenes. El informe reporta casos de violencia de mayor o menor intensidad dependiendo del país y del tipo de entorno urbano. Mientras en Kampala las chicas en ocasiones temen por su vida, en ciudades más seguras como Madrid las quejas giran en torno al acoso verbal. No obstante, todas las chicas coinciden en señalar que la ciudad es menos segura para ellas que para los chicos. Pasan miedo cuando van solas y, cada una en su contexto, se ven obligadas a modificar sus comportamientos para protegerse. Las experiencias señaladas por las jóvenes en el informe internacional coinciden con las opiniones de 400 expertos de 22 ciudades de todo el mundo que Plan International ha entrevistado en una encuesta global sobre las ciudades más y menos seguras para ellas. En la encuesta, el 78% de los especialistas – pertenecientes a sectores de los derechos de la infancia, la igualdad de género y la planificación urbana- afirmaron que el riesgo de acoso sexual a las chicas en las ciudades es alto o muy alto. El 77% señaló que el acoso ocurre habitualmente en público. Los resultados obtenidos en la herramienta Free to Be En abril de 2018 Plan International puso en marcha la iniciativa Free to Be, una plataforma web que durante dos meses ha permitido a niñas y mujeres jóvenes de Madrid, Kampala, Sídney, Lima y Nueva Delhi señalar en mapas online los lugares dónde se sentían más o menos seguras en sus ciudades y explicar, de forma anónima, el por qué. El informe “(In)seguras en las ciudades” recoge y analiza las respuestas de las cerca de 21.200 jóvenes de entre 16 y 30 años que han participado, la mayoría estudiantes. “La participación y las respuestas de las jóvenes ha superado todas nuestras expectativas. Que tantas chicas hayan querido utilizar Free to be demuestra que quieren ser escuchadas, que se den soluciones a sus problemas y ser parte activa de esa solución.”, señala Concha López, directora general de Plan International. Gege, una de las jóvenes activistas involucradas en el diseño de la herramienta Free to Be asegura que este proyecto ha sido crucial porque le ha permitido “escuchar las historias de miles de chicas en varias ciudades del mundo que han vivido experiencias de acoso callejero como yo a diario. Me he dado cuenta de que somos muchas, no estamos solas y que tiene que haber un cambio”. Me he dado cuenta de que somos muchas, no estamos solas y que tiene que haber un cambio. En todas las ciudades las jóvenes aseguraron vivir diariamente con algún grado de miedo. Así, las chicas se han sentido más motivadas a reportar experiencias cuando se sentían inseguras e incómodas que a señalar puntos positivos. También la mayoría de los 9.292 comentarios son negativos. Uno de los principales y más preocupantes resultados del informe es la normalización del acoso por parte de la sociedad. En todas las ciudades las jóvenes sienten que es un problema minimizado, y que, especialmente el verbal, no es considerado como una agresión. Como resultado las jóvenes adoptaron los mismos mecanismos de defensa en todas las ciudades del estudio: tras una situación de acoso el 40% evitó volver a pasar sola por el lugar, algunas nunca vuelven al sitio y, las menos llegaron a dejar los estudios o el trabajo a raíz de una experiencia de acoso. A excepción de Kampala, donde las jóvenes asocian mayoritariamente la inseguridad en la ciudad a la posibilidad del robo, la mayoría de las chicas la asocia el miedo al acoso sexual y perciben que son acosadas por ser mujeres y jóvenes. Para el 78% de las chicas de Nueva Dehli, por ejemplo, la discriminación de género está en la raíz del acoso en la ciudad. En general el acoso no se denuncia. Apenas el 10% de las jóvenes se animan a acudir a las autoridades y cuando esto ocurre la respuesta es mínima o nula. Muchas formas de acoso no están tipificadas como delito en la mayoría de los países. El informe sobre Madrid El próximo 31 de octubre, día Internacional de las Ciudades, Plan International presentará los resultados detallados y ampliados de los datos de Madrid, junto con estudios de caso y opiniones de expertos consultados por la organización. El programa Safer Cities de Plan International La iniciativa Free to Be forma parte del programa Safer Cities que Plan International desarrolla actualmente en Nueva Delhi (India), Hanoi (Vietnam), El Cairo (Egipto), Kampala (Uganda), Nairobi (Kenia), Lima (Perú), San Francisco (Paraguay) y Honiara (Islas Solomon), en asociación con ONU Hábitat y Women in Cities International. El objetivo global del programa es promover la construcción de ciudades seguras e inclusivas para las chicas de entre 13 y 18 años. El programa pone foco en mejorar el acceso a los espacios públicos, aumentar la participación de las jóvenes en el desarrollo urbano y el gobierno de la ciudad, además de facilitar su movilidad en la ciudad.

