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Plan International pone de relieve las desigualdades a las que se enfrentan las niñas y jóvenes refugiadas ucranianas

Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas y que cuenta con una amplia experiencia en acción humanitaria, ha celebrado hoy en el CaixaForum de Madrid las jornadas Girls in Crisis: El impacto de las crisis humanitarias en las niñas y adolescentes. En el encuentro han participado Pilar Cancela Rodríguez, secretaria de Estado de Cooperación Internacional y Concha López, directora general de Plan International España, entre otros ponentes.   Con el objetivo de visibilizar la situación y experiencia de las propias niñas y adolescentes en contextos de emergencia como el de Ucrania, Plan International ha reunido en Madrid a los principales expertos y expertas del tema, quienes han puesto de relieve cómo las crisis humanitarias agravan las desigualdades preexistentes y exacerban las vulneraciones de los derechos de las mujeres, en particular de las niñas y adolescentes.   Cerca de 5 millones de personas han tenido que buscar refugio fuera de Ucrania desde que estalló el conflicto, según las agencias de Naciones Unidas. Asimismo, se calcula que entre el 30 y el 40% de los que huyen de Ucrania son niñas y niños menores de 14 años, muchos no acompañados o separados de sus cuidadores. En total, más del 80% de las personas refugiadas son mujeres, adolescentes, niñas y niños.   Las consecuencias de esta emergencia se sienten a nivel global y la FAO ya estima que 30 millones de personas en el mundo podrían pasar hambre como consecuencia del conflicto. Entre los países que dependen de las exportaciones de alimentos de Ucrania están Etiopía y varias naciones del Sahel, en la franja sur del Sahara, que podrían ver acrecentadas las emergencias que ya viven.   Durante su intervención, Concha López, directora general de Plan International España, profundizó en la reciente crisis de Ucrania, indicando que “el abuso, la explotación y la violencia sexual contra las niñas y adolescentes se repiten en todas y cada una de las emergencias humanitarias en las que Plan Internacional interviene, y por ese motivo el enfoque de género y edad debe ser prioritario en las respuestas humanitarias. Europa está siendo testigo de la brutal violencia a la que están expuestas las niñas y mujeres en el conflicto en Ucrania. Desde Plan International reclamamos un alto el fuego inmediato y hacemos un llamamiento para que se respete el Derecho Internacional Humanitario y se garantice que la población y las infraestructuras civiles, como las escuelas, no sean objetivo de guerra”. López también ha solicitado que “se garanticen los apoyos y las ayudas a medio y largo plazo para las familias y la infancia que han llegado desde Ucrania. Su futuro sigue siendo incierto y las administraciones públicas deben facilitarles medios de vida sostenibles”.   Por otro lado, la máxima responsable de la ONG en España ha abordado el trámite de la futura Ley de Cooperación, sobre lo que ha comentado que “la futura Ley de Cooperación supone una oportunidad única de generar un marco legal que sitúe a España a la vanguardia de la cooperación y la ayuda humanitaria. Desde Plan International celebramos los avances realizados en el anteproyecto de ley e instamos al Gobierno y a todos los grupos políticos a tramitar el texto con celeridad y consenso, y a que el género y la infancia sean objetivos específicos de la acción humanitaria y la política de cooperación”.  En palabras de Pilar Cancela, Secretaria de Estado de Cooperación Internacional, “nuestra política exterior, a través de sus actuaciones de cooperación al desarrollo y acción humanitaria, reafirma la voluntad política de avanzar hacia la igualdad real y efectiva en el plano internacional. Esto es la materialización de la defensa de los valores que promueve España en el mundo y la Cooperación Feminista es la clave para afrontar los retos globales a los que ya nos estamos enfrentando. La Cooperación Española asume compromisos ambiciosos en materia de género, siendo la promoción de los derechos de las mujeres y la igualdad de género una de sus señas de identidad, de manera transversal en todos sus proyectos y programas en el marco de la Agenda 2030”.  En relación con la situación de las mujeres y las niñas en Ucrania y en Afganistán: “Si queremos cumplir con el objetivo de no dejar a nadie atrás, la comunidad humanitaria debe exigir a las autoridades del régimen talibán el respeto a los derechos humanos de las mujeres y niñas, como condición previa y obligatoria a cualquier debate sobre la ayuda humanitaria. Esto supone el restablecimiento de sus derechos básicos de movimiento, de acceso al trabajo asalariado y a todos los niveles educativos, entre otros”.  “No atender las necesidades de las mujeres y niñas significaría que no estamos cumpliendo el mandato humanitario. Conscientes de ello, en la nueva Ley de Cooperación, incluiremos de forma sistemática referencias a la situación de mujeres y niñas, a sus necesidades específicas y a estrategias concretas para abordarlas, incorporando la perspectiva de género de forma plena y efectiva”.  Continuando con Ucrania, la primera mesa de las jornadas se ha centrado en este conflicto abierto. Las participantes han podido debatir entorno a la necesidad de trabajar de formar conjunta y coordinada en protección infantil y frente a la violencia sexual y de género, para prevenir situaciones de riesgo tanto en tránsito como en destino, como es la situación de las miles de niñas y adolescentes refugiadas que han llegado a España en las últimas semanas. Es el caso de Marianna Pinkovska, una madre ucraniana refugiada en Madrid, quien contó en primera persona la experiencia de dejar atrás un hogar en guerra para comenzar una nueva vida: “a los pocos días de estallar la guerra me marché de Ucrania junto a mi hija; tomé esta decisión porque no quería que ella viviese con el recuerdo de los bombardeos. Ahora ella puede ir al colegio en España y vivimos en una casa en Madrid, pero yo quiero tener la oportunidad de trabajar”.   En este sentido, Annita Queirazza, responsable global de protección infantil en emergencias de Plan International, ha explicado la necesidad de que comunidades, gobiernos nacionales y el sector humanitario en su conjunto preste especial atención a las necesidades específicas y riesgos a los que niñas y adolescentes se enfrentan en contextos humanitarios. “En Plan International trabajamos con un enfoque integral: atendemos necesidades básicas, respondemos a la violencia sexual y de género, ofrecemos apoyo psicológico y damos acceso a educación en emergencias. En este sentido, en los últimos años hemos apostado por incluir también el empoderamiento socio-económico, potenciando la formación y capacitación de mujeres jóvenes a través de soluciones sostenibles que les permitan tener una autonomía económica”.   La jornada ha contado con una segunda mesa de debate donde participaron expertos como Antón Leis, director de AECID; Gabriel Elorriaga, vicepresidente segundo de la Comisión de Cooperación del Congreso de los Diputados, así como expertas en acción humanitaria en Sahel y América Latina de Plan International. Durante la mesa “Voces de Sahel y América Latina: el papel de la cooperación española” se abordó el trabajo, los retos y las perspectivas de futuro para ambas regiones en materia de cooperación y acción humanitaria.  Adolescent Girls in Crisis  La serie de investigaciones Adolescent Girls in Crisis, desarrolladas por Plan International, se basan en las voces y experiencias de las niñas en situaciones de emergencia: Sudán del Sur, Sahel, Venezuela, Beirut, Lago Chad, Zambia y Zimbabue y los campos de refugiados rohingya en Bangladés. La experiencia de estas investigaciones ha dejado patente que las adolescentes que viven estas crisis de larga duración se enfrentan a circunstancias y dificultades específicas. Cada uno de los informes presentan conclusiones y recomendaciones para contribuir a garantizar los derechos de las niñas y adolescentes en contextos de

