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Entrevista: Violet Banda
Violet Banda, de Malawi, es periodista y activista por los derechos de los niños. Informa desde radio Timveni, y representará a PLAN en la Asamblea Parlamentaria de estados de la Unión Europea, de África, del Caribe y del Pacífico, en Budapest, Hungría. En esta entrevista nos cuenta porqué los jóvenes son el corazón de la lucha contra los estigmas y la discriminación, y deben sacar a la luz muchas más necesidades. Luchar contra los estigmas y la discriminación es clave para asegurar el acceso universal a los cuidados sanitarios. ¿Qué pueden hacer los jóvenes para ayudar a alcanzar esto? Los jóvenes deben involucrarse activamente en todas las actividades de desarrollo en el sector sanitario a todos los niveles (comunidad, distrito y nacional). Tienen que defender un servicio sanitario para jóvenes en hospitales y centros de salud porque así proveen un espacio donde los jóvenes son capaces de compartir sus experiencias y sus historias, que ayudan a otros jóvenes a través de las sensaciones de la comunidad y otros programas de alcance. ¿Crees que los donantes y los gobiernos colaboradores están haciendo lo necesario para promover y proteger el derecho universal a la salud? ¿Qué más se necesita hacer? Los donantes y los gobiernos colaboradores están haciendo mucho, pero todavía quedan muchas cosas por hacer. Por ejemplo, es necesario que se invierta más en infraestructuras, como instalaciones físicas, y se deben establecer remuneraciones mínimas para los trabajadores del sector sanitario para evitar la migración y la escasez de trabajadores sanitarios. También debería ser más fácil el acceso a las instalaciones sanitarias. La Ayuda al Desarrollo Extranjera juega un papel muy importante en el apoyo de actividades relacionadas con la salud en la mayoría de países de África, y según la OCDE puede tener como resultado un impacto negativo en la vida de las personas. ¿Crees que los Objetivos de Desarrollo del Milenio pueden alcanzarse en 2015? ¿Cuáles son tus esperanzas y expectativas para el futuro? En Malawi, no se pueden cumplir todos los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015. La evaluación de 2009 sobre los progresos para alcanzar los 8 ODM concluye que 5 de ellos posiblemente podrán cumplirse, pero es muy poco probable que se alcancen los otros 3 restantes. Los cinco ODM que posiblemente se puedan alcanzar son: la erradicación de la pobreza extrema, la reducción de la mortalidad infantil, la lucha contra el SIDA y el VIH, la malaria y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Las tres más poco probables son: lograr la enseñanza primaria universal, reducir las desigualdades de género y reducir la mortalidad materna. Sin embargo, hay esperanza en el futuro de las comunidades, los donantes y los gobiernos colaboradores están trabajando mano a mano para mejor las vidas de los más vulnerables a través de diferentes esfuerzos que se centran en la erradicación de la
La silenciosa actuación de los hijos de Nargis
Wasira Sornpet es la responsable de comunicación para la región de PLAN en Asia. En marzo de 2011 visitó las comunidades costeras del distrito de Laputta, tres años después de que el ciclón Nargis acabara con la vida de 140.000 personas en Myanmar, provocando el mayor desastre en la historia del país. Nos habla de lo vivido en su viaje y de cómo los habitantes de la zona han ido recuperándose de los efectos del ciclón. La silenciosa actuación de los hijos de Nargis Es una noche tranquila en Laputta. Devastada en 2008 por el ciclón Nargis, la ciudad, poco iluminada, ve las noticias que llegan de Japón con ansiedad. La poderosa corriente del río de Laputta se encuentra tan sólo a 100 metros. ?La marea será mucho peor mañana por la noche. Tenemos que regresar antes de que se ponga más peligroso?, dice con cara preocupada Zin Moe, mi colega birmana. Zin Moe y yo, conoceremos en los días siguientes el impacto del tsunami japonés y cómo la cobertura informativa pasó de narrar la devastación producida a destacar la capacidad de resistencia de los supervivientes y la respuesta internacional de ayuda al pueblo japonés. Japón es uno de los países más ricos del mundo, Myanmar uno de los más pobres. ¿Es posible que aquellos que viven en cabañas poco estables, en pueblos a los que tan sólo se puede acceder en barco, puedan permitirse ser fuertes? Aquellos que ganan menos de un euro al día y mueren de enfermedables prevenibles ¿pueden sobreponerse a un desastre tan devastador como el de Nargis? A principios de esta semana, Daw Phyu Phyu Thi, una profesora de una de las escuelas que apoya PLAN, al hablar del grado de destrucción que provocó Nargis me comentó un dato que me impactó mucho: ?Había 130 alumnos en esta escuela. El primer día de clase después de Nargis, toqué la campana y sólo vinieron a clase 30 estudiantes. Volví a tocar la campana, intentando contener las lágrimas, pero no vinieron más alumnos“. Recuperar la normalidad para superar la tragedia ?Después de Nargis, las caras de los niños y niñas cambiaron; transmitían un sentimiento profundo de tristeza. Pero a medida que ha ido pasando el tiempo se han ido recuperando?, dice la profesora, que tuvo que sobrellevar a su vez la muerte de su madre. ¿Pero qué significa ‘recuperarse’? Reflexionando sobre estas preguntas en el barco en mi último día en Laputta, recordé a Wah Wah, una niña de 5 años. Recordaba pocas cosas sobre sus padres. ?Me acuerdo de sus nombres, mi padre dándome de comer y cómo se reunía toda la familia?, dice. Muchos niños perdieron a algún familiar. Personas a las que echan en falta. Muchos de ellos todavía se levantan en medio de la noche llorando por sus padres. Dicen que se hace particularmente duro cuando hay nubes grises en el cielo porque les recuerda a los últimos días que pasaron juntos como una familia. Tres años después de que Nargis desgarrara el delta y separara a innumerables familias, me parece que los supervivientes han