La protección de los niños y niñas afectados por el terremoto y tsunami en Indonesia debe ser una prioridad
Un equipo de Plan International Indonesia se ha desplazado a la zona para evaluar las necesidades de los afectados, que superan el millón de personas, con especial atención a las niñas, niños y adolescentes. Plan International, organización humanitaria que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, alerta de que las necesidades de las niñas, niños y adolescentes afectados por el devastador terremoto que golpeó Indonesia el pasado viernes deben ser la prioridad en la respuesta a la emergencia. Al menos 1234 personas han muerto, 799 han resultado heridas graves y más de un millón se han visto afectadas por el terremoto de 7.4 en la escala Richter y el posterior tsunami que arrasó el distrito de Donggala y la ciudad de Palu en la isla Célebes el viernes 28 de septiembre, según la Agencia Nacional de Gestión de Desastres de Indonesia. Tras la destrucción de sus hogares y después de las más de 200 réplicas que se han registrado y que siguen provocando un miedo e incertidumbre generalizados, es vital que las niñas y niños reciban el apoyo necesario para afrontar este desastre, asegura la organización. “El terremoto ha destrozado las vidas de las niñas y niños afectados”, afirma Dini Widiastuti, director ejecutivo de Yayasan Plan International Indonesia, ONG local afiliada a Plan International. “Ahora mismo están extremadamente asustados. Las réplicas siguen sacudiendo toda la zona y continúan dañando los edificios, por lo que hay muchas personas viviendo a la intemperie que además no tienen forma de protegerse de nuevos derrumbes”. Ahora mismo están extremadamente asustados. Las réplicas siguen sacudiendo toda la zona y continúan dañando los edificios, por lo que hay muchas personas viviendo a la intemperie que además no tienen forma de protegerse de nuevos derrumbes “En este punto, hay muchas niñas y niños que han quedado separados de sus familias en medio del caos, y son los que más necesidad de apoyo y refugio tienen”, ha asegurado Concha López, directora general de Plan International España. “Además de las necesidades de agua, comida y techo, es vital priorizar la protección de la infancia en la respuesta a la emergencia, para poder brindar la asistencia adecuada a las niñas, niños y adolescentes, con especial atención hacia las embarazadas y las madres lactantes, y que puedan recuperar normalidad en sus vidas lo antes posible”. El acceso a las islas está muy restringido debido a los daños causados en el aeropuerto y la destrucción de las principales carreteras. El equipo de respuesta en emergencias de Plan International salió de Yakarta hacia la isla Célebes el lunes 1 de octubre a primera hora local para llevar a cabo un primer análisis de las necesidades y participar en la coordinación de la respuesta junto con el Gobierno, sus socios locales y otras organizaciones humanitarias. La organización dispone de materiales de primera necesidad, como kits de higiene, carpas, mantas y suministros escolares, en sus almacenes de Yakarta, listos para ser enviados en cuanto finalice el primer análisis de necesidades de los afectados. Plan International trabaja en Indonesia desde 1969 junto a otras organizaciones y lleva a cabo programas en varias zonas del país a través de socios locales. Tiene experiencia en la respuesta a emergencias anteriores como el terremoto de Aceh de 2016 y el reciente sismo de Lombok en 2018.