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Plan International pone en marcha un programa de entrega de tablets para garantizar la educación de niñas y niños ucranianos

La ONG Plan International trabaja en Rumanía junto a socios locales en un proyecto para garantizar el acceso ininterrumpido a educación de niñas, niños y adolescentes ucranianos.  El objetivo es ofrecer una educación de calidad, segura e inclusiva que apoye tanto su bienestar psicológico como el de sus familias y profesores. Como parte del proyecto, Plan International ha comenzado esta semana con la distribución de tablets en las que previamente se instalaron una serie de aplicaciones desarrolladas por el gobierno ucraniano para que los niños pudieran continuar el plan de estudios de su país. Además, también se añadieron aplicaciones para promover su bienestar o que incluyeran cursos de la lengua rumana. En concreto, se han realizado dos entregas, una primera tanda de 40 tablets en un centro de acogida gestionado por un socio local y otra con 60 unidades más en una escuela de Bucarest donde niños ucranianos y sus profesores están recibiendo apoyo por parte de Plan International para continuar con la formación académica. La intervención de Plan International en la emergencia de Ucrania incluye un fuerte componente de la promoción de la educación. Esta y otras actividades se mantendrán activas en diferentes ciudades como parte de los diferentes proyectos que Plan International viene desarrollando desde el inicio del conflicto con el fin de ayudar y proteger a niñas, niños y adolescentes desplazados por el conflicto.

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Ucrania: Declaración sobre los ataques a la población civil y a las infraestructuras civiles

Las organizaciones humanitarias abajo firmantes estamos conmocionadas por el nivel de necesidades humanitarias, las muertes masivas de civiles, las víctimas y la violencia sexual contra las mujeres y las niñas que se observan en diferentes regiones de Ucrania. Hacer un objetivo de las zonas densamente pobladas y privar colectivamente a los civiles de su derecho a acceder a las necesidades básicas, a los servicios esenciales, a la asistencia humanitaria, a la protección y a la evacuación en condiciones de seguridad, así como atacar objetivos civiles como hospitales, centros de enseñanza y edificios residenciales, son violaciones flagrantes del Derecho Internacional Humanitario. Como organizaciones humanitarias que siguen los principios de neutralidad, independencia e imparcialidad, estamos seriamente preocupadas por las hostilidades en curso y por los infructuosos esfuerzos de la comunidad internacional para negociar y garantizar un alto el fuego. Es urgente un cese inmediato de las hostilidades para detener la matanza de civiles y el sufrimiento de la población en Ucrania. Seguimos de cerca las negociaciones en curso de alto nivel en Naciones Unidas y exigimos que tengan un resultado positivo para la situación humanitaria sobre el terreno. Nada puede justificar el sufrimiento que siguen padeciendo los civiles, especialmente los niños, niñas y mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad en Bucha, Irpin, Hostomel, Borodianka, Mariupol y otras regiones de Ucrania. Todas las partes del conflicto deben cumplir sus obligaciones internacionales, entre ellas la de no atacar a los civiles ni a las infraestructuras públicas vitales, como hospitales, escuelas y suministros de agua y electricidad. Todas las partes del conflicto no deben tolerar la violencia sexual. Estas graves violaciones de las leyes aplicables en los conflictos armados podrían constituir crímenes de guerra. “Nunca olvidaré el momento en que traté de salir de Irpin: estaba esperando en la calle y empezaron a bombardear el coche de mi vecino. Su padre falleció en el acto. Su madre y su hijo sobrevivieron, pero quedaron gravemente heridos. Es muy difícil aceptar e imposible de entender que esté pasando esto. Pido desesperadamente que esta guerra llegue a su fin“, Olha, estudiante de último año de Irpin, actualmente desplazada en el oeste de Ucrania. Pedimos un acuerdo político para la protección de los civiles, que incluya el paso seguro y voluntario de las personas que quieran abandonar las zonas de alto riesgo en toda Ucrania. Al mismo tiempo, debe respetarse su derecho a determinar el destino de su elección para la evacuación, de acuerdo con el IV Convenio de Ginebra. Las partes en el conflicto deben facilitar urgentemente el acceso humanitario sin obstáculos para que el personal de ayuda y los voluntarios puedan prestar urgentemente asistencia vital y apoyo médico a las personas necesitadas. En virtud del IV Convenio de Ginebra y de la Resolución 2286 del Consejo de Seguridad de la ONU, el personal sanitario y las instalaciones sanitarias, como los hospitales y otras instalaciones creadas con fines médicos, deben ser respetados y protegidos en cualquier circunstancia. Las unidades médicas no pueden ser atacadas y el acceso a ellas no puede ser limitado. La comunidad internacional, incluidos el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU, debe tomar medidas más contundentes para poner fin a las hostilidades y reafirmar la fe en los derechos humanos fundamentales y en las condiciones en las que puede mantenerse el respeto a las obligaciones derivadas de los tratados y otras fuentes del derecho internacional. Añadimos y reiteramos nuestras demandas del 4 de marzo de 2022: Un cese inmediato de las hostilidades y de los ataques contra población e infraestructuras civiles; Todas las partes del conflicto deben respetar el Derecho Internacional Humanitario (DIH). Los ataques dirigidos contra población civil e infraestructuras públicas, incluidas las instalaciones indispensables para la supervivencia de los civiles, están prohibidos por el DIH. En ningún momento las hostilidades deben poner en peligro los derechos, el bienestar y la seguridad de la población o las infraestructuras civiles, como escuelas, centros de salud, mercados o tierras de cultivo, entre otros; Acceso humanitario seguro, incluso en las líneas de conflicto para garantizar la asistencia humanitaria a todos los afectados, especialmente a aquellos en situaciones más vulnerables; con respeto a la independencia y neutralidad de los organismos humanitarios, así como la protección de personal humanitario y voluntarios; Todos los niños tienen derecho a disfrutar de las disposiciones de la Convención sobre los Derechos del Niño, que insta a todas las personas a considerar el interés superior del niño. Durante los conflictos armados, el DIH ofrece una protección general a los niños como personas que no participan en las hostilidades y una protección especial como personas especialmente vulnerables. Protocolo I, artículo 77:;”Los niños serán objeto de un respeto especial y se les protegerá contra cualquier forma de atentado al pudor. Las Partes en conflicto les proporcionarán los cuidados y la ayuda que necesiten, por su edad o por cualquier otra razón” Todas las partes deben cumplir con sus obligaciones en virtud de las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre los Niños y los Conflictos Armados, y prevenir: asesinatos, mutilaciones, el reclutamiento, la explotación y violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, quienes corren el riesgo de sufrir las seis violaciones graves contra niños en conflictos; Todas las partes en el conflicto deben instar al Principio fundamental de Distinción y Declaración de Escuelas Seguras para garantizar la protección de todos los niños einstalaciones, incluidos colegios, escuelas infantiles y hospitales. Todos los implicados y actores armados deben asegurar que los niños y sus cuidadores permanezcan seguros y a salvo, independientemente de las circunstancias; El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe cumplir su mandato, garantizar la protección de los civiles y mantener la paz y la seguridad internacionales al margen de las disputas políticas; Un acuerdo político para la protección de todos los civiles atrapados en zonas de alto riesgo en cualquier lugar de Ucrania, que incluya el paso seguro y voluntario de las personas que quieran salir, el acceso humanitario y la protección. Al mismo tiempo, debe respetarse su derecho a elegir el destino de su elección para la evacuación, de acuerdo con el IV Convenio de Ginebra; Garantizar la plena cooperación con las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja para facilitar la aplicación y la supervisión de pasos seguros y sistemáticos que permitan el paso rápido de los cargamentos y convoyes humanitarios, incluido el paso seguro de todos los civiles y trabajadores humanitarios; Todos los países deben acoger por igual a todas las personas desplazadas que huyen de Ucrania, independientemente de su nacionalidad, orientación sexual, identidad de género, país de origen, origen religioso, raza o etnia; Todos los fondos para aliviar el sufrimiento de las personas afectadas por el conflicto en Ucrania deben ser adicionales y flexibles, o nuevas vías de financiación adaptadas a los actores locales. No deben desviarse de otras crisis humanitarias infrafinanciadas que tienen lugar en todo el mundo.