aceptado que el dolor estará siempre presente. No han olvidado a sus seres queridos y tampoco lo han intentado. Ayudándose a sí mismos es como consiguen sobrellevar las pérdidas. La nueva escuela como símbolo de esperanza A pesar de estar angustiados, los niños y niñas también han estado ocupados aprendiendo, viviendo y riendo en la escuela. Muchos sueñan con ser ingenieros, porque quieren construir edificios sólidos como sus nuevas y verdes escuelas, para que las personas puedan refugiarse en caso de producirse otro ciclón. ?No tengo miedo cuando estoy en la escuela. La solidez del edificio me hace sentirme seguro?, dice Wah Wah. Antes del ciclón Nargis, los monasterios eran los únicos edificios sufiencemente sólidos para ofrecer refugio a los supervivientes. Ahora, con el apoyo de PLAN, habrá 51 nuevas escuelas, son edificios más fuertes que podrán servir de refugio ante otros ciclones. Durante la construcción, cientos de personas vinieron a ayudar. Vi a Hlaing Hlaing Maw, de 13 años, llevar un cubo de pesado cemento bajo el sol sofocante. Dijo que vino porque quería una nueva escuela. Los adultos vinieron porque ellos también querían llenar su mente de esperanza. Los edificios se han convertido en la representación de la fuerza y la vida de la comunidad. ?¡Terremoto! ¡Terremoto!“, gritó la profesora Daw Phyu Phyu Thi golpeando la mesa repetidamente en una sesión de preparación frente a desastres de PLAN. Toda su clase, de unos 30 alumnos, se mete bajo las mesas en pocos segundos, riéndose. Como ellos, las comunidades han aprendido cómo protegerse frente a los desastres naturales. Ahora saben que se puede reducir el número de muertos en un desastre como el de
"Fui de una generación que no pudo estudiar, no quiero que se repita"
Son casi las 6 de la mañana. El hijo pequeño de Hum Mai se lava la cara con el agua de una tinaja situada junto a su casa. Después, se pone el uniforme escolar y se acerca a la tienda de ultramarinos construida con trozos de madera. El niño toma el desayuno -un bol de arroz y otro más pequeño con judías- que le prepara su madre antes de ir a la escuela. ?Quiero que mis hijos salgan de casa con el estómago lleno, para que no vayan con hambre a el escuela y puedan concentrarse en clase. No les doy mucho dinero, sólo 200 o 300 riels (menos de 0,05?) al día. Es muy importante ahorrar y gestionar bien los recursos porque de otra forma para mí sería muy difícil alimentar a mis cinco hijos y encargarme de la tienda?, dice Mai, de 50 años, mientras limpia el establecimiento. Microcréditos para potenciar los negocios locales Mai ha conseguido llegar a ser una exitosa mujer de negocios. Aprovechó la posibilidad de formar parte a un proyecto de microcréditos de PLAN en Camboya, que tenía como objetivo capacitar a las familias más pobres en las comunidades del norte del país, en la provincia de Siem Reap, para que pudiesen impulsar pequeños negocios locales. Tras realizar una evaluación de sus necesidades y un asesoramiento, el programa ofreció un capital de 67 euros a Mai para poner en marcha su propio negocio familiar a mediados de 2008. Mai tiene siete hijos en total. Los dos mayores están casados y viven con sus familias. Con tantos hijos que alimentar y sin familiares en la zona que pudiesen apoyarles, Mai ha tenido que enfrentarse a muchas dificultades para poder salir adelante.?Había veces que sólo teníamos gachas de arroz para comer y difícilmente nos llenaba el estómago. Recuerdo cuando mi marido contrajo malaria en 2001. No teníamos dinero para llevarlo al hospital provincial, que está a más de 50 kilómetros de aquí. Pedí un vehículo al Centro de Acción de Minas en Camboya para trasladar a mi marido. Me ayudaron, pero él murió cuando llegamos al hospital. No pudo quedarse para ver cómo han crecido nuestros hijos?, dice Mai. Educación de los niños para romper el círculo de la pobreza A pesar de todo, Mai ha conseguido en tan solo dos años evitar que sus hijos en edad escolar tuviesen que abandonar la escuela para trabajar y aportar ingresos a la familia.?Cuando yo era pequeña no había escuela en mi pueblo y mis padres eran tan pobres que no podrían pagarla. Más tarde, en la época de los Jemeres Rojos, tampoco pude estudiar. Fui de una generación que no pudo estudiar. No quiero que se repita. Ahora que tenemos una escuela cerca y no quiero que mis hijos se queden sin educación?, dice Mai, y añade que como no hay instituto en su comunidad tuvo que mandar a sus dos hijos mayores a estudiar la ciudad. Ahora los dos chicos, uno en 12º grado y otro en 9º grado, viven en una residencia cerca de su escuela. Cuando se le pregunta qué es lo que más desea en la vida, Mai explica que sus sueños son tener una casa decente y que sus hijos accedan a buenos trabajos, sabiendo que su marido también lo hubiese deseado. Su primer objetivo está a punto de convertirse en realidad ya que está construyendo una nueva casa más segura -su vivienda actual es precaria, con el techo de paja- gracias a los ahorros que ha conseguido con el negocio de ultramarinos. Mai también tiene mucho optimismo sobre su otro sueño de que sus hijos logren buenos trabajos gracias a la formación que están recibiendo en la escuela. Mai todavía se sorprende por el hecho de que una persona como ella, sin educación básica, haya tenido éxito con el negocio familiar. ¿Qué consejos puede dar? ?Yo era muy pobre, así que entiendo a la gente que no tiene recursos?, dice Mai y añade que en su tienda, los clientes pueden pagar con cualquier cosa, como en madera u otros artículos. Algunos incluso trabajan en su campo de arroz, intercambiando mano de obra por productos. Con su esfuerzo y capacidad de superación Mai se ha ganado la confianza de sus vecinos y sus clientes que han convertido la tienda en un punto donde intercambian opiniones, charlan y toman té y nuez de areca. Pero lo más importante para ella es haber conseguido su principal sueño: que sus hijos puedan estudiar y acceder a un futuro con más oportunidades. Evitar que haya una nueva generación sin