Nace una herramienta para analizar el avance en igualdad de género país por país
Equal Measures 2030, alianza global entre la sociedad civil y el sector privado que tiene como objetivo utilizar datos y evidencias científicas para conseguir cambios políticos, ha creado un Índice de Género de los ODS para analizar con cifras reales el avance hacia la igualdad de las mujeres en todo el mundo. El Índice de Género de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Equal Mesures 2030 (EM2030), que ha sido presentado esta semana en Nueva York durante la celebración de la 73º Asamblea General de Naciones Unidas, es una nueva herramienta para medir del progreso en materia de igualdad de género, por países, de los puntos establecidos en la Agenda 2030. Desarrollado en colaboración con la sociedad civil y el sector privado, el índice de Género de los ODS responde a la necesidad, expresada por los propios defensores y defensoras de la igualdad de género, de contar con datos reales y desagregados por edad y género sobre la situación de las chicas y las mujeres en cada país. Según una encuesta realizada a 613 expertos de 50 países, NO será posible lograr los objetivos marcados en los ODS para mujeres y niñas sin datos específicos que permitan medir el avance. En esta primera fase del proyecto, el Índice de Género de los ODS de EM2030, recoge datos de seis países de América Latina, Asia y África. En conjunto, la población de mujeres jóvenes y adultas de El Salvador, Colombia, India, Indonesia, Kenia y Senegal representa el 22% de la población mundial, por lo que el progreso en materia de género que se realice en estos países resultará fundamental para la consecución de los ODS. “Si observamos los avances a realizar en igualdad de género señalados por los ODS vemos que hay una enorme diferencia entre países. Ninguno de los seis analizados consigue destacar en todas y cada una de las variables y cada uno tiene sus propios retos. Por eso, es necesario una nueva herramienta que permita hacer un seguimiento real de los avances o retrocesos”, explica Alison Holder, directora de EM2030. “Al paso que vamos ningún país va a alcanzar la igualdad en 2030. De hecho, incluso España ha perdido el indicador verde en igualdad de género. Para poder avanzar necesitamos datos fiables y de diversas fuentes. No nos podemos quedar solo con las cifras habituales y las oficiales porque muchas veces no contemplan realidades que afectan a las niñas, como, por ejemplo, los porcentajes de matrimonio infantil o de participación en política. Si la información no está completa no se podrán hacer políticas efectivas y los ODS se quedarán en una mera promesa”, recalca Emilia Sánchez, directora de Incidencia política de Plan International. Al paso que vamos ningún país va a alcanzar la igualdad en 2030. De hecho, incluso España ha perdido el indicador verde en igualdad de género. La mitad de los datos del Índice de Género EM2030 están extraídos de indicadores oficiales de los ODS. La otra mitad se complementa a través de diferentes fuentes como informes temáticos o regionales elaborados recientemente por organizaciones no-gubernamentales y organismos transnacionales. El índice trata de ir más allá de las categorías recogidas en el ODS 5 (igualdad de género), incluyendo datos de temáticas no reconocidas habitualmente como “de género”, como el impacto del cambio climático, energía y gasto público en la vida diaria de niñas y mujeres. El Índice de Género de los ODS de EM2030 está alojado en el Centro de Información de Defensores y Defensoras (Gender Advocates Data Hub), una plataforma digital de libre acceso que, además de datos, incluye casos de estudio así como herramientas específicas para poder medir y comprender la igualdad de género desde una perspectiva global. La nueva herramienta ofrece datos de género en relación con la educación, el empoderamiento económico, el cambio climático, los presupuestos públicos y la representatividad de jóvenes y mujeres en altos cargos políticos, entre otros aspectos. Este año, la alianza EM2030 y la firma de investigación de mercados Ipso, han llevado a cabo una encuesta a más de 600 actuvistas de la igualdad de género de 50 países, incluido España, en torno al progreso en la igualdad de género, la falta de datos y con la consecución de los ODS en general. Los resultados del estudio muestran que el 89% de las personas encuestadas cree que no será posible lograr los objetivos marcados en los ODS para mujeres jóvenes y adultas sin datos específicos. Al mismo tiempo el 91% cree que la obtención de datos que afectan directamente a la vida de las chicas y las mujeres no es una prioridad para los gobiernos.

