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Lancôme y Plan International cierran el curso 2022/2023 del programa Write Your Future apoyando a más de 100 mujeres jóvenes

Después de 5 años y más de 1.500 personas beneficiadas por el programa Write Your Future, Lancôme y la ONG Plan International hacen balance sobre cómo ha impactado este curso escolar a las jóvenes. Write Your Future se trata de un programa iniciado en 2018 en colaboración con la ONG Plan International España, que suma fuerzas con Lancôme para combatir el analfabetismo y contribuir al desarrollo personal de mujeres jóvenes de 16 a 21 años provenientes de contextos vulnerables. Durante el curso lectivo, estas jóvenes realizan múltiples talleres y actividades complementarias que contribuyen a aumentar su autoestima y habilidades comunicativas. Año tras año, el número de beneficiarias aumenta: en 2018 fueron 42 chicas las beneficiadas del programa mientras que actualmente en el curso 2022/23 ya han sido 102. En total, desde el lanzamiento Write Your Future ha ayudado a más de 1.500 personas: 358 jóvenes de forma directa y 1.184 personas de forma indirecta (por ser miembros de la familia). ¿Cómo? Cada semana se realizan multitud de talleres para mejorar sus habilidades de comunicación y alfabetización, dotándoles de los conocimientos y herramientas necesarias para facilitar su tránsito a la vida adulta y garantizar que puedan aprender, liderar, decidir y prosperar en sus vidas. La suma de fuerzas entre Lancôme y Plan International España Para implementar el proyecto, Plan International España ha trabajado siempre de la mano de las UFILs de la Comunidad de Madrid. Este año, concretamente con las de Cid Campeador, Pablo Neruda, Primero de Mayo, San Ramón, Sierra Palomeras y Virgen de África. A través de 12 talleres, que en total suman 95 sesiones a lo largo del curso, se han impartido diferentes cursos para facilitar la inserción en el mercado laboral y la sociedad de estas jóvenes. Orientación sociolaboral, coaching grupal, comunicación y desarrollo de competencias digitales, desarrollo de competencias personales y comunicación asertiva son solo algunos de los temas en los que se trabaja año tras año. Con ayuda de los profesionales que tanto Lancôme como la ONG ha puesto a su alcance, han podido desarrollar competencias en autoconocimiento, autoestima y habilidades de comunicación y digitalización en los diversos talleres donde han tratado temas como aprender a hacer un curriculum, preparar una buena entrevista de trabajo o conocer los puntos fuertes de cada uno entre otros. Tiempo para aprender y disfrutar Además de adquirir nuevos conocimientos a nivel teórico y práctico en los talleres pautados, las participantes acuden a actividades complementarias como una sesión sobre Teach WorkLife Skills in a Workshop for Youth, la asistencia a la Maison Lancôme, uno de los eventos anuales más importantes de la marca, o una masterclasssobre maquillaje impartida por Roberto Siguero (National Makeup Artist de Lancôme) la cual es una de las sesiones que, cada año, despierta mayor ilusión entre las participantes. El testimonio de Denisa, beneficiaria del programa Write Your Future El programa Write Your Future ha supuesto un gran impacto en la vida de muchas de las participantes. Denisa, estudiante española de tan solo 17 años y una de las beneficiarias del curso 2022/2023, ha compartido su testimonio en primera persona sobre lo que ha significado para ella participar en esta iniciativa y valora positivamente su experiencia. “El programa me ha ayudado mucho a tener claro que quiero seguir formándome y me parece muy bonito poder hacer lo que te gusta y dedicarte siempre a ello” afirma Denisa. La joven estudiante de tan solo 17 años ha podido realizar durante este curso un grado de estética en el centro UFIL de San Ramón donde ha aprendido a auto conocerse y destaca: “la educación puede ayudar a cualquier mujer solo con el hecho de confiar más en ti misma y creer en ti”. Además, ha realizado diversos talleres sobre autoconocimiento, alfabetización digital y orientación sociolaboral que le han ayudado a completar su formación. Esta nueva etapa educativa la ha afrontado motivada y con mucho entusiasmo, pero sobre todo con el apoyo incondicional de su madre, un referente muy importante y una gran inspiración para ella: “es muy importante tener a tu lado a gente que te quiere, que te valora y gente que te demuestre todos los días el amor que te

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Matrimonios infantiles, explotación sexual y falta de acceso a la educación, las mayores amenazas para las niñas en el Sahel