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Plan International insta al Gobierno a que garantice el acceso ininterrumpido a una educación segura, inclusiva y de calidad a las niñas y niños desplazados por el conflicto de Ucrania

El conflicto en Ucrania ha puesto en riesgo la educación de la infancia en el país. Se estima que, debido al cierre de las escuelas, 5.7 millones de niñas, niños y adolescentes no están pudiendo seguir con sus estudios. Asimismo, se estima que hasta 100.000 niñas, niños y adolescentes de hasta 16 años podrían llegar a España desplazados por la situación que se vive en Ucrania con necesidad de ser escolarizados. Es por esto que, Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, integra en su intervención para esta emergencia un fuerte componente de promoción de la educación. En este sentido, la ONG ya distribuye kits escolares en Chisinau (Moldavia) para facilitar que las niñas y los niños que huyen del conflicto de Ucrania puedan volver a la escuela cuanto antes. Esta actividad se desarrolla como parte de la respuesta a la emergencia de Ucrania que la ONG realiza tanto en los países fronterizos como en España. Los kits, que contienen suministros esenciales para mantener la educación como mochilas, bolígrafos, cuadernos, lápices de colores y kits de higiene, ayudarán a las niñas y niños desplazados que ahora viven en Moldavia a continuar con sus estudios mientras se matriculan en las escuelas locales. Katy, una joven ucraniana de 16 años desplazada en Rumanía a causa del conflicto, reconocía que la guerra “da miedo, pero creo que todo saldrá bien. Quiero volver a casa, allí iba a clase, pero mi escuela está cerrada desde que empezó la guerra”. Desde el estallido del conflicto, más de 3.5 millones de personas, de los que la mitad son niños y niñas, han huido de Ucrania, y las cifras de desplazados no paran de crecer. La crisis humanitaria está repercutiendo especialmente en los países limítrofes con Ucrania, como Polonia, Rumania y Moldavia, donde Plan International cuenta con misiones desde hace semanas para analizar y atender las necesidades más urgentes de los desplazados. Por todo esto, Plan International ha compartido sus recomendaciones con el Gobierno y las diferentes administraciones en España para que se tengan en consideración de cara a las medidas en las que ya trabaja para atender y dar respuesta a la situación que viven las personas desplazadas, así como a los impactos socioeconómicos del conflicto. Garantías para la educación y apoyo psicológico de la infancia desplazada por el conflicto La ONG ha instado a las distintas administraciones públicas de nuestro país a que garanticen el acceso ininterrumpido a una educación segura, inclusiva y de calidad para todas las niñas y niños afectados por el conflicto, independientemente de su edad, género, discapacidad o cualquier otra circunstancia o característica. Concha López, directora general de Plan International, ha indicado que a las niñas, niños y adolescentes desplazados por el conflicto de Ucrania: “Continuar con sus estudios les da la oportunidad de recuperar la normalidad y empezar a mirar hacia el futuro. Pero no basta con darles una plaza en un colegio, han vivido experiencias traumáticas que están afectando gravemente a su bienestar emocional, por eso es imprescindible que haya un acompañamiento y se les apoye con atención psicológica para que puedan superar las heridas del conflicto que no se ven”. El refuerzo de los programas de atención psicológica, así como el acceso al ocio, es clave para contribuir a la recuperación emocional de la infancia, especialmente para aquellas niñas, niños y jóvenes que ha sufrido abuso, explotación o violencia. De este modo, la ONG solicita a las administraciones que dispongan de recursos para cubrir las necesidades de la infancia desplazada como aulas de enlace o de refuerzo, apoyo en el aprendizaje del idioma, mediadores culturales y apoyo psicosocial y emocional. El derecho a la educación debe comprender también la educación infantil, el acceso a la formación profesional y la formación para adquisición de competencias sociolaborales.   Enfoque de infancia y género en los centros de primera acogida y refuerzo de los sistemas de protección Incluir un componente de género y edad en la atención de la infancia desplazada por el conflicto en los centros de primera acogida es fundamental para salvaguardar el bienestar de las niñas y los niños. Asimismo, desde Plan International se insta a destinar recursos específicos para iniciar y agilizar los procesos de reunificación familiar. Por otro lado, la organización también pone de relieve la importancia de garantizar mecanismos fiables y eficaces de identificación y registro de los niños y niñas no acompañados y separados de sus familias. Los sistemas de protección de los países miembros de la UE deben coordinarse para evitar el tráfico y la trata, los abusos e incluso la explotación de niñas y niños. El cuidado alternativo de los menores no acompañados o separados debe proporcionarse garantizando su derecho a ser escuchados y tenidos en consideración, y no se debe impedir que accedan al país de destino de su preferencia cuando sea lo más favorable en aplicación de su interés superior. Por último, Plan International insta a la administración a dedicar los recursos suficientes para que los centros de primera acogida cuenten con espacios seguros para la infancia. El trabajo de Plan International La respuesta de Plan International ante la crisis de Ucrania se centra en la protección de la infancia y el apoyo psicológico como prioridades clave, con una clara perspectiva de género en sus actividades, que garantice la seguridad de niñas, niños, adolescentes y mujeres jóvenes, así como la protección de su educación. Puedes conocer más sobre las misiones de Plan International y apoyar su trabajo en la emergencia de Ucrania