Violencia, hambre y abusos sexuales: así describen las adolescentes del Lago Chad su día a día
Una de cada cinco jóvenes entrevistadas (21,2%) fue golpeada en el último mes: el 60% de las veces la violencia se produjo dentro del hogar. El 57,4% de las encuestadas fueron casadas entre los 14 y los 15 años. “Su familia la casó con su violador”. “Nos vamos a la cama con hambre”. “Su novio la engañó y la prostituyó para ganar dinero”. Estos son solo algunos de los testimonios de las 449 chicas de entre 10 y 19 años que han sido entrevistadas por Plan International para el informe ‘Adolescentes en Emergencias: Voces de Lago Chad’. Se trata del primer estudio que documenta y analiza el miedo y la violencia que sufren las chicas en Lago Chad y deja datos tan preocupantes como que una de cada cinco jóvenes entrevistadas (21,2%) fue golpeada en el último mes, que el 57,4% de las encuestadas fueron casadas entre los 14 y los 15 años o que el 62% de las chicas entrevistadas se acostaron con hambre al menos una vez durante el último mes por falta de alimentos. La investigación demuestra los innumerables abusos y violencia que sufren las niñas en la cuenca del lago Chad. Muchas no solo corren el riesgo de ser objeto de secuestro y violencia sexual cuando salen de casa, sino que también se enfrentan a esta amenaza dentro de su hogar. La situación es especialmente difícil para las niñas que se han separado de sus familias y se encuentran solas. Estas jóvenes viven y trabajan como empleadas domésticas en otros hogares. Varias de las niñas entrevistadas hablaron de cómo muchas chicas eran violadas por sus empleadores. Más allá del estudio, también sabemos que las chicas secuestradas por Boko Haram están muy expuestas al matrimonio forzado y violencia física y sexual, que deriva en numerosas ocasiones en embarazo adolescente. Para aquellas que logran escapar, la vida no es mejor, ya que se enfrentan al estigma y el rechazo de sus familias y además ven limitado el acceso a los servicios básicos de salud y educación. El informe se ha presentado este 13 de septiembre en Nigeria, en un evento que ha contado con la presencia de Concha López, directora general de Plan International en España, Hussaini Abdu, director general de Plan International Nigeria, miembros del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) y miembros del Ministerio de Asuntos de la Mujer y Desarrollo Social de Nigeria. “Este informe confirma la necesidad urgente de crear programas con los que defender los derechos de las niñas y abordar de manera efectiva sus necesidades específicas, por edad y género. Desde Plan International pedimos a las instituciones públicas y sociales que doten de fondos suficientes los planes para proteger a las niñas atrapadas en esta crisis, quienes están altamente expuestas a la violencia”, afirma Concha López, directora general de Plan International España. Una de cada cinco jóvenes entrevistadas (21,2%) fue golpeada en el último mes: el 60% de las veces la violencia se produjo dentro del hogar Rechazadas por sus familias tras su secuestro a manos de Boko Haram, y sin ningún tipo de apoyo, muchas niñas se ven obligadas a tener sexo de supervivencia a cambio de comida para mantenerse a sí mismas y a sus hijos. “No podemos permitir que las jóvenes que han logrado sobrevivir a innumerables atrocidades se encuentren solas y sin ayuda”, incide Hussaini Abdu, director general de Plan International Nigeria. En la investigación, las adolescentes manifestaron su enorme de deseo de tener una educación, pero explicaron que a menudo no pueden continuar en la escuela secundaria por verse obligadas a casarse o a trabajar. Las entrevistadas también señalaron que el matrimonio infantil ha aumentado desde la crisis humanitaria y que ahora la edad más común para contraer matrimonio son los 14 o los 15 años. Las familias casan a sus hijas para reducir su carga financiera, pero esta práctica perjudicial conduce a una espiral de violencia y abuso para las niñas. La crisis ha multiplicado y exacerbado los riesgos de todas las formas de violencia y violaciones de los derechos humanos de las niñas. Su acceso a la educación está siendo gravemente restringido, sus esperanzas y sueños para el futuro están siendo destruidos. Plan International pide que se realicen esfuerzos específicos para abordar el matrimonio infantil, precoz y forzado en la región, así como los pasos que se deben seguir para abordar las normas sociales y la discriminación relacionada con la edad y el género, que son las causas y los factores fundamentales de las violaciones de los derechos humanos experimentadas por las adolescentes.