Iniciada en 2011 y acrecentada en los últimos años por la sequía y el hambre, la crisis en el Sahel central de África (Malí, Burkina Faso y Níger) ha impactado de lleno en las niñas, enfrentadas a situaciones de peligros extremos que comprometen su vida y su futuro. Así se desprende del informe de Plan International ‘Decisiones imposibles, Voces ignoradas’, que ilustra cómo la crisis empeora aún más las desigualdades preexistentes y los riesgos que las acechan. Desesperadas, las niñas y sus familias adoptan decisiones que acaban condenándolas a la separación familiar, al cuidado de sus hermanos, al abandono escolar, al matrimonio infantil, a la explotación sexual y al trabajo infantil. Los conflictos han provocado el cierre de escuelas, exacerbando las tasas de matrimonio infantil. Las niñas son casadas por la dote, para reducir el número de bocas que alimentar en el hogar, o como medio para proteger a las niñas de embarazos fuera del matrimonio y la violencia. Según los últimos datos disponibles, Mali tiene una de las tasas de matrimonio infantil más altas del mundo, con el 54% de las niñas obligadas a casarse antes de los 18 y el 16% antes de cumplir 15 años. En Malí y Burkina Faso la aplicación de la ley y el poder judicial han sido ineficaces, y la mayoría de los casos de violación no se denuncian o se tratan de manera informal. El estrés adicional del conflicto, el hambre y la sequía agravan estos factores y aumentan el riesgo general de violencia de género. “Las niñas en el Sahel viven en una situación de inseguridad y grave riesgo de violencia en sus hogares, escuelas y comunidades. En un contexto de diferentes crisis, Plan International trabaja para garantizar su acceso a educación y servicios básicos, protegerlas frente a la violencia y ofrecerles oportunidades de futuro a través de empleo y emprendimiento”, afirma Concha López, directora general de Plan International España. Las niñas en Gourma-Rharous, Malí, dicen que, debido al conflicto armado, tienen miedo de salir de sus hogares para comprar y vender alimentos, recoger leña o visitar a sus padres en pueblos cercanos. De manera similar, en Malí y Burkina Faso, el 45% y el 34% de las niñas, respectivamente, dijeron que trabajan para ganar dinero pero que la crisis ha reducido su capacidad para comerciar y ganar. Tareas vitales del hogar, como recolectar agua y leña, a menudo recaen en las niñas y las mujeres, pero debido al conflicto, la destrucción de bombas de agua y la sequía, ahora a menudo deben caminar mucho más. Como resultado, están en mayor riesgo de violencia, incluida la perpetrada por grupos armados. “Las violaciones van en aumento porque estamos abandonadas a nuestra suerte y no hay nadie que nos ayude; niñas desplazadas internas como yo, somos las más afectadas. Estamos siendo violadas, golpeadas y heridas”, asegura una niña de Burkina Faso. La crisis en el Sahel central comenzó en 2011, cuando la violencia se extendió por la región y se vio exacerbada por las tensiones entre comunidades, los desplazamientos de población, el aumento de los precios mundiales de los alimentos y la crisis climática. En 2021, Malí experimentó la falta de lluvias más grave de los últimos cinco años.  A principios de 2023, se registraron unos 2,78 millones de desplazados internos en la región.  En 2021, el 78% de las personas refugiadas y solicitantes de asilo de la región eran mujeres y niños. El estudio de Plan International sobre la situación de las niñas en el Sahel central se publica antes de Women Deliver, la mayor convocatoria mundial sobre igualdad de género y salud, derechos y bienestar de niñas y mujeres, que se celebra en Kigali (Ruanda) entre el 17 y el 20 de julio. Antes de la cumbre, Plan International hace un llamamiento para que las niñas participen de forma significativa y tengan la capacidad de influir en las decisiones que determinan sus vidas, garantizando que se cuestionan las normas de género que las discriminan, se reconocen sus vulnerabilidades específicas y se protegen sus derechos. Plan International promueve la distribución de productos fotovoltaicos en la región del Sahel central de África Plan International trabaja en la región del Sahel, entre otros, con el proyecto DESFERS que tiene como objetivo el empoderamiento social y económico de las mujeres a través de las energías renovables y el desarrollo sostenible. En las zonas rurales de Senegal, Mali y Níger las mujeres son el motor de la economía familiar y, sin embargo, sus posibilidades de avanzar en la vida se ven constantemente limitadas por una escasa educación y nulas posibilidades de acceder a la formación profesional y las oportunidades de negocio. Este proyecto ofrece una oportunidad única de transformar directamente sus vidas impulsando su autonomía y desarrollo sostenible de sus familias y comunidades, a través del uso y comercialización de productos fotovoltaicos en tres países del Sahel, una de las áreas del mundo con más horas de sol y menos acceso a energía

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Los fondos destinados a las zonas más afectadas por el cambio climático no atienden lo suficiente a las necesidades de la infancia, según un nuevo informe