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Ucrania: La desgarradora historia tras el silencio de una niña refugiada

Dr. Unni Krishnan, Director Humanitario Global, Plan International  En la relativa comodidad de un centro de recepción temporal en Galati, en la frontera entre Ucrania y Rumania, Anna*, de siete años, llega con su madre, Sofia, y su abuela, después de huir de las bombas en Odessa, su ciudad natal.  “Fue una pesadilla angustiosa e interminable”, dice Sofía, refiriéndose al viaje en el que la familia se encontró con enormes atascos y retenciones en las carreteras. Las noticias sobre más bombardeos, que podrían causar daños a la población civil, solo hicieron crecer su ansiedad.   Las cosas han ido a peor, Anna ha dejado de hablar. La niña solo habla dormida, me dice Sofía, y abraza a su madre con fuerza. Anna fue testigo de las explosiones y la muerte en Odessa, escenas de las que una niña jamás debería ser testigo. También se siente mal porque no pudieron traer a Sheyla, su perro. Anna solía cantar en un coro en la Ópera de Odessa, me dice orgullosa su abuela, que también es artista.  Ahora, con solo tres mochilas que contienen sus pertenencias más valiosas, las tres generaciones, dos mujeres y una niña, deben encontrar su camino hacia un lugar seguro.  El viaje de las personas desplazadas por el conflicto  Cientos de niñas, niños y mujeres desplazadas pasan por aquí todos los días. Después de dos semanas, los constantes bombardeos y el conflicto en Ucrania han desarraigado a más de 2,6 millones de personas, la mayoría mujeres, niñas y niños. La guerra y la violencia les roban su infancia y también silencian sus voces. El silencio de un niño es a menudo su historia, y abordar las necesidades emocionales de los niños y los supervivientes de guerras y conflictos debe ser una prioridad en los esfuerzos de la ayuda humanitaria.   En las guerras, los conflictos y los centros de refugiados, los riesgos para la protección de la infancia, así como otros factores, amplifican el sufrimiento humano. En la frontera entre Ucrania y Moldavia, hace un par de días, las mujeres cargaban a sus bebés recién nacidos, llegados al mundo tras el comienzo de las hostilidades. Los recien nacidos habían pasado sus primeros días viviendo en búnkeres. No tienen certificados de nacimiento u otros documentos de identidad. Ahora, con sus madres, quedan atrapados en la frontera durante horas.  Mientras la falta de documentos de identidad retrasa su camino hacia una relativa seguridad, el duro tiempo invernal solo agrava su situacion. El día de mi visita había nieve; la temperatura era gélida: menos dos grados centígrados. La mayoría de las personas desplazadas salieron de sus hogares con una simple chaqueta para la nieve. Las condiciones climáticas extremas se cobran su precio en los pulmones de la infancia. La neumonía es la principal causa infecciosa de muerte en niños en todo el mundo.  En medio de un flujo constante de personas desplazadas llegando al centro de recepción de Galati, Sofía se recupera y hace planes. “La vida debe continuar”, dice, reflexionando sobre las tres generaciones de su familia desplazadas por diversas guerras y conflictos. Primero, su propia madre, desplazada cuando era niña; luego Sofía, desarraigada de su primer hogar cuando el conflicto se intensificó en Donbas hace unos años. Ahora, el último conflicto en Odessa, hace que las tres generaciones de la familia deban huir de su hogar una vez más.  “Tengo que cuidarla”, dice Sofía, señalando a su hija. Llámelo resiliencia o valentía, pero son las niñas y los niños los que motivan a las madres a mirar hacia el futuro.   *El nombre ha sido cambiado para proteger su identidad. 

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Tráfico, explotación o abuso: los riesgos que afrontan las jóvenes por la guerra de Ucrania

Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, ha alertado sobre los riesgos a los que se ven expuestas niñas, niños y jóvenes que han tenido que huir de Ucrania a causa del conflicto. Más de 2.3M de personas ya han tenido que huir del país a causa de la guerra, según ACNUR. Muchas de ellas llegan a Polonia, Rumanía o Moldavia, donde la ONG ya cuenta con misiones trabajando para conocer de primera mano las necesidades más urgentes de las personas desplazadas. La cifra de personas obligadas a abandonar su hogar por la guerra no para de crecer cada día. Polonia, con más 1.4M; Rumania, con más de 84.000; y Moldavia con más de 82.000 son algunos de los países que más desplazados están recibiendo. Así mismo, las personas desplazadas también buscan refugio en Hungría, Eslovaquia y otros países europeos. La situación es alarmante, ya que se espera que hasta 4M de personas crucen las fronteras de Ucrania hacia países vecinos a causa del conflicto, según la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU. Las misiones de Plan International trabajan en centros de recepción y atención de personas que han tenido que huir de Ucrania para conocer de primera mano sus necesidades en los tres países. A raíz de las visitas a los principales puntos de flujo de desplazados por la guerra, la ONG hace hincapié en los riesgos a los que se enfrentan estas personas, en su mayoría niñas, niños, adolescentes y mujeres. Entre otros, afrontan situaciones que podrían llevarles a sufrir el tráfico o la explotación y el abuso sexual. Concha López, directora general de Plan International, ha comentado al respecto que: “El conflicto de Ucrania está impactando de una forma especialmente severa en la vida y el futuro de millones de niñas, niños y adolescentes. Las cifras de desplazados crecen cada minuto”. López también ha indicado que: “A través del trabajo de análisis de nuestras misiones podemos alertar de que muchas de estas personas están afrontando serios riesgos de sufrir el tráfico o la explotación y el abuso sexual. Ahora, más que nunca, resulta fundamental incluir una perspectiva de género en las acciones que se desarrollen para atenderles”.  Perspectiva de género en la atención de personas desplazadas en Polonia En Polonia, los centros de tránsito y atención de desplazados coordinan la provisión de alojamiento y el acceso a alimentos, principalmente a través de voluntarios. El sistema de respuesta polaco carece en gran medida de una perspectiva de género. Es clave incorporar esta perspectiva en las acciones de atención, ya que la mayoría de las personas desplazadas son mujeres y niñas y niños, algunos no acompañados o separados de sus familias, lo que les puede llevar a sufrir situaciones de ansiedad y estrés. Protección de infancia no acompañada o huérfana en Rumanía La misión de Plan International en Rumanía ha identificado que por el momento no hay un procedimiento sólido de identificación de las niñas y los niños separados de sus padres, madres y cuidadores. Así mismo, se han detectado lagunas en la formación ante este tipo de situaciones de las personas que atienden a la infancia no acompañada en la frontera. Por otro lado, no existe un sistema de seguimiento de niños y niñas huérfanos, un punto en el que Plan International tiene especial interés para salvaguardar la protección de la infancia. Atención psicológica y protección en Moldavia La misión desplazada en Moldavia por parte de la ONG ha visitado centros de recepción de personas desplazadas en las ciudades de Kongaz y Chisináu. El trabajo allí revela que hay grandes necesidades en materia de protección y apoyo psicológico para las personas que han tenido que huir de Ucrania con destino a Moldavia y que han sido testigos de los horrores del conflicto. El trabajo de Plan International La respuesta de Plan International se centrará en la protección de la infancia y el apoyo psicológico como prioridades clave, con una clara perspectiva de género en sus actividades, que garantice la seguridad de niñas, niños, adolescentes y mujeres jóvenes. Puedes apoyar el trabajo de Plan International en la emergencia de Ucrania a través de esta

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Plan International alerta sobre los riesgos que corren las niñas y adolescentes en los conflictos

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra mañana 8 de marzo, Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, pone de relieve los riesgos que afrontan las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en crisis y conflictos. En el caso de Ucrania, donde son el 54% de la población, representan casi el 80% de los más de 1.5 millones de personas que ya han cruzado la frontera hacia Polonia, Rumanía o Moldavia. Por ello, Plan International reclama en esta fecha que se tengan en cuenta los riesgos derivados del género y la edad en la respuesta humanitaria para atender las necesidades de las niñas y las mujeres jóvenes. Desde el inicio del conflicto en 2014, las niñas, adolescentes y mujeres del país han estado expuestas a la violencia física y sexual. En 2019, el Fondo de Naciones Unidas para la Población apuntó que 1 de cada 3 habían sufrido este tipo de violencia, el 75% desde los 15 años en alguna ocasión. Así mismo, la oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) cifraba el pasado febrero en 582.000 las niñas, adolescentes y mujeres que necesitaban prevención y respuesta a la violencia por razón de género en Ucrania. “Conflictos como el de Ucrania multiplican los riesgos de la trata de personas, especialmente para las niñas y las jóvenes, que suelen ser víctimas en mayor medida del tráfico con fines de explotación sexual”, ha indicado Concha López, directora general de Plan International, quien ha añadido que: “El conflicto no hará más que agravar la terrible situación que viven miles de niñas y mujeres en el país, a menos que la guerra cese inmediatamente. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, desde Plan International defendemos la necesidad y la importancia del enfoque de género en la respuesta humanitaria”. La separación de las familias y la infancia no acompañada incrementa el riesgo a sufrir tráfico con fines de explotación sexual. En Ucrania, Rusia y otros países de Europa del Este, el 80% de las víctimas de la trata con fines de explotación sexual son mujeres jóvenes, el 10% niñas y el 10% niños. La intervención de Plan International en emergencias La intervención de Plan International en emergencias, con un fuerte componente en la promoción de la educación de las niñas y jóvenes, incorpora también perspectivas de género y edad que permiten paliar y minimizar los riesgos a los que se ven expuestas. De este modo, la ONG reforzará los espacios seguros para la infancia en los centros de recepción y acogida y, en colaboración con otras entidades, garantizará un enfoque para que ellas estén protegidas contra la violencia, el abuso, la explotación y el abandono. Así mismo, en estos espacios se podrán detectar situaciones de riesgo y actuar en los casos de abusos. Además, desde la organización se realizan formaciones y se difunde información en materia de salud sexual y reproductiva. Por otra parte, la educación también está en riesgo para la infancia en Ucrania y para aquellas niñas y jóvenes que se han visto obligadas a huir del país. Los centros educativos nunca deben ser un objetivo de guerra. Desde que se inició el conflicto en el 2014, 750 escuelas han sido dañadas. Además, debido a la escalada de hostilidades, diferentes escuelas infantiles y colegios han recibido ataques. Es por esto que desde Plan International se reclama que se proteja la educación de la infancia y que los centros educativos no sean un objetivo en el conflicto, garantizando el derecho a la educación de las niñas y jóvenes. Plan International está poniendo el foco en dar soluciones a los grandes riesgos para las niñas y adolescentes en situaciones de conflicto y emergencias como la que se vive en Ucrania y las fronteras del país: Riesgos relacionados con la trata de personas y la explotación sexual Naciones Unidas alertó en un informe en 2017 de que la trata de personas, incluida la de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, es endémica en Ucrania y se ha exacerbado desde el inicio del conflicto en 2014. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) documentó entre diciembre de 2019 y mayo de 2021 la recepción de múltiples informes de episodios de explotación sexual a cambio de alimentos o dinero como táctica de supervivencia. La protección de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes debe ser prioritaria. Se deben destinar fondos específicos para programas de prevención de la violencia por razón de género que proteja a las niñas y mujeres de las redes de trata. Ante este riesgo, Plan International conciencia a través de sus campañas relacionadas con la emergencia en Ucrania para visibilizar el riesgo que corren niñas y jóvenes a ser víctimas de la trata y la explotación sexual, coincidiendo con el 8M. Riesgos para la salud sexual y reproductiva Las emergencias restringen el acceso de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes a los servicios de salud sexual y reproductiva precisamente cuando más lo necesitan: cuando se dificulta el acceso a productos de salud menstrual, cuando la violencia sexual y los embarazos precoces aumentan, cuando se incrementa la exposición a enfermedades de transmisión sexual y VIH. El acceso a los servicios médicos de urgencia, incluidos los de salud reproductiva, se ha vuelto aún más difícil en medio del conflicto. Los puntos de prestación de servicios sanitarios de emergencia y las clínicas móviles ofrecen oportunidades a los grupos más vulnerables de supervivientes de la violencia por razón de género, pero su acceso sigue siendo muy limitado. Riesgo de ser silenciadas en la toma de decisiones de la respuesta humanitaria y los procesos de paz Las voces de las niñas y mujeres deben ser escuchadas para que las respuestas humanitarias atiendan sus necesidades. La desigualdad y la discriminación por razón de género y edad suelen excluir a las niñas y jóvenes de los procesos de toma de decisiones claves para sus vidas, más aún en situaciones de conflicto y guerra. La participación plena y significativa de las mujeres también es vital para mejorar los procesos de paz y seguridad. La inclusión de las propias mujeres en los procesos de toma de decisiones y en la respuesta humanitaria es, por tanto, esencial para garantizar el respeto de sus derechos. La respuesta de Plan International Plan International nació en España en 1937 con la misión de proporcionar apoyo a la infancia afectada por la Guerra Civil española. Desde entonces, y durante más de 84 años, la ONG ha dado respuesta a guerras, conflictos y emergencias en Europa, África, América y Asia. La dilatada experiencia en este tipo de situaciones permite a la organización ofrecer una respuesta eficaz, como en la que ya se trabaja en Ucrania. La organización hoy ya cuenta con misiones en Polonia, Rumanía y Moldavia para dar respuesta a las necesidades urgentes de las personas que han tenido que huir de su hogar en busca de seguridad. A través de nuestros socios colaboradores para la emergencia en Ucrania, impulsaremos espacios en los que las jóvenes puedan compartir experiencias y conectar con compañeras y compañeros, unirse a sesiones de aprendizaje y refuerzo de habilidades para la vida y, de este modo, participar en el liderazgo de la respuesta humanitaria. Puedes apoyar el trabajo de Plan International en la emergencia de Ucrania a través de la página de su