Situación límite en las comunidades de la frontera de Liberia por la acogida de refugiados
Cerca de 150.000 personas han huido hasta la fecha a Liberia por los enfrentamientos en Costa de Marfil. Dos tercios de los refugiados en el país vecino son mujeres y niños. Las diferencias étnicas entre los refugiados de Costa de Marfil dificultan la vida en común en los campamentos habilitados en la frontera. PLAN, presente en Liberia desde 1982, ha puesto en marcha un programa de emergencia en la frontera para atender hasta 25.000 menores y que puedan seguir recibiendo una educación. Madrid, 25 de abril de 2011. La capacidad para acoger refugiados de la frontera de Liberia con Costa de Marfil está al límite. PLAN, organización internacional de protección de la infancia ha puesto en marcha un proyecto para atender a los marfileños que llegan después de recorrer cientos de kilómetros a pie. En los condados de Nimba y Gran Gedeh en Liberia, donde una quinta parte de la población son marfileños refugiados, un gran porcentaje de ellos se muestra reticente a instalarse a los campamentos de ayuda humanitaria. La mayoría de los refugiados marfileños pertenece a la tribu Yakuba o a la Baulé. Tribus que tradicionalmente no conviven juntas. La rivalidad entre estas tribus tiene, entre otros, un origen político. Outtara representa a una de las tribus más numerosas del país mientras que Gbagbo forma parte de una minoritaria. Muchos de los refugiados se están instalando en comunidades cercanas dentro de la misma Liberia donde se habla su mismo idioma y que están formadas por tribus afines a la suya: la tribu liberiana Gio acoge a la tribu Yakuba y la Khran, a la Baulé. ?Existen tensiones étnicas entre nosotros y los rebeldes. Cuando llegaron a nuestra comunidad nos preguntaron a qué tribu pertenecíamos porque nosotros veníamos de una zona que votó a Gbagbo. Ellos eran de una tribu diferente y eso nos causó problemas. Tuvimos que escapar, no podíamos quedarnos ahí o nos podrían haber matado?, cuenta Gervait, un refugiado marfileño que llegó a Liberia hace apenas unos días, al equipo de PLAN en el terreno. Sin comida para todos Con la llegada masiva de refugiados, en las comunidades de acogida en Liberia se están agotando los alimentos y otros recursos lo que aumenta aún más las tensiones entre tribus. ?El pueblo liberiano está feliz de acoger a los refugiados marfileños. El problema es que no hay comida suficiente para todos. Yo he llegado a ver cómo en la casa de una familia se alojaban hasta 65 refugiados que dormían en el suelo, en cualquier rincón?, cuenta Naomi Walker, encargada de comunicación de PLAN Liberia. La mayoría de las familias de estas comunidades de Liberia sobreviven gracias a la agricultura de subsistencia. La bienvenida que la población liberiana está dando a los refugiados del país vecino se entiende dentro del contexto de las guerras civiles de Liberia -entre 1989 y 2003- cuando muchos liberianos buscaron refugio en Costa de Marfil. Secuelas psicológicas por el viaje Los hombres, mujeres y niños que huyen de Costa de Marfil arrastran además graves secuelas psicológicas de la huida. Berenger Berehoudougou, especialista en desastres del área del Oeste de África de PLAN, cuenta la historia de Felicité a quien conoció durante su visita al terreno. Esta marfileña de 30 años llegó a Liberia completamente desnuda, llevando consigo a tres niños menores de seis años. Tuvo que recorrer 250 kilómetros a pie selva a través. En el camino fue asaltada por ladrones que incluso le robaron la ropa. Felicité ahora vive en el pueblo de Grand Gedeh, en Liberia, una localidad que ha visto quintuplicarse su población: de 1.800 habitantes a 10.400. Dos tercios de los nuevos habitantes son mujeres y niños. Los niños, los más vulnerables ?Los niños son especialmente vulnerables al haber sido testigos de la violencia y los ataques contra miembros de su familia. Su protección, especialmente la de aquellos menores que han cruzado la frontera solos es crucial para mantener el equilibrio en las comunidades de acogida?, explica Concha López, directora general de PLAN en España. El trabajo de PLAN en Liberia PLAN está poniendo en marchan programas de emergencia en los condados de Nimba y Grand Gedeh para trabajar con la población refugiada y local. Cerca de 5.800 niños y niñas, de los cuales 4.500 son refugiados marfileños y 1.300 son menores liberianos, ya se han visto beneficiados por el trabajo de la organización internacional de protección de la infancia y está previsto que a lo largo de los próximos ocho meses, estos programas lleguen a más de 25.000 niños, niñas y sus familias. Mantener a los niños y niñas en la escuela PLAN trabaja para que tanto los niños como las niñas puedan volver al colegio cuanto antes. La educación es una importante herramienta de protección que disminuye el riesgo de que los menores refugiados sean rechazados por las comunidades o que los niños y jóvenes sean objeto de tráfico. Con este objetivo, la organización busca aumentar el número de refugiados y liberianos que reciben educación primaria a través de la capacitación de profesores locales y contratando profesores bilingües que puedan atender las necesidades de los menores francoparlantes de Costa de Marfil. Asimismo, se están repartiendo kits escolares y localizando, con la ayuda de los niños y las niñas de las comunidades, a menores que no asisten a la escuela. Se trabaja también con las familias refugiadas, explicándoles la necesidad de escolarizar a sus hijos para que puedan continuar con su educación y normalizar su situación tras la huida del país. La organización internacional ofrece, además, a los jóvenes marfileños y liberianos de entre 15 y 24 años formación profesional para permitirles tener autonomía económica y alejarles del riesgo de ser reclutados como soldados. Por otro lado, PLAN también está facilitando el acceso al agua potable y está instalando letrinas en las diversas comunidades. PLAN ha desarrollado proyectos de educación en emergencias como la del tsunami del Sudeste Asiático, el terremoto de Haití, las inundaciones de Pakistán y Burkina Faso o las guerras civiles de Liberia y Sierra Leona. PLAN está presente en Liberia desde 1982 Los disturbios sociales forzaron a PLAN a cerrar su oficina en el país en 1993 hasta el año 2006. Desde entonces la organización internacional apoya el crecimiento, desarrollo y bienestar de los niños afectados por la guerra a lo largo de 77 comunidades del país. Antes de la llegada masiva de refugiados desde Costa de Marfil, PLAN no desarrollaba ningún programa en la zona fronteriza. Sin embargo, PLAN Liberia ha decidido asistir a las comunidades más afectadas en materia de educación y protección