Según un nuevo informe de los miembros de la coalición Iniciativa de los Derechos Medioambientales de la Infancia (CERI, por sus siglas en inglés), Plan International, Save the Children y UNICEF, los compromisos de financiación para el clima no benefician a los niños y las niñas, a pesar de ser los más afectados por la crisis climática.  Según el informe, sólo el 2,4% de los principales fondos mundiales para el clima pueden clasificarse como actividades de respuesta y apoyo a la infancia. Según el Índice de Riesgo Climático para la Infancia de UNICEF, más de mil millones de niños y niñas corren un riesgo extremadamente alto de sufrir los efectos de la crisis climática.   “Los niños y las niñas son el futuro, pero nuestro futuro está determinado por las acciones de aquellos que toman las decisiones en el presente, y nuestras voces no están siendo escuchadas. Como muestra este informe, financiar soluciones climáticas es una obligación, pero cómo se gasta ese dinero también importa. Deben incluirse las necesidades y perspectivas de la infancia“, cuenta Maria Marshall, una defensora de la infancia y activista climática de UNICEF de 13 años de Barbados.  Tres criterios para evaluar la financiación climática El estudio, ‘Falling short: addressing the climate finance gap for children’ utilizó un conjunto de tres criterios para evaluar si la financiación climática de los principales fondos climáticos multilaterales (MCF) al servicio de la CMNUCC y el Acuerdo de París estaban: abordando los distintos riesgos que experimentan por la crisis climática, fortaleciendo la resiliencia de los servicios sociales críticos para los niños y las niñas y empoderando a la infancia como agentes de cambio.  “Las conclusiones son contundentes”, ha declarado Kabita Bose, directora nacional de Plan International Bangladesh. “La inversión urgente y efectiva es clave para adaptarse al cambio climático, y es particularmente crítica para los niños, especialmente las niñas, que son muy susceptibles a los impactos a corto y largo plazo. Sin embargo, el gasto actual ignora casi por completo a los niños: esto tiene que cambiar.”  Según el informe, de todo el dinero destinado por los FCM a proyectos relacionados con el clima durante un periodo de 17 años hasta marzo de 2023, sólo una pequeña parte (el 2,4%) cumplió los tres requisitos, lo que supuso únicamente 1.200 millones de dólares. El informe también señala que es probable que esta cifra refleje una sobreestimación, lo que significa que incluso menos dinero podría haber cumplido todos los requisitos.   “Los niños y niñas, especialmente los que ya se ven afectados por la desigualdad y la discriminación, son los que menos han contribuido a provocar el cambio climático, pero los más afectados por él. La financiación climática ofrece la oportunidad de abordar estas injusticias teniendo en cuenta las necesidades y perspectivas de los niños”, afirmó Kelley Toole, responsable mundial de Cambio Climático de Save the Children. “Esto ha sido lamentablemente inadecuado hasta la fecha, pero puede y debe cambiar. Para abordar realmente la crisis climática, debemos situar los derechos de la infancia en el centro de nuestra respuesta y garantizar que se escuchen las voces de los niños”.  Aunque los MCF aportan una parte relativamente pequeña de la financiación global para el clima, el grado en que estos fondos tienen en cuenta a los niños y las niñas es muy importante. Los MCF tienen un papel vital que desempeñar en el establecimiento de la agenda, y en catalizar y coordinar las inversiones de otras instituciones financieras públicas y privadas, incluso a nivel nacional, que son necesarias para impulsar un cambio más amplio.  Solo el 4% de los proyectos tiene en cuenta explícitamente la participación de las niñas Los niños y las niñas son desproporcionadamente vulnerables a la escasez de agua y alimentos, a las enfermedades transmitidas por el agua y a los traumas físicos y psicológicos, todo lo cual se ha relacionado tanto con los fenómenos meteorológicos extremos como con los efectos climáticos de evolución lenta. También hay pruebas de que el cambio de los patrones climáticos está alterando el acceso de los niños a servicios básicos como la educación, la atención sanitaria y el agua potable.  “Todos los niños y las niñas están expuestos al menos a un riesgo climático, y a menudo a varios. La financiación y la inversión que se necesitan desesperadamente para adaptar servicios sociales fundamentales como la sanidad y el agua a los riesgos climáticos son insuficientes y no tienen en cuenta las necesidades urgentes y únicas de los niños. Esto debe cambiar. La crisis climática es una crisis de los derechos de la infancia, y la financiación para el clima debe reflejarlo”, dijo Paloma Escudero, Asesora ¿Especial para la Defensa del Clima en UNICEF.   El informe destaca que, cuando se trata de infancia, a menudo se les considera un grupo vulnerable en lugar de reconocerlos como partes interesadas activas o agentes de cambio. Menos del 4% de los proyectos, que representan sólo el 7% de la inversión del MCF (2.580 millones de dólares), tienen en cuenta de forma explícita y significativa las necesidades y la participación de las niñas.  El informe se nutre de las voces de niños y niñas de todo el mundo, que afirmaron que se enfrentan a mayores riesgos debido al cambio climático. Una adolescente de Zimbabue dijo: “En Chiredzi, nos enteramos de que algunas niñas no pueden cruzar a nado los ríos desbordados para ir a la escuela o volver a casa, mientras que los niños sí pueden. Las niñas deben caminar hasta 10-15 km para llegar a la escuela. Se cansan por el camino incluso antes de empezar las clases”.   Un niño de 13 años de Bangladesh añadió: “Muchas catástrofes a gran escala azotan nuestro distrito, lo que hace que la gente se empobrezca, y que niños como nosotros se dediquen al trabajo infantil”.  La coalición CERI insta a los fondos multilaterales para el clima, así como a otros proveedores de financiación para el clima tanto a nivel internacional como nacional, a que actúen con rapidez y aborden el déficit de adaptación. En concreto, piden financiación para cubrir las pérdidas y los daños causados por el cambio climático. Esta financiación debería dar prioridad al bienestar de los niños y a los servicios sociales críticos que les apoyan. La atención debe centrarse en llegar y ayudar a los niños más vulnerables y en situación de mayor riesgo debido a los efectos del cambio

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Reforma educativa, salud mental gratuita y cohesión social: así reconstruiría Ucrania la juventud afectada por el conflicto