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¿Puedo acoger a un niño o niña de Ucrania?

Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, la sociedad española está mostrando su solidaridad con las personas afectadas, y muchas acuden a las organizaciones de infancia como Plan International para expresar su interés en acoger a una niña o un niño refugiado en su casa.  Sin embargo, debemos advertir de que el proceso de acogida no es fácil. Hay muchos factores a tener en cuenta, principalmente legislativos y administrativos, que dependen y son gestionados por cada Comunidad Autónoma. En España, la competencia en temas de acogida la tienen las comunidades autónomas en coordinación con la administración general del Estado, y a través del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Por tanto, cualquier persona interesada por este u otros asuntos relacionados con el acogimiento tiene que dirigirse a la Consejería correspondiente de su Comunidad Autónoma, que será la encargada de familia, infancia o asuntos sociales. Sin embargo, debemos advertir de que el proceso de acogida no es fácil. Hay muchos factores a tener en cuenta, principalmente legislativos y administrativos, que dependen y son gestionados por cada Comunidad Autónoma. En España, la competencia en temas de acogida la tienen las comunidades autónomas en coordinación con la administración general del Estado, y a través del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Por tanto, cualquier persona interesada por este u otros asuntos relacionados con el acogimiento tiene que dirigirse a la Consejería correspondiente de su Comunidad Autónoma, que será la encargada de familia, infancia o asuntos sociales. REQUISITOS PARA ACOGER A UNA NIÑA O NIÑO DE UCRANIA Además, es fundamental que, antes de proceder a cualquier tipo de acogida, cada caso se estudie de forma individualizada, analizando la situación del niño o niña que va a ser acogido y las capacidades que tiene cada familia que quiere acoger. Hay que ser conscientes también de que, si ese niño o niña todavía tiene familia, su principal deseo puede ser permanecer junto a ella, por lo que es fundamental poder mantener ese vínculo. Además, el acogimiento se realiza siguiendo una serie de requisitos que, dada su complejidad, llevan un tiempo considerable: 1. Es imprescindible determinar que las familias de acogida son idóneas. 2. El niño o niña debe estar en situación de desamparo confirmada, comprobando que está privado de la debida protección. 3. Se aplica el principio del interés superior del menor para garantizar que la mejor decisión para esa niña o niño, en ese caso en concreto, pasa por buscarle una familia de acogida en otro país, y que en este caso sea España. La experiencia internacional en otras crisis nos dice que desarraigar en momentos como estos a un niño o niña de su entorno puede tener consecuencias muy negativas. Es fundamental valorar en cada caso y de manera pormenorizada cuál es la mejor opción. Por este motivo, una forma más directa de ayudar es colaborar a través de ONG especializadas en derechos de la infancia como Plan International, que proporcionan a niños y niñas, tanto en países de tránsito como de destino, toda la asistencia necesaria, garantizando que se cumplen sus derechos y que están protegidos frente a la violencia. Nuestros equipos de profesionales humanitarios ya están en Polonia, Rumanía y Moldavia, los países vecinos de Ucrania, donde trabajan contrarreloj para poder identificar las necesidades más urgentes de la infancia que ha tenido que huir y de sus familias. Nuestra respuesta a esta emergencia, que incluye un enfoque de género, edad e interseccional, garantizará la atención específica a las necesidades de quienes más lo necesiten, como las niñas, adolescentes, infancia con discapacidad y no acompañada, que se exponen a mayores riesgos y son más vulnerables en estas circunstancias. Si puedes, colabora ahora y dona para apoyar nuestro trabajo. Tu aportación contribuirá a una respuesta profesional y coordinada, destinada a las necesidades más urgentes. DONA

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Los ataques a la infancia en Ucrania deben cesar, garantizando el tránsito seguro para todos