La ayuda emocional, esencial para el regreso al colegio de los niños y niñas de Japón
El apoyo psicosocial continúa siendo una necesidad vital para los niños y niñas afectados por el desastre que comienzan a regresar a la escuela. Muchas escuelas de la prefectura de Miyagi están reabriendo esta semana sus puertas por primera vez desde el devastador terremoto y posterior tsunami que afectaron al noreste de Japón. ?Estoy preocupado por cómo los niños se han visto afectados mentalmente por el desastre. La vida en el centro de evacuación es estresante, incluso para los adultos. Espero que la escuela contribuya al regreso a la vida cotidiana de los estudiantes, especialmente a través de los deportes y de los amigos ?, dice Akira Dazai, director de una escuela secundaria en Tagajo. El personal de PLAN en el terreno informa de que los niños y niñas que están en los centros de evacuación tienen sentimientos contradictorios sobre el hecho de regresar a la escuela. El desastre, que continúa con réplicas y con el miedo a la radiación nuclear, ha provocado que los niños estén totalmente desconcertados. Una niña de 14 años cuenta: ?En el centro de evacuación hay mucha gente viviendo en muy poco espacio, así que me siento incómoda. En la escuela me siento libre. Pero estoy preocupada porque no tengo el uniforme, ya que lo perdí en las inundaciones que provocó por el tsunami?. ?De todas las personas afectadas por el tsunami, los niños son especialmente vulnerables y necesitan ayuda emocional y psicosocial para superar esta tragedia?, afirma Unni Krishnan, coordinador de la respuesta ante desastres de PLAN. Regresar a la escuela es un paso importante para volver a la normalidad y los niños deben recibir una ayuda apropiada para ello. Los profesores son los que suelen ocuparse del impacto que causa en los niños por lo que ellos también necesitan ayuda. Durante los próximos días, PLAN va a distribuir kits escolares a 850 alumnos en 13 escuelas primarias y secundarias en las ciudades de Tagajo y Matsushima, en la prefectura de Miyagi. Los kits para los estudiantes de primaria contienen materiales como lápices, gomas de borrar, ceras y cuadernos, mientras que los distribuidos para los niños de secundaria incluyen, entre otros materiales escolares, carpetas de plástico y un set de geometría. Los kits también llevan en su interior cartas y mensajes de apoyo de los niños que participan en los Programas de PLAN de China y Bolivia. ?Miles de personas todavía viven en pequeños centros de evacuación, donde las cosas más esenciales marcan diferencia. Para los niños es clave en su primer día de vuelta a la escuela tener su propio kit con artículos de papelería y materiales para el estudio y el juego porque les ayuda a volver a la rutina?, añade Krishnan. El objetivo de la respuesta de emergencia en Japón, que comenzó una semana después del desastre, se centra en los cuidados psicosociales para los niños y profesores y en actividades en las escuelas. La organización está trabajando con el renombrado profesor de psicología clínica Machiko Kamiyama y con las autoridades locales para formar a los profesores así como con los trabajadores sanitarios y los padres para tratar las consecuencias de la tragedia en los
Ayuda de emergencia para los niños que huyen de Costa de Marfil
PLAN está aumentando sus programas de emergencia en educación y protección para ayudar a miles de niños y niñas a lo largo de la frontera de Liberia, mientras las familias continúan llegando al país para escapar de los combates en el país vecino, Costa de Marfil. Las comunidades de Liberia están desbordadas por la llegada masiva de gente buscando refugio, en medio de un clima de miedo a una escalada de ataques por represalias. Los equipos de PLAN han visitado un pueblo en el condado de Grand Gedeh, Liberia, que ha visto aumentar a su población de 1.800 a 10.400 personas. Dos tercios de los que han cruzado la frontera son mujeres y niños. Los más vulnerables Los niños y niñas que han sido separados de sus familias al cruzar la frontera son especialmente vulnerables, advierten los expertos de PLAN. ?La situación para los niños es muy preocupante. Muchos han tenido que caminar por la densa jungla durante cuatro días para llegar hasta Liberia y han sido testigos de mucha violencia y asesinatos. Estos niños y sus familias están traumatizados y necesitan ayuda para superar las atrocidades que han visto. Las comunidades en Liberia también necesitan apoyo para manejar la situación?, dice Mohamed Bah, directo de PLAN en Liberia. Respuesta de emergencia El equipo de PLAN en el terreno está intensificando la respuesta de emergencia y en los próximos meses proporcionará educación y servicios de protección para más de 25.000 niños y niñas y sus familias. PLAN ya ha garantizado el funcionamiento de tres escuelas primarias en la zona, ha formado a 13 profesores y a 45 personas para el cuidado de la primera infancia. También ha organizado sesiones para concienciar sobre la importancia de la protección de la infancia a más de 3.000 personas. Liberia bajo tensión ?A la gente le costará mucho tiempo sentirse segura antes de regresar a sus casas en Costa de Marfil y estamos esperando que lleguen más refugiados a Grand Gedeh y a otros condados vecinos antes de que la situación se calme. Sin embargo, mucha gente puede que no tenga hogares a los que volver, ya que el equipo de PLAN ha conocido a familias cuyos pueblos han sido reducidos a cenizas?, dice Berenger Berehoudougou, experto local en desastres, que visitó recientemente los condados de Nimba y Grand Gedeh. Aunque todavía esté lejos el fin de la crisis, existe la necesidad de retomar lo más rápido posible a la vida normal en los próximos meses tanto para los refugiados como para las comunidades de Liberia. La crisis en la región comenzó hace cinco meses tras los resultados presidenciales de las elecciones en Costa de Marfil. Se estima que 150.000 personas han cruzado la frontera con Liberia, cifra que continúa