La igualdad de género, una asignatura pendiente
¿Aprueban los y las jóvenes españoles en igualdad? Con motivo de la “vuelta al cole” queremos responder a esta pregunta llevando a cabo un sencillo experimento social. Educar en y sobre igualdad es la base para un futuro donde las niñas y jóvenes del mundo puedan aprender, decidir, liderar y prosperar. Con motivo de la “vuelta al cole” hemos sometido a un grupo de jóvenes voluntarios de entre 16 y 19 años al primer “examen” del ciclo escolar, para conocer de primera mano su opinión sobre los roles de género y la discriminación que sufren las chicas adolescentes. Los y las chicas han hecho un test sobre igualdad en el que han tenido que responder a preguntas como: ¿Por qué crees que se sigue diciendo “mujer tenías que ser” cuando una mujer conduce?, o ¿pueden ser igual de buenos los chicos y chicas en un mismo deporte? El vídeo pretende concienciar y visibilizar sobre una de las asignaturas pendientes que tiene la sociedad: la igualdad. Según el informe ‘Objetivo Perdido: cambiando creencias y comportamientos para lograr la igualdad de género’, presentado por Plan International este año en el Foro Económico Mundial, ningún país del mundo, ni siquiera los que tienen las leyes más avanzadas, lograrán alcanzar la igualdad de género en 2030, tal como prevén los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). España ha logrado avances importantes desde la aprobación de la Ley de Igualdad del año 2007 y figura en el puesto 24 de los 144 países clasificados por el Foro Económico Mundial en materia de igualdad (2017). Sin embargo, se sitúa por detrás de países como Ruanda, Nicaragua, Filipinas, Namibia o Bolivia. Además, España ha perdido recientemente el único indicador verde (nivel aprobado) con el que contaba para cumplir los ODS, que es precisamente cumplir en materia de igualdad de género. Las mujeres y las jóvenes españolas ganan de media un 23,50 % menos que los hombres y ocupan sólo un 25% de los puestos directivos, según datos del Foro Económico Mundial. Las mujeres representan un 12,3 % de los miembros de los consejos de administración de las principales empresas que cotizan en la bolsa española. Esta proporción está por debajo de la media de la UE (15,8 %). En Plan International lideramos programas dirigidos a defender los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas desde su nacimiento hasta que alcanzan la edad adulta. Nuestros programas hacen partícipes a las niñas y jóvenes en los procesos de toma de decisiones e impulsan cambios y políticas que permitan alcanzar la igualdad de género a nivel local, nacional y global. Aún hay 130 millones de niñas fuera de la escuela Plan International, organización que defiende los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, recuerda que aún hoy 130 millones de niñas en todo el mundo no van al colegio. Los actuales roles de género impactan directamente en su vida, haciendo que sean las primeras de la familia en dejar los estudios, se vean obligadas a un matrimonio temprano forzado y acaben siendo madres cuando aún ni siquiera han dejado de ser niñas. En situaciones de emergencia o conflicto las niñas tienen 2,5 más probabilidades de quedarse fuera de la escuela que los niños. Las mujeres y las jóvenes españolas ganan de media un 23,50 % menos que los hombres y ocupan sólo un 25% de los puestos directivos Actualmente Sudán del Sur es el país del mundo que tiene la tasa más alta de abandono escolar -en educación primaria-, donde uno de cada dos menores no está escolarizado, y ostenta el mayor índice de niñas fuera de la escuela (76%), seguido por Afganistán (55%) y Chad (53%). Plan International desarrolla proyectos asistencia humanitaria en alimentación, protección infantil y educación en emergencias en Sudán del Sur, para garantizar los derechos de la infancia. “Si la sociedad no es consciente ni conoce con exactitud las distintas barreras de género a las que diariamente se enfrentan las niñas y las adolescentes, es imposible que la situación de desigualdad cambie. Para lograr la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, y en especial el Objetivo 4 (educación) y el Objetivo 5 (igualdad de género), es imprescindible contar con datos reales desagregados por edad y género”, explica Emilia Sánchez, directora de Incidencia Política de Plan International. En Plan International trabajamos alineados con la promesa de Naciones Unidas para 2030, recogida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible: lograr la igualdad de género y el acceso a la educación para las niñas. Dar visibilidad a los distintos problemas que impiden que las niñas del mundo puedan ejercer sus derechos es fundamental para que se puedan cumplir la Agenda 2030. Para paliar la falta de datos reales y desagregados de género, en 2016, Plan International impulsó la creación de la plataforma Equal Measures 2030, una alianza global entre el sector privado y distintas organizaciones de la sociedad civil que trabaja en la creación del primer índice mundial de datos sobre niñas y adolescentes. La plataforma, que tiene previsto su lanzamiento en 2019, ofrecerá de forma abierta y gratuita, cifras precisas sobre acceso a la educación, matrimonio infantil, empleo, violencia física y sexual –entre otros temas- de las niñas y adolescentes en los diferentes países.