Stephen Omollo, CEO de Plan International:  La crisis humanitaria a la que se enfrentan las niñas y los niños atrapados en el conflicto de Ucrania escala por momentos. Cada día, cada hora de combates, supone la perdida de incontables vidas, hogares e infancias. Las niñas y los niños arrastraran estas heridas, visibles e invisibles, mucho después de que los enfrentamientos hayan cesado.  Por ellos y ellas, es crucial conseguir un alto el fuego inmediato antes de que se pierdan más vidas.  Estamos consternados por el reporte de violaciones del mandato de las Naciones Unidas para la protección de la infancia durante los conflictos armados. La infancia tiene derecho a vivir sin el miedo a que un misil atraviese su habitación. Todas las partes de cualquier conflicto deben respetar sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. Acogemos con satisfacción la investigación del Fiscal de la Corte Penal Internacional sobre la situación en Ucrania. Las infraestructuras civiles no deben ser un objetivo de guerra. Tienen que cesar de inmediato los ataques a edificios de viviendas, hospitales y escuelas, y otros centros que proveen suministros esenciales para la infancia.   “A medida que la situación sigue empeorando, las niñas, los niños y sus familias necesitan poder llegar a un lugar seguro”. A medida que la situación sigue empeorando, las niñas, los niños y sus familias necesitan poder llegar a un lugar seguro. Estamos muy preocupados por las situaciones de discriminación y racismo, e incluso violencia, que están sufriendo algunos jóvenes no ucranianos y con distinto origen étnico, cuando tratan de cruzar las fronteras huyendo del conflicto.    La discriminación no tiene cabida en ninguna respuesta humanitaria. Nos solidarizamos con todas las personas cuyas vidas están siendo destrozadas por el conflicto en Ucrania. De acuerdo con las leyes, normas y convenios internacionales, todas las personas afectadas por la guerra tienen derecho a la protección, sin discriminación por motivos de raza, religión, país de origen, género, edad, capacidades, orientación o identidad sexual o cualquier otra circunstancia personal. El trato en las fronteras debe ser equitativo, dando prioridad a los más vulnerables.  Plan International tiene misiones en marcha en Moldavia, Rumanía y Polonia para definir la mejor manera de apoyar a las niñas, los niños y sus familias en estos momentos. Estamos trabajando contrarreloj con organizaciones locales para garantizar ayuda inmediata a la infancia y a sus familias que cruzan la frontera.   Hacemos un llamamiento a las autoridades ucranianas, a las de los países de tránsito y acogida, a las organizaciones que proporcionan la tan necesaria ayuda humanitaria y a la población en general para que se comprometan con los principios humanitarios y rechacen cualquier forma de discriminación de las poblaciones

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Ucrania: Demos una oportunidad a los niños, a las niñas y a la paz

Por Dr. Unni Krishnan, Director Humanitario Global de Plan International  La muerte de cualquier niño en una zona de guerra es un voto de desconfianza contra la humanidad. Mientras las imágenes de Ucrania, con casas bombardeadas, escombros y bolas de fuego provocadas por los misiles dominan los informativos, los informes del domingo del comisionado de derechos humanos de Ucrania indicaban que 210 personas ya habian muerto, incluyendo varios niños.  Según las noticias, una de ellas era una niña de siete años llamada Alisa que murió durante un ataque a su guardería. Algunos llaman a la guerra en Ucrania el comienzo de una tercera Guerra Mundial, otros el inicio de una segunda Guerra Fría. Seamos claros, una Guerra, sea cual sea su nombre, siempre estará mal.  Aunque los niños y las niñas no tienen nada que ver con sus causas, son los más afectados por las guerras. Cuando los niños  experimentan un conflicto, tienen pesadillas con los ataques de misiles. Los aterradores aviones de combate desdibujan el futuro en sus jóvenes mentes. Como Lamia, una niña de 10 años de Bagdad que conocí en un hospital pediátrico de esa ciudad durante una misión humanitaria hace casi 20 años. Ella tenía esto en común con otros niños a los que he podido conocer en zonas de guerra y conflicto.   Las agencias de Naciones Unidas advierten que esta guerra puede provocar cinco millones de refugiados en la region, desplazados de la zona de guerra. Los trabajadores humanitarios que reciben a los refugiados en la frontera ucraniano-rumana me han dicho hoy que el número de refugiados que cruzan la frontera se ha duplicado en 24 horas. Sin duda, este es el comienzo de una larga época de sufrimiento.  Ver las imágenes de los bombardeos y los desplazamientos masivos de personas me ha traído recuerdos de niños que he conocido durante mi trabajo en zonas de guerra y catástrofe. Como Omsiyat, de 12 años, en la bombardeada Escuela Primaria Omar Khattab, al norte de Gaza. Los aviones de combate y los ataques con misiles nunca pudieron borrar la sonrisa de su rostro. Incluso llegó a darme una clase de dibujo con sus lápices de colores.   Una de las lecciones más importantes que he aprendido en este tipo de situaciones es que las niñas y los niños son un gran punto de partida. Cuando empiezas a ver una crisis a través de sus ojos, encuentras claridad y consigues que tus prioridades sean las correctas. Los niños deben ser siempre la primera prioridad en las situaciones de crisis humanitaria. Algunos, como las niñas, los niños con discapacidades o los niños que han sufrido un trauma, deberían estar en lo más alto de la lista.   La asistencia médica en emergencias, los alimentos y el agua, así como otros bienes de primera necesidad, son fundamentales y deben ser siempre una prioridad. Sin embargo, hay otras necesidades que a menudo se pasan por alto. La alimentación y la asistencia médica son fundamentales para ayudar a las personas a seguir con vida. La educación es, a menudo, un pasaporte para un futuro mejor. Las niñas y los niños se encuentran entre los más vulnerables y los más necesitados de protección.  Algunas heridas son invisibles, como los impactos emocionales y los traumas. Los niños que sobreviven a las guerras tienen recuerdos de las mismas de forma recurrente. Las niñas que han sufrido violencia sexual o violaciones -ambas utilizadas como “armas” en algunos contextos bélicos- tienen pesadillas que no las dejan dormir. Este sufrimiento suele durar toda la vida.  Los niños que han perdido la movilidad suelen ser más propensos a sufrir problemas psicosociales. La madre de Manzoor, un adolescente de 14 años al que conocí en Mazar-I-Sharif (Afganistán), me contó que las minas terrestres acabaron con las dos piernas de Manzoor, impidiéndole jugar al fútbol, su deporte favorito. No para de llorar, me dijo. No era fácil para él participar en juegos y otras actividades que hacen que un niño sea un niño. La madre de Manzoor me dijo que una guerra suele ser un funeral a cámara lenta.   En el contexto actual, Ucrania es una de las regiones del mundo más contaminadas por las minas. Estas suponen una amenaza para dos millones de ucranianos. Las niñas y los niños con discapacidades necesitan una consideración específica en los entornos humanitarios.  Los niños que huyen de sus hogares a menudo caminan cientos de kilómetros, esquivando balas, disparos, ataques con misiles y violencia de género. Algunos son separados de sus familias, amigos y mascotas. He visto a estos niños llegar a los campos de refugiados enfermos, deshidratados, desnutridos y con traumas. Algunas niñas en entornos de guerra y conflict, así como en campos de refugiados, sienten que deben estar en guardia todo el tiempo, ya que han presenciado cosas que un niño nunca debería presenciar. Imagínense este sufrimiento multiplicado por el impacto de una pandemia y el hambre galopante en otras zonas de conflicto en el Cuerno de África y el Sahel.  Las madres que conocí en las zonas de conflicto de la República Democrática del Congo me dijeron que cuando sus hijos consiguen dormirse, se despiertan gritando. Este tipo de situaciones, en las que el dolor a menudo se hereda a lo largo de varias generaciones, son un recordatorio de que el sufrimiento continúa. Esto se alarga mucho después de que la guerra termine en las mentes de los niños de las zonas de guerra y desastre, y de los campos de refugiados. Proporcionar primeros auxilios psicológicos y apoyo psicosocial es fundamental desde el primer día.  El papel de todos aquí es reducir el sufrimiento humano en esta guerra o impedir que se produzca la siguiente. Todo el mundo se pregunta: ¿qué hacemos para solidarizarnos con la gente en esta zona de guerra? En estos escenarios, se necesitan tres acciones: detener la guerra y parar las muertes, atender el sufrimiento humano y las necesidades humanitarias, y garantizar el acceso sin obstáculos de los artículos de ayuda y los trabajadores humanitarios. Mientras tanto, necesitamos soluciones diplomáticas para hacer justicia y establecer una paz duradera.  Trabajo para Plan International, una ONG fundada durante otra guerra, en 1937, por un periodista llamado John Langdon-Davies y un cooperante, Eric Muggeridge, con la idea de proporcionar alimentos, alojamiento y educación a los niños cuyas vidas se habían visto alteradas por la Guerra Civil española. Ahora, más de ocho décadas después, mientras continuamos nuestro trabajo con y para la Infancia en zonas de desastre y conflicto, y en campos de refugiados, la situación en Ucrania es un recordatorio de que este trabajo es más relevante que nunca.  Las escenas de sufrimiento humano que se están produciendo en Ucrania deberían recordarnos que nunca es un mal momento para hablar de la paz y de cómo darle una oportunidad, a ella y a nuestros