Jóvenes de PLAN entrevistan al representante de Naciones Unidas en Haití
Madrid, 14 de abril 2011– Cinco jóvenes pertenecientes a los Clubes de Participación Infantil con enfoque en Derechos, promovidos por PLAN Haití, entrevistaron hace unos días a Nigel Fisher, Coordinador Humanitario de la ONU en Haití. Durante más de una hora los jóvenes tuvieron la oportunidad de preguntar al máximo responsable de Naciones Unidas en el terreno acerca de la respuesta humanitaria de después del terremoto y de, cómo Fisher podría garantizar una mayor participación juvenil en el futuro del país. La entrevista dirigida por los jóvenes, es parte del seguimiento del informe Evaluación de las Necesidades Posteriores a Desastres (Post Disaster Needs Assessment- PDNA) del año 2010. El informe, elaborado por PLAN Haití con el apoyo de Unicef, se elaboró a partir de las encuestas realizadas a cerca de 1.000 jóvenes haitianos un mes después del terremoto sobre cómo reconstruirían ellos el país. Una vez terminada la entrevista Kesnel Dorlean, uno de los jóvenes evaluadores de 22 años, explicó que estaba impresionado por la entrevista con Nigel Fisher ?Como representante de la ONU ha sido prudente en sus respuestas pero también ha sido capaz de responder a todas las preguntas que le hemos hecho. Me alegro de estar participando en la toma de decisiones de mi país.? Jóvenes seguros y preparados Por su parte, Jo-Ann Garnier-Lafontant, Directora de Estrategia, Política y Sensibilización de PLAN Haití, quién también asistió al debate, explicó: ?Estos jóvenes educados a través de los clubes de derechos de PLAN Haití, han demostrado que están seguros de si mismos y que están lo suficientemente informados sobre la situación de su país como para realizar preguntas duras y directas, especialmente a las personas que tienen influencia sobre el futuro del estado.? Por otro lado, la portavoz de Nigel Fisher, Emmanuelle Schneider, dijo que era la primera vez que éste había sido formalmente entrevistado por jóvenes haitianos. ?Las cuestiones que ellos planteaban eran de un nivel muy alto? comentó. También explicó que la reunión era muy importante para Fisher ya que la comunicación directa con la comunidad haitiana acerca de la respuesta humanitaria y los esfuerzos de recuperación a largo plazo, eran una de sus principales prioridades. Asimismo, el propio Fisher explicó que “las preguntas de los jóvenes eran muy inteligentes y ellos fueron muy incisivos. Creo que es una iniciativa muy buena?. El Coordinador Humanitario de la ONU alentó a la juventud a tomar la riendas de la situación: “Animo a los jóvenes no sólo a pensar, sino también a realizar, con la entrada en vigor del nuevo gobierno, una propuesta acerca de lo que la juventud puede aportar para promover la unidad nacional y el sentido comunitario. Han de iniciar una campaña en la que puedan decir: nosotros, los jóvenes, estamos unidos por Haití y estamos haciendo esto sin que nadie nos lo haya pedido, tomando la iniciativa.? Por último, Fisher se comprometió a que, cuando los jóvenes finalizaran la evaluación del informe PDNA les ayudaría a compartirlo con los altos cargos políticos del nuevo gobierno de
En Haití, las niñas cargan el agua y el peso del mundo
Heidi Reed, responsable de comunicación de PLAN en Haití, nos habla sobre el problema del agua corriente y cómo influye en la educación de las niñas. Puedes leer otros artículos de Heidi Reed desde Haití en el blog de PLAN Estados Unidos. Desde que trabajo para PLAN Internacional en Haití, empleo mucho tiempo pensando en el agua y los esfuerzos que los haitianos tienen que hacer para conseguirla. Para la gente lo suficientemente afortunada como para tener unos salarios fijos y vivir en casas, los camiones de agua, como hacen los camiones de helados en otras partes del mundo, tocan la bocina para anunciar su presencia. Rellenan los tanques de agua y se van a otros vecindarios. Esta es la fácil pero costosa forma de hacer que fluya el agua en Haití. Para las más de 800.000 personas que aún viven en los campamentos más de un año después del terremoto, el agua también llega en camiones y de manera gratuita. Sin embargo, los fondos destinados para distribuir el agua de esta manera se están acabando por lo que esta opción está a punto de desaparecer. La gente de los campamentos, como la mayoría de los haitianos sin medios, debe ahora confiar en conseguir suficiente dinero para comprar el agua a algún vendedor (?Eau Miracle? es el más popular) o bien encontrar la comunidad más cercana con un pozo. La semana pasada visité el distrito de Croix-des-Bouquets (a poca distancia en kilómetros de la oficina principal de PLAN en Puerto Príncipe pero a un largo trecho debido al tráfico) con tres expertos en agua y saneamientos de PLAN Haití que estaban comprobando el rendimiento de algunos de nuestros pozos. Allí me dijeron que el 80% de los pozos de ese distrito habían sido construidos por PLAN Haití años antes del terremoto. En la comuna de Lilavois paramos frente a un pozo y nos encontramos con una niña de unos 13 o 14 años de edad que bombeaba agua sin esfuerzo, empleando la fuerza de sus piernas y sus pies descalzos, hacia el interior de un gran cubo de plástico. Las encargadas de conseguir el agua Las niñas en Haití, como millones de niñas