El proyecto mundial ‘Write Her Future’ ayudará a 40 mujeres con analfabetismo funcional en España
En España, la iniciativa arranca con un programa de formación a mujeres de entre 16 y 21 años en situación de fracaso escolar que no han concluido la ESO y con dificultades de lectoescritura El analfabetismo en España tiene cara de mujer. De las 656.000 personas que en 2017 no sabían leer ni escribir, dos tercios son mujeres, según el Instituto Nacional de Estadística. Una cifra que se queda corta en el caso del analfabetismo funcional, es decir, de la incapacidad para utilizar la lectura, escritura y cálculo de forma eficiente en las situaciones habituales de la vida. Un problema que impide a muchas mujeres jóvenes un buen desarrollo de su vida adulta pero que permanece invisible en nuestra sociedad. Para poner de relieve esta causa, Lancôme, primera marca de belleza de lujo perteneciente al Grupo L’Oréal, lanza en España en colaboración con la organización Plan International, el programa Write Her Future con el objetivo de asegurar un nivel de alfabetización funcional adecuado a las jóvenes con mayor riesgo de exclusión, para garantizar que puedan aprender, liderar, decidir y prosperar en sus vidas, así como incorporarse al mercado laboral. El proyecto se enmarca dentro del compromiso de sostenibilidad de L’Oréal de cara a 2020, Sharing Beauty With All. El programa comienza en España con el apoyo a 40 mujeres, de entre 16 y 21 años que no han terminado la ESO, con dificultades de lecto-escritura, comprensión y comunicación y que actualmente acuden a las Unidades de Formación e Inserción Laboral (UFIL) de la Comunidad de Madrid para aprender un oficio y una formación básica. Los cursos, de 40 horas de formación, incluyen talleres en grupo, tutorías personales y una evaluación continua, con el acompañamiento de expertos en todo momento. “Mejorar sus capacidades de comunicación ofrece a estas jóvenes más oportunidades a la hora de encontrar un empleo, gestionar su independencia económica y, ganar en autoestima para afrontar los desafíos de la vida adulta”, señala Concha López, directora general de Plan International en España. Un proyecto de alcance mundial El analfabetismo afecta a 76 millones de mujeres jóvenes -entre 14 y 25 años- de todo el mundo, según la UNESCO. Y el analfabetismo está íntimamente ligado con la pobreza. Por esta razón, Lancôme se ha unido a la ONG CARE, en este proyecto, en el que destinarán dos millones de euros en los próximos cinco años para la realización de proyectos en países desarrollados y en vías de desarrollo, y que alcanzará a 8.000 beneficiarias directas y 40.000 beneficiarios indirectos. “Write her Future nos permitirá llevar más lejos nuestro compromiso de marca, al apoyar a aquellas mujeres cuya independencia se ve más amenazada, además de concienciar respecto a esta causa y acabar con el tabú que rodea al analfabetismo”, afirma Baptiste Beau, director de Lancôme en España. Iniciado en Marruecos, Tailandia y Guatemala, el programa se está lanzando de forma simultánea en diversos países europeos como Francia, Italia, Alemania y el Reino Unido, además de en España. En Marruecos, por ejemplo, el objetivo es reducir el fracaso escolar al facilitar que las madres jóvenes participen en la educación de sus hijos; en Tailandia mujeres de comunidades aborígenes aprenden y leen el idioma Thai para así ganar independencia y prosperar en la sociedad tailandesa. Y en Guatemala se trata de un programa de lucha contra el analfabetismo para que las mujeres indígenas tengan acceso a la información y conozcan y ejerciten sus derechos para que puedan participar activamente en la vida pública.