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La vida y la protección de la infancia están en peligro en Ucrania

Plan International expone su profunda preocupación por la escalada de las hostilidades en Ucrania, que está poniendo en peligro la vida y la protección de la infancia. Unni Krishnan, Director Humanitario Global de Plan International, ha manifestado: “Nuestra organización quiere resaltar la gran preocupación que vivimos por la vida y la protección de los niños y especialmente las niñas y las personas jóvenes en Ucrania. Lamentamos profundamente ver la impactante escalada del conflicto con armas de fuego y nos unimos al llamamiento internacional para un cese inmediato de las hostilidades. Este conflicto supone una gran amenaza para la vida y causará todavía más sufrimiento al pueblo ucraniano”. “Instamos a todas las partes a que respeten sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, y a que garanticen la protección de las niñas y los niños frente a cualquier daño. En ningún momento, ninguna de las partes debe atacar instalaciones que prestan servicios esenciales para la infancia, como los servicios sanitarios, las escuelas y los suministros vitales de agua y energía que son necesarios para que niños y niñas puedan mantenerse a una temperatura adecuada“, ha indicado Concha López, Directora General de Plan International en España. Se debe permitir a las personas buscar refugio y apoyo  Se debe garantizar que todas las personas que se vean obligadas a abandonar sus hogares puedan buscar refugio y apoyo. Todos los países deben cumplir las obligaciones que se derivan de la Convención de Naciones Unidas sobre los Refugiados, según la cual se debe respetar el principio de no devolución, lo que significa que nadie debe ser devuelto a un país en el que corra peligro. La escalada de las hostilidades está perjudicando gravemente tanto física como mentalmente, así como la calidad de vida, de la infancia y, especialmente, de las niñas y las mujeres jóvenes, que necesitan urgentemente ayuda humanitaria. La protección de la infancia y la prevención de la violencia de género, así como el acceso al agua, a los alimentos y a los servicios sanitarios y la educación son algunas de las necesidades más importantes, especialmente para las personas y familias desplazadas de sus hogares. La escalada militar podría provocar un aumento en el tráfico de personas, especialmente de niñas, niños y mujeres jóvenes. Plan International urge a todas las autoridades implicadas a garantizar los derechos humanos de la infancia y el acceso humanitario de las organizaciones que prestan apoyo a las comunidades en las zonas afectadas. DONA

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La infancia de Ucrania tiene derecho a vivir en paz

Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, se suma a los llamamientos para que se encuentre una solución diplomática a la situación en Ucrania y se preste atención urgente a las necesidades críticas de las niñas y los niños afectados por el empeoramiento de la situación humanitaria. Desde Plan International se indica: “Las niñas y los niños que viven a lo largo de las zonas de primera línea en Ucrania están creciendo en medio de un conflicto prolongado, experimentando la incertidumbre y el miedo a los ataques. Muchos no están asistiendo a la escuela y otros se han visto obligados a huir de sus hogares.   Estamos al borde de una nueva escalada que podría amenazar la vida de una generación de niñas y niños. Por el bien de la infancia de Ucrania, instamos a que se hagan todos los esfuerzos posibles para lograr un resultado pacífico.” La larga crisis sigue afectando gravemente al bienestar físico y mental y al nivel de vida de unos 1.8 millones de niñas, niños, mujeres y otras personas que necesitan ayuda humanitaria urgente. El aumento de las tensiones en las últimas semanas está sometiendo a las familias a una presión adicional y cualquier escalada militar provocará un mayor deterioro de sus condiciones. La protección, incluida la de las niñas y los niños, la prevención de la violencia de género, el acceso al agua, a los alimentos y a los servicios sanitarios, y la educación son algunas de las mayores necesidades, especialmente para las familias desplazadas de sus hogares. Cualquier escalada de las hostilidades podría provocar un aumento del tráfico de personas, especialmente de niñas, niños y mujeres. Plan International insta a todas las autoridades implicadas a respetar los derechos humanos de las niñas y los niños y el acceso de las organizaciones que prestan apoyo a las comunidades en las zonas más afectadas. “Las niñas y los niños tienen derecho a crecer sin miedo a sufrir daños y las escuelas a las que asisten y los centros de salud no deben ser amenazados ni convertirse en un objetivo. Instamos a todas las partes a respetar el derecho internacional humanitario y los derechos humanos y a garantizar la seguridad y el bienestar de todos los civiles.” En caso de una escalada que obligue a las familias a abandonar sus hogares y buscar refugio, los países deben comprometerse con sus obligaciones en virtud de la Convención de la ONU sobre los Refugiados. Debe respetarse el principio de no devolución, lo que significa que nadie debe ser devuelto a un país en el que pueda sufrir

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