en los países en desarrollo, son las encargadas de conseguir el agua. A las menores de Haití, como a muchas más en otros lugares del mundo, se les enseña cómo cargar sobre sus cabezas en torno a 18 litros de agua. La semana pasada, pregunté a algunas mujeres haitianas que conozco cómo es realmente cargar con todo ese peso (porque las niñas y mujeres que veo en la carretera siempre hacen que parezca muy fácil). Emitieron un gemido y dijeron que era doloroso pero que no había elección. Cuando pienso en el agua, deseo que todas las niñas del mundo pudieran tener agua corriente dentro de sus casas o, al menos, cerca de ellas, de manera que pudieran permanecer dentro, estudiar y cumplir sus sueños de convertirse en doctoras, profesoras, periodistas o agentes de policía en un futuro. Pero por ahora, continúan dejando sus estudios en un segundo plano y arriesgándose a sufrir un ataque sexual o físico para ir en busca del agua que sus madres necesitan para hervir el arroz. Instalar agua corriente de manera masiva en todas las casas de Haití es algo aún muy lejos de alcanzar por lo que, por ahora, depositaré mis esperanzas en los pozos de las comunidades. Sólo se tarda dos semanas en instalar uno y cuantos más se construyan más cerca estarán de cada niña que tiene dentro de ella misma la llave para un Haití mejor. ¿Cómo puedo colaborar? Hazte socio de emergencias y apoya el trabajo de PLAN en situaciones de riesgo Mantente informado y difunde estas noticias a través de
Las fuertes lluvias en Haití provocan un aumento de los casos de cólera
Madrid, 6 de Abril de 2011 . Las fuertes lluvias que han afectado a Haití durante los últimos días de marzo han producido un aumento significativo de los casos de cólera, los cuales habían remitido durante la estación seca. Los expertos en salud pública advierten de que esta situación se agravará durante la próxima temporada de ciclones, que comienza en junio. PLAN, la organización internacional que para la pobreza infantil, también ha percibido un incremento de contagios durante los últimos días en los puntos de rehidratación y en las unidades de tratamiento contra el cólera que tiene instalados en los departamentos del Sureste, Noreste y Oeste de Haití desde que en octubre de 2010 se produjera en el país el primer brote cólera en cien años. Estas instalaciones son el primer lugar donde son atendidas las personas que siguen viviendo en los campamentos o en áreas de difícil acceso. Diversos organismos como el Ministerio de Sanidad de Haití, la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y varias autoridades locales han emitido una alerta oficial sobre la posible reanudación de la epidemia de cólera en los próximos meses. ?Actuar a tiempo es esencial para curar el cólera y para la mayoría de la población de Haití, que vive sin instalaciones sanitarias adecuadas o sin acceso al agua potable, el apoyo de PLAN en la respuesta ante el cólera es ahora más importante que nunca?, asegura Concha López, directora general de PLAN en España. A pesar de la disminución de casos en los meses pasados, PLAN no ha cesado en su respuesta ante la epidemia. Como fruto de la sostenibilidad y calidad de los proyectos de la organización, el Ministerio de Sanidad de Haití ha solicitado su apoyo para gestionar la situación en la ciudad de Jacmel, capital del departamento Sudeste, y sus alrededores donde las tasas de mortalidad entre los enfermos de cólera son particularmente elevadas (un 8%). El trabajo de PLAN contra el cólera. PLAN ha llevado a cabo numerosas campañas públicas de prevención en escuelas, radios locales, centros sanitarios, en las calles y a través de visitas ?puerta a puerta? de trabajadores de la brigada de salud de PLAN para concienciar sobre la adopción de básicas medidas de higiene. También ha vacunado, hasta la fecha, a más de 31.000 niños contra el cólera y otras enfermedades, y ha provisto de kits de higiene y medidas sanitarias a más de 100.000 personas. Además, ha distribuido tabletas purificadoras y ha establecido Unidades de Tratamiento de Cólera (UTC), donde la población es asistida de forma gratuita. En cuanto a las instalaciones técnicas, PLAN ha construido tanques de agua con capacidad de más de 4.500 litros cada uno así como ha perforado pozos para proveer de agua fresca y limpia al mayor número posible de personas de distintas comunidades. PLAN en Haití. PLAN está presente en Haití desde 1973 y, en enero de 2010, cuando se produjo el devastador seísmo, tenía en el país 173 trabajadores, que empezaron a atender la emergencia desde el primer momento. En la actualidad, PLAN está desarrollando numerosos proyectos de construcción de escuelas temporales en las zonas de Jacmel y Croix-des-Bouquets, a las afueras de Puerto Príncipe. ¿Cómo puedo colaborar? Hazte socio de emergencias y apoya el trabajo de PLAN en situaciones de riesgo.Mantente informado y difunde estas noticias a través de
PLAN alerta de que 216.000 menores de cinco años no existen legalmente en Perú
Madrid, 8 de abril de 2011. En Perú hay 216.000 niños y niñas menores de cinco años que no existen como ciudadanos ya que no fueron registrados al nacer. Sin personalidad jurídica reconocida, los menores carecen de acceso a garantías legales y sociales: no pueden ser inscritos en la escuela, ni tener acceso a becas, se dificulta el acceso a la atención médica. Cuando sean adultos tampoco podrán votar en unas elecciones como las del próximo domingo. En casos extremos, además, los niños y niñas no registrados tienen más posibilidades de caer en tramas de tráfico infantil y prostitución sin garantías de que se investigue su caso o se penalice el delito. Un menor no registrado nunca será un ciudadano de pleno derecho. Para acabar con este problema, PLAN, la organización internacional que para la pobreza infantil, junto con más de 40 ONG entre organizaciones internacionales como UNICEF, Save the Children, Cáritas, Care, Acción contra el hambre, Aldeas Infantiles y World Vision y locales como ADRA Perú y Campaña