La vida de millones de jóvenes ha cambiado radicalmente desde que estalló el conflicto en Ucrania y, aunque sigue activo, ya se están elaborando planes de reconstrucción y recuperación del país. En el Día de las Personas Refugiadas, Plan International, organización que trabaja para garantizar los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, ha lanzado el informe ‘Young People on the War in Ukraine: Amplifying Youth Voices for Ukraine’s Reconstruction and Recovery’, un estudio que defiende la participación activa de los y las jóvenes en los procesos de decisión. De cara a la Conferencia para la Recuperación de Ucrania, que se celebra los días 21 y 22 de junio en Londres, Plan International ha elaborado este informe a partir de consultas a más de 200 jóvenes de 14 a 24 años afectados por el conflicto en Ucrania, de los que el 66% son mujeres, tanto los que aún están el país como los que han huido a Moldavia, Polonia y Rumanía. Además. La organización ha puesto en marcha 22 grupos de discusión en los que los y las adolescentes han compartido sus puntos de vista sobre la reconstrucción y recuperación de Ucrania, además de peticiones a los responsables de la toma de decisiones en el país y a la comunidad internacional. “Plan International crea espacios para la participación de los y las jóvenes en la toma de decisiones sobre las políticas que les afectarán ahora y en el futuro, especialmente en la construcción de paz porque son la generación que reconstruirá el país. Ahora es el momento de que los responsables políticos escuchen sus propuestas y tomen decisiones con un enfoque de infancia y adolescencia”, asegura Concha López, directora general de Plan International España. La educación, la igualdad de género y la salud mental, las principales preocupaciones La mayoría de las y los jóvenes entrevistados señala que quiere volver a su país, pero siempre que su retorno sea completamente seguro. Para esto piden que se termine el conflicto y que se asegure el acceso a la vivienda, las oportunidades de empleo y la educación. Este último punto es unánime: los y las jóvenes señalan que no están aprendiendo lo suficiente y que cada vez experimentan más dificultades para estar motivados y centrados en sus estudios. En el marco de la reconstrucción y recuperación de Ucrania dicen que es necesaria una reforma del sistema educativo y la vuelta cuanto antes a la enseñanza presencial. Las jóvenes esperan que el conflicto pueda servir como catalizador para acabar con normas y roles de género arraigados en el país y piden que la igualdad de género, la educación sexual integral y la prevención de la violencia de género se enseñen en las escuelas desde una edad temprana. Por otro lado, los y las jóvenes participantes hablan abiertamente de sus problemas de salud mental; el miedo a los sonidos fuertes e inesperados, el temor a la muerte de familiares y los flashbacks traumáticos los acompañan en su día a día. Por eso, consideran necesario el establecimiento de servicios gratuitos para la atención de la salud mental y el apoyo psicosocial, tanto para ellos, como para todas las personas atravesadas por el conflicto. “Rezaba para que las bombas cayeran cada diez segundos, en lugar de cada dos. Mi salud mental, como la de la mayoría de los jóvenes que ha sufrido el conflicto, no está bien. Hace más de un año que no veo a mi familia y estoy aquí sola”, asegura una joven refugiada de 18 años de Jersón que ahora vive en Rumanía. La juventud de Ucrania considera necesario reconstruir Ucrania de forma equitativa e integradora y reconstruir simultáneamente las regiones ricas y pobres del país. Las peticiones de justicia y responsabilidad ocupan un lugar destacado en sus mensajes, así como la importancia de mejorar los programas de cohesión social tanto dentro como fuera de Ucrania. Trabajo de Plan International Desde que estalló el conflicto, la organización trabaja en Ucrania, Rumanía, Polonia y Moldavia donde, junto a socios locales, ha alcanzado a cerca de 311.000 personas a través de apoyo psicosocial, educación en emergencias y reparto de kits para cubrir necesidades básicas. En Moldavia, Plan International España implementa un programa para garantizar la protección de la población más vulnerable, centrándose en niñas, niños y adolescentes. Esto incluye el acceso a servicios de apoyo psicosocial, actividades de cohesión entre las personas refugiadas y las comunidades de acogida y el reparto de ayuda en efectivo para asegurar las necesidades básicas. La vuelta a las aulas es una prioridad en la respuesta de Plan International que ha repartido 1.800 kits escolares para la infancia refugiada en el país. En España, la organización también trabaja con niños y niñas ucranianos en un ‘Child Friendly Space’, una unidad móvil por la que ya han pasado 157 niños y niñas y en la que se desarrollan actividades educativas, de ocio y se presta apoyo psicosocial y emocional. Además, Plan International España lleva a cabo un programa de orientación sociolaboral para mujeres ucranianas refugiadas en el que ofrece diagnósticos de empleabilidad, cursos de formación e itinerarios de inserción adaptados a cada perfil, y en el que ya han participado 43 mujeres. Recomendaciones a gobiernos e instituciones internacionales  La organización recomienda que los y las jóvenes afectados por el conflicto en Ucrania dispongan de oportunidades formales e informales para influir en su propio futuro y estar conectados a todas las iniciativas de reconstrucción y recuperación y a los procesos de toma de decisiones a nivel local, regional, nacional e internacional. El actual Plan de Recuperación Nacional de Ucrania no incluye ningún plan, programa o paquete presupuestario vinculado a la juventud o a los derechos de las mujeres y niñas. Las autoridades ucranianas deben garantizar que sus prioridades se reflejen en el desarrollo, la aplicación y el seguimiento de los planes de reconstrucción y recuperación de las escuelas. Los procesos participativos deben ser accesibles para los y las jóvenes con discapacidad, estar abiertos a los y las jóvenes desplazados internos y no desplazados y contar con una representación equitativa de hombres y mujeres

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Las oportunidades de subsistencia de las niñas se ven mermadas por la crisis del hambre y la violencia de género en Haití

En el contexto de la crisis de hambre en Haití aumentan los informes de niñas y mujeres jóvenes explotadas y obligadas a participar en actividades sexuales transaccionales como estrategia de supervivencia, según el Análisis Rápido de Género de Plan International que se ha llevado a cabo en el Departamento del Noreste de Haití.  “Haití se enfrenta a una crisis de hambre y violencia, y las mujeres y las niñas están sufriendo especialmente las consecuencias. Las niñas están en mayor situación de vulnerabilidad, lo que puede conducir a relaciones sexuales no consentidas y a un mayor riesgo de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, además de abandono escolar y otros impactos en su desarrollo. Este informe y nuestro trabajo en el terreno muestran que, o se adoptan medidas o muchas vidas se van a ver seriamente afectadas”, declara Concha López, directora general de Plan International España.  Este nuevo estudio ha revelado que más del 68% de las mujeres y el 85% de las adolescentes se enfrentan a graves riesgos para su propia seguridad, incluidas denuncias de agresiones mientras se desplazan a la escuela, van a buscar agua o simplemente se mueven por zonas urbanas. Los riesgos de seguridad personal y las necesidades económicas son algunas de las razones por las que muchas familias hacen que las niñas dejen la escuela; sin embargo, este análisis muestra que la institución educativa es un espacio relativamente seguro para ellas.   “Estudiar es extremadamente difícil cuando tengo hambre y estoy cansada, algo que sucede a menudo, sobre todo durante la crisis”, afirma Salinda, una niña de 12 años entrevistada en el Departamento Noreste. “Si esta situación continúa, tendré que dejar mis estudios y dedicarme a realizar pequeñas actividades comerciales para ayudar a mi familia a cubrir las necesidades básicas”, dijo.  Cuando abandonan la escuela a una edad temprana, las niñas están más expuestas a embarazos no deseados en la adolescencia y a una mayor exposición a ser víctimas de violencia basada en género. Según el análisis, cuando las madres adolescentes regresan a la escuela suelen estar estigmatizadas por sus compañeros, lo que puede convertirse en un obstáculo más para que continúen estudiando.   El acceso a métodos anticonceptivos y a otros servicios de salud sexual y reproductiva se ha vuelto más difícil en Haití. Según el estudio, cerca del 70% de los hogares encuestados afirmaron tener acceso a servicios de prevención del embarazo antes de la crisis, frente al 20% tras el agravamiento de la emergencia.  Efectos de la crisis del hambre en los medios de subsistencia de mujeres y niñas El prolongado periodo de sequía que atraviesa actualmente el noreste del país provoca pérdidas masivas de cosechas y ha dejado sin ingresos a los hogares. Esto ha obligado a las familias a reducir la frecuencia, la cantidad y la calidad de las comidas, lo que afecta sobre todo a niñas y niños menores de cinco años, adolescentes y a mujeres embarazadas y lactantes.  “No comí antes de venir a la escuela y no sé si comeré algo cuando llegue a casa”, dijo Dina, una niña de 12 años entrevistada en el Departamento Noreste.  El coste de vida y a la falta de alimentos se han visto agravados por la inestabilidad y la violencia de los grupos armados, que interrumpen las cadenas de suministro en todo el país, el acceso a servicios básicos como mercados, escuelas y hospitales, y los medios de subsistencia de la población haitiana.  Las mujeres también tienen menos oportunidades para recibir ingresos razonables, a pesar de que a menudo trabajan tanto o más que los hombres. El estudio muestra cómo los hombres que conducen motocicletas pueden ganar hasta 750 gourdes (3,8 euros) diarios, mientras que las mujeres ganan 360 gourdes (2,4 dólares) al día trabajando más de 12 horas (incluso hasta altas horas de la noche). En el 90% de los hogares encuestados, los maridos toman las decisiones respecto a el gasto doméstico.  Recomendaciones de Plan International Plan International insta tanto a las organizaciones internacionales como a las instituciones locales a proporcionar ayuda alimentaria de emergencia a los hogares más afectados de Haití, dando prioridad a niñas y niños que sufren desnutrición grave y aguda, y a crear más oportunidades económicas para las personas afectadas por la crisis humanitaria.  Plan International ha brindado apoyo en las comunidades tras el recrudecimiento de la crisis de hambre que estalló hace un año. Ha apoyado a 30.995 personas que se beneficiaron de distribuciones de transferencias de efectivo y fueron sensibilizadas en cuanto a buenas prácticas nutricionales.   Al menos 1.068 hogares recibieron kits de agua, saneamiento e higiene en respuesta al brote de cólera, incluidos kits de higiene menstrual para mujeres y adolescentes. Plan International hace un llamamiento a la comunidad de donantes para que aumenten sustancialmente su apoyo a la respuesta humanitaria en Haití y no permitan que se convierta en una crisis

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Plan International participa en el Primavera Sound Madrid para sensibilizar sobre los derechos de la infancia migrante y refugiada

Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, se une a la iniciativa ‘Ciudades Invisibles’ de la Fundació Primavera Sound, que este año se centra en dar visibilidad a la situación en la que viven las personas migrantes en nuestro país. Plan International trabaja en países de todo el mundo para promover y defender los derechos de la infancia y la adolescencia en contextos de movilidad, tanto desplazados internos, como migrantes, refugiados y solicitantes de asilo. Las niñas y adolescentes en contextos de movilidad, y, sobre todo, las no acompañadas o separadas, sufren una doble discriminación debido a su edad y género, por lo que están más expuestas a la trata, los abusos, el abandono y diferentes formas de violencia: física, psicológica o sexual, entre otras. Plan International desarrolla programas de educación, salud mental y apoyo psicosocial, protección infantil y salud sexual y reproductiva para ayudar a la infancia y adolescencia en movimiento, especialmente a las niñas, a integrarse en sus nuevas comunidades y comenzar a reconstruir sus vidas. Los próximos días 8, 9 y 10 de junio, Plan International tendrá su propio espacio en el festival en el que se llevarán a cabo diversas actividades cuyo objetivo es visibilizar las realidades que viven las adolescentes y mujeres jóvenes que se ven obligadas a abandonar sus hogares. A través de estas iniciativas, la organización busca conectar con la población y explicar las causas que llevan a migrar o buscar refugio en diferentes puntos del planeta, así como los desafíos y riesgos que enfrentan niños, niñas y jóvenes en su camino hacia un lugar seguro. “No hay que olvidar que cualquiera puede en una persona desplazada en cualquier momento. Es de suma importancia que trabajemos juntos para garantizar que las personas que abandonan sus países sean bienvenidas en los lugares a los que llegan y que las comunidades de acogida reciban apoyo para brindarles a todos la mejor oportunidad de un futuro mejor por delante”, asegura Fernando Álvarez, director de Donantes Individuales de Plan International España. Las personas que asistan al stand de Plan International en el festival tendrán la oportunidad de participar en varias actividades que les permitirán entender la realidad que enfrentan los niños, niñas y adolescentes en movimiento en todo el mundo, así como el trabajo que la organización realiza para proteger sus derechos. Plan International defiende que todos los niños, niñas y jóvenes tienen el derecho a crecer en un entorno seguro que les permita desarrollar todo su potencial. La organización trabaja en estrecha colaboración con las comunidades de acogida y los gobiernos para garantizar que los derechos de las personas migrantes sean protegidos y respetados, especialmente en el caso de las adolescentes, y que tengan acceso a servicios esenciales como la educación, la atención médica y el apoyo

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Niñas y adolescentes, las más afectadas por las crisis del hambre: comen menos y en último lugar

La combinación de los efectos devastadores del cambio climático, los conflictos y las crisis macroeconómicas derivadas de la pandemia, han desembocado en una crisis alimentaria global que afecta ya a 345 millones de personas de 82 países y ha llevado al borde de la inanición a 50 millones. En el Día Internacional del Hambre, Plan International quiere señalar que son las niñas y adolescentes las más afectadas por la actual crisis alimentaria, estando en grave riesgo de sufrir formas de violencia como matrimonios infantiles, explotación o violencia sexual, según recoge el informe de la organización “Más allá del hambre: impactos de género en la crisis alimentaria”. “El hambre no es solo una cuestión de falta de alimentos, tiene otras muchas caras que afectan, sobre todo, a niñas y mujeres. En Plan International trabajamos en estrecha colaboración junto a comunidades, gobiernos y organizaciones locales para implementar programas integrales que fortalezcan la seguridad alimentaria y nutricional”, asegura Concha López, directora general de Plan International. Según el informe son las niñas y las mujeres las que suelen comer menos, después de los niños y los hombres del mismo hogar, y en muchas ocasiones alimentos menos nutritivos, lo que tiene profundas consecuencias para su salud y desarrollo. Las niñas y adolescentes también sufren violencia sexual y física cuando van a buscar agua potable, para lo que a menudo recorren entre 15 y 25 km, incluso de noche para evitar las aglomeraciones en los puntos de suministro. En Kenia y Somalia, las niñas y mujeres participantes en los grupos focales explicaron que se mueven en grupo para recolectar agua y leña con el objetivo de mitigar el riesgo y, en Somalia, algunos hogares declararon preferir cocinar con carbón en lugar de leña para reducir el riesgo de violencia sexual en los trayectos de búsqueda. “En el camino del colegio a casa me suelo sentir enferma, débil y al borde del colapso porque tengo mucha hambre. Cuando llego a casa, a veces encuentro comida y a veces no”, asegura Lettycia, una niña haitiana de 10 años, a Plan International. La actuación de Plan International ante la crisis de hambre  Plan International lleva a cabo programas en todo el mundo para paliar los efectos de esta crisis alimentaria. Concretamente en Somalia y Etiopía, dos de los países más afectados, la organización trabaja en un proyecto enfocado en la población desplazada a causa de la sequía, especialmente en la prevención y respuesta ante los riesgos de protección infantil y violencia de género. En la actualidad, la organización también proporciona ayuda vital en Kenia, Sudán del Sur, Malí, Níger, Burkina Faso y Haití, que incluye ayuda en efectivo para la compra de productos básicos, alimentos de emergencia, suministro de agua y comidas escolares. La organización humanitaria y de defensa de los derechos de la infancia también pide que se destinen fondos a programas de protección infantil, violencia de género, nutrición, salud mental y apoyo psicosocial, salud y derechos sexuales y reproductivos, y educación. Esto incluye la financiación de programas críticos de comedores escolares y el apoyo a respuestas dirigidas a nivel local siempre que sea

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Una de cada cinco niñas y mujeres en todo el mundo no tienen acceso a productos menstruales ni instalaciones sanitarias adecuadas

En muchos lugares del mundo, niñas y mujeres siguen enfrentándose a numerosas barreras simplemente por el hecho de menstruar. La falta de acceso a productos e instalaciones sanitarias adecuadas, unido a los mitos y tabúes que rodean a la menstruación, tienen un impacto muy grave en la salud, educación y bienestar de miles de niñas y mujeres. En el Día Internacional de la Higiene Menstrual que se celebra el próximo 28 de mayo, Plan International reclama el derecho a una menstruación digna y segura. La organización lleva años trabajando con niñas, niños, mujeres, hombres, escuelas, padres, líderes locales, gobiernos, etc. para garantizar el acceso a información, a instalaciones sanitarias adaptadas y a productos de higiene menstrual. La regla, un tema tabú Unos 300 millones de niñas y mujeres tienen la regla cada día, sin embargo, este proceso natural sigue siendo un tema tabú en muchas comunidades: está prohibido visitar lugares de culto, comer ciertos alimentos o cocinar si se está menstruando. Tampoco está permitido bañarse, hacer tareas del hogar o interactuar con niños y hombres. “Tuve mi primera menstruación a los diez años y no sabía qué era. Mis padres me mandaron a vivir a una cabaña a cinco minutos de mi casa. Me dieron trozos de un antiguo sari de mi madre para que lo usara, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo, así que me quedé manchada de sangre”, cuenta a Plan International Swastika, una joven nepalí de 18 años. Según la investigación ‘A Bloody Serious Matter’ de Plan International, en Uganda e Indonesia la mitad de las adolescentes no van a la escuela cuando están menstruando, perdiendo hasta 24 días de escuela al año. Las razones de esto varían: hay niñas a las que no se les permite salir de casa, los colegios no tienen lugares limpios ni privados donde puedan cambiarse y la mayoría, no tienen productos sanitarios. Muchas se ven obligadas a utilizar productos antihigiénicos como periódicos viejos, trapos, tierra, arena u hojas, algo que les puede provocar graves infecciones. En los países de bajos ingresos, los productos sanitarios se consideran “artículos de lujo”. En El Salvador, un paquete de 10 compresas cuesta 3 dólares, lo mismo que un kilo de arroz. La menstruación no para en emergencias Estos retos se multiplican durante las emergencias, ya que el acceso a productos sanitarios, instalaciones de aseo se vuelve aún más limitado. Según la experiencia de Plan International, en estas situaciones de conflicto o caos la salud menstrual está cayendo aún más en la lista de prioridades. Por ejemplo, en Haití, el hambre generalizada y la escalada de la violencia de las bandas están teniendo efectos devastadores en las niñas, que a menudo se enfrentan a peligrosos desplazamientos para acceder a agua limpia para controlar sus periodos, además de la falta de ingresos familiares para comprar suministros de salud menstrual. La menstruación no solo limita a niñas y mujeres de países de bajos recursos; en los Países Bajos, Bélgica y el Reino Unido, entre otros, hay bastantes niñas y mujeres que no pueden permitirse los productos menstruales que necesitan y, además, no experimentan un entorno seguro para hablar de su menstruación. “Un día tuve que irme del trabajo porque tenía la regla y no podía ni estar de pie. Sabía que eso significaba perder dinero, pero no podía hacer otra cosa”, cuenta a Plan International Sukey, una londinense de 19 años. Plan International, organización que defiende los derechos de la infancia y la igualdad cree que todas las niñas y mujeres tienen derecho a disfrutar de una buena salud sexual y reproductiva, y que su bienestar no debe verse limitado por su menstruación. Por eso, la organización lleva años facilitando información a niñas, mujeres y comunidades; proveyendo de acceso a instalaciones sanitaras adaptadas en escuelas y comunidades; formando a niñas y mujeres para que fabriquen compresas en aquellos lugares donde no se pueden conseguir; y repartiendo kits menstruales en contextos de

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Plan International lanza una respuesta de emergencia tras el paso del ciclón ‘Mocha’ por Bangladesh y Myanmar

Plan International lanza una respuesta de emergencia tras el paso del ciclón Mocha por comunidades de Bangladesh y Myanmar. La tormenta, una de las peores que se recuerdan en la región, ha azotado una zona donde ya había unos seis millones de personas que necesitaban ayuda humanitaria y más de un millón de desplazados. “Estamos preocupados por la población afectada, especialmente aquella que vive en campamentos de desplazados. Los niños, niñas y mujeres jóvenes son especialmente vulnerables en estos contextos, ya que pueden enfrentarse a mayores riesgos de violencia sexual y de género. Desde Plan International, presente tanto en Bangladesh como en Myanmar, estamos trabajando para darles apoyo”, asegura Concha López, directora general de Plan International España. La organización ya ha empezado a dar apoyo a las comunidades afectadas, incluidas comidas calientes, equipos de emergencia, agua y botiquines de primeros auxilios. Además, sigue muy de cerca la situación meteorológica en ambos países y trabaja con socios locales para que las personas en riesgo sepan cómo actuar en caso de ciclón: los refugios anticiclones más cercanos, los espacios más seguros y los números de contacto de emergencias. Durante las fuertes tormentas, las necesidades vitales y la protección de los niños, de las niñas y de los desplazados internos, debe ser una prioridad: “El desplazamiento es inquietante para los niños y niñas. Es esencial que hagamos todo lo posible para que, sobre todo, la infancia y las mujeres jóvenes, tengan acceso a un entorno seguro. Plan International pondrá de su parte para protegerlos de la explotación y el abuso, garantizando que reciban una nutrición adecuada, saneamiento e higiene junto con servicios de protección.”, cuenta Kabita Bose, directora general de Plan International

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Más de 1.500 niñas, niños, jóvenes y educadores se movilizan por la igualdad de género en 12 ciudades españolas con motivo de la Semana de Acción Mundial por la Educación

Entre el 24 y el 28 de abril se ha celebrado en 10 comunidades autónomas de España la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) que, en su vigésima edición, ha contado con talleres, actividades de incidencia y movilizaciones en centros educativos, espacios públicos, instituciones políticas y redes sociales.  La iniciativa, organizada por la coalición española de la Campaña Mundial por la Educación (CME) liderada por Ayuda en Acción, Educo, Entreculturas y Plan Internacional, ha movilizado a cientos de personas en trece ciudades con actos y eventos de todo tipo. En Valencia, decenas de estudiantes y docentes se reunieron en el Jardín del Turia para leer un manifiesto donde exigían un incremento de la inversión en educación al Gobierno español y a la Unión Europea. Con este mismo objetivo salieron a las calles de Tudela y Pamplona decenas de jóvenes y profesores al igual que en Sevilla, Salamanca o Melilla, entre otras ciudades.   Además de alzar la voz por la educación y de cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) Nº4, el objetivo de la SAME 2023 ha sido reclamar que la igualdad de género se sitúe en el centro de los planes y las políticas del sector educativo, y dotarla de presupuesto suficiente. Para ello, durante toda la semana en centros educativos de once ciudades españolas se trabajaron distintos materiales didácticos con la meta de identificar y abordar las disparidades de género y transformar así las normas, los estereotipos y las prácticas de género perjudiciales.  La responsable de Movilización de la CME en España, Miriam Torán, ha destacado que “el éxito de convocatoria de la SAME de este año pone de manifiesto el gran consenso que existe alrededor de la importancia de tener una educación transformadora basada en la igualdad de género”.   Además, Torán, envió un mensaje a los partidos políticos de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo: “Les pido que prioricen la educación en sus programas electorales no solo a través de palabras vacías, sino con compromisos reales y tangibles como es el aumento de su financiación”.  Sobre la CME  La CME es una coalición internacional formada por ONG, sindicatos del entorno educativo, centros escolares y movimientos sociales de muy diverso signo que se movilizan para reclamar el cumplimiento íntegro de los compromisos internacionales firmados por los Estados para garantizar el acceso a una educación de calidad para todas las personas del mundo. En España la coalición es liderada por Ayuda en Acción, Educo, Entreculturas y Plan International.  La CME nace en el año 1999 con el objetivo de sensibilizar y movilizar a la ciudadanía como portavoces y activistas del Derecho a la Educación e incidir en los representantes políticos para que cumplan sus compromisos con el derecho a la

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Muchas familias que huyen del conflicto en Sudán están siendo separadas, poniendo en peligro la seguridad de miles de niñas y niños

Plan International, con una importante presencia en la zona, se prepara para dar respuesta a los miles de refugiados que están llegando a los países fronterizos. A medida que el conflicto en Sudán escala, un gran número de personas – refugiadas, retornadas y nacionales de terceros países – siguen cruzando las fronteras a países vecinos como Sudán del Sur, Egipto o Chad. Muchas familias pagan precios muy altos a contratistas privados para que los saquen del país en autobuses y camiones, según ha podido saber Plan International. La organización, con una alta presencia de programas en la zona, está muy preocupada por la seguridad de niños, niñas y jóvenes. El alto precio que pagan por huir – entre unos 600 y 1.000 dólares – aumenta el riesgo de explotación y abuso de la infancia y de las mujeres, más vulnerables en estos contextos de crisis. Además, el pago de estos servicios no garantiza su seguridad, hay familias que cuentan haber sido separadas durante los trayectos. Actuación de Plan International Las necesidades humanitarias se multiplican por momentos: se necesita cobijo, protección, mantas, alimentos, agua y asistencia médica, así como apoyo emocional para todas las personas que están huyendo de Sudán. Los principales movimientos transfronterizos han sido sudaneses que llegan a Chad, Egipto y República Centroafricana, y sudaneses del sur que regresan a su país de origen. En Sudán del Sur, Plan International trabaja con 30.000 refugiados llegados de Sudán, el 54% de ellas mujeres. Con la actual crisis humanitaria significa que unos 9,4 millones de personas necesitan asistencia alimentaria. En la frontera con Egipto, personas de diferentes edades y familias esperan también para cruzar al país. Plan International está preparando su respuesta en Chad: “Más de 20.000 refugiados sudaneses han cruzado la frontera con Chad. Actualmente, tenemos 14 campos de refugiados a lo largo de la frontera, la mayoría acogiendo a refugiados anteriores. Nuestras preocupaciones inmediatas son el agua, el saneamiento y la protección de las mujeres y las niñas”, añade Concha López, directora de Plan International España. Plan International se ha se ha unido a los llamamientos que piden un cese inmediato y permanente de las hostilidades. Insta también a todas las partes en conflicto a que respeten el Derecho Internacional Humanitario, incluida la protección de los civiles y la seguridad de los trabajadores de ayuda humanitaria. Las organizaciones humanitarias deben poder acceder a las poblaciones necesitadas y los ataques contra ellas son totalmente inaceptables. “En algunas de las zonas donde llevamos a cabo nuestros programas, incluidos los estados de Kordofán del Norte y Darfur, tenemos familias desplazadas que se alojan en escuelas. Plan International ha estado apoyando a estas familias con alimentos y otros suministros esenciales”, afirma Widaa Mohamed, directora de área de programas de Plan International en Kordofán, Sudán. Plan International también reclama que los suministros humanitarios médicos y de otro tipo atascados en el puerto de Sudán sean liberados rápidamente sin impedimentos burocráticos, y que se faciliten otros puntos de acceso al país. La protección y la seguridad de los niños que se desplazan debe ser una prioridad absoluta. Plan International está especialmente enfocada a la protección y la seguridad de la infancia no acompañada, especialmente las niñas y las mujeres jóvenes, más vulnerables a los abusos y al tráfico de personas. ¿Quieres apoyar a las personas más vulnerables en Sudán? Sí, quiero

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En España las niñas empiezan a sufrir acoso en redes sociales desde los 12 años, según datos de Plan International

Las niñas han estado históricamente infrarrepresentadas en la industria tecnológica, enfrentándose a barreras como los estereotipos, la inseguridad online y la discriminación por razón de género. Con motivo del Día Internacional de las Niñas en las TIC, Plan International busca visibilizar el potencial de las niñas y mujeres jóvenes para ser líderes en tecnología y reclama su inclusión en el sector para asegurar que la transición digital sea justa.   Según el informe de Plan International ‘(In)seguras online’, las niñas españolas empiezan a sufrir acoso online entre los 12 y los 16 años. Y es que la brecha digital por razón de género empieza en los primeros años de vida. Según datos de 2022, a nivel global las niñas tienen un 16% menos de posibilidades que los niños de tener acceso a Internet, y un 18% menos de tener dispositivos digitales. Esta brecha dificulta el acceso de las jóvenes a la información y a la vida digital, y reduce sus oportunidades de adquirir competencias digitales y TIC, algo que continúa durante sus estudios en la universidad y en su vida profesional.     “La violencia y el acoso, unidos a los estereotipos de género arraigados y las normas sociales perjudiciales, condicionan el acceso de niñas y jóvenes a las tecnologías y entornos digitales, así como su experiencia con ellos. El 58% de las jóvenes reconoce haber sufrido algún tipo de acoso online en redes sociales”, asegura Concha López, directora general de Plan International España.  En el caso de España, el 77% de las chicas encuestadas dicen que ellas u otras jóvenes que conocen han estado expuestas frecuentemente o muy frecuentemente a un lenguaje ofensivo y abusivo en estas plataformas. Les siguen las chicas que han sido avergonzadas públicamente o humilladas por su físico (ambos con un 64%); intimidadas (61%) y acosadas sexualmente (58%).    El acoso contribuye a la brecha digital La exposición a esta violencia puede desembocar en la expulsión o abandono de las jóvenes de las plataformas digitales. Según datos de ‘Girls are equal on Internet’, un informe de Plan International, el 36,6% de las jóvenes dice que la consecuencia de sufrir amenazas y vejaciones en las redes sociales es dejar de usar el entorno digital.  Esto alimenta un círculo vicioso, en el que la escasez de mujeres en el sector de las TIC hace que las niñas y jóvenes no se vean representadas en esta industria y sientan que sus perspectivas, prioridades y necesidades no están incluidas en las tecnologías, lo que, entre otros factores, las alejas de las carreras relacionadas con las TIC.   En todo el mundo, el 18% de las mujeres que cursan estudios superiores lo hacen en el ámbito de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, frente al 35% de los hombres. A los 15 años, el 0,5% de las chicas de los países de la OCDE desean convertirse en profesionales de las TIC, frente al 5% de los chicos. Los puestos tecnológicos del futuro están ocupados predominantemente por hombres: según las estimaciones, el 88% de los puestos de computación en nube, el 74% de los puestos de datos e Inteligencia Artificial (IA) y el 77% de los puestos de desarrollador de software serán masculinos.   Esto supone un riesgo para la igualdad en el ámbito tecnológico: a medida que se generalizan los sistemas de aprendizaje automático e inteligencia artificial, corren el riesgo de reproducir las dinámicas de poder existentes si se les sigue programando para que aprendan de este statu quo desigual.  ‘Equality Tech’: tecnología para la igualdad Plan International lleva a cabo programas en países de todo el mundo para ofrecer formación en competencias digitales y alfabetización digital entre niñas y adolescentes de entornos vulnerables y promover la empleabilidad de las mujeres jóvenes en el sector digital y carreras STEM.   Además, ha puesto en marcha la iniciativa ‘Equality Tech’, una serie de talleres para animar a las niñas a explorar la creación de tecnología, ofreciéndoles apoyo y oportunidades para desarrollar prototipos de herramientas y productos digitales que reflejen sus experiencias en todas las etapas, desde el diseño y el desarrollo hasta la aplicación.  El concepto de “Equality Tech” de Plan International es el de una tecnología que en sí misma hace avanzar la igualdad y promueve una industria tecnológica más diversa, inclusiva y equitativa, generando productos que conciencian sobre las consecuencias de los prejuicios en el sector y aprovechan el poder de la tecnología para cuestionar normas y estereotipos perjudiciales e impulsar a los usuarios hacia comportamientos más inclusivos.  

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