peruana por el derecho a la educación, ha logrado que todos los candidatos a las elecciones presidenciales de Perú del próximo 10 de abril se comprometan a que todos los menores peruanos sean registrados al nacer y posean un documento nacional de identidad que proteja sus derechos. El registro es uno de los puntos clave de la ?Agenda por los derechos de la niñez? que los candidatos han suscrito y que defiende además los derechos de los menores a la nutrición, a la vida, a la salud, a una educación de calidad, a la participación, a ser protegidos frente a la violencia y a la protección de los adolescentes que trabajan. En relación con estos derechos, la Agenda ha propuesto a la clase política peruana unos objetivos que deben conseguirse antes del año 2016. Menores no registrados: tráfico y trabajo infantil El carnet de identidad infantil es un documento que ya existe en Perú pero que hasta el momento no llega a toda la población. Los motivos por los que las familias no registran a su hijos al nacer son varios; falta de conocimiento de las garantías que ofrece el registro, dificultad de acceso o lejanía de los centros de registro y dificultad en los procesos de registro para la población indígena que no habla la lengua nacional o para la población que es analfabeta. El compromiso de los candidatos presidenciales es significativo en un país donde el 7,2% de los niños menores de cinco años no están inscritos. La situación es aún más grave en las zonas rurales y en la selva donde las cifras ascienden al 9,2% y al 18,1% respectivamente, aunque no llegan a los porcentajes del Africa Subsahariana -37%- y Asia Meridional -36%-. Un menor no registrado tiene más posibilidades de ser explotado laboralmente porque al no figurar el año concreto de nacimiento no puede comprobarse la edad mínima legal para trabajar. Además, la falta de registro coloca al explotador o traficante en una posición de impunidad puesto que están abusando de una persona que, a efectos legales, no existe. En el año 2010 se denunció la desaparición de 150 menores, de los que 135 fueron encontrados en Ecuador donde eran explotados laboralmente en bananeras, camaroneras, vendiendo golosinas o trabajando en cantinas y clubes nocturnos. Además de facilitarles el acceso a prestaciones sociales como la educación a la sanidad, el registro de los menores también les protege de ser objeto de tráfico. ?Cuando un menor tiene identidad legal se dificulta su traslado ilegal fuera del país y se limita el acceso a trabajo infantil e informal ?, asegura Concha López, directora general de PLAN en España. La campaña ?Registro Universal de Nacimiento? de PLAN en Perú Para evitar todos los problemas a los que tienen que hacer frente los menores sin registro de nacimiento, en 2005 PLAN lanzó la campaña internacional ?Registro Universal de Nacimiento? que tiene como objetivo asegurar que todos los niños y niñas sean registrados al nacer. En 2007 PLAN logró en Perú que el gobierno hiciera del registro infantil una prioridad, que las madres pudieran inscribir a sus hijos sin la necesidad de la presencia del padre y que en hasta 13 municipios la inscripción sea gratuita. Además se han capacitado a casi 1.000 funcionarios públicos para que faciliten los procesos de registro a aquellas personas que no saben leer ni escribir. Desde que la campaña nació en el año 2005, PLAN ha facilitado la inscripción de más de 40 millones de personas en 32 países. En concreto en Perú, 5.974.000 personas han obtenido su registro de nacimiento gracias al trabajo de PLAN en el país andino. PLAN está presente en Perú desde 1994 donde trabaja para facilitar el acceso a derechos básicos como la educación o la sanidad a menores pobres y de zonas marginales del país andino. Sus proyectos benefician a más de 310.000 personas en 250
PLAN trabaja en la frontera de Liberia para proteger a los menores que huyen del conflicto en Costa de Marfil
Descárgate la infografía con las cifras sobre la crisis en Costa de Marfil ¿Quieres colaborar con esta y otras emergencias? Madrid, 5 de abril de 2011– Más de 53.000 niños, niñas y adolescentes marfileños han cruzado la frontera y se han refugiado en Liberia huyendo de la escalada de violencia que afecta a Costa de Marfil desde las elecciones presidenciales de noviembre de 2010. PLAN, la organización internacional que protege los derechos de la infancia, advierte de que este éxodo (hay más de 90.000 refugiados marfileños y un millón de desplazados internos) pone en riesgo la seguridad y el bienestar de los menores, que suponen el 59% de los refugiados procedentes de Costa de Marfil, según cifras de la ONU. Hasta la fecha el equipo de respuesta de emergencias de PLAN ha establecido programas de educación y protección para más de 5.000 niños marfileños en comunidades de Liberia situadas al borde de la frontera con Costa de Marfil. Se trata de una zona donde PLAN antes no estaba presente pero donde ha abierto programas de emergencia ante la llegada masiva de refugiados. ?Ante desplazamientos masivos de población los menores siempre son la población más vulnerable. Muchos cruzan solos o con adultos desbordados por su propia situación y con escasa capacidad para protegerles. PLAN pone especial énfasis en la atención y protección a menores no acompañados?, explica Concha López, directora general de PLAN en España. El trabajo de la organización está centrado también en la asistencia a refugiados con niños pequeños y mujeres embarazadas. Con la escalada de la violencia aumenta además el riesgo de reclutamiento de menores como niños soldado tal y como ocurrió durante la guerra civil de Costa de Marfil entre los años 2002 y 2007, cuando 4.000 niños, según cifras de Naciones Unidas, fueron objeto de tráfico infantil para ser llevados al frente a combatir. PLAN cuenta con experiencia en el desarrollo de proyectos de reintegración y destraumatización de niños soldado que participaron en la guerra civil de Sierra Leona de los años 90. El trabajo con los menores, tuvo un especial foco en las niñas que sufrieron altos niveles de violencia sexual. La generosidad de los liberianos La llegada continua de refugiados ha comprometido la sostenibilidad del condado de Nimba, una zona sin apenas infraestructuras en la frontera liberiana. Las comunidades de acogida de este condado han estado compartiendo su comida con los marfileños por lo que ahora sus reservas de alimento se encuentran bajo mínimos. ?La capacidad de las comunidades fronterizas de atender las necesidades de la afluencia de refugiados está al límite. La gente que viene de Costa de Marfil no lleva equipaje salvo una pequeña mochila a la espalda. Necesitan urgentemente comida, agua potable, un lugar donde dormir y protección para sus hijos. Y lo más probable es que la situación solo vaya a peor?, cuenta Valentine Alobwede, la coordinadora ante emergencias de PLAN en Nimba. La actual crisis de Costa de Marfil comenzó en noviembre de 2010 cuando Gagbo, el presidente saliente, se negó a abandonar el poder alegando irregularidades tras perder las elecciones contra Outtara, el candidato de la oposición. Desde entonces los enfrentamientos, la violencia y las protestas entre los simpatizantes de ambos políticos no han cesado, reviviendo así los fantasmas de la guerra civil que sufrió el país entre los años 2002 y 2007. PLAN en Liberia PLAN está presente en Liberia desde 1982. Los disturbios sociales forzaron a PLAN a cerrar su oficina en el país en 1993 hasta el año 2006. Desde entonces la organización internacional apoya el crecimiento, desarrollo y bienestar de los niños afectados por la guerra a lo largo de 77 comunidades del país. Antes de la llegada masiva de refugiados desde Costa de Marfil, PLAN no desarrollaba ningún programa en la zona fronteriza. Sin embargo, PLAN Liberia ha decidido asistir a las comunidades más afectadas en materia de educación y protección infantil. ¿Qué puedes hacer tú? Hazte socio de emergencias y apoya el trabajo de PLAN en situaciones de riesgo Mantente informado a través de
Japón: PLAN apoya a las familias en los centros de evacuación
La labor de PLAN se centra en ayudar a las familias que permanecen en los centros de evacuación y ya se han distribuido 1.000 kits familiares en las ciudades más afectadas de Tagajo e Ishinomaki, en la prefectura de Miyagi. PLAN trabaja además para ofrecer apoyo psicosocial y emocional a los niños y niñas afectados. Hasta la fecha, el número de muertos y desaparecidos llega a 28.000. Actualmente hay 170.500 personas que todavía viven en más de 2.000 centros de evacuación. 01/04/2011. La respuesta de emergencia de PLAN en Japón continúa con la distribución de kits familiares en los centros de auxilio de las ciudades más afectadas de Ishinomaki y Tagajo, en la prefectura de Miyagi. El kit contiene elementos como jabón, toallas, cepillo de dientes, lápices de colores, pañales y ropa interior para cubrir las necesidades básicas de las familias que se encuentran en los centros de evacuación. Además de los kits, el personal de PLAN también ha distribuido mantas y juguetes para los niños en cuatro colegios que están siendo utilizados como albergues para 2.450 personas. En cada centro, los supervivientes del tsunami y los vecinos formaron grupos de voluntarios para colaborar en la distribución de la ayuda. Las reacciones de las familias que recibieron los kits mostraron que las necesidades básicas que contienen los kits marcaron una gran diferencia para ellos. ?¿Me pueden dar otro cuaderno?? preguntó una niña de la escuela primaria que cuidaba de su hermana pequeña. ?Este ha sido un desastre sin precedentes que ha afectado a todos. A pesar de que los centros de respuesta de PLAN están enfocados para atender a los niños, esta actividad ayuda a toda la familia? dijo Unni Krishnan, Coordinador Político de Respuesta a Desastres, ya que ?cuando los padres tienen la mente descansada, pueden cuidar mejor a sus hijos? añadió. PLAN inició si primera fase de respuesta de emergencia a raíz de una visita de sus expertos en Ishinomaki y Tagajo donde encontraron escenas desgarradoras y fueron conscientes de la destrucción provocada. El equipo identificó aéreas en las que podían proporcionar ayuda de emergencia. Apoyo psicosocial a los niños y niñas afectados Además de la distribución de materiales de emergencia, PLAN proporcionará apoyo educativo a los niños que no tienen acceso a la escuela o a los servicios de cuidado infantil . La respuesta de emergencia de PLAN también incluye el cuidado mental, social y emocional de los niños y las niñas afectados por la situación traumática que han vivido. ?Hemos establecido el cuidado psicosocial para niños y niños como una de las áreas principales de nuestra respuesta?, dice Sato Ikuro, encargo de los programas de PLAN en Japón. Entre las actividades previstas está el realizar una sesión de orientación la próxima semana en Tagajo para ayudar a que 300 profesores de primaria y secundaria comprendan las necesidades psicosociales de los niños y las niñas afectados por el desastre y puedan ayudarles de forma más efectiva. La sesión será dirigida por Unni Krishnan, coordinador de la política de respuesta ante desastres y por el Profesor Machiko Kamiyama, experto en psicoterapia clínica de la Universidad de Yamagata. Miedo ante nuevos temblores Takano, responsable de una guardería en Sendai, explica: ?El tsunami no llegó hasta nuestra guardería, pero hay muchos niños y niñas atemorizados de que se produzca un nuevo terremoto. No quieren separarse de sus madres y los más pequeños o aquellos con discapacidades ni siquiera pueden expresar su ansiedad y temor. Cuando experimentamos nuevos temblores, algunos niños y niñas abren mucho sus ojos y no se pueden mover. Muchos de ellos necesitan apoyo psicológico?. PLAN está trabajando junto a otras organizaciones para proporcionar asistencia y ayuda humanitaria. ¿Qué puedes hacer tú? Hazte socio de emergencias y apoya el trabajo de PLAN en situaciones de riesgo Mantente informado a